Partida Rol por web

Sonreí levemente y asentí a Yume cuando me dijo que no pasaba nada... Esperaba que de verdad no se lo hubiera tomado mal. Cuando Ciel mencionó que podríamos pedir ayuda a cierto compañero, la verdad es que también miré con curiosidad a Akainu... Pues era evidente que se refería a él y sus poderes de perro, los cuales estaban muy cerca de los poderes de Eru. Aunque cuando él pareció molesto, le dejé de mirar -Perdón, no quería molestar...- le dije yo, aunque Ciel siguió insistiendo un poco. Al final Akainu respondió, y reconozco que le escuché con curiosidad... Y si, parecía que podría gustarle comprarle y hacerle cosas de gatos -¿Entonces tu no puedes convertirte en perro Shizuriki-san?- le pregunté con curiosidad. Luego de eso miré a Ciel de nuevo y sonreí a lo último que dijo, también habiendo escuchado a Saori -Si alguno no tiene dinero, y quiere hacerle algo... ¡estáis invitados a venir a mi cuarto! Y así podemos construirle algo... ¡Quizás podamos construirle un rascador enorme entre todos! ¡Una mini-parque casa-rascador!- les terminé proponiendo a todos. Si uno talla los postes, otro teje bolitas para jugar y puentes de cuerda, otro fabrica los cajones... Podría ser un proyecto conjunto para regalarlo a nuestro compañero.

Entonces de repente... Todo se puso muy raro en muy poco tiempo. El ordenador de Sora empezó a chispear con colores raros -Cuidado Himeko-san, que parece que se ha sobrecalentado- le dije a la chica... antes de que el ordenador empezara a hablar de golpe. No es que pareciera hablar un bot ni nada... era alguien que nos estaba hablando, y obviamente Sora se asustó... A lo cual, la voz parecía asustarse... y fue sacando temas y cosas... muy raras que desde luego sospechaba muchísimo, además de dejarnos claro que era un fanático del profesor Eraser -No espera Yume-chan... quizás si lo apagamos le estropea el portátil. Y parece más que esta usando un quirk en vez de un programa... Porque vamos, dudo que haya programas que haga saltar chispas. Quizás hasta nos hackee los móviles si los sacamos...- le dije a mi compañera, mirando entonces al ordenador parlante -Nadie ha dicho nada sobre que Koizuma-san era el gato de Eraser mientras hablábamos, ni tampoco hemos dicho que Himeko-san era hija de Lancelot. Ni hemos hablado de medidas de seguridad ni nada... ¿Como lo sabes, nos has estado espiando estas noches?- le pregunté de forma bastante directa y con seriedad, preparando mi disco de Duelo...

Saqué una carta de mi mazo y la coloqué -Invoco a Minibyte en Posición de Ataque...- dije, invocando a una pequeña criatura flotante adorable que parecía robotizado. Acerqué mi mano a mi monstruo acariciándolo un poco... y sacando de la parte de atrás un cable con una terminación USB que se podría conectar al PC -Si de verdad no eres mala persona, o nos dices quien eres o mando a mi compañero a localizarte y atacarte sea donde estés mientras llamamos a la policía y al profesor. Con imagen incluida. Y ni se te ocurra darnos un mote, un alias, un nombre falso ni nada de eso... Que ya bastante sospechoso eres como para que encima no nos digas la verdad- le dije con seriedad, amenazando con enchufar a Minibyte por el puerto USB... Quien en realidad no era más que un pendrive donde guardo bocetos, fotos y cosas personales, no puedo crear hackers de la nada... Pero bueno, nadie de aquí lo sabe y no lo he sacado hasta ahora en todo el tiempo que llevo aquí, a lo mejor cuela y nos dice su nombre, nos enseña la cara y nos da motivos para no llamar a la policía y al profesor a denunciarle... Esto es muy raro.

-P-pero si quiero helado... m-me gusta e-es solo que... - Antes de que me pudiera explicar luego de tratar de responder a Koizumi, Muto empezó a ofrecerse para calentarmelo y yo le miré con una expresión de cierta sorpresa agradable antes de sonreir levemente - E-esto... V-vale... P-pero n-no hace falta q-que esté caliente, s-solo derretido - tampoco quería pasar del duro hielo seco de la prueba al ardor del chocolate

Una vez me lo trajera empezaría a comer con todos los demás no sin antes agradecerselo de una forma quizás desproporcionada a Muto, pero hasta entonces parecía el que más se dedicaba a hacer que todos estuvieramos bien, por ello pensé que se lo merecía, y luego mientras hablaban todos de todo un poco sonreí a Saoiri al agradecerme la información... Realmente allí en ese momento... Me encontraba muy cómoda.

