Partida Rol por web

Tras la devastadora revelación del director, el encuentro con el otro grupo quedó tristemente opacado, y es que para colmo inclusive ellos comentaban haber recibido el ataque de villanos...¿qué podríamos hacer nosotros, los estudiantes sin licencia, ante algo así? Solo poder ser escoltados y cuidados era...frustrante, por decir lo menos, y peor aún cuando entre nosotros Takeshi debía cargar con algo tan horrible como el secuestro de su hermana...

Devuelta a un estado de terrible ansiedad, miré al chico de la enorme armadura, pero tampoco me había olvidado de lo sucedido con mis más reciente compañeros de equipo; quería hablar con Eby y con Eru, sin embargo al mismo tiempo como no sabía exactamente qué decirles los estaba evitando; que Takumi partiera raudo y Sora nos instara a algo similar, salvo razones de peso, me desplomó bastante pues desde mi perspectiva lo que menos debíamos hacer ante la adversidad era buscar la soledad...y aún así yo no podía hacer algo distinto.

Tras mantenerme pensando durante minutos que me parecieron una eternida, por fin un básico impulso me llevó a andar y acercarme así hasta Aizawa-sensei, apretando los puños y los labios levemente, con los ojos vidriosos, tiritando desde mi interior aunque también en el exterior; ni yo tenía confianza en lo que haría, y aún así...

— Disculpe sensei...tengo algo que pedirle — y aún así las palabras salieron de mi, impulsadas por todo lo que habíamos vivido en el viaje y lo que, según las palabras del director, vendría a partir de eso — podría...¿ayudarme a mejor el control sobre mi quirk? — y no me refería a clases o pruebas normales, que esas ya las teníamos sin pedirlas, lo que yo buscaba era un entrenamiento completamente dirigido a lo que pedía, algo que me sirviera para comenzar a controlar mejor mi poder así fuera repetitivo o complicado...

Sin embargo antes de que se fuera Takeshi, alargue, literalmente, mi brazo para agarrar el suyo y detenerle confiando en que no se fuera para hablar un momento con el en privado, esperando pues que los que dijeron de irse se fueran

Sintió algo qué le sujetó el brazo y le limitó el movimiento, al ver qué lo ataba una extensión de algo rosa, se trataba de Eby, el dolor se sintió menos fuerte, volteó a mirarla, se acercó a ella, dejando de lado sus palabras anteriormente dichas, se acercó a ella, ahora no tenia intenciones de irse.

Algunos se fueron, otros se quedaron... En aquella situación nadie podía mostrarse contento, ni siquiera el peliblanco de la otra clase; no se le veía precisamente deprimido, pero no sonreía como antes; era complicado saber en que pensaba...

Takumi fue el primero de la clase en decidir retirarse, siendo que los siguientes fueron Dai, Hisa, Hitoshi e Hideki: el resto se quedo para acompañar en aquel pequeño encuentro. De igual forma, de la clase opuesta se fueron casi todos, dejando únicamente al grupo del niño, el pelirrojo, el rubio y el pelinegro, los cuales se acercaron para unirse y apoyarse entre todos...

Esperabas retirarte con tu buen amigo Takeshi, pero esté se quedo atrás al ser jalado por la slime del grupo. Aún así, continuaste hacia la salida, donde el propio Ectoplasm esperaba parado abajo del arco: cada vez que algún estudiante salía, instantáneamente hacia un clon para que le siguiese.

Cuando te disponías a salir, un par de la clase opuesta se acercó a ti: se trataban de aquella chica y el zombie.

-Vaya movida, ¿no? -comentó el zombie.

-Yo lo llamaría espectáculo. No se que piensan los villanos al amenazar a los futuros héroes: creo que tienen un serio problema de superioridad... -opinó la chica, fijándose entonces en ti. -. Tu eres de la clase primera A, ¿verdad? Un gusto, soy Shimaoka Shunmyo. Y este de aquí es Nobunaga Shigetaka.

-¿Que hay?

-¿Piensas irte solo a tu casa con el clon del profesor? ¿O podemos acompañarte? -no parecían tener ninguna intención maliciosa; más bien, parecían ser los más amables y tranquilos en aquella situación tan reveladora que habían pasado recientemente.

