Partida Rol por web

El fuego aparece ya en la puerta del salón.
Antuan arranca al cazador del suelo arrastrandolo de un brazo.

Todos salís de la casa, con Cage cerrando la marcha, tan justo que acaba de rodillas en la entrada.

Todos, no, Jaimie no ha salido.

Desde el suelo juro en arameo.

-Me caugüen la puta hostia! Vámonos echando hostias de aqui.

Me levanto y me dirijo a la furgoneta.

Miro hacia la puerta de la casa aun abierta, las llamas se han relentizado, probablemente perdiendo la potencia de la ignición inicial. Pero comienza a prender en todos los materiales más tendentes a arder.

-Jaimie no ha salido...

Una vez me permito pensar, y olvidando por un momento las ganas de meter la cabeza de Mr. T en el culo de Antuán, observo que lo que dice la chiflada es cierto, la morenaza no está aquí.

Mucho blablabla pero poca mierda. Si ta solo hubieran seguido mi consejo y hubieran forzado a ir delante al zumo...

Jiimii ni hi silidi... -les imito burlón, hastiado por todo.

Pero la morena la va a palmar, si no lo hizo ya, y en mi irritante corazón aún hay cabida para salvar a una vampira consentida. Supongo que soy medio gilipollas (o 3/4).

Haciendo acopio de mucho coraje, entro en la caravana, cojo el extintor, y entro al recinto gritando a la morenaza para que me diga donde anda, mientras me abro camino entre las llamas.

-¡Eh tia buena! ¡Lo que hacen algunas para llamar mi atención! ¡Voy a por tí!

Jack circula alrededor de la casa en busca de una ventana que de al sótano. Encuentra un tragaluz por el que la roja y anaranjada luz de las llamas sale al exterior.

El sótano está en llamas totalmente, la estructura de madera que conforma la casa ya está en llamas. Adivinas la silueta de la mesa donde estaba el crio entre las llamas, ya prendida totalmente.

Entras a la casa y consigues pasar el salón, las llamas cada vez más intensas no llegan a tocarte, pero notas a la bestia arañando las paredes de su prisión.

Cuando llegas a la puerta que daba al sótano, puedes ver "un infierno" las escaleras están totalmente en llamas, adivinas la silueta de la mesa donde estaba el crio entre las llamas, ya prendida totalmente.

Solo se oye el crepitar de las llamas. Y el crujir de la estructura de la casa que comienza a sufrir que sus cimientos se conviertan en restos carbonizados.

-¿¡Me cago en tu puta madre, dónde coño estás!?

Trato de ignorar con mi coraje y resolución a la Bestia que araña mi interior con punzadas de resentimiento, por hacer esto; mientras, enfoco la mirada hacia el cuerpo del niño. Quizás ese mierda aún viva, quizás lo logre salvar a tiempo. Le doy presión al extintor, para apaciguar las llamas hacia un lado, con tal de abrirme paso hasta el niño de los cojones y apagarlo.

De paso, miro alrededor mientras lo hago en busca de la morena (o sus cenizas...), para hacer lo mismo de ser necesario. Al acabar, me subiré al niño (y la morena si la encuentro) a los hombros, y me los llevaré. Como aún tengo las garras, si se joden las escaleras por el fuego, treparé si hace falta.

-¡Morenaza, dónde andas! ¡Joder, los de tu clan siempre os superáis con vuestras llamadas de atención!

Saltas las escaleras de dos en dos mientras tiras de extintor. Finalemente llegas al suelo del sótano.
La bestia esta ya más que loca en tu interior, casi notas como empuja desde detras de tus ojos, haciendo que te duelan.

La mesa está en llamas con el cuerpo del niño ya casi carbonizado, de Jaimie o hay rastro, puede que haya algunas cenizas por el suelo, no puedes estar seguro.