Partida Rol por web

No había llamado a emergencias si no a Kazama Nobunaga, a quien debía darle un reporte y la excusa había sido perfecta pues nadie sospecharía sin más a parte de que lo pudieran criticar por alertar al servicio de emergencias, ya se disculparía con sus compañeros por ello más tarde.

-Un escorpión venenoso callejero, un gusano y una estrella del pop me acompañan. La línea morada tiene boca pero no manos de momento. 

Hacía tiempo que trabajaba para Kazama y sabía que entendería lo que le quería decir. No esperó la respuesta del hombre, colgó directamente.

 -Ninguno me sabe a nada -aclararía el chico, recordándote su condición donde era incapaz de sentir, y ahora te confirmaba que tampoco podía saborear: seguramente con lo del ramen dijo aquello para no hacerte sentir mal.

 Void seguiría de forma casi robótica tu cuerpo cuando diste aquellos pequeños saltos, como si esperase que en algún momento llegases más lejos de lo realmente podías llegar, pero al escuchar tu comentario seria él quién extendería sus manos hacia las botellas más altas, y de forma inhumana sus brazos empezaría a alargarse: a partir del codo se estiraba mientras se deformaba en aquella sustancia azul, permitiéndole alcanzar un par de las botellas de mayor porcentaje alcohólico con las manos y bajarlas al retraer nuevamente sus brazos, en los cuales no quedaría marca o cicatriz.

 -¿Estas sirven?

 Por suerte, los vasos estaban más a tu alcance y el del chico, siendo que luego de dejar las botellas sobre la barra se adelantaría a tomar un par de vasos de vidrio: había tomado los primeros que vio, y si eso no fuera suficiente como muestra de su falta de conocimiento, que se dispusiese a llenar ambos vasos al tope con cualquiera de las botellas lo haría.

 -Hmph... Salud -y a menos que se lo impidieses, el chico realmente se dispondría a beberse a fondo aquel vasado de licor.

 El caballero ya daba por hecho que serian un grupo que no podría funcionar, y tal vez fue eso lo que le hizo confiarse tanto para acabar en aquella situación. Incluso mientras se encontraba en una posición tan apretada, Bedivere fue capaz de mostrar una ligera sonrisa luego de que Hiroko tuviese el gesto de acercarle el brazo, y de que Sora le dedicase unas últimas palabras antes de que todo el grupo emprendiese su huida.

 -Mi poder... no es uno que pueda controlar a gusto... -respondería Gabriel ante la pregunta de Hiroko, con cierta expresión de decepcion.

 Si el poder de Gabriel seguía reteniendo al caballero, era algo que no podían averiguar, pues luego de un buen recorrido lograron alejarse significativamente del lugar del encuentro, y el héroe no pareció haber tomado medidas para perseguirlos.

 -Uff... Okey, aquí estaremos bien... -diría entre leves jadeos el hombre gusanos, a quién no pareció caerle precisamente bien el correr tanto.

 El hecho de que todos se hubiesen mantenido juntos les hizo llegar hacia un callejón donde un pasillo se habría una planta hacia abajo de una casa abandonada. Una puerta de acero separaba el exterior de lo que seguramente era un sótano.

 -¿A donde nos trajiste...? -preguntaría Keitaro, sin ignorar el hecho de que el otro pelinegro había llamado la atención de todos para seguirle durante la huída.

 -Oh, eso, sí... Verán, no es la primera vez que tengo interacción con el enmascarado, y básicamente siempre que estoy en problemas suelo venir aquí: es un sitio seguro -declararía, antes de desviar ligeramente la mirada. -. Nada de esto fue parte de su plan, no es la forma en la que él hace las cosas... Pero estoy seguro que dentro podrá resolver todas las dudas, además de que debe haber alguien con la capacidad de tratar correctamente nuestras heridas.

 Definitivamente Zeus no había dado la mejor primera impresión que alguien podía dar, todo eso sumado a los eventos que impulsaron a más de uno a una situación complicada donde una noche cualquiera se volvió una de las más estresantes... Del otro lado de aquella puerta parecían estar las respuestas para justificar todo aquello: tal vez no serian suficiente para convencerlos, pero de irse no lo harían con la duda...

 "Quédate quieto, esto no te dolerá..."

...

"¡Qué no escape!"

...

"¡Jess, por aquí...!"

 Muchas veces al dormir recordabas ese día, el momento donde finalmente fuiste más allá de aquellas habitaciones blancas y conociste un basto mundo más vivo que los libros con dibujos que leías de vez en cuando. No todo fue fácil, pero al menos estabas acompañado por alguien de confianza, alguien qué te protegería mientras tu la protegías a ella: era lo más cercano que tenías a una amiga, o una madre, e incluso en las noches más oscuras velaba por mantener la sonrisa en tu rostro.

 Aquella noche no fue la excepción.

