Partida Rol por web

 Llegais al piso franco que Abisai os había preparado, es un piso pequeño con habitaciones minúsculas que dan a la calle y una habitación más grande interior preparada para que hasta diez personas duerma resguardados de la luz del sol sin ningún problema. 

 Dejais a Cynthia tumbada en una especie de futón, no ha habido ningún cambio en ella, se empieza a hacer temprano, las cinco y pico. Mientras os arreglais un poco y descansais suenan unas llaves en la puerta y llega María, los rasgos, la fascinante expresión de su cara ha desaparecido, vuelve a ser la misma de siempre. 

 Vuelves a casa de Cynthia, dando un rodeo por lo que pueda pasar, subes sin problemas por la salida de incendio, la puerta de su casa está cerrada pero sin llave por lo que no tienes problemas en entrar. Dentro está todo tal y como lo dejaste salvo porque está vacío. Enciendes el movil y tienes un par de llamadas perdidas de Saul, y un mensaje diciendote que se van para el piso franco. 

 Es un largo camino a pie, y te encuetras realmente impaciente por reencontrarte con Cynthia, por lo que en cuanto llegas a una calle más concurrida pides un taxi que te lleva hasta tu destino. Tienes las llaves del sitio por lo que subes y te encuentras en una de las habitaciones a Samuel descansando y a Cynthia tumbada en un futón.

Me dirijo a algu(ú)n barrio con gente. Si hay bastante vida nocturna mejor. De mientras (Mientras tanto) llamo a Abisai.

-Abisai, ¿por que(é) no me avisaste de que Cynthia trataba con espiritus o cosas de esas. Por poco se nos muere antes de poder hablar con ella.- Mi voz suena irritada, aunque no demasiado-No temas(,) todavi(í)a podemos conseguir el diario- Digo mientras lo miro por encima- Aunque podri(í)as hacer algo a ver si conoces a alguien que nos pueda ayudar con espiritus y dema(á)s.

Depue(é)s de hablar con Abisai, me dirijo hacia algu(ú)n garito que siga abierto, y trato de conocer alguna mujer con la que estar a solas...

Una vez a solas le doy mis antidepresivos y luego me alimento de ella, sin llegar a matarla. Mañana creera(á) que todo ha sido un sueño producido por el alcohol y las drogas.

 La conversación con Abisai es concisa. Sabias que era una Ahriman, ergo sabías que trataba con espíritus. No sabía que la iban a estar atacando a vuestra llegada, ¿no encontraste su diario en casa? Deberías volver mañana, a solas, para encontrarlo. Por cierto, ¿ha sobrevivido la chica? No me importa. Consigue el diario. Y tras cerciorarse de que no quieres nada más, cuelga. 

 A estas horas de la noche, la ciudad no está demasiado concurrida, consigues encontrar un garito de mala muerte donde las drogas y el alcohol se consumen a raudales, nunca se te ha dado mal conseguir alguna chica, aunque las cosas han cambiado mucho estos años, y ayudado por la distendida atmósfera del lugar pronto una chica cae en tus brazos. No tienes que ofrecerle siquiera, es ella la que te pregunta si tienes algo. Le das los antidepresivos, bailas un rato con ella y más tarde tirados en un sofá te alimentas de ella. 

 Camino al piso franco, andas deprisa, queda poco para que amanezca, pero te sientes bien, la ansiedad ha desaparecido, las drogas te han traido nuevas esperanzas, recuerdos felices, y una desagradable sensación de bienestar. 

María inclina la cabeza mirando a Samuel a modo de saludo. Después avanza hacia Cinthya con rostro preocupado. Su cara vuelve a ser tan bella como siempre y todos los rasgos gatunos han desaparecido, lo único que le queda que recuerde a un felino es su andar habitual. Aparenta estar intacta.

¿Cómo está ella?

 Su cuerpo parece estar intacto pero no responde a estímulos, está como en letargo, pero sin el coma.

Cuando se me pasan, en parte, los efectos de las sustancias que estaban en la sangre de la chica, echo un vistazo al diario. Tal vez venga algo para evitar a los espiritus si vuelven buscando a Cynthia o Maria.Si se hace muy tarde, dejo el estudio para la noche siguiente y me dirijo al piso.

 Es el diario personal de Mauricia, la primera Ahriman, en él cuenta sus vivencias, viajes, algunos datos graciosos de su vida, pero ni nombres, ni nada comprometido o demasiado útil desde otro punto de vista que no sea conocer más a Mauricia.

Subo a la casa, guardandome el diario

¿?¿?¿?

He asistido a los últimos acontecimientos como un Zombie, no sabía como actuar ni como reaccionar. Es más, joder, no sabía que existieran cosas de esas.

Vaya papel de guardaespaldas estoy haciendo...

Siguiendo las ordenes de Saul con gratitud por indicarme algo tangible que hacer, le ayude a meter a la chica en el coche y la lleve al piso franco.

Ya estabamos allí y yo aún seguía sonado por lo ocurrido. Fue la pregunta de María la que me hizo volver a la realidad.

 -Supogno que todo lo bien que se podría estar despues d epasar por algo así...

Tengo que pregunarselo...

-¿Que es exactamente lo que ha pasado?

Parece ser que algún hijo de perra consiguió azuzar a un buen número de espíritus contra Cynthia. Espíritus de animales.

De alguna forma Vernius pudo verlos y nos puso en guardia, después yo llamé su atención, ellos me persiguieron y el resto me lo tendrás que contar tú... ¿Le habéis dado algo para intentar que se recupere?

Dice María mientras se acerca a Cynthia y comprueba su estado.

Respecto a quién pudo hacer algo así, no te se decir con certeza cuántos seres podrían tener la capacidad para hacer algo así: Wraiths, vampiros, lupinos... Tal vez Vernius pueda levantar algo de polvo para esclarecer un poco este asunto. Él sabía más de la situación actual de Cynthia que yo. Por cierto... ¿dónde se ha metido? - Y ya puestos, ¿quién cojones es, a qué clan pertenece y a qué se debe su interés en mi amiga? De eso tienes aún menos idea que yo verdad, Samuel... - ¿De que les conoces a él y a ese tal Abisai?

 Te acercas a Cynthia, la examinas aunque no tienes demasiados conocimientos puedes observar que todo en su cuerpo parece bien, la sangre correo por todo su ser buscando algo que reparar, pero al no encontrar nada irregular simplemente circula de un lado para otro. Las pupilas dilatadas, no responde a estímulos. Dirías que está en letargo. Aunque no un letargo común inducido por daño físico. Te suena a que alguna vez has oido algo que tuviera que ver con esto de boca de una de tus hermanas, pero no le prestaste demasiada atención y ahora no lo puedes recordar. Ni siquiera recuerdas si lo que escuchaste es bueno o malo.

 Ves como María se acerca al cuerpo de Cynthia y lo examina un poco por encima. Resopla, parece no descubrir nada que le agrade.