Luego de que algunos se retirasen por voluntad propia, el resto se quedo reunido en el patio. Aparte de Takumi, otros de la clase también se habían ido: Dai, Hisa, Hideki e Hitoshi... De la clase opuesta se habían ido casi todos, quedando únicamente le chico rubio con gafas.

Mientras todos se juntaban, Saori se acercó al profesor para pedirle una petición un tanto especial, la cual fue negada casi de inmediato por Aizawa, con esa mirada tan fría como podía ser la singularidad de la chica, pero acompañada por unas palabras que buscaban motivarla más que deprimirla:

-Si quieres controlar tu singularidad debes convencerte primero de que eres capaz de hacerlo. Supera tus temores, rompe tus límites, y luego puedes buscar un mentor... -le dijo esperando que lo tomase de buena manera, aunque por su expresión asesina de siempre era difícil saberlo en realidad...

Poco después, Ao se acercaría a Saori para hablar un poco apartados del resto.

Sabiendo bien que todos estaban pasando por un mal momento, Ciel se dispuso a intentar animarles un poco.

-¿Quién pensaría que estaríamos en esta situación nada más empezar las clases? Vaya que debemos ser buenos en lo que hacemos -con una carcajada un tanto forzada, se dieron cuenta de que el vampiro no era tan bueno haciendo reír como reía.

Luego del fracaso de Ciel, el chico de la clase opuesta fue uno de los pocos cuyo comentario del vampiro le hizo gracia.

-Ha, ha... Podría ser verdad... Al menos los héroes ya están manos a la obra, ¿no? -opinó el chico, sonriendo tranquilamente mientras los miraba. -. Disculpen por meterme... La verdad es que mi clase es un poco... Insensible. No les digan que yo se los dije, pero se me hace que todos están un poco locos... -confesó antes de toser un poco. -. Disculpen... Me llamo Yang, un gusto...

No parecía que los profesores ni el director se fuesen a retirar hasta que ustedes lo hiciesen, por lo que podrían quedarse allí tranquilos bajo su vigilancia.

Luego de que el profesor negase tu petición, Ao se acercó con una propuesta agradable.

-Oye... Escuche que quieres aprender a controlar tu poder... ¿Te parecería practicar juntos? -te preguntó con una muy leve sonrisa. -. Puedo manejar parciamente mi poder, pero sigo sin manejar la potencia o la precisión... Soy más como una antorcha humana -bromeó entre leves risas.

— P-pero yo....e-esto... — ante la frialdad del sensei me quedé sin palabras, y es que aunque su respuesta fue dura de escuchar, no le faltaba razón: quizás mi principal debilidad era la poca confianza que tenía en mí misma, en mi poder, y en mi capacidad para controlarlo de manera efectiva; entendí que, si no podía al menos comenzar a tratar eso, cualquier entrenamiento presente o futuro sería como desperdiciar recursos, mismos que ahora más que nunca eran necesarios no solo para mi, sino para mis compañeros, los profesores y en si para la sociedad de héroes. No podía entonces darme el lujo de tomar como injusto a Aizawa-sensei...

— Entiendo — así que finalmente respondí e hice una leve reverencia hacia él, aunque más era porque mi rostro mostraba claramente signos de dolorosa ansiedad y no quería mostrar una vez más ese lado mío, no por ahora al menos; por suerte (o no) pensar demasiado en ello se convirtió en otra opción más cuando Ao-kun se me acercó prácticamente de la nada, ofreciéndome una oportunidad que realmente me sorprendió.

"Es como yo..." pensé cuando confesó sus problemas, pues las mismas dificultades estaban entre lo que me hacía temer usar mi poder, especialmente en compañía de otros; su fuego era opuesto a mi hielo, lo que quizás podría servir para reducir el riesgo de ambos lados, sin embargo era fuego al fin y al cabo...

— ¿D-de verdad? Yo...umm... — tenía los ojos cristalizados tanto porque todavía estaba encajando lo dicho por el sensei como por la sola noción de practicar justamente con una de las cosas que mayor temor me causaban, dejando de lado el peligro de mi quirk, pero curiosamente la misma propuesta encajaba con aquello que me recomendó Eraserhead: superar mis temores...o intentarlo al menos.