 Luego de una larga caminata nocturna para regresar a un puente que utilizaban como refugio, caerías dormida como un saco al igual que cada noche, pero al abrir los ojos no despertarías bajo aquel puente, ni junto a ella...

 Estabas ahora en una habitación pequeña: tumbada sobre una cama junto a una mesita de noche, podías distinguir un armario, y un par de puertas de madera que debían ser para el baño y la salida. El sitio no estaba impecable, pero definitivamente era mejor que las cajas que usabas a veces para protegerte del frío: la pregunta era... ¿por qué estabas allí? ¿Y donde estaba ella...?

Kurai sonrió ampliamente cuando estiro así los brazos.

 -Oooooohhhh, eso es fantástico, con lo bajita que soy siempre tengo que ir buscando escaleras y banquitos para conseguir llegar a los sitios altos.

Comentaría acercandose a el para examinarle mas de cerca los brazos.

Luego echo un vistazo a la botella, comprobando que tenia una graduación bastante alta.

-Si, supongo que esto servirá.

Dijo con una amplia sonrisa al pensar que tenia todo su pequeño experimento en marcha, quería servirle a el, como lo hacían las parejas, recordaba que las pocas veces que sus padres celebraban algo y bebían un poco de sake, era su madre quien le llenaba la copa a su padre, su idea era conseguir un vinculo como aquel, pero antes de darse cuenta, el chico ya había llenado las copas y estaba bebiéndose aquel líquido, como si fuese agua.

Kurai dudo, nunca habia bebido, cuando de aquel liquido ambarino era capaz de aguantar antes de intoxicarse, ¿debia de beber? ¿o tal vez solo disimular que bebía?. Por suerte, era lo bastante rapida de mente para que aquellas dudas solo durasen medio instante, y decidiria que con tan poco tiempo, lo mejor era no mentir y beber con el, despues de todo, no debia de ser tan facil intoxicarse ¿no?

Al igual que el pego un gran trago, aunque cuando aquel liquido llego a su garganta le entro una gran tós, y estubo a punto de escupir el interior.

-Lo... lo siento.... que...quema un poco.

Comento mientras trataba de recuperarse y pegaba otro pequeño trago.

-Deja que te sirva otra copa, se ve que tu puedes beberlo sin problema.

Le dijo acercándose a el cariñosamente para rellenarle la copa, como recordaba haber visto a su madre hacerlo. tras eso, dio otro trago y, comenzó el experimento, activo su Quirk para intentar observar como aquel liquido reaccionaba en el interior del muchacho. Mientras continuaba bebiendo poco a poco, rellenándole el vaso si este se lo acababa.

-Si... sientes algo, por lo que tengo entendido este tipo de bebidas te ponen "contento" por eso los adultos las beben.

-Huh, supongo que las cosas salen mal a todos algunos días.

Una vez en la entrada del escondite, Sora tomó un largo suspiro y doblo las rodillas un poco, apoyando las manos en ellas con aire exhausto.

-Eso lo hace, no vuelvo a salir sin preparaciones previas. Las cosas son duras en este oficio... -suspiró, frustrada, y llevó una mano al bolso, cazando pequeños objetivos en el fondo del mismo- ¡Bien! Eso fue un completo fiasco y colaboré en gran parte a ello, mis disculpas por eso. Ni siquiera voy a despegar si no hago algunos retoques. Tengo muchas ideas...¡pero primero lo primero!

Con el cansancio del día, su tono había decaído un poco. Aunque aún así, se dedicó con atención por unos largos momentos a desenvolver caramelos que estaba apilando sobre la mesa más cercana. Cuando tuvo unos 5, los llevó a la boca de una vez, aliviando un poco sus penas sobre el sabor horrendo que rápidamente era reemplazado por el sabor azucarado a soda de lima. Dejo un puñado sobre la caja menos sucia de aquel callejóm sin explicar lo obvio, y finalmente se aclaró un poco las ideas.

-Realmente le sugeriría hacer una restructura de esta reunión para mañana o pasado, incluso quizá hacerla de forma digital. Ahora mismo sospecho que estamos todos queriendo que el día acabe, y suena a que esta persona debe tener su agenda llena hoy. ¿Lo ves viable, Gabriel? Al menos eso por mi lado. Si no, bueno...podría ser hoy, también.

No se me pasó por alto el comentario de Sora... Si antes ya la había visto mal, ahora la miraba con bastante más enfado... pero no diría nada hasta no saber que no estábamos más apartados del héroe que espero que pudieran coserle de nuevo el brazo. Mientras huíamos, escuché con cierta suspicacia la excusa de Gabriel sobre que su poder -Pues ha funcionado demasiado y convenientemente bien...- diría con seriedad simplemente... Obviamente con algo de sospecha; porque que casual que su poder ha funcionado justo cuando lo hemos necesitado al final.

