Partida Rol por web

Boshin Senso

El viaje de mil millas comienza con un solo paso

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23/10/2014, 22:07
Yagyu Kiyori

Es la mañana de un día fresco de primavera. Hace poco que el sol ha salido y habéis acudido a vuestra sesión matinal en el dojo. Vuestro daimio insiste mucho en que todos sus samurais han de acudir a entrenarse cada día, para mantenerse alerta contra el enemigo que campa en la provincia.

En el dojo se filtra la luz del sol, que lo ilumina con esos tonos anaranjados propios del alba. Va a ser un día luminoso.

Os encontráis en pleno ejercicio de calentamiento, lo que Kiyori llama "despertar el chi de vuestros cuerpos dormidos". Os hace estar una hora sentados en cuclillas, a la manera japonesa*, con vuestras espinillas descansando sobre un listón de madera de una pulgada de ancho.

No aceptar sufrir es malo... No aceptar sufrir es malo...

Dice, como un mantra, acercándose a aquellos que parece leer el dolor en sus rostros, o que se remueven inquietos por el ejercicio.

En el dojo sólo estáis vosotros cuatro. Tampoco es que hayan muchos más samuráis en vuestra provincia. Sólo Watanabe Saotome, el padre de Yuki y  karo de vuestro señor, está exento de estas lecciones. Ishi, el joven hijo de Kenshi, se encuentra en un rincón del dojo. Parece absorto en una meditación, en una postura muy similar a la vuestra, pero sin el listón de madera. Parece, no obstante, que os observa con los ojos entrecerrados.

El listón se clava dolorosamente en vuestra carne, y tenéis la sensación que la madera os está frotando el hueso. Para todos es audible como Kiyori golpea a Kenshi con el bokken de madera que lleva en la mano.

Concéntrate, muchacho!

Pasea otra vez entre vosotros, con andares pausados y suaves, como si apenas rozara el suelo.

Qué vergüenza... Todos afeitados como mujeres... O sucios como un salvaje... Añade parándose un instante al lado de Seibei. Qué vergüenza... El día que os maten, en la guerra que está por venir, no sabrán que sois hombres. En mi época todos nos dejábamos bigote, para que nuestras cabezas no pudieran ser confundidas con las de una mujer. Eso es bueno. Pero las buenas costumbres se han perdido. Ahora los hombres han perdido vigor y se visten como mujeres y hablan de cosas superficiales.

El sensei acostumbra a ser un hombre parco de palabras pero siempre, durante estos calentamientos, acostumbra a hablar para desconcentraros y hacer que os duela más el listón.

Aquí estoy... Haciéndome viejo y rodeado de niños que juegan a ser samurais... ¿A quién dejará el viejo Kiyori el dojo? Quién será el dipositario de todos los secretos de la técnica de la Espada Invisible?... Veo tu expresión, Seibei... No seas tan orgulloso. Saber algo de mi técnica no significa dominarla...

En ese momento entra un sirviente en el dojo, le hace una profunda reverencia al sensei, luego otra a todos vosotros y se acerca con pasos cortos y rápidos hacia Kiyori. Se inclina hacia a él y le empieza a susurrar algo al oído. Cuando parece que ha transmitido su mensaje, Kiyori se aparta y le mete un golpe en la oreja al sirviente con el bokken.

Nada de secretos. Los secretos son algo abominable. Son la semilla del rencor y del odio. Cualquier cosa que me digas, la pueden oír mis alumnos.

El sirviente lo mira pasmado, tapándose la oreja con expresión de dolor.

Puedes retirarte.

Le indica Kiyori con el bokken. El criado se va rápidamente, con la cabeza ladeada y con las manos sobre la oreja.

Nuestro señor, Okina Katsu, requiere vuestra presencia. Os espera después de comer, a la hora del tigre... A los cuatro.

Resopla con fastidio al miraros.

Está bien... Basta de esto por hoy... Menudo desastre.

Se aleja y se sienta en un extremo del dojo.

Yuki... Nori... tomad vuestras espadas y preparaos para el combate.

Tomáis vuestras espadas de entrenamiento y los citados os preparáis con cierta lentitud, recuperando la funcionalidad de vuestras piernas, a la vez que esperáis a que Seibei y Kenshi se sienten junto a vuestro sensei y os dejen espacio para combatir.