Llegados el punto en el que no sabían que le iba a gustar y que no, alcé la mano para hacerme notar y cuando se mantuvieran en silencio lo propuse - E-esto... S-si... si quereis... p-puedo hacer de cobaya... S-si toco u-un gato p-puedo transformarme en uno... c-con todos sus gustos... S-sería una buena forma d-de asegurarnos... ¿No? - Miré a Akainu, precisamente porque de todos los presentes, el tendría más opinión sobre el mundo animal que el resto.

Luego de proponer aquella idea y tras escuchar el ofrecimiento de Muto ante el hecho de que los que no tuvieran mucho dinero ayudaran a hacer las cosas a mano, asentí. - Y-yo ayudaré e-entonces... Tampoco e-es que pueda pedirle d-dinero a Joshua... Además, las cosas hechas a mano tienen más significado ¿No? - pregunté para ver si me equivocaba o no... Pues realmente no lo sabía del todo.

Y justo para romper la velada, un nuevo añadido se metió en el ordenador de Himeko para querer participar, lo único era que se iba a hacer difícil, pues todos empezaron a ponerse en guardia y defensa para que aquel ser abandonara la conversación.

Aunque estaba de acuerdo con todos en que no eran formas de pedir ayudar, ni tampoco era una buena forma de dirigirse a nosotros en primer lugar, aunque los motivos fueran por puro fanatismo, si que era realidad que tenia que intervenir un poco para que no se terminaran de enzarzar en otra pelea - E-esto... c-calma por favor. - intenté pedir cuando hubo un momento de silencio - Q-quien esté detrás de esto p-puede ser un autentico fan del profesor... A fin de cuentas, e-es... - miré hacia otro lado - Es cierto q-que Eru es... o era... el g-gato de Aizawa... P-pero no podemos fiarnos de t-ti... y no queremos más problemas peligrosos... S-si no demuestras que eres de fiar no te d-dejaremos ayudar... - A mi solo se me ocurría una forma de que fuera de fiar, pero algo me decía que no se iba a mostrar.

 Ante las dudas sobre las capacidades de su quirk, Akainu negó con la cabeza.

 -Mi Quirk solo me permite estar en esta forma. Seguramente Eru deba tener un quirk distinto a simplemente ser mitad-gato -concluyó antes de fijarse en Eby, escuchando aquella propuesta que, inexplicablemente, provocaría un escalofrío en el chico debido a las palabras utilizadas por la slime para explicar su plan. -. ¿También puedes transformarte en animales? Suena a una buena idea, solo… Ten cuidado con el gato en el que intentes transformarte, ¿okey? -intentando disimular su ligero nerviosismo, el chico soltaría una pequeña risa antes de continuar con su helado. Cómo mitad-animal, seguramente sabría cosas de los animales que pudiesen ser una preocupación si la slime se transformaba en uno.

 Pero pasando de hablar de gatos y regalos, casi todo el grupo acabó rodeando aquella laptop que parecía estar siendo invadida por un invasor de la privacidad.

 -¡E-Esperen! -soltó rápidamente la voz desde la laptop debido a las amenazas de algunos de llamar a los profesores, apagar la laptop, ¡o irle a atacar con un dron incluso!. -. P-Pero si ya me conocen… ¿No…?

 Pronto la pantalla volvería a llenarse de estática, y solo le tomaría unos segundos mostrar la imagen de él responsable de aquella situación…

 ¡Soy yo! ¡Yuki-san!

 Aunque no era el caso de Yusio, Yume e Hiroshima, aquellos que estuvieron en la clase el día del ataque al autobús luego de la visita al orfanato recordarían que al llegar a la academia un profesor tuvo que llevar a un alumno con el director por filtrar la información de lo sucedido a los noticieros. El Avatar animado 2D en la pantalla compartía muchos rasgos de este estudiante filtrador y problemático.

 -Bueno, Yusio-san, Yume-san e Hiroshima-san son nuevos, por lo que no me deben conocer como el resto… ¡Pero el punto es que estoy con ustedes! ¡Soy de la clase 1-B! ¡Somos vecinos! -confesó mientras su avatar sonreía. Aquellos más atentos podrían hacerse la idea de que se tomaba muchas confianzas, esto a partir de que llamó a 3 de sus compañeros por sus nombres -. Además, ustedes no se quedan detrás en niveles de genialidad. ¡Pelearon con villanos en sus primeros días de la academia! Que envidia... Bueno, excepto por Yusio-san y Yume-san... ¡Pero aún así sus singularidades son geniales!

 Y justo en la parte superior de la pantalla, sin cubrir mucho el avatar animado que mostraba, aparecería un recuadro con un mensaje:

:3

Cuando Eby me lo pidió, me dirigí con su helado a la cocina. Simplemente lo que hice fue llenar un cuenco grande de agua caliente, meter el helado en un vaso y poner el vaso en el agua, removiendo con una pajita. Así poco a poco mientras se removía, se acabaría derritiendo sin calentarse demasiado -Aquí tienes Eby-chan- le dije a la chica slime de vuelta dándole el vaso con la pajita, esperando que así pudiera tomarse el helado mejor... Todo eso antes de... la cosa rara del portátil...