Ahora que si parecía que estábamos a salvo y fuera del alcance de Bedivere... al escuchar a Sora hablar de pedir disculpas, para luego comer caramelos como si nada, haría que centrase mi atención en ella con obvio cabreo -Disculpas a posteriori todos las saben hacer... Y que sepas que mucho es que amague el insultarte y no lo haga directamente. Aunque en algo que me has dicho si que estoy totalmente de acuerdo contigo, no quiero volver a verte- diría a la idol mirándola fijamente -Si quieres dejo los amagos y soy directa. Me da igual que te motiva porque eso no es excusa de lo que he visto de ti hoy. Eres irritante, y te las das de "supervillana superimportante" cuando solo pareces una idol pidiendo atención constantemente... Y joder, podría haber aguantado eso, porque alguna cosa útil sabes hacer en combate entre tanta pose cuqui innecesaria- diría sin ningún pelo en la lengua, obviamente dejando brotar todo lo que me contuve -¿Pero que es eso de verme desangrándome gritando que huyáis... y tu pararte a hablar con Bedivere para pedirle permisito para hacer lo que a ti te de la gana? Joder, si me dices que te has lanzado sobre Bedivere para apartarlo de mi y llevarme a rastras fuera de su rango... Ahí no me hubiera molestado que hubieras pasado de mis gritos... ¿Pero de verdad crees que era momento de perder el tiempo hablando, mientras una "compañera" se te desangra en el piso...?- al decir eso último también miré a Aoi... pues él también se había ganado mi ira por ello -Ya tenía claro que del tal Zeus iba a pasar; pero desde luego ni de coña te quiero a ti de compañera... Porque eres cero confiable. Paso de volver a poner en riesgo mi vida para que a ti te de igual y pases tres pueblos porque quieras saciar tus ganas de que todos te hagan casito. Si hasta el Bedivere se ha decepcionado de verte como te hemos visto nosotros...- sin duda me quedé a bien a gusto despachando todo lo que pensaba... Y sinceramente ya me daba igual que fueran a opinar. Estaba deseando irme de aquí de una santa vez...

Pero no, las sorpresas desagradables desde mi punto de vista aún no acababan... Pues cuando llegamos a un callejón y una casa abandonada, Gabriel confesó algo más -Ah... ¿Que tu ya trabajabas para ese proyecto de líder de secta enmascarado y nos lo dices ahora?- dije claramente molesta, antes de mirar a los demás -¿Alguno más que también jugase a lo de ser agente doble con Zeus? A lo mejor el camaleón que estoy cargando también trabajaba con él para ponernos esa pelea...- realmente en este punto, hablaba más mi cabreo que la razón... Pero desde luego me molestó que nos hubiera ocultado eso, y también que ahora quisiera justificarle -Me da igual que esto haya sido parte de su plan o no. Es su culpa que hayamos pasado por ello, nada le quita la responsabilidad... Solo tenía el puñetero trabajo de llegar pronto a su "reclutamiento de personas para un futuro mejor"... Y no solo llega tarde, sino que por culpa de eso nos peleamos con este; y encima luego viene el de verdad para clavarme tres jodidas espadas en la espalda... Eso sin contar que invitó a este camaleón, que al parecer llevaba el rastreador que casi cuesta que nos arresten. Me da igual que no sea su forma habitual de hacer las cosas... incluso me da igual sus explicaciones porque nada renta la noche de hoy. Zeus solo tenía una maldita obligación fácil de ir a una reunión y ni siquiera ha sido capaz de cumplirla... Si miente y falla una vez, lo hará más veces... ¿De verdad me tengo que creer que entonces ese mismo tío traerá la verdad al mundo? Es como todos los charlatanes: Hablan mucho pero cuando les toca actuar no hacen nada. Solo quiero sacarme esta cosa negra del cuerpo, curarme las heridas e irme...- de nuevo me quedé bastante a gusto soltando aquello... Y si tienen algo para tratar mis heridas, me lo deben... Pero no pienso unirme a ninguna secta buscadora de la verdad liderada por ese tío.

Me desperté de forma algo brusca y respirando de forma rápida... otra vez había tenido esa pesadilla tan feota en la que recordaba todas esas cosas que pasaron mientras "Mami a la que no le gusta que le llame mami" me llevó fuera de mi cuarto... ¡Nunca supe que se pondrían tan tristes de que me fuera como para hacer todas esas cosas para que no me marchase!

Pero sin duda aunque ahora tuviera sueños malos... ¡Todo lo que estaba fuera del cuarto molaba mucho! Nunca había visto tantas cosas juntas salvo en los libros de colorear que me daba Sayomi y me decía que debía de esconder de los demás... Aunque me puso triste saber que las cosas que pintaba no eran del color que yo les pintaba, jo.