Notas de juego

* os pongo una imagen para haceros una idea por si no queda muy claro...

¿Qué hacer en este post?

Os pongo aquí un poco lo que se espera de este juego. Al ser el primer post os voy a guiar un poco. Ahora podéis (como es habitual) replicar a este post... Pero lo distinto es que si alguien quiere añadir algo relevante a mi narración ha de hacer una tirada de sabiduría y si saca 10, por cada dado que se haya quitado en la apuesta puede añadir un detalle.

p.ej. Hago mi tirada de sabiduría, me reservo 1 dado y saco el 10 con los dados restantes. Con esos aumentos (el que te viene por sacar 10 y el extra por el aumento) decido añadir "mientras kiyori se sienta y observa como se acercan Seibei y Kenshi, el sensei dice no pongáis esas caras de suficiencia. Después os enfrentaréis vosotros. (esto sería el primer aumento) Y no lo haréis con esas espadas de broma, sino con bokkens de verdad, como en mis tiempos (este sería el segundo aumento).

Esto sólo es un ejemplo. tampoco os sintáis obligados a meter chicha con esto de las tiradas de sabiduría en cada post. Hacedlo cuando queráis añadir algo que os apetezca que salga. también podéis optar por ser más genéricos y dejarme a mí el marrón de narrar el detalle como diciendo con vuestra tirada del ejemplo anterior (luego el sensei querrá que se enfrenten Seibei y Kenshi. Y será un combate con más riesgo). Ha de ser algo con lógica, por lo que si lo que pedís o queréis rompe el tema o la escena lo hablaremos para llegar a un acuerdo. La idea es hacer una narración entre todos. Como narrador empiezo la historia, y tengo una idea de la aventura, pero lo que ha de pasar es que se construya entre todos y que pueda acabar siendo algo muy distinto a lo que tengo pensado.

También se pueden usar los aumentos de sabiduría para saber cosas sobre un pnj. Yo he creado variso rasgos para cada uno, y le podéis añadir aspectos que yo no haya definido. De todas maneras, esta es una herramienta limitada, tampoco es un comodín que sirva para cualquier cosa... Para que tenga algo más d epoder podéis gastar 1 pto. de honor. P.ej. me gasto 1 de honor para que el sensei tenga una hija que esconde por ser ilegítima... El pj jefe de espías puede hacer algo similar con su giri.

 

 

 

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28/10/2014, 23:58
Watanabe Yuki

Si, sensei.

Yuki se levanta con agilidad, mientras cose su espada de madera y se prepara para la instrucción.

 

 

Notas de juego

Respondo para lanzar un poco la acción, veremos en que acaba ésto.

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29/10/2014, 04:49
Kashima Seibei

Seibei se movió ligeramente y pudo sentir el craqueo de los huesos de su cuello. Inmediatamente regresó su concentración al ritmo de su respiración, ignorando el dolor.

Un observador externo supondría que, al haber soportado desde la infancia la dura disciplina del Dojo del Sensei Kiyori, ya se debería haber acostumbrado a sus rigores, pero no era así. De hecho, todas aquellas dificultades tenían la intención de evitar ese acostumbramiento y huir de la comodidad, que inevitablemente lleva a la complacencia y la debilidad.

No hizo el más leve gesto ante el velado comentario del Sensei sobre su apariencia. Un hombre natural y sin temor, sólo estaba manifestando abiertamente lo que Seibei sabía que los demás opinaban a sus espaldas: Que estaba descuidando su estética personal. ¿Acaso era él una mujer, para preocuparse tanto por su aspecto? Tenía cosas más importantes en qué pensar. Cuando uno se concentra mucho en el interior se descuida lo externo, pero si las circunstancias obligaban a elegir entre uno y otro “mundo”, era mejor concentrarse en el interior.

Se sorprendió ante el siguiente comentario del Sensei, que se dirigió a él directamente. No había sido consciente de ningún gesto, pero no cabía la menor duda de que lo había hecho. El Sensei tenía la vista de un águila y no hablaba en vano. Quizás sí se sentía algo orgulloso de ser depositario de los secretos de la técnica de esgrima del clan, aunque no quería admitir su propia arrogancia.

