Partida Rol por web

Burn Identity

[Arco Argumental I: "Sin Identidad"] Escena III: "The American Pie"

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10/05/2012, 22:34
Director

Las calles del sector oeste de Baltimore van descubriéndose desveladas bajo la luz electrica de los neones y farolas que iluminan sus calles y aceras entre viejos y destartalados edificios que conforman sus calles descuidadamente asfaltadas.

Entre el baile de señales de tráfico que van quedando atrás y giros entre cruces, podéis observar a través de las ventanillas las desiertas calles en las que solo pululan algunas profesionales del sexo ocasional, y vagabundos demasiado poco afortunados para haber encontrado donde refugiarse en mitad de una calurosa y húmeda noche de verano.

Sombras de gente de color que fuma crack al abrigo de las escaleras entre los portales al pasar y solitarias figuras apoyadas contra los muros bajo los inmensos graffitis que esperan a su siguiente cliente de la noche, siguen el lento trayecto de vuestro Chrysler. Algunas calles más atrás se escuchan sirenas de policía que van apagándose poco a poco.

Restos de basura se agolpan en las esquinas y callejones. Lo desechado convive con lo que es dejado atrás.

Aún quedan horas para el amanecer y deambuláis buscando algún lugar donde resguardaros y quizás recuperar algo de aliento, de energía... pensar en cual debería de ser vuestro siguiente movimiento. Pero la crisis parece haber golpeado con fuerza esta parte de la ciudad: Muchos negocios que apenas hace unos años seguramente permanecían abiertos toda la noche, ahora permanecen vacíos con letreros de inmobiliarias tras los cristales empañados; anuncios que nadie lee y a nadie le importan como único testimonio de que alguna vez hubo vida tras las puertas tapiadas.

La mayoría de las luces de los edificios permanecen apagadas, y en aquellos que todavía hay luz, esta se filtra hasta las calles hablando de madres en vela que tratan de consolar a sus niños despiertos.

Sentís que las calles os dan la bienvenida a la otra cara de la moneda del sueño americano...

Hace un rato que II conduce dando muestras de tensión... Su mirada sigue fría y centrada en lo que le rodea, pero no os cuesta entender que una parte de él ha desconectado de la realidad, o ha decidido retirarse a alguna otra parte. Quizás muy lejos de las calles de la Ciudad de Baltimore.

Pese a todo lo que en un principio parecía un deambular que tentara a la suerte, poco a poco se revela como un patrón de giros, cambios de sentido y direcciones; como si en el fondo supiera hacia dónde debe de dirigirse.

E igual que polillas, sois atraídos hacia la luz de un local que todavía permanece abierto. Tras unos descuidados jardines que lo separan unos metros de la calle, y que hace ya tiempo que debieron olvidar cómo era el color verde, la fachada de ladrillo viejo de un edificio bajo está presidida por las puertas de un local con anodinos toldos rojos y neones que anuncian desayunos, comidas y horarios de veinticuatro horas, con sus puertas abatibles enmarcadas en un arco blanco central realizado en tosco hormigón.

Tras aparcar en la acera de enfrente, posiblemente para mantener el coche a la vista, II se desabrocha el cinturón de seguridad dejando que el tintineo automático de aviso os haga entender que el viaje ha terminado; al menos por ahora. Desconecta el motor y abre la puerta del conductor bajando del Chrysler para inhalar algo del cálido y pesado aire de la noche que dentro de poco cederá a las primeras luces de la mañana.

La sensación de veros obligados a dejar los chalecos de protección y las armas en la parte trasera del espacioso monovolumen os produce cierto grado de inseguridad; aunque en el fondo sabéis que no sería una buena idea entrar a un local público como si acabárais de desembarcar en Faluyah para una operación de limpieza y despeje.

Os mirais entre vosotros para descubrir que con los monos de combate bien podríais ser tomados por una unidad paramilitar al estilo de Blackwater. Puede que vuestros rostros y esos uniformes no sean del todo bienvenidos en esta parte de la ciudad, pero es demasiado pronto para hacerse con ropas nuevas, y no vais a tener mucho dinero que gastar.

Además vuestros estómagos rugen y el cansacio acaba por hacer vencer las dudas y reticencias mientras cruzáis la calle y os encamináis hacia el local.