Aunque... ¿ahora donde estaba? Pensaba que habíamos ido a dormir al ponte... no espera, así no se decía... punte... si, creo que mejor. Pero esto no era el punte... ¿Que era este sitio? Parecía otro cuarto... pero la cama era más cómoda y menos fría que en la que tenía que dormir antes. ¿Donde estaba, y donde estaba "Mami a la que no le gusta que le llame mami"? Salí de la cama... y miré el cuarto con curiosidad... ¡Cuantas cosas...!

Pero primero quería buscar a mami. Así que... empecé a olfatear. Ya el olor de Sayomi lo conocía de sobra... Olía a bastoncillo largo que se quemaba (cigarrillo), caramelo de crema de dientes (menta) y el olor característico de "Mami a la que no le gusta que le llame mami"... así que guiándome por mi nariz, saldría de la habitación buscando a la científica.

 -Es muy útil, pero debo tener cuidado de no forzarlo mucho o puedo romperme, y es... raro -incluso con eso, no podía describir la sensación como incomoda o dolorosa: simplemente era algo que no le agradaba sin sabe exactamente porqué. En todo caso, el chico no mostraría ninguna reacción en particular mientras te acercabas para ver detenidamente como sus brazos volvían a la normalidad.

 Por su parte, el peli-azul se tomaría su vaso a pecho casi como si fuera agua, totalmente diferente a como lo harías tu que demostraste tu inexperiencia con las bebidas, especialmente las de mayor notación.

 -Creo que es de los que se beben de a poco... -deduciría debido a tu reacción, siendo que si le preguntabas seguramente no era capaz de saborear la bebida ni sentir el ardor que este debía provocar en su cuerpo, si es que reaccionaba de esa forma...

 Ante tu ofrecimiento, él simplemente asintió acercándote su copa para que la rellenases y entonces volver a beber, esta vez de manera más pausada que antes pero igualmente más rápido de lo que uno debería beber esas cosas.

 -Hmph... -el chico no parecía entender del todo a lo que te referías, mientras tu podías investigar las reacciones de su cuerpo a través de tu quirk: el liquido bajaba por su cuerpo hasta donde debía estar su estomago, concentrándose en una especie de burbuja como si su cuerpo simulase tener un sistema digestivo donde cayese el alimento, y es que lejos del procedimiento normal que seguían esas cosas el alcohol rápidamente empezaría a desaparecer en su interior. Podías asumir que se trataba de ese efecto de ácido que antes te estuvo dando problemas, aunque no sabrías decir si era algo que él hacía conscientemente o su cuerpo seguía su propia naturaleza, pues este efecto solo sucedía en el interior del chico mientras que el resto de su cuerpo seguía siendo "solido". -. No se si me siento "contento" -comentaría cuando ya iba por la tercera copa, y es que podría seguir tomando y tomando sin presentar efectos del alcohol: más que digerir, podías suponer que su cuerpo simplemente "desaparecía" lo que se tragaba... A diferencia de ti, que luego de varios minutos pudiste conocer que realmente tu resistencia al alcohol no era la mejor...

Kurai recordó lo que pasaba cuando a Void le extraías una uña o diente, supuso que bajo el mismo pretexto podías amputarle un brazo, se pregunto por sus limites regenerativos y hasta donde podían llegar.

-Bueno, entonces ve con cuidado, aunque no te duela, no creo que sea bueno que vayas perdiendo temporalmente miembros.

Comento con una sonrisa tonta mientras notaba como el calor de la bebida envolvía su cuerpo.

Como suponía aquello parecía un proceso digestivo acelerado gracias a los ácidos de los que se componían su interior, y en un principio, parecía que el alcohol no llegaba a metabolizarse, quizás por el grado de acidez de aquel cuerpo.

-Si, no es tanto como suponía, yo estoy contenta, pero mas por que estoy compartiendo un buen momento con un amigo, no creo que el alcohol tenga nada que ver, pero bueno, una vez te acostumbras, no esta tan mal el sabor.

Dijo mientras se volvía a levantar para servirle otra copa al muchacho, en ese momento, sintió que perdía estabilidad.

-Oh, ¿alguien ha convertido esto en un barco?

Le pregunto a Void mientras se comenzaba a tambalear

-Vo...voi... es...estoy algo mareada.

Kurai dejo la botella en la mesa, sentía que en cualquier momento podía caerse, y prefería no romperla, se acerco al muchacho y se sentó en su regazo.

-Creo... que ya... no debo beber mas.

Comento de nuevo con aquella tonta sonrisa, posiblemente antes ya estaba empezando a sentir los efectos del alcohol, pero no se hicieron evidentes hasta que intento caminar.

Apretó una de las mejillas de Void con el dedo y sonrió.

-Pero... ha sido divertido... ves... como los experimentos no tienen por que doler.

Dijo finalmente, mientras apoyaba la cabeza en el hombro del muchacho y se relajaba.