Después de escuchar al mensajero, se preguntó qué desearía el Daimyo. Debía tratarse de algo de importancia, para convocar al Onmyoji, al Kaishaku y a uno de sus principales Hatamoto a una misma reunión. Su presencia se daba por descontada, pues era el deber de un Yojimbo ser la sombra de su Señor.

El Sensei les indicó al Onmyoji y al Hatamoto que se preparan para la práctica.

Seibei sonrió y le hizo un leve gesto con la mano al Onmyoji, cuando éste estaba levantándose.

—Matte kudasai, Yuki-san. ¿No quieres hacer primero una predicción sobre el resultado del combate?

Soltó una risilla. Siempre que se daba la oportunidad, le hacía alguna broma al Onmyoji acerca de sus creencias. Seibei creía que el Onmyodo era una superstición, pero respetaba a Yuki y éste sabía que sus bromas eran inofensivas.  

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29/10/2014, 16:44
Aoyama Nori

Admiraba a Sensei y sus duros entrenamientos. Es más, me atrevería a decir que comenzar un día sin aquellos ejercicios y sin escuchar la voz de Sensei sería realmente extraño para mí; y, en cierto modo, deprimente. Mi cuerpo y mi mente necesitaban ejercitarse al estilo tradicional... Nunca había faltado a ninguno de sus entrenamientos, y nunca lo haría.

En cuanto al mensaje del sirviente, realmente me sorprendió en exceso. ¿Qué había ocurrido para que el Daimyo requiriese la presencia de nosotros cuatro? Debía ser algo importante...

—Sí, sensei.

La respuesta salió casi inmediatamente de mi boca en cuanto Yagyu-sensei dio la orden a Yuki y a mí de recoger los bokkens e iniciar el combate de entrenamiento. Sin vacilar, me levanté lentamente del sitio en el que estaba sentado y avancé con calma hasta el arma.

Yuki ya estaba preparado, y el comentario de Seibi no tardó en dejarse oír. La rivalidad amistosa de aquellos dos realmente me molestaba... Igualmente, debía admitir que ambos eran grandes samuráis y unos excelentes compañeros.

Finalmente, avancé hasta el centro del dojo, hice la reverencia previa al inicio del combate y, por último, me coloqué dispuesto a iniciarlo. Era un combate de entrenamiento, pero deseaba demostrar mis habilidades con la espada. No podía perder...

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30/10/2014, 00:40
Watanabe Yuki

Tras el comentario de Seibei, Yuki sonrió un poco.

No hace falta hablar con los dioses para predecir el resultado de éste combate.

Todo listo para el enfrentamiento.

 

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30/10/2014, 07:45
Yagyu Kiyori

El sensei observa como ambos contendientes se preparan para el combate y al hablar Seibei se le dibuja una mueca de profundo desagrado. Mueca que se acentua al responder Yuki, y aunque las palabras de ambos han sido dichas en tono de amable camaradería, el viejo Kiyori golpea el suelo con su bokken.

Silencio!

Tras lo cual indica a cada uno de vosotros donde se ha de poner. Seibei a la diestra del sensei, Kenshi a la siniestra... Y tanto Nori como Yuki a cierta distancia ante ellos...

El sensei se mantiene en un silencio expectante, como si estuviera esperando a que vuelva la armonía al dojo. Conocéis al viejo sensei y está molesto por las palabras ligeras que habéis dicho. Sois jóvenes y os gusta bromear, pero el severo sensei siempre se molesta ante esas muestras de debilidad. El silencio se hace espeso y pesado, mientras ambos contendientes esperan.

Finalmente parece que el sensei está satisfecho, pues asiente con un satisfacción. Llama con un gesto al joven hijo de Kenshi que se apresura a acercarse, en silencio, y se acomoda al lado de Seibei.

Kiyori mira a los contendientes, que esperan, con sus bokkens de bambú en la mano. Toma aire antes de exclamar...

Kumité!

 

Notas de juego

Para haceros un poco con el sistema de tiradas he puesto aquí un pequeño combate.

Aoyama tiene 3 dados en destreza.