— V-vale, p-pero y-yo tampoco tengo control completo c-como sabrás... — así que contra todos mis instintos acepté, buscando fuerza de carácter donde no había...eso estaba bien ¿no? era parte de crecer...o eso me repetía incesantemente

Esperé a que se acercara Takeshi poco a poco, mirando hacia el suelo, dolida e inmovil, medio en shock pero medio decidida, al igual que triste y un tanto molesta. Todos podían ver como mi brazo apoyaba un poco a Takeshi al mismo tiempo que pedía que se acercara a mi, mientras que mi puño contrario estaba cerrado con toda la máxima fuerza que podía. Solo unos pocos, quizás los más pequeños o cercanos podían notar lagrimas que formarse que al poco tiempo eran absorbidas por mi cuerpo

No fue hasta que Takeshi estuvo lo suficientemente cerca, que mi boca empezó a moverse, hablandole con un tono muy bajo, quizás solo audible por Takeshi, y aquellos cuyo poder les confiriera un buen oido... Tras aquella conversación intenté buscar con la mirada a Saori antes de continuar hablando más incluso si fuera.

No fue hasta que Takeshi estuvo lo suficientemente cerca, que mi boca empezó a moverse, hablandole con un tono muy bajo, quizás solo audible por Takeshi, y aquellos cuyo poder les confiriera un buen oido... - Quiero salvarlos. - dije sin poder evitar las lagrimas - A tu hermana, al niño... A los que han secuestrado... P-pero me da miedo. Me da miedo desobedecer las normas, me da miedo que me puedan echar de la UA y nunca ser una heroina... Me da miedo que me puedan secuestrar otra vez y me encierren en un frasco

Al final hasta incluso la verdad más pura acabó saliendo. Más allá de que supiera lo del secuestro y más allá de la seguridad mostrada el día anterior... Ahora le estaba confesando mi mayor temor a Takeshi - N-no puedo pelear contra ese trauma... E-el otro día, e-estaba tan ida porque Sora me encerró en un lugar cerrado y oscuro... S-se lo conté luego y... pensé que debía confesartelo a ti también... Aunque mi idea principal hoy era pedirte p-perdón por lo exaltada q-que estuve ayer y q-que no sabía como a-ayudarte, salvo estando así... La lluvia me afectó mucho... P-pero hoy... - Estaba debil, y se podía notar tanto en mi agarre como en mi cuerpo temblequeante.

-N-no puedo dejar que a otro niño le pase lo que me pasó a mi... E-es algo que te marca mucho y para siempre... P-por eso, q-quiero, ahora con todo mi ser, s-salvarlos a todos. P-pero mi miedo no me deja avanzar... - Las lagrimas incluso parecían ahora querer caer, pero mi cuerpo absorvía toda la humedad que desprendía - Incluso pensé... q-que Saori nos podría ayudar - dije entonces buscandola con la mirada. - Su poder de hielo es increible, y se que es capaz de mucho... Incluso de convinarlo quizás con los demás.

Cuando se disponía a salir, dos compañeros de la clase B se le acercaron. Takumi se los quedó mirando un instante, tratando de ubicarlos en su mente.

No, no se habían presentado. Pero no tuvo que preguntar por sus nombres, pues ambos hicieron gala de la buena educación japonesa y se presentaron.

- Ya ves… - respondió al primer comentario -. Tenía entendido que la U.A. era el mejor sitio para aprender a ser un héroe, pero esto comienza a ser demasiado… - admitió aun con cierta frustración en la voz.

Takumi sacó una mano del bolsillo y se señaló a sí mismo con el pulgar.

- Yo soy Mizushima Takumi, un placer - dijo con una ligera pero franca sonrisa -. Me iba a ir solo con el profesor, ha sido un día raro y me apetecía llegar cuanto antes a casa.

Se encogió de hombros tras su comentario.

- Pero podemos ir juntos, claro.

No sabía nada de aquellos dos, aunque el chico zombie le despertaba especialmente la curiosidad.