Los siguió sin rechistar, acabaron en un lugar más "seguro" y allí se desató todo para ciertas personas. Por su parte tomó uno de los caramelos que Sora dejaba sobre la caja y sonreiría -Muy amable antes de sentarse y mirarse la herida cerrada a base de... sustancia gomosa negra endurecida. -La verdad es que da algo de grima... Gracias, Gabriel. Estaba tranquilo, más allá de lo normal teniendo en cuenta que estaba hablándole al chico enmedio de una tormenta verbal que azotaba desde la garganta de una mujer enfurecida.

Tenía claro que no debía hacer enfadar a una fémina, estaba viendo lo que podía provocar y... Cielos, qué miedo. Posiblemente fuese ese pavor el que provocaba que tuviera más que nunca un rostro digno del poker.  Cuando Hiroko terminó, le ofreció un caramelo sin dejar de lado su mirada aparentemente tranquila y sonrió. -Siento haber sido rudo contigo, de haber huido nos habría cogido en menos de lo que crees y te habrías desangrado para nada. Como no quería que tu vida terminase irremediablemente hice lo más óptimo para la supervivencia de todos. Miró a Gabriel entonces Nadie que caiga desde esa altura y a esa velocidad es alguien normal, por lo que decidí apostar por que decías la verdad cuando nos ofreciste los.. ¿Gusanos?. Podéis llamarme estúpido o temerario, para mi, era nuestra mejor baza para escapar y al final así ha sido... De un modo que no esperaba, eso sí.

EL caramelo se derretía con su saliva, aliviando el asco que sentía aún por haberse tragado un gusano.  - Llegados a este punto, seré claro. Su tono de voz por ahora era calmado y conciliador, se notaba a leguas que lo que decía desde el inicio de la conversación no iba con maldad y que al contrario, intentaba llevar a la calma... Hasta ese mismo momento, donde se puso serio y le habló si bien no con dureza ni crudeza, sí con cierta frialdad. -Nadie te está obligando a quedarte. Si deseas marchar, puedes hacerlo. A veces nos metemos en enredos que no nos conciernen ni queremos, si ese ha sido tu caso... Aprovecha que en tu caso eres libre para darte la vuelta y no volvernos a ver. Si por el contrario deseas quedarte, será mejor que dejemos de lado los juicios personales, el veneno verbal y la creencia de que somos nosotros y los demás a parte. Porque pese a quién le pese, si seguimos con esto vamos a ser un equipo y más nos vale aprender a llevarnos bien o acabaremos muertos en una cuneta antes de lo que creeis. 

​​​​Terminó levantándose de donde estaba y le puso la mano en el hombro a Gabriel, no queriendo alargar más pues sería redundante y no le gustaba hablar de manera innecesaria -Mejor dejar la reunión para mañana. ¿Se puede dormir aquí? Mientras no sea en el mismo lugar que los enamorados estará bien. Les sonrió a Sora y a Keitaro con mucha picardía -Ya que no tengo auriculares con cancelación de ruído. 

 Ante tu consejo, el chico asentiría decidiendo tomarlo en cuenta, pues definitivamente él tampoco pensaba que fuese buena idea separar su cuerpo...

 Tus palabras harían que Void se te quedase viendo durante algunos segundos, pensativo. En el fondo, escuchar que lo considerabas un amigo y que disfrutabas de compartir aquella experiencia con él provocaba un sentimiento que no podía describir: su mente simplemente se calmaba, y apreciaba más aquel momento que muchos otros.

 En todo caso, no pasaría por alto como empezaste a perder el equilibrio, mirándote con visible sorpresa y preocupación.

 -¿Estás bien...? -entonces la confirmaste que el alcohol empezaba a afectarte: no era un experto en las bebidas, pero ya se esperaba que con un cuerpo como el tuyo no tuvieses mucha resistencia. Eso sí, que decidieses tomar asiento sobre él le tomo desprevenido: no parecía molesto ni nada similar, simplemente le pareció inesperado. -. Es una buena idea -opinaría luego de que comentases que no deberías beber más: él seguía sin sentir nada, pero claramente a ti no te iba tan bien.

 Mientras se dejaba pinchar por tu dedo, permitiéndote sentir nuevamente lo elástico que era su cuerpo al punto de que estabas segura de poder hundir gran parte del dedo en su mejilla, el chico escucharía tus palabas sintiendo nuevamente ese sentimiento de paz interior.

 Definitivamente no tenía experiencia con esas cosas, pero una parte que desconocía de él le llevaría a levantar una mano para abrazarte suavemente de la espalda, mientras la otra se posaba en tu cabeza dándote unas cariñosas palmaditas.

 Fácilmente pudieron quedarse allí varios minutos sin molestias ni preocupaciones, siendo que Void no parecía tener problema conque le usases de asiento y tú... bueno, alcoholizada habían pocas cosas que quisieras hacer ahora más que quedarte allí sobre él.

 Pero todo eso cambió cuando escucharon la puerta de la entrada ser abierta.