...- me quedé en silencio mirando la pantalla del portátil con seriedad, viendo como el tal Yuki-san se presentaba exclamando mucho con ese avatar en el ordenador, sujetando el USB de Digibyte -Un avatar no debería contar como imagen... a menos que seas idéntico...- dije, pensándome si eso era suficiente para llamar a los profesores o no. porque yo dije imagen no avatar. Aunque miré al resto de mis compañeros -¿Le conocéis, de verdad es compañero de otra clase? ¿Es problemático... le dejamos hablar o llamamos a los profes?- le pregunté al resto, pues yo no le conocía como él mismo dijo... y la verdad, la primera impresión de colarse en una conversación ajena invadiendo el portátil de Sora... no es que haya sido la mejor, sobre todo cuando decía tantos datos nuestros y nos llamaba con tanta confianza sin siquiera conocernos. Los fisgones y cotillas no me suelen caer bien... sobre todo si parece que nos ha estado espiando. Por si acaso, además de a Digibyte... tenía mi móvil por si decidíamos llamar a los profesores.

-¿Hmmm?  ¿"Yuki-san"? No recuerdo que hayamos hablado directamente, pero pareces muy familiar con nosotros.

Sora dijo esto con tono curioso, y se pinchó una mejilla pensativa. Parecía que todos estaban algo descolocados en general, y ella no era la excepción, pero hizo un esfuerzo por componer lo que quería decir.

-Koizuma-kun no es su gato hasta donde sé, no de si sea correcta la forma en la que lo estás catalogando, aunque dudo que aprecie envolver a alguien que realmente no conoce en su vida privada. Pero ¿no debería serte sencillo solo buscar al profesor por los pasillos en cualquier día de escuela? -miró el avatar en pantalla con una leve sonrisa serena- De todas formas...Yuki-san, tienes una singularidad muy interesante. Ahem...¿esta es la primera vez que estás con nosotros por medio de algún dispositivo?

 -¡Pero si somos idénticos! -aseguró el chico albino ante las declaraciones de Yusio. -. Si nos encontramos por la academia seguramente me reconocerán de inmediato, aunque estoy seguro de que ya me habrán visto una o dos veces... ¡Aunque sí: está es la primera vez que me cuelo en sus aparatos! O al menos la primera vez que me muestro haciéndolo...

 Por la mirada de sus compañeros, parecía que nadie había tenido ningún encuentro cercano o directo con aquel chico...

 -¿No eres al que Gilgamesh-sensei estampó contra el suelo hace unos días? -preguntó Ciel haciendo acto de memoria. -. Supongo que no tienes buena relación con los profesores y por eso no buscas a Eraser-sensei directamente, como dice Sora-san, ¿no?

 -¡Exactamente! Aunque no sabría a cual ocasión te refieres: ¿fue cuando filtré la información del ataque los villanos a su clase en la guardería? ¿cuando modifiqué el precio de los alimentos en la cafetería? ¿o acaso cuando...

 -¡Yuki-san...! -se escuchó de fondo a alguien llamando a la persona del otro lado del computador, seguido por unos golpes en la una puerta. -. ¡Llevas mucho tiempo allí dentro!

 -¡En un momento salgo, Shimaoka-san! -le respondió el tal Yuki, volviendo entonces su atención a ustedes. -. Entonces, ¿les puedo ayudar? No le daré ningún regalo, creo que eso es algo que solo ustedes deberían hacer, ¡pero puedo ayudarles a conseguir los mejores precios en los mejores lugares para las mejores cosas que necesiten, de manera completamente legal!

-M-muchas gracias Muto-san - dije respetuosamente mientras agarraba mi "helado" para tomarlo cual batido

Cada vez que cada uno negaba sobre que el tema de Eru, me daban ganas de desviar la cara hacia otro lado, pero simplemente suspiré - Yuki tiene razón... Eru y Aizawa tienen una relación rara... Pero, viendola desde fuera es... eso: Dueño y gato... - no podía ocultarlo más

-A mi me da igual que nos ayude... O-os lo dejo a vosotros decidirlo... A-aunque s-su ayuda nos vendría b-bien. - Reconcí un poco antes de seguir bebiendo el helado derretido

—Je, je, je —Me agradó el cumplido de Shikare-chan. Siempre me habían dicho que era bastante creativa, aunque era especialmente halagador viniendo de alguien que me conocía desde hacía poco tiempo.

Muto propuso construir algo entre varios. —Creo que es buena idea. Yo podría participar, si no se me ocurre algo concreto que comprarle —me ofrecí.