Bajo el letrero del American Pie parece esconderse un malogrado experimento sociológico.

Las puertas abatibles se abren con el clásico sonido que anuncia nuevos clientes a un local, y el espacioso interior está decorado con recuerdos de viejas estrellas de cine e idólos de la cultura americana. Fotografías del Presidente Kennedy conviven junto a posters de la tentación rubia que trata de cubrir sus piernas del aire de un conducto de metro que amenaza con dejar ver más de lo políticamente correcto mientras sonríe. En otra parte la instánea de un grito de Jimmy Hendrix tocando la guitarra se codea con la pose distraida y estudiada de un joven James Dean, que enfundado en una cazadora de cuero, sostiene desafiante un cigarrillo. Un poco más adelante la cansada figura de un Marlon Brando se enfrenta a la cámara con los puños en alto protegido por una camiseta de tirantes...

Las mesas se agolpan a ambos extremos del local, dejando un amplio espacio central que preside un viejo escenario tapado con lonas blancas y en parte cubierto de polvo. En el otro lado, un joven rubio de mirada cansada y gastada camisa verde caqui se distrae leyendo una novela de Truman Capote en espera de atender una barra que parece haber conocido mejores tiempos.

Pese a todo no sois los únicos clientes aunque las horas no puedan ser descritas salvo intempestivas...

En la última mesa del local situada frente al lavabo de caballeros y junto a una jukebox de época, un hombre mayor y con profusa melena y barba blanquecinas, con aspecto general de hippie, pañuelo anudaddo en la frente y camiseta lila con enormes letras amarillas chillonas, juega en solitario con una baraja de cartas; totalmente abstraido e indiferente al mundo que hay a su alrededor.

En la barra, un hispano de pelo oscuro y ropas negras bebe un café mientras observa las noticias en la televisión de plasma, al parecer uno de los pocos elementos de tecnología moderna que ha conseguido abrirse camino hasta el interior de la decoración de lo que a lo mejor fue en su momento un local de músicos y trata de sobrevivir reconvertido en cafetería.

En el otro extremo del local, sentados cada uno en una mesa: Un joven menudo y con gafas, con cierto aire universitario y ropa deportiva parece tratar de estudiar unos apuntes con ayuda de un miniportatil y una infusión. Y un poco más retirada, una pequeña anciana de cardado pelo blanco y ropa de claro aspecto conservador rematada con una rebeca de punto, como tranquilamente un steak de ternera poco hecho.

Las miradas de los presentes se vuelven hacia vosotros al veros entrar, aunque nadie parece sorprenderse mucho de vuestra presencia en el local, o siquiera de vuestro aspecto. Tal vez después de todo esta zona si sea patrullada frecuentemente por tropas de Blackwater; nadie lo dudaría después de haber comprobado el decadente aspecto de esta parte de la ciudad.

En la televisión una figura elegantemente trajeada parece asistir a una entrevista en la repetición tardía de un late show de moda.

El joven camarero se vuelve hacia vosotros y con aire cansado os indica que os sentéis donde gustéis. Ahora mismo os atenderá...

Notas de juego

Os adjunto un plano de la localización, con la presencia de los PNJs señalados en la escena para vuestra mayor comodidad.

Para cualquier duda ya sabéis que el Máster está a vuestro servicio ;)

Podéis interactuar.

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12/05/2012, 13:00
Director

En la pantalla plana que sirve de televisión al local, colocada en uno de los ángulos sobre la barra mirando hacia las mesas puede observarse las figuras dedos hombres sentados a una mesa, con la imagen del capitolio de Washington de fondo levemente iluminado.

En primer plano, la figura de un hombre de espaldas amplias y corte de pelo conservador al que no se le ve la cara, y de frente hacia la cámara el presentador Tom Bradford.

-Presentador: Buenas noches America. Esta noche en esta nueva edición de Timeline, vamos a poder tener la oportunidad de entrevistar a una figura tan esquiva como codiciada para los medios de comunicación. Miembro de la prestigiosa lista Fortune, y CEO de una de las empresas de seguridad y servicios que se ha catapultado hasta convertirse en una de las principales firmas de mayor éxito empresarial en los últimos cinco años. Hablamos como no podría ser de otra manera de Erick Prince, Presidente de la Global Endeavour Services. Buenas noches señor Prince, es un placer tenerlo con nosotros y que nos conceda esta entrevista.