 Llegados a ese punto, las palabras de Hiroko no sacarían de Keitaro más que una mirada de disgusto y ligera molestia. Él se limitaría a unirse a Sora y Aoi con los caramelos para pasar el mal sabor de boca, escuchando como Aoi dejaba las cosas clara a Hiroko sobre las opciones que tenía, aunque Gabriel no se quedaría callado luego de las acusaciones.

 -Digamos que somos amigos... -respondería cuando Hiroko señaló que ya formaba parte de la "secta" de Zeus.

 Sobre todo lo demás, Gabriel no parecía encontrar palabras para responder, mostrándose apenado y, adicionalmente, incomodo, sobre todo cuando Aoi decidió encararla.

 -Él tiene razón... Zeus no te obligará a unirte a él: si te traje hasta aquí fue únicamente para eso, curar tus heridas y que te pudieses ir sin más preocupaciones -declararía Gabriel mientras empezaba a buscar algo en su abrigo. -. Él no es tan perfecto como piensa: comete errores todo el tiempo, y por eso está buscando ayuda, personas que puedan cubrir esas fallas...

 Ahora algunos comentaban el tema de dejar la reunión para otro día, siendo que Aoi incluso comentó la idea de quedarse a dormir allí haciendo un sutil comentario a la joven pareja presente, lo que provocaría que Keitaro tuviese que reprimir una risa, a diferencia de Gabriel que simplemente negaría con la cabeza.

 -Se que están cansados, pero cuanto antes lo conozcan más pronto podrán decidir que hacer... Además, varios están heridos, y mi quirk no es algo permanente: al menos pasen para escuchar lo que tiene para decir... -tras esas palabras, Gabriel sacaría una extraña llave con la que se acercaría a la puerta, introduciéndola en la cerradura para abrirla.

 Al abandonar la habitación, te encontrarías un pasillo relativamente largo con varias puertas a los lados, una de las cuales fue de donde saliste: podías suponer que todas las demás también eran habitaciones, tal como pasaba en aquel sitio donde vivías antes de escapar. La diferencia estaba en la construcción en sí: las paredes, suelo y techos no eran blancos ni de un material "científico", sino que se asemejaba más a una casa cualquiera, con un suelo duro y paredes de ladrillo cuya pintura ya llevaba tiempo cayéndose.

 En todo caso, lo importante no estaba en aquel lugar, sino en la persona que encontrarías en él, pues siguiendo el olor a "bastoncillo largo que se quema", el cual era el dominante en el aire en esos momentos, darías con una de las puertas del pasillo que, en lugar de llevar a un cuarto para dormir, daba con una especie de pequeño almacén de limpieza, y allí se encontraba ella.

 De cabello largo y castaño, mínimamente cuidado, con unas ojeras de varios días de no dormir poco más de unas horas. Vestía su característica bata blanca además de la camisa con corbata y la falda con medias completas. En esos momentos se encontraba usando uno de esos "bastoncillos largos que se quema", lo que explicaba el olor.

 -Jess, despertaste... -comentaría al verte llegar, tomando una última bocanada de su cigarro antes de apagarlo contra la pared y tirarlo a un rincón. -. ¿Descansaste bien?

 Ella no parecía sorprendida en absoluto de estar allí, es más, jurarías que estaba cómoda hasta cierto punto, como si tuviese cierta seguridad de que en aquel sitio no estarían en peligro.

 Cuando la puerta se abrió, el numeroso grupo pudo adentrarse para distinguir el sitio al que habían llegado.

 Consistía en un pequeño bar subterráneo, con una barra abundantemente surtida no solo de bebidas alcohólicas sino también con lo necesario para preparar cafe y algunos postres. Habían multitud de sillas y varias mesas, con saleros, servilletas... Realmente parecía un bar para el público y no una guarida. Las únicas puertas del lugar eran por la que habían entrado, y un par al fondo que llevaban en otras direcciones.

 El caso es que aquel sitio no se encontraba desocupado, pues en una de las sillas de la barra se encontraba un chico de cabello azul vistiendo nada más que una sábana, con una pequeña chica sentada sobre su regazo y con la cabeza apoyada en su hombro: esta última presentaba un tono rojizo en su rostro, siendo que la botella junto a ellos y las copas podían explicarlo.

 Por otro lado, el grupo que había llegado era más numeroso que ese par, conformado por otro chico peli-azul y una morena musculosa que presentaban signos notables de haber luchado, y es que incluso esta última llevaba sobre el hombro el cuerpo inconsciente de un hombre con cuerpo completamente cubierto de escamas de camaleón. Junto a ellos llegaba también una chica de cabello rosado acompañada de un pelinegro, y finalmente estaba aquel que había abierto la puerta, un hombre que aparentemente también llevó una golpiza pero que justo ahora era más afectado por el cansancio que otra cosa.