Akiyama-chan hizo una proposición… peculiar. —Eh… ¿Estás segura? No sé… No creo que sea necesario. —No me parecía del todo probable que a absolutamente todos los gatos les gustase lo mismo. Era como pensar que los mismos regalos gustarían a todo el mundo por ser todos humanos. Además, Koizuma-kun solo era mitad gato.

Me sorprendió mucho que Muto-kun sacase ese robot, y que fuera capaz de encontrar al hacker tan fácilmente y tan rápido. Sin duda, su quirk era increíble.

El espía no tardó en desvelar su identidad, aunque yo no lo conocía de nada. Miré hacia los demás, insegura, buscando una confirmación de que de verdad lo conocían. —¿Tú también estás en la U.A.? Pero entonces… ¿Por qué nos espías? ¿Por qué no vienes a preguntarnos en persona? Y ¿por qué te interesa tanto el profesor? —Hablé con un tono claramente irritado, pues no me parecía nada bien lo que estaba haciendo. Saber que era un alumno restó urgencia al tema de pedir ayuda, pero seguía pensando que debíamos avisar de lo que había hecho. Y, además, ¿cómo sabíamos que de verdad no se había colado anteriormente en nuestros dispositivos, o que no lo haría en el futuro?

—No, gracias. No necesitamos ayuda —contesté, frunciendo el ceño, ante su oferta. No me parecía bien aceptar ayuda de alguien que se saltaba las normas como le venía en gana.

Miré a Akiyama-chan por algunos momentos, extrañada, cuando habló sobre la relación entre Koizuma y su profesor. «¿Dueño y gato?». Si eso era verdad, entonces, estaría teniendo un trato de favor hacia él, ¿no?

— ¿D-de verdad? También podría ayudar en eso entonces, me gustaría mucho — respondí a Muto con expresión iluminada de felicidad, ya que independientemente del acuerdo al que se llegara con Yume, también me hizo mucha ilusión la propuesta del pelirrojo que había dado sus propias muestras de creativas, además nadie nunca dijo que debíamos centrarnos en una sola actividad, ¿verdad?

Por lo anterior me alegró que la pelirroja también quisiera entrar en el plan de Yusio, sin embargo pronto mi atención fue llamada al tomar relevancia la propuesta de Eby, seguida por la respuesta de Akainu. — ¿No es arriesgado o inconveniente para ti? Y-yo pienso que con la información que nos diste ya dimos un gran paso — le dije a la slime, aunque tampoco pensaba en detenerla si ella realmente quería hacer eso.

En cualquier caso todo quedó en un segundo plano ante la aparición del que no tardó en identificarse como Yuki tras ser encarado por Yusio y el lindo Minibyte. Al inicio fue un poco aterrador, lo acepto, sin embargo conforme el albino se explicaba las cosas se iban volviendo simplemente confusas. Sí, era nuestro compañero… ¿pero cómo estar seguros de que no tenía otras intensiones?

Para colmo hubo impresiones dispares entre los presentes, pues tanto Eby como Sora parecían en distinta medida interesadas, mientras que os pelirrojos se mostraron más desconfiados. Yo por mi parte suspiré y me quedé en silencio unos instantes para tratar de aclarar mi mente, de paso me concentré en las palabras de Ciel, que por sí mismas eran bastante sugerentes.

— Yo creo que… — di un paso hacia adelante, primero hablando con voz un poco baja, pero enseguida busqué algo de firmeza que de paso me ayudó a subir el volumen — C-creo que sería buena idea aceptar la ayuda de Yuki-san — miré al resto — N-no obstante preferiría que nos la diera en persona, y en cualquier caso, verlo después de esto… — sugerí, pues confiar en alguien que estaba tras un monitor se me hacía extraño. Quizás estaba exagerando, pero quise ser sincera…

Sora de cruzó de brazos unos momentos pensativa de veras, evaluando y escuchando a los demas, hasta que volvió a hablar.

-Yuki-san...creo que fue bastante rudo el haber filtrado las cosas a la prensa, para los profesores y nosotros. Y el estar escuchando conversaciones privadas...me hace sentir bastante incómoda, honestamente. ¡Sería bueno que nos conocieras en persona si es tu intención para poder llevarnos bien si te interesa interactuar con nosotros a la larga! Y a pesar de ser una buena propuesta y poder ahorrar tiempo, creo...que esto tiene que se algo personal en la clase, espero que no te ofenda demasiado.