Su nombre no le da bono.

Su clan no le da bono.

No tiene aspectos que le den bono... A no ser que hubiera atacado de imrpoviso, sin esperar la orden del sensei o alguna cosa similar que se hubiera podido aplicar con el aspecto "Esperar a la suerte es esperar a la muerte"

Yuki tiene 3 dados en destreza.

Su nombre no le da bono.

Su clan no le da bono.

No tiene aspectos que le den bono.

Ambos tiráis 3 dados a objetivo 10. Como es un combate "de entrenamiento" es indiferente que uno de vosotros haga el strike, pues el otro está en guard, por lo que no gana el bono de 2 dados.

La tirada es oculta por defecto (o debería serlo ;-P). Os podéis quitar dados para darle efectos especiales. Se puede quitar 1 dado para hacer más daño (en este caso no dejo, pues son bokens de bambú y no se puede hacer daño). También se pueden quitar 2 dados para ganar 0,1 de reputación. Recordad que el que saque más en los dados gana.

Ah! Y también está la opción de usar 1 pto. de honor de vuestra reserva de 8 para ganar 4 dados... Aunque un uso de honor para esto sería un poco deshonroso, pues estáis anteponiendo vuestra gloria personal a los intereses del clan.

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30/10/2014, 20:22
Musashi Kenshi

Kenshi se había levantaba un poco antes de despuntar el alba y había comenzado su sesión matinal de meditación previa a dirigirse al Dojo al primer entrenamiento del día. Dejó a Marīgōrudo descansar un rato más sin despertarla, la de ayer había sido una buena noche para su esposa, no había tosido prácticamente en toda la noche y no se había despertado, al menos que él supiera. Luego de su meditación y antes de salir se vistió con su kimono de entrenamiento y se colocó los tabi y los geta, y como todas las mañanas se acercó al tatami donde dormía el pequeño Ichi para avisarle que despierte, que él ya iría saliendo hacia el Doyo pero que lo esperaría allí en menos de veinte minutos.

El camino que separaba la residencia de Kenshi del Dojo eran unos cuatrocientos metros que al Kaishaku le encantaba recorrer serenamente, mirando hacia abajo para calcular el tiempo exacto de cada paso, y de tanto en tanto levantar la vista para ver al sol asomarse entre las rendijas que dejaban ver el horizonte entre los tejados. Aquel día la brisa primaveral animaba a los campesinos, Kenshi sin embargo caminaba solemnemente, con una mano apoyada sobre el puño de su katana, con su cuerpo relajado por el peso de la técnica marcial, y no como una mera expresión de una mente en calma, de eso no había mucho.

Al llegar al Dojo se sentó y esperó a que llegara el resto a la hora acordada para el entrenamiento. Al cabo de un rato Seibei, Nori y Yuki ya estaban sentados a su lado esperando las órdenes de Kiyori. Kenshi mostraba siempre sus respetos hacia sus compañeros samurái, compartían un destino y un objetivo, y la clave del entendimiento conjunto a la hora de operar era el respeto, o al menos así lo entendía Kenshi. Sin embargo se sentía muy diferente a ellos, no toleraría nunca una broma de parte de ninguno así como siempre prefieriría ir a beber Sake solo antes que acompañado de ellos, no por el hecho de ser “ellos”, sino por el hecho de ser personas, y las amistades podrían sensibilizarlo. Nada que humanizara sus emociones podría traerle nada positivo en aquellos tiempos.

Se encontraba pensando en estas cosas cuando Kiyori les ordenó permanecer en cuclillas durante una hora con sus espinillas reposando sobre un listón de madera, la “entrada en calor” que realizaban casi todas las mañanas. Pasados los veinte minutos Kenshi, completamente concentrado en su respiración, logró llegar a aquel punto al que su sensei llamaba despertar el chi, logrando poner la mente en blanco, abstraerse del dolor, abstraerse del todo entendido con el Universo, tal como se lo enseñaron. Allí descansaba, así lo sentía, nada oía de lo que el sensei decía, nada lo perturbaba. Solo salió de aquel estado al sentir los pasos de alguien que entraba a la sala de entrenamiento, quizás había ayudado también un rayo de sol que justo se filtraba por una de las ventanas y apuntaba directo a su rostro. Abrió los ojos y vio que se trataba de uno de los sirvientes del Daimyo, el dolor volvió a sus espinillas e intentó nuevamente poner su concentración en otra cosa, vio a Ichi, su pequeño hijo, observando desde la otra sala, por lo que no podía bajo ningún punto de vista mostrar debilidad. Sin embargo sus intentos fueron en vano, todos sus pensamientos se arremolinaban ante las dudas sobre que les tendría preparado esta vez el Daimyo, y esa falta de concentración hacía que sienta el listón clavarse en su carne llegando hasta el hueso.