-Prince: Buenas noches para ti también Tom, el placer de estar entre vosotros es mio sin duda.

-Presentador: Gracias a usted. No quisiéramos abusar de su tiempo así que permítame que comencemos la entrevista poniendo las cartas sobre la mesa: La Global Endeavour Services está sin duda en el ojo de mira de la opinión pública desde que el Senador John Ashcroft anunció su disposición para aprobar una nueva regulación que equiparará a algunas empresas privadas autorizadas por el Gobierno Federal, al mismo nivel que algunas Agencias de la ley. ¿Qué tiene que decir al respecto de este tema en general?

-Prince: Bueno Tom, no es ningún secreto que para nosotros la Resolución 225 constituirá un gran paso no sólo a nivel empresarial, sino también una mayor oportunidad para colaborar en la defensa de los intereses de este gran país tal y como hemos venido haciendo en muchas operaciones de paz en el exterior.

-Presentador: Sí, ahora entraremos a examinar esos antecedentes. Sin embargo no todo el mundo está de acuerdo con esta iniciativa, me refiero sobre todo aldiscurso del sector liberal que ha encontrado eco en algunos medios de comunicación ya conocidos por todos. Estas voces afirman que tener a una empresa privada, y cito textualmente "de mercenarios armados que no obedecen más que a sus propios intereses velando por la seguridad interior de nuestro país es un primer paso para la autodestrucción de los ideales que la conforman". ¿Qué valoración hace usted de este sector crítico que se opone a la medida del Senador Ashcroft?

-Prince: ¿Te refieres a la misma gente que no duda en afirmar que empresas como la GES forman parte de una conspiración amparada por las fuerzas de la ONU para invadir en secreto los Estados Unidos? Seamos serios por favor, con la democratización de Internet hoy en día todo el mundo puede expresarse casi sin temor a represalias y eso le ha dado alas y altavoces a mucha gente que no merece directamente ser escuchada. Son las voces de la ignorancia. Hace unos años el Secretario Rumsfeld reconoció ante los principales cargos del Pentágono que el principal enemigo de nuestro país son los costes de nuestras infraestructuras, y la excesiva burocracia que conllevan. Eso nos ha hecho débiles ante enemigos que acechan tanto en el exterior de nuestras fronteras, como dentro de nuestro propio país... Vivimos tiempos de profunda recesión económica y lo que al ciudadano le preocupa, lo que al auténtico americano le angustia es no poder sentirse seguro en sus propias calles y no poder confíar en la manera en la que se gastan los impuestos que tanto le cuesta pagar. El Senador Ashcroft está abordando un problema y nosotros queremos ser parte de la solución. Eso es todo.

-Presentador: ¿Y sobre la manera en la que se refieren a ustedes como mercenarios únicamente guiados por sus propios intereses privados?

-Prince: ¿Mercenarios? Esa es una palabra muy dura ¿No crees Tom? Uno puede manipular fácilmente el lenguaje para desvirtuar la realidad. La Global Endeavour emplea a algunos de los mejores profesionales del sector de las fuerzas armadas, poseemos algunos de los campos de entrenamiento más grandes del mundo, y en ellos formamos a los más destacados miembros de las fuerzas especiales de muchos cuerpos de seguridad y agencias de todo el mundo. Por supuesto que cobramos por los servicios que prestamos. ¿Eso nos convierte en mercenarios? ¿Un policía es un mercenario por cobrar a fin de mes? Sinceramente no lo creo... Este tipo de actitudes son claramente antiamericanas porque van en contra del espíritu sobre el que los padres fundadores pusieron el puntal de nuestra sociedad: La libertad de mercado y la capacidad de que cualquier ciudadano pueda aspirar a lo mejor si sabe conseguirlo con su propio esfuerzo. Y nosotros aspiramos a proteger a la gente; no creo que existan alternativas mucho más humanas con las cuales ganarse la vida así que si alguien quiere etiquetarme como un mercenario por ello, que lo haga. Tal vez deberíamos de revisar el significado intrínseco de la palabra.