Escuché en silencio a mis compañeros... sobretodo a Ciel cuando menciona que él fue el chico al que uno de los profesores estampó en el suelo... al principio no entendiendo porque. Pero cuando Yuki-san mismo fue explicando las cosas que había ido haciendo... y a medida que lo hacía, mi cara se iba mostrando más molesta, algo que sin duda era raro ver en un chico tan sonriente como lo solía ser yo -¿En que pensabas cuando filtraste eso? No eres nadie para decidir actuar de esa forma... normal que no agrades a los profesores- le pregunté y dije simplemente con una gran seriedad, claramente no muy agradado de esa confianza y esa alegría con la que enumeraba sus "logros"... Ya lo había dicho, no me gusta nada que las personas que van aireando los secretos de la gente; y si la escuela quería que no se supiera nada de aquello era por el bien de los implicados... él no tenía derecho a pasar esa información a los medios, cuando ni siquiera participó. Mi clase estaba bastante dividida en sus opiniones... la mia era clara -No, por mi parte yo no acepto tu ayuda... me parece horrible esa actitud de que te sientas tan cómodo y orgulloso de hurgar en los secretos que no te corresponden y filtrarlos a cualquiera- le terminé diciendo con seriedad, levantándome para irme a mi cuarto -Me voy a mi cuarto chicos, perdón que lo haga tan de golpe... pero quiero asegurarme de que no Yuki-san no pueda entrar en mi PC ni me espíe en ningún dispositivo- me despedí y disculpé con mis compañeros por irme... Pero esa actitud de Yuki-san me pareció demasiado horrible para querer quedarme en la misma sala que él... ni siquiera me gustaría conocerle en persona a diferencia de otros.

 -¿Y por qué no me habría de interesar Eraser Head? -preguntó de vuelta Yuki debido a las dudas de Yume. -. ¡Es un héroe muy genial! Misterioso, oscuro, alguien que odia a los medios pero que aún así cumple con su deber… ¡Es simplemente muy cool! -aseguró el chico antes de volver con Yusio, quién de los presentes parecía ser uno de los que más desconfiaban del infiltrado. -. P-Pero es el trabajo de los medios… comunicar… las cosas… ¿Por qué querría la academia que no se supiese algo como eso…? -había cierto tono de curiosidad en sus palabras, pero más que una pregunta seria y conspirativa parecía más una excusa para sus acciones.

 Uno tras otros irían dando sus opiniones respecto a la ayuda del chico, siendo que a pesar de que a algunos les daba igual, otros estaban a favor, y otros totalmente en contra, también había interés en intentar de alguna manera obtener más confianza en Yuki, como un acto presencial como mínimo.

 -Oh… Supongo que podría reunirme con ustedes otro día, pero… Creo que varios parecen incómodos con la idea de que los ayude, lo entiendo… -su voz sonaba a sinceridad y algo de decepción, pero eso cambió rápidamente con sus siguientes palabras. -. ¡Bueno! Lo intente. Prometo no meterme más en sus cosas sin vuestro permiso: Ya he instalado en esta laptop un antivirus diseñado por mi para repeler mi singularidad, el cual pueden copiar a sus otros aparatos. ¡Pregunten a los profesores, ellos también lo usan!

 Justo entonces, desde la laptop se emitiría el sonido de un portazo, seguido del sobresalto de Yuki.

 -¡Lo sabía! ¡Estás metiéndote otra vez en las redes cercanas! -se escuchó gritar, bastante molesto, a la persona que había llamado a la puerta hace poco.

 -¡S-Shimaoka-san! -suplicó Yuki. -. ¡C-Con el metal no! ¡Aaahhh…! -y luego de que el avatar reaccionase como si hubiese recibido un golpe que le dejaría K.O, la laptop volvería a emitir aquellas chispas púrpuras antes de apagarse momentáneamente y volverse a encender como si nada hubiera sucedido, con la excepción de que ahora en el escritorio se encontraba el avatar de Yuki como el icono de una aplicación llamada “Antivirus Hataka”.

 -Definitivamente la U.A. está llena de gente interesante -comentó finalmente Ciel intentando devolver el ambiente agradable de la reunión a pesar de que algunos ya tuvieron suficiente para irse.

 El resto no tardaría en acabar sus charlas y preparativos antes de regresar a sus habitaciones, acabando todos nuevamente en sus camas listos para descansar y prepararse para un nuevo día…

 Dos días después, llenos de las clases particulares de Black Dragón las cuales iban subiendo el nivel con cada día que pasaba, nuevamente llegaba la tarde, lo que significaba para muchos su tiempo libre tras un día de agotador estudio y entrenamiento.

 En vuestro caso, luego de haber hecho los arreglos con ayuda de Aizawa-sensei, no tenían que preocuparse más del tema de la habitación de Eru, y él mismo les confirmaría la funcionalidad del antivirus de aquel chico haciendo que tampoco tuvieran que preocuparse de sus aparatos, siendo que podían centrarse en sus propias cosas, como lo era el entrenamiento de sus singularidades.

 -Este es un buen lugar -concluyó Ryusei.

 La U.A. no tenía muchos lugares a los que pudieran acceder sin autorización de los profesores, pero habían varias zonas boscosas donde no deberían tener problemas para entrenar, al menos no teniendo en cuenta de que estaban relativamente cerca de los dormitorios. Eran un total de cuatro personas contando a Ao.