Esta vez nos llama a los cuatro, que tendrá en mente. Hace mucho tiempo que esto no sucede, debe ser algo importante. Pensaba y le daba vueltas a esa idea.

A pesar de que Kiyori ordenó un combate de entrenamiento entre Yuki y Nori, por lo que tuvo que moverse de su sitio, su mente no se encontraba allí, sino que meditando y calculando variables sobre lo que querría su Daimyo, esa era su vida, su deber.

Notas de juego

Bueno acá va mi primer turno. Mañana subo el segundo. Perdón por la demora y el atraso pero justo arrancamos en una semana tremenda para mi.

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02/11/2014, 22:38
Aoyama Nori

Debido a la concentración, mis ojos se quedaron clavados en los de Yuki mientras mi respiración se hacía más pausada. En solo milésimas de segundo, alcé mi Bokken en cuanto escuché al maestro dar el inició del combate; y avancé rápidamente hasta la posición de mi compañero, dispuesto a asestarle un fuerte golpe vertical con el sable de madera.

Me había movido con presteza, iniciando así el combate; pese a todo, sabía que sería complicado coger desprevenido a Yuki. Era un gran samurái, no uno de esos sucios campesinos o de los afeminados occidentales. Como todo samurái, y más como compañero de entrenamiento, se trataba de un rival al que no se le podía subestimar.

- Tiradas (1)
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03/11/2014, 12:43
Watanabe Yuki

Nori atacó, era más decidido que yo, por eso esperaba impaciente su ataque, era la única forma de tener una posibilidad. En un instante apenas perceptible sus cuerpos se cruzaron y el destino, antes escrito, se cumplió.

- Tiradas (1)
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03/11/2014, 12:49
Director

Notas de juego

Yuki, tú ganas. Puedes narrar la escena de la lucha...

Estoy viendo que el tema de tiradas y narrar las escenas por el que saca más se puede hacer muy lento... hummm...

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03/11/2014, 13:09
Watanabe Yuki

Justo antes de ser golpeado, finté hacia la derecha, dejando pasar a mi rival, para, con un rápido movimiento golpearle en la parte de atrás de su muslo, fue un golpe seco y fuerte, andarse con remilgos ofendería al sensei y al propio Aoyama Nori.

Nori hincó la rodilla izquierda en el suelo, giré sobre mi mismo y, paciente, esperé para presentar mis respetos al rival.

 

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03/11/2014, 13:32
Yagyu Kiyori

El sensei frunce los labios.

Nori! Un hatamoto ha de saber luchar. Un general que no sabe luchar inspira desprecio en sus hombres. Te has de esforzar más.

Espera a que os sentéis al lado de Seibei y Kenshi, Ichi se levanta para que Yuki pueda colocarse al lado de Seibei, quedando, así el propio Yuki flanqueado por Seibei e Ichi. Es la forma habitual como os colocáis cuando estás todos alrededor del sensei. Los más débiles en los extremos, para que, en caso de ataque, los débiles den tiempo a los fuertes para preparase y repeler el ataque. Un sacrificio necesario.

Kiyori os habla durante un rato sobre las virtudes del samurai. De la necesidad de servir sin cuestionarse nada. De la necesidad de pensar en vuestro deber... Después entrenáis hasta que el sol ya ilumina con fuerza el dojo. Acaba la clase. Tenéis hambre y sentís el sudor bajo vuestros kimonos.