 Seria este último quién abriría los ojos con sorpresa al ver a los otros dos, especialmente a la chica que parecía estar sufriendo los efectos de haber tomado demasiado.

 -¿Te... emborrachaste...? -preguntaría aquel que el resto conocía como Gabriel.

 -Está contenta -respondería el chico de la sábana, quién rodeaba con uno de sus brazos a Kurai para abrazarla.

-Normalmente me disculparía por que mi fama te incomode, pero siendo que es algo importante para mi, no pienso hacerlo. Lo siento por eso...¡no, no! -se airó un momento, con aire frustrado, disculparse por no disculparse derrotaba el propósito de todo.

Se encogió de hombros, respondiendo de forma inusualmente sucinta de todas formas, para recobrar un tono afable con el comentario de Aoi.

-¡Hey, somos muy bien portados, y soy muy decente como toda chica sana puede serlo! -se removió un poco, inquieta y hasta gustosa aparentemente- Si te es cómodo puedes quedarte en una de las habitaciones de invitados de mi casa luego de esto, aunque imagino que tienes donde volver. Pero es un buen sitio para mantener un bajo perfil. ¡Después de todo todavía no me han arrestado! Por cierto...uh, me da la impresión de que eres más joven que yo...pero a la vez dices cosas con mucho sentido...¡eres muy maduro!

Luego avanzó tomando del brazo a Keitaro, de hecho, un tanto apoyándose en él.

-Ughh, apoyo la moción de que las reuniones deberían esperar a mañana...estoy cansada, quiero ir a casaaaa... -se quejó de forma lastimera- El abuelo ya va a darme una regañina y media por lo de la mañana, y no oiré el final si le sumamos esto. Ah...ah.

Suspiró dos veces, con gesto resignado.

-Es verdad, es verdad, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, y esas cosas...¡oh! Una lolita gótica y un chico sin ropa... -entrecerró los ojos y miró a Gabriel- Veo que eres alguien con gustos especiales.

Hubo algunas risillas complices, muy bajitas, que Sora buscaba reprimir...solo un poco. Luego, a los últimos mencionados, les miró y levantó una mano, agitándola un poco.

-¡Buenas noches! ¿Esa máquina de música del fondo es funcional?

Kurai alzo la vista y miro a los recién llegados con los ojos entrecerrados y parpadeo un par de veces.

-No, no, no, no, no, no.... bueno, si.... estamos...hic... en un bar...hic, quería... hic... proba... hic... el alcohol....

Dijo mientras se abrazaba al chico sobre el que estaba sentado.

-Como dice, hic... estoy contenta hic.... por... hic... mi nuevo amigo... hic....

Añadió mientras se levanta y hacia una leve reverencia.

Se acerco a ver al chico de escamas de camaleón.

-Ohhh....hic... pobre... hic.... chico, vaya paliza hic... le habéis dado... hic.

 Comento aun algo tambaleante, mientras volvía a la mesa y volvía a sentarse sobre el chico de pelo azul con una sabana.

-No...hic... probé si funcionaba la maquina....hic de música, estaba...hic... preocupada con otras cosas.

Dijo sonriendo afablemente mientras volvía a apoyar la cabeza en el hombro de aquel chico.

-¿Tambien... hic... venis a beber...?

Kurai se encontraba muy cómoda sobre Void, era como una especie de cama de agua, y le alegro mucho que le acariciase la cabeza, hacia tanto que no había recibido una muestra de cariño que aquello le encanto.

Al ver a los nuevos llegar durante un momento cambio su gesto, le molestaba que llegase gente desconocida, pero por suerte pudo ocultarlo sobre el hombro del muchacho y luego pudo continuar haciéndose la tonta, no sabia quienes eran, así que disimularía y usaría su habitual mascara, además, con el alcohol, le resultaba mas facil hacerse la tonta, la gente, por norma general piensa que los borrachos se vuelven tontos, cuando, de normal, como mucho simplemente piensan mas lento.

-No me fio de ellos, vamos a disimular, no digamos nada del hombre que nos trajo.

Le susurro al oído aprobechándo el abrazo, para luego comenzar su actuación.

Realmente parecían haber peleado, suponía que contra el chico de las escamas.

Observo si alguno tenia alguna lesión grabe con su Quirk mientras se acercaba a aquel mutante... le encantaría tenerlo sobre la mesa para poder examinarlo con mas detenimiento, y a ser posible, experimentar un poco con aquel cuerpo escamoso... pero en aquel momento tenia que calmarse y disimular, y, aunque parecía bastante evidente que aquellas personas no habían venido a visitar el bar, se haría la tonta, después de todo, la gente rara vez confiaba en la gente inteligente, como tantas veces había vivido, asi que preferia mostrar aquella mascara afable, mientras averiguaba sobre aquella gente.