 -¿Y bien? ¿Cómo lo haremos? -preguntó Ao, observando los alrededores para asegurarse de tener una buena distancia con los árboles al usar su singularidad.

 Dos días después, llenos de las clases particulares de Black Dragón las cuales iban subiendo el nivel con cada día que pasaba, nuevamente llegaba la tarde, lo que significaba para muchos su tiempo libre tras un día de agotador estudio y entrenamiento.

 En tu caso, luego de haber hecho los arreglos con ayuda de Aizawa-sensei, no tenías que preocuparte más del tema de la habitación de Eru, y él mismo te confirmaría la funcionalidad del antivirus de aquel chico haciendo que tampoco tuvieras que preocuparte de tus aparatos, siendo que podrías centrarte en tus propias cosas, como lo era el entrenamiento de tus singularidades.

 Gracias a la facilidad de tu familia para conseguir transporte y seguridad podrías aprovechar la salida temprana de clases para volver a tu casa, tu verdadera casa, y reunirte con tus padres…

 -¿Entrenar…? -preguntó tú padre enarcando una ceja cuando le mencionaste la idea, vistiendo su cómoda bata favorita mientras disfrutaba de su café favorito en su sofá favorito. -. La última vez te encontré prácticamente noqueada… ¿Estás segura de que quieres aumentar el nivel? Ya eres bastante fuerte en comparación a otros chicos de tu edad...

 Dos días después, llenos de las clases particulares de Black Dragón las cuales iban subiendo el nivel con cada día que pasaba, nuevamente llegaba la tarde, lo que significaba para muchos su tiempo libre tras un día de agotador estudio y entrenamiento.

 En tu caso, podrías aprovechar la salida temprana de clases para ir a atender los asuntos fuera de la academia, tu “hogar”. Nuevamente corriste con la suerte de tener el tiempo a tu favor, lo que te permitió ir y venir sin inconvenientes, pero al llegar a la entrada de la academia…

 -¡Koizuma-san! -te llamaría alguien que te había estado esperando desde quién sabe cuánto, siendo que su voz te resultaba inconfundible debido a la naturaleza de esta persona: Akainu. -. Siempre sales luego de clases, ¿no? ¿Acaso tienes novia afuera de la academia? -bromeó el chico soltando una leve risa, aunque lo más inteligente que haría sería percatarse de que la relación que tenían ambos tal vez no era la adecuada para bromas como esas, al menos no así de pronto… -. Bueno, es que… Varios de la clase han formado grupos para entrenar, y pensaba que como somos los únicos con quirk de animales podríamos… -según te iba contando su idea, podrías darte cuenta de lo incómodo que le resultaba hablarte, como si temiese tu reacción...

 Dos días después, llenos de las clases particulares de Black Dragón las cuales iban subiendo el nivel con cada día que pasaba, nuevamente llegaba la tarde, lo que significaba para muchos su tiempo libre tras un día de agotador estudio y entrenamiento.

 En vuestro caso, luego de haber hecho los arreglos con ayuda de Aizawa-sensei, no tenían que preocuparse más del tema de la habitación de Eru, y él mismo les confirmaría la funcionalidad del antivirus de aquel chico haciendo que tampoco tuvieran que preocuparse de sus aparatos, siendo que podían centrarse en sus propias cosas…

 -¡Se los digo enserio! No se arrepentirán -insistió Chika, vuestra compañera de goma, cuando los convenció de acompañarla a un arcade cercano a la academia aprovechando que habían salido temprano de clases.

Y efectivamente, el lugar al que les había llevado podría interesar a más de uno únicamente por la vista: el lugar estaba repleto de máquinas y juegos de todo tipo…

 -¡Está todo lleno de luces! -comentó inocentemente Hiroshima, quién también les había acompañado, con aquella sonrisa tan característica suya. -. ¿¡Que hace eso!? -y mientras ustedes pensaban por donde empezar, él simplemente empezó a acercarse a todo lo que podía para verlo con inusual curiosidad. El chico no parecía muy acostumbrado a los arcade, por lo que podían deducir…

 -¿Yume-chan? -pero entonces, una voz que le sería fácil reconocer a la pelirroja, llamaría vuestra atención a otro grupo de chicos que por pura casualidad se encontraban allí también. Uno de ellos resultaría ser alguien conocido de la chica a la que había llamado…

Junto a aquel chico pelirrojo también se encontraba uno de cabello anaranjado, otro de cabello rojo un poco más corto, un chico de ojos verdes y uno que destacaba porque a simple vista era… un zombie.

 -¡Yume-chan! -y habiendo comprobado que era ella, el chico pelirrojo que la había llamado abrió los brazos dispuesto a lanzarse a por ella para abrazarla.