 

 

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04/11/2014, 09:31
Musashi Kenshi

Al terminar el entrenamiento, Kenshi le presentó los debidos respetos a sus compañeros así como al sensei y por último, y antes de retirarse, al dojo. Luego se acercó a Ichi esperando a que él hago lo mismo y le ordenó que vaya a prepararle algo de comida a su madre, así es como funcionaba aquellos días en los que al terminar el entrenamiento Kenshi no volvía al hogar por algún motivo y desde que Marīgōrudo había enfermado. Sin embargo Ichi era un niño fuerte de carácter y se estaba forjando en él un gran espíritu samurai que lo empujaba a llevar con entereza la situación familiar que atravesaba, así como todos los deberes que a tan temprana edad le eran asignados. 

El joven ejecutor del Daimyo tenía planes para ese mediodía, todas las estaciones hacía una visita a Ishi, el consejero espiritual del templo shinto. Antes fue a por una pequeña jarra rellena del mejor sake, un obsequio que le llevaba siempre hasta allí arriba aunque nunca sabía si realmente lo bebía. Luego echó a andar lo más rápido posible, a las 4 debía estar nuevamente abajo en presencia del Daimyo.

Notas de juego

Dire, puedo pedir una descripción de la provincia, si está en proceso de urbanización, si hay campos, esas cosas... 

Gracias!!

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04/11/2014, 10:59
Director

Notas de juego

No lo tenía pensado... Hazlo tú mismo! Aunque ten en cuenta que no tenéis estructuras económicas. Un templo, un dojo, un herrero y guarnición. Tenéis una provincia tradicional y un daimyo cruel que la lia con los campesinos... Apartir de aquí, descríbeme tú como ves la provincia... Y así será. Si veo alguna cosa que no cuadra con el concepto, yo te lo hago saber.

De hecho, con vuestra creación de la provincia ya me habéis dicho como es... ;-)

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04/11/2014, 22:22
Director

Kenshi presenta sus respetos a sus compañeros y se demora unos instantes fuera del dojo, hasta que se reune con su hijo, a quien da unas instrucciones, que escucha con atención, le hace una revrencia y se aleja con paso vivo. Su mirada, mientras escuchaba a su padre, destila admiración.

Parece que kenshi observa un rato como su hijo se aleja por el camino, absorto en sus pensamientos, y cuando ya está bastante lejos se pone en camino hacia el monte sagrado, en cuya cima se encuentra el templo ancestral de vuestro clan.

Al llegar a la base de la montaña te enfrentas, como cada mes, a la empinada escalinata de piedra excavada en la roca viva. Un largo paseo... Largo y pesado.

Resoplas e inicias la ascensión. Los escalones fueron esculpidos con mala idea. Son demasiado cortos y demasiado altos, haciendo que cada paso sea más duro que el anterior. Cuando llegas a la cima, cansado por la ascensión, lo primero que ves, como ya esperabas, es la pila para purificarte...

La trampa preferida de Ishi... Estás sediento... Muy sediento, y sabes que el agua de la fuente es fresca... Muy fresca... Y también sabes que ishi debe estar en alguna parte vigilándote. Siempre lo hace. Y sabes que si bebes te reprenderá por ello. 

Notas de juego

Hazme una tirada de coraje para resistirte a la tentación de darle un tiento a la fuente... Ya sabes, por cada 2 dados que te apartes, ganarás 0.1 en reputación como alguien centrado y sereno, imperturbable... Tirarías 4 dados para esta tirada... Ah! Y por un dado que te quites puedes añadir un detalle a lo que narres si sacas la tirada. 

 

Los posts hasta que vayáis a visitar al daimyo los haré visibles para todos, aunque estéis separados, así nos hacemos todos un poco con el sistema y se resuelven dudas que puedan surgir... Aunque si veo que la cosa puede dar pie a confusiones la seguiré marcando en cada post a los pjs involucrados...

Ah! Y que tampoco os intimide eso de poder narrar cosas que normalmente eran tarea del director. Si algo no os apetece me lo decís y lo hago yo sin problema... Sólo quiero que sepáis que tenéis esa opción.

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05/11/2014, 15:29
Aoyama Nori

—Sí, sensei, me esforzaré más...

Pese a la vergüenza que sentía por haber perdido el combate, mi rostro se clavó en el suelo con dignidad cuando hice la inclinación de respeto, tanto a mi rival como al propio sensei. Un hombre de verdad nunca podía perder la compostura.