- Oye, ¿y cuál es tu singularidad, Nobunaga-san? - le preguntó al zombie sin vergüenza alguna -. ¿Es de las que transforma el cuerpo? - inquirió mientras miraba también a Shunmyo.

Las palabras de Eby ablandaron el corazón de Takeshi, jamás había visto tanta dulzura, sufrimiento, y dolor manifestados en un solo ser, Eby era la prieba de todo eso, y por alguna razón, despertaba nuevamente el instinto protector en el chico de la armadura.

El cuerpo de Takeshi se empezó a caer, repitiendo la misma habilidad qué con Takumi, para hablarle a ella desde algo íntimo, dejando qué su ser se desplace al cuerpo de la chica.

-No puedo ayudar con lo qué viviste, no puedo si quiera imaginar lo qué pasaste, pero definitivamente no permitiré qué nadie te dañe nuevamente, déjame ser el pilar qué te ayude a llevar todo ese dolor, y velare por ti y tu bienestar-

El hwcho de qué ella se menosprecie por lo qué es un atentado a su autoestima, y eso no lo toleró.

No digas eso, tu poder es fantástico, al menos eres visible, puedes adaptarte a todo, en cuanto a mí, si no fuera por la armadura no existiria en el plano material, y hablando de la armadura, mi familia me va a hechar una buena bronca por ella-

Dijo, con melancólica voz.

Ver como Takeshi hacía eso, que casi parecía introducirse en mi cuerpo me dejó un poco anonadada. No obstante había algo más importante que estabamos tratando y yo tan solo podía llorar por el ofrecimiento que aquel chico sin cuerpo en su armadura, daba como un gran caballero protector - A-alguien como Joshua... - pensaba para mi misma.

Bajé la cabeza de nuevo intentando pensar algo más, pero no podía y al final... - D-de muy pequeña, me secuestraron, y me encerraron en un frasco opaco y pequeño. Solo lo abrían para darme de comer y... - empecé a confesar, pero como siempre llegué al punto que no sabía como calificar - me... me torturaban, de maneras muy grotescas... Joshua, m-mi cuidador, me salvó y me ayudó. Me mostró un camino que tomar para que lo que me pasó a mi no le ocurra a nadie más... Pero desde aquel momento en que vi la luz después de años... guardé un trauma, un miedo mayor que ningún otro, a estar encerrada en espacios sin salidas, a oscuras y... pequeños. M-me quedo bloqueada y sin saber que hacer...

-E-es algo... dificil de esquivar... y cuando me pasa, tan solo soy un lastre. - Mis lagrimas brotaban para volver otra vez a mi cuerpo después de correr por mi rostro. - Aún sabiendo todo eso ¿Sigues queriendo protegerme? - pregunté finalmente, asintiendo finalmente si decía que si. Pues no le iba a negar una mano ayuda a un amigo.

Por suerte lo siguiente que comentó me hizo reir un poco - N-no has visto mi forma original - traté de espabilarme un poco pasando mi brazo por la cara como si intentara limpiarme las lagrimas - Y bueno... s-si explicas que fue para ayudar a alguien, s-seguro que no te regañaran. A-además... te pega la armadura. Un caballero necesita una ¿No?

Mientras Saori hablaba con Ao por un lado, Eby con Takeshi por otro y Eru observando silenciosamente desde un árbol, el buen amigo de Sora, Ryusei, se acercó a esta. Además, viendo que cada uno andaba con lo suyo, Aizawa se acercó al árbol donde se encontraba el gato de la clase.

Viendo que tu idea fue de gran utilidad para que todos se fuesen juntando y hablasen un poco, aunque fuese de manera un tanto separada, Ryusei se acercó a ti con una sonrisa agradable de las suyas.

-F-Fue una excelente idea, Sora... Muy valiente y considerado de tu parte. -opinó un tanto avergonzado, pero aún así manteniéndose más animado de lo que pudo haber estado antes. -. Creo que todos podrán pasar una mejor noche luego de hablar... -entonces, su expresión paso a una más de preocupación, mirándote fijamente. -. Eh... Y... ¿Tu como te sientes?

Luego de ponerse debajo del árbol, alzó la vista para quedarse viéndote fijamente, esperando que bajases o hicieses algo... No parecía importarle ahora que el resto viese como actuaría ante él.