Más pronto que tarde el extraño incidente del ordenador de Sora quedó atrás, siendo que hubo opiniones tan diversas como alumnos ahí presentes, o al menos esa impresión me dio, sin embargo dado que las cosas terminaron “bien” tampoco se extendieron los problemas luego de eso.

Los días siguientes cada quien se dedicó a lo suyo, así que en mi caso me concentré en los entrenamientos para poder ir controlando mejor mi poder y ser más una ayuda que una carga; para ello me enfoqué en los recuerdos de la carrera, en la confianza que por un momento sentí entonces y en las esperanzas que quise transmitirle a mis compañeros; también recordé cuando pude ayudar a enfriar los helados y, aunque pudiera parecer exagerado de mi parte, me sentí tan feliz como motivada.

Black Dragon sensei era un entrenador implacable, casi daba miedo, pero si gracias a sus exigencias podía seguir así, sin duda invertiría todo mi tiempo libre en ello.

Para el día actual fui junto con Eby, Ao y Ryusei hacia un área en la que nos permitieron llevar a cabo nuestro entrenamiento; se trataba de una zona boscosa y lo suficientemente aislada como para no molestar a los otros, pero a la vez dentro del terreno de la escuela así que de haber problemas podríamos solicitar ayuda fácilmente… o al menos eso esperaba. Dada la ocasión y las posibles necesidades yo llevaba el uniforme de deportes.

— P-pues… Eby-chan propuso que mi hielo combinado con el fuego de ustedes podría ayudarla al volverse agua, ¿no? — quise recapitular para que todos supiéramos lo mismo, sin embargo miré a la slime a la cual llamaba por su nombre para confirmar la información y a la vez demostrar que le tenía confianza.

— Podríamos intentar comenzar por algo sencillo, ya saben, para que las cosas no se salgan demasiado de control — al fin y al cabo había mucha vegetación allí y teníamos a dos usuarios de fuego. — ¿Más o menos cuánta agua ves como algo manejable, Eby-chan? — mi pregunta fue hacia la slime pero ya por experiencias anteriores sabía que Ao debía mejorar un poco su control y resistencia, como yo, así que supuse que limitarnos era una buena forma de empezar.

También quería tener en cuenta a Ryusei, pero de momento no se me ocurría nada respecto al chico con dos almas en una…

-¡Claro! Después de todo viene el festival, ¿no? Necesito al menos tener un súper movimiento para ese entonces. Inicialmente estuve pensando en tratar de pasar el festival manteniendo mi magnetismo oculto pero hm bueno, de esa forma no voy a avanzar de forma pareja.

Por ese momento, jugaba con dos píldoras de hierro que iba a tomar con los sobres de lo próximo que consiguiera.

-Debería estar bien si manejo mis niveles de hierro. Usualmente siento que me tiembla un poco uno de los pies si me estoy apoyando un poco en el mismo antes de no poseer más, así que al menos aprendí algo para identificar cuando estoy en las últimas jeje...además hay mapas no montón de gente fuerte en la clase, no quiero descuidarme. ¡Es...muy motivante!

Me sentí mal frente a nuestra compañera de otra clase. La pobre solo quería ayudar y al final le dimos con la puerta en las narices. No hubiera venido tan mal esa ayuda externa, sobre todo si eso hacía que pudieramos encontrar las cosas más baratas en internet. Pero a fin de cuentas, fue una decisión mayoritaria el dejarla fuera y no única.

Dejando eso a un lado, tocaba entrenar practicamente a diario... y las lecciones de entrenamiento de Black dragon resultaban agotadoras y dolorosas. Si lo del hielo ya supuso demasiado dolor para mi, las consiguientes tan solo subían de nivel sin más. Era horrible saber que iba a seguir aumentando sin parar, pero en parte lo agradecía... Empezaba a pensar que podía ser masoca sin quererlo

Por suerte tocaba un entrenamiento más liviano, uno en el que al fin Ryusei, Ao, Saori y yo pudimos empezar entrenar a solas sin nadie que nos molestara, sin objetivos, sin obstaculos. Tan solo nosotros y lo que idearamos para hacernos fuertes mutuamente, y en parte tenía varias ideas para combinarnos, aunque yo precisaba de ambos extremos de los poderes para mejorar mi resistencia... Solo que Saori empezó a explicar antes de que siquiera pudiera excusarme

Aunque no fue mal lugar por el cual empezar - No, bueno... Eso también es una idea, e-es decir... Si tengo humedad, o bastante agua en mi interior, mi poder es mayor. Es como mi energía. Por eso cuando como, me veis tomando más liquidos que otra cosa - con el pasar de los días, ya podía desenvolverme un poco mejor en las conversaciones con los compañeros, aunque aún tenía nervios. - Pero aún así, podemos usar el agua como arma también, combinando nuestros poderes - Acto seguido empecé a transformarme en un cañón con un deposito o lo que era lo mismo, un lugar por el que pudieran propulsar el agua - Si os enfocais ahí detrás, puedo propulsar el agua que genereis y con mi cañon puedo propulsarlo como los bomberos - Sonreí un poco aunque pareciese un poco infantil - Pero  bueno, n-no era lo único