Necesitaba entrenar más duramente. Sensei tenía razón, un hatamoto que no sabía luchar jamás sería respetado por sus hombres. Quizás fue por ello que, durante el resto del entrenamiento, me entregué en cuerpo y alma a los ejercicios que dictaba sensei.

Cuando todo terminó, mi cuerpo estaba empapado de sudor y mi estómago reclamaba urgentemente algo de comida solida que digerir. Aun así, el sentimiento de que debería entregarme más duramente a fortalecer mi cuerpo no había cesado. Decidí que aquella tarde seguiría ejercitándome...

—Muchas gracias por el entrenamiento de hoy, sensei — dije mientras hacía una última reverencia en señal de respeto, y salía del dojo acompañado de mis compañeros.

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07/11/2014, 11:46
Yagyu Kiyori

El sensei asiente levemente ante el comentario cortés de Nori. Aunque su rostro no refleja nada, lo conocéis lo suficiente para saber que está complacido.

Nori sale fuera a esperar a sus compañeros... A sus compañeros menos kenshi, que después de dedicar una reverencia a todos ya se ha ido...

Fuera del dojo el sol brilla con fuerza. Algo más lejos se pueden ver a los heimin arriba y abajo, atareados con sus quehaceres... Os quedan unas horas hasta vuestra cita con el daimyo.

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12/11/2014, 03:08
Kashima Seibei

Seibei hizo una reverencia ante el sensei.

—Arigato gozaimasu.

Se dio media vuelta y salió al exterior, con un andar algo jactancioso y las manos cruzadas sobre el pecho, fuera de las mangas. Entrecerró los ojos ante la luminosidad del día.

Despidió a Kenshi con una inclinación de la cabeza.

—Siempre tan ansioso de irse sólo —comentó al resto, cuando ya se perdía por camino—. Me pregunto a qué irá siempre tan rápido.

Comenzó a andar lentamente.

—¿Alguno tiene idea de lo que puede querer nuestro Señor? Vosotros estáis más al tanto de las novedades que un simple yojimbo. Desde hace un tiempo escucho que las cosas van a cambiar y no para bien de los samurai, creo. 

Notas de juego

Perdón por el retraso.

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12/11/2014, 11:27
Watanabe Yuki

Yuki sale también al exterior, con una sonrisa beatífica en la boca. Es como si ya estuviera lejos de allí. Sus modales suaves y estudiados siempre le hacián parecer mayor d elo que en realidad era.

Mira hacia la misma dirección que Seibei y también observa como se aleja Kenshi, y sonrie ligeremante ante el comentario de Seibei sobre la prisa de Kenshi.

Cuando Seibei empieza a andar mira un momento a Nori y se une al caminante, dos pasos por detrás. Asiente a las dudas de Seibei sobre vuestra reunión.

No llaméis palo a esto; si lo hacéis afirmáis. Tampoco neguéis que es un palo; si lo hacéis, negáis. Aparte de la afirmación y la negación, ¡hablad, hablad!. Y en ese momento un monje salió de entre la concurrencia y, quitándole el palo al maestro, lo arrojó al suelo.

Comenta Yuki, distraido.

Notas de juego

pnjotizado

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12/11/2014, 13:31
Aoyama Nori

Las prisas de Kenshi eran habituales, así que no me sorprendió en absoluto que hoy, al igual que el resto de días, saliera rápidamente del dojo y se alejara sin esperarnos. En cualquier caso, no le daba importancia... Sus razones tendría para irse de aquella manera.

—Las "cosas" ya hace tiempo que empezaron a cambiar para los samuráis.

El comentario lo solté de forma indiferente, aunque en mi tono de voz probablemente se dejara ver un pequeño y mal disimulado atisbo de desagrado. En cuanto al comentario de Yuki, era demasiado vago como para que le prestara atención.

Yo también sentía curiosidad por saber qué requería el Daimyo de nosotros, aunque presentía que probablemente no fueran buenas noticias... De todas formas, hasta que no estuviéramos frente al mismo señor, no sabríamos qué era lo que quería; por lo que de nada servía darle vueltas ahora al asunto.