-Mmmm, parece gente que sabe pelear, si se ponen violentos tratemos de ser diplomáticos, no quiero que te hagan daño, si hay peligro llamare a Zeus.

Luego apoyo de nuevo la cabeza sobre su hombro, aunque trataba de mantenerse lucida, estaba claro que el alcohol habia afectado a su cuerpo.

Escuché a Sora... y simplemente rodé los ojos ya básicamente viéndome cansada de ella -Oh vaya, que sorpresa... La niñita no disculpándose pero haciéndose la kawaii... ¿Porqué no me sorprende?- diría cuando vi a Sora diciendo que no se disculpaba porque la fama era importante para ella -Si te gusta tanto la fama haberte quedado haciendo idol... Ahora no conseguirás fama, sino infamia- diría al final... Y sinceramente, no voy a dedicarle más palabras.

Luego miraría a Aoi... Que por mucho que ahora se pusiera más frío y serio, eso no relajaría mi obvia molestia -Yo al menos tenía un plan, puede que uno malo, pero un plan... y los vuestros si se pueden llamar tal, consistía en pedir permiso al héroe del que huíamos...- diría resumiendo gran parte de lo que él dijo -Y no es que ahora mismo tenga mucha opción de irme aunque quiera... Recuerda que por haber intentado sacarte a ti y a Gabriel de allí, me ensartaron tres veces y ahora tengo tres agujeros que me cruzan de parte a parte- le terminaría diciendo al verle decir que si quería podía irme... Hmmm... ya me dirás tu como me voy, teniendo esta cosa de los gusanos en el cuerpo que en cuanto se vayan me seguiré desangrando.

Luego miraría a Gabriel, que al menos él si entendió lo de que mínimo deberían cerrarme las heridas antes de largarme -Yo tampoco soy perfecta; pero siempre intento que mis errores no afecten a los demás... ni intento escurrir bulto cuando los cometo. Y teniendo en cuenta lo que supuestamente pretende hacer, miedo me da cuanta gente inocente saldrá malparada como daño colateral si de verdad comete errores todo el tiempo...- diría al final... Porque a mi ya me han clavado tres espadas en la espalda... ¿Qué más mierdas puede causar sus "errores" a más gente? Gracias, pero no quiero ser víctima colateral de más errores del enmascarado. Y encima... -Para una buena idea que ha tenido Sora. Si, seguro que escuchar a Zeus quemados, cansados, enfadados y hastiados ayudará a decidir y que queramos estar con él sin importar todo lo ocurrido...- diría rebosando ironía en ese comentario... Otra gran idea de Zeus. Yo al menos ya tengo mi decisión clara.

Y al entrar... un chico desnudo, una chica con bata completamente borracha, y Sora ya buscaba una máquina de música seguramente para cantar. Miraría a -Y éste de verdad va a ser el grupo que revelará la verdad al mundo...- dije... remarcando que claramente aquello era de todo menos funcional y para nada lo que prometía el enmascarado, pero ya ni me sorprendía. Vi a la chica que se acercó a mi para ver al hombre camaleón que sujetaba en mi hombro... diciendo borracha la paliza que le habíamos dado -Él empezó primero...- diría simplemente viendo como ahora decían de que no había probado la máquina. Antes de que pudieran probarla, yo prefería irme ya -Dime donde dejo a este tío y donde me curarán las heridas...- le diría a Gabriel con extrema seriedad... Cuanto antes nos curasen, mejor.

No podía evitar mirar con curiosidad todo ese lugar... Guau... se veía muy distinto a mi vieja casa de donde Sayomi me sacó. Había muchísimas más puertas como de la que salí yo... ¿Eso significaba que aquí habría más gente aparte de mi? Me daba curiosidad meterme dentro de las puertas... Pero "Mami a la que no le gusta que le llame mami" me dijo que no debía de entrar por puertas que no sepa que hay detrás si no quería meterme en líos.

Y además, ahora estaba buscando a "Mami a la que no le gusta que le llame mami"... ¡Por lo que ya luego cuando la encuentre vería muchas cosas de este sitio con ella! Seguía rastreando el olor de los bastoncillos largos que se quemaban... Hasta que encontré una puerta del que venia ese olor... ¡por lo que ella tenía que estar allí!

¡Y acerté! -¡Mami!- exclamaría contenta volviéndome a poner de pie para abrazar a la mujer, rodeándola con mis brazos y abrazándola con amor. Aunque luego me corregí -Perdón... Doc Sayomi- así prefería que la llamase... que se me hacía más largo, pero al menos así no la molestaba... pues a "Mami a la que no le gusta que le llame mami"... no le gustaba que le llamara mami -Si, yo descansar muy bien... cama ser poyotástica y blandita- dije sonriendo a la mujer asintiendo con la cabeza, continuando abrazándola -¿Donde yo y tu estar? ¿No estar en punte antes?- le preguntaría entonces... Con curiosidad de saber donde estábamos.