Volviendo poco a poco a mi forma, miré a los tres - También... q-quiero a-aumentar mi resistencia, con el frio y el calor... E-es decir b-bueno... - no había forma fácil de decirlo - Y-ya habeis visto estos días atrás con Black Dragon... Me congelo más fácilmente que vosotros y si hay mucho calor mi cuerpo se derrite siendo así que no puedo moverme correctamente, ni siquiera transformarme. No quiero ser un lastre si se diera ese caso y... De no ser por Ryusei-san y Ra-sama la última vez, me hubiera congelado... o de no ser por el hielo de Saori-san, practicamente me hubiera me hubiera derretido - estaba siendo sincera, aunque doliera recordar que el hielo de Saori se descontroló y tanto Ao como Ryusei intentaron descongelarla por pura amistad. Ese fue el último combate grande que tuvimos y las condiciones climaticas nos afectaron a todos.

Por ello Saori estaba controlando su hielo y Ao su fuego, Ryusei tendría que controlar mejor sus dos partes y yo aumentar mis resistencias... Eramos un buen equipo trabajando juntos, pero también eramos nuestros mayores peligros - O... p-pero n-no todo era eso también... S-saori-san, s-se me ocurrió una f-forma de mezclar nuestros poderes, p-pero hasta que lo combinemos bien, p-pensé que ellos pudieran ayudarnos p-por si acaso - No paraba de hablar por los nombres, pues ya les tenía confianza, pero aún así el respeto que les tenía a cada uno era muy alto. Aún no era capaz de denominarlos -chan o -kun... - Se me ocurrió durante el primer entrenamiento con Black Dragon. Si con un hielo pude formar cuchillas en mis pies para patinar, igual con un poco de control, puedas ayudarme a hacer armas filosas con mis brazo, o al contrario. Si me usas como armadura, como cuando lo hice con Ra-sama, igual pudieras lanzar tu hielo como proyectiles. - Era una buena idea que combinaba ambos poderes, pero para eso Saori tendría que controlar la temperatura del hielo que producía, y si funcionaba eso quería decir que podría hacerlo con Ao y Ryusei.

Por otro lado, no me percaté que podría servirles a cada uno como mejora fisica si me usaban de armadura corporal, pero igual ellos si

Los días pasaron con normalidad. Después de que Aizawa-sensei nos asegurara de que el antivirus era seguro, accedí a instalarlo en mi móvil, y no tuve que preocuparme más por ese tema.

Por lo demás, los entrenamientos estaban siendo exigentes, cosa que cabía esperar de una escuela tan prestigiosa como la U.A. Todos los días acababa agotada, pero era algo que valía la pena, ya que sentía que estaba haciéndome cada vez más fuerte, y creciendo como persona. Seguro que mis padres se sentirían orgullosos al verme.

Aquella tarde, Shiraiwa nos invitó a Muto y a mí a ir un arcade. Me pareció un plan interesante y diferente, así que accedí gustosa. Las recreativas no eran mi actividad preferida, pero el sitio parecía sin duda muy bonito y animado, y tenía tantas máquinas que tenía que haber para todos los gustos. Observé, curiosa y divertida, la reacción de Hiroshima mientras examinaba los aparatos, como si los viera por primera vez.

Mientras estaba distraída, de repente oí una voz familiar que llamó mi atención. Me di la vuelta lentamente y, al ver al chico que se encontraba allí, mi rostro se iluminó de felicidad. Ese pelo rojo y alborotado… Esos ojos verdes y claros… No cabía duda.

—¡Kenzo-chan! —exclamé, con voz extremadamente aguda y una sonrisa de oreja a oreja. Y, sin pensarlo dos veces, corrí hacia él y salté a abrazarlo, literalmente—. ¡Qué alegría verte! ¿Qué tal estás? ¡Yo estoy genial! Los entrenamientos son muy duros, y tenemos que estudiar mucho, pero estoy aprendiendo un montón de cosas. ¡Y mis compañeros son todos geniales! —Hablé atropelladamente, casi como si solo tuviese medio minuto para hablar y tuviera que soltarlo todo de golpe. De repente, recordé que no estaba sola, y me separé un poco de él, mirando hacia mis compañeros—. Perdón. Estos son mis compañeros Muto-kun y Hiroshima-kun. Muto-kun, Hiroshima-kun, este es mi hermano. —Los presenté, ligeramente avergonzada por haberme olvidado de los demás—. Deberías ver el quirk de Muto-kun. Se parece un montón al mío. Je, je, je. —Durante todo ese rato, mi sonrisa no desapareció en ningún momento.