Seguía observando desde aquel árbol, viendo, escuchando como un chico llamado Yang se presentaba y menospreciaba a sus compañeros, eso hizo sentir bastante incómodo a Eru quien se quedó en su sitio a pesar de que por un momento pensó en bajar. ¿Como podía ser tan falso? Ese chico era la clase de persona a la que jamás se acercaría, no empezaría a hacerlo en ese momento. 

Entonces vio a Aizawa acercarse, posicionarse justo bajo la rama desde la que el veía todo acostado y su cuerpo entero se relajó en segundos, maulló en respuesta a esa mirada y echó un ojo al resto de alumnos y profesores que aún se encontraban en el lugar. Aizawa, conociendo tan bien a los gatos era el único que podía saber por qué Eru aún no se había decidido a bajar de ahí, como humano no habría problema pero como gato la altura se le hacía demasiado difícil de superar y eso provocaba que se quedara atascado en la rama. Se incorporó y se dejó caer hacia el profesor ya que tenía la confianza ahora de hacerlo. En realidad envidiaba un poco a Akainu, que si bien tenía parte del comportamiento de un perro, no podía transformarse en uno y eso le evitaba tenerlo al completo, sentirse... Animal. Algo que le haría la vida más fácil al gato pero no era así, quizá con mucho entrenamiento lograría hacer entrar en " razón " a su parte más gatuna, pero para ello haría falta mucho tiempo y dedicación, un camino que ya había comenzado y del que aún solo había avanzado unos pocos pasos en la carrera por terminar. 

Nada más acabar en los brazos de Aizawa se frotó contra el pecho de este empezando a ronronear, acomodándose como gato que era en ese momento. 

-¿Yo? ¡Estoy totalmente bien! Bueno, perdí mis lentes al salir volando, imagino que se habrán hecho pedazos en algún lugar. También me duele un poco la sien, pero más que un chichón no hará.

Puso ambas manos en la cintura, inflando un poco el pecho con los ojos cerrados. Luego relajó la postura, y miró a los que quedaban de clase. 

-Pero honestamente me preocupan...es obvio que muchos de nuestros compañeros traen...traumas, de sus situaciones de vida. En particular Eby-chan y Eru-kun...casi los dañan por estar uno cargando como loco y la otra deteniendolo a pesar de estar siendo atacados. Estoy contenta de haber podido resguardarlos, pero temo no estar siempre...recién comenzamos y estoy segura de que podrán superar sus problemas si el curso se mantiene tranquilo el resto del año. Y ni hablar de Takeshi-kun...pobre. Su hermana...esperemos que vuelva a casa hoy o mañana con el rescate del que habló el director.

Suspiró.

-Uh...tú y yo no vamos a oír el final de lo que nuestras madres tengan que decir, ¿huh?...espero que tu y Ra no dejen de asistir y puedan llegar a un acuerdo con tu madre. La mía tampoco está muy convencida de dejarme estudiar aquí. De forma discreta el día inicial no había nadie disponible para traerme, y hoy mi maletín desapareció misteriosamente. Por fortuna como mi padre es un héroe profesional tuve apoyo por su lado. Quizá hayas oído hablar de él, ¡es Lancelot!

Se mantuvo en silencio mientras escuchaba tu terrible pasado, agachando la cabeza sintiendo algo de lastima antes de alzar su mirada con dedicación; toda la que pudiese dar su casco inexpresivo...

-Si. Te protegeré... A todos -declaró con seguridad, antes de mirarte con curiosidad cuando mencionaste lo de tu forma original... Pero no le daría más vueltas, pues tu consejo sobre el tema de la armadura le causo cierta gracia. -. Puede ser... Lo intentaré; tal vez mañana llegue en una pieza... La cabeza -bromeó respecto a su "cuerpo" compuesto de múltiples partes. -. ¿Que tal si nos vamos juntos?

Así, Takeshi te invitó a salir. Consideraste quedarte para encontrarte brevemente con Eru, pero al verlo con Aizawa pensaste que lo mejor era dejarles estar solos, por lo que finalmente aceptaste partir.