-Presentador: ¿Y esos llamados intereses a los que el sector liberal se refiere siempre de forma tan oscura?

-Prince: Siempre habrá gente dispuesta a creer en lo peor y a ver oscuros intereses donde no los hay. ¿Cual es nuestro interés en todo esto? Ganar dinero por supuesto, pero no sólo eso. Supongamos que alguien que nos esté viendo desde la comodidad de su hogar en estos momentos quisiera enviar un paquete para que llegara mañana a su destino de forma rápida, eficaz y segura... ¿A quién crees que recurriría? ¿Al servicio postal o a FedEx? Nosotros queremos hacer por elentorno de la seguridad, las fuerzas armadas y de la ley y el orden, lo mismo que hizo FedEx por el mundo de los envíos y paquetería.

-Presentador: Creo que nos estamos acercando al detalle de esta cuestión. Digame Señor Prince: ¿Qué conllevaría eso exactamente? ¿Podría ser más específico?

-Prince: Por supuesto. El Gobierno Federal gasta miles de millones del presupuesto de las arcas del estado en mantener una infraestructura obsoleta e ineficaz. Las tasas de delincuencia se están disparando de forma alarmante, y los servicios de policia carecen de los medios y la formación necesaria para mejorar en su labor. Nosotros no sólo podemos ofrecer una formación a la medida de los diferentes cuerpos de seguridad que lo precisen, sino que además estamos dispuestos a poner al servicio del país a los mejores hombres de los que disponemos. Auténticos profesionales capacitados para encargarse de situaciones de crisis como ya lo han demostrado; y no sólo eso sino que podríamos hacerlo por un coste menor de lo que le conlleva al estado gestionar su propia seguridad.

-Presentador: Quizás parte del problema que sirve de excusa para esas acusaciones... llamémoslas infundadas, parta de que el público no conozca realmente la labor de su empresa. Hablenos de sus logros en detalle por favor, estoy convencido de que lo que tenga que decir al respecto será importante para que nuestros telespectadores valoren la situación con justicia.

-Prince: Bueno Tom, la Global Endeavour Services hace ya unos años que forma parte de la sociedad moderna. Nuestros profesionales contratados prestan servicios a lo largo y ancho de todo el país... Nuestros contratos nos llevan a proteger los intereses de Universidades, grandes empresas y prestigiosas firmas, instalaciones militares y federales... ¡Si hasta pueden verse a miembros de la GES en centros comerciales! No somos tan diferentes de cualquier otra empresa de seguridad, salvo porque somos más grandes y mejores si se me permite ser sincero y sin ánimo de ofender a la competencia claro está.

-Presentador: Pero no todas las empresas de seguridad cuentan con el prestigio de formar parte de la comunidad de defensa de los Estados Unidos de América ¿Verdad señor Prince?

-Prince: Eso es cierto. La Global Endeavour Services nació precisamente para apoyar las operaciones de paz del ejército de los Estados Unidos en el extranjero, ofreciendo logística, transporte, y profesionales del ramo de la seguridad privada. Hemos colaborado con la maquinaria de defensa en Irak, en Afganistán y si Dios quiere lo haremos en Irán también. Pretendemos estar allí donde se nos necesite con el fin de salvaguardar no sólo la vida de ciudadanos americanos, sino también los intereses de esta gran nación.

-Presentador: Sin embargo, pese a los múltiples éxitos que ha obtenido su empresa en estas operaciones, protegiendo instalaciones, a dignatarios, transportando tropas o incluso participando en operaciones militares... Otras voces de nuevo indican que no es necesaria su presencia en estos conflictos bélicos. ¿Qué tiene que decir al respecto?

-Prince: El terrorismo es un asunto serio. Quién lo minimice o trate de restarle importancia es un irresponsable del mayor nivel; es el mismo tipo de irresponsabilidad que cambió nuestra sociedad para siempre el 11 de Septiembre. Hace cuarenta o cincuenta años nuestros enemigos eran grandes y visibles, parecian terribles y pudimos vencerlos. Estoy convencido de que también saldremos victoriosos de la Guerra contra el Terror, pero no podemos olvidar que ahora nuestro enemigo es diferente: Es más pequeño, está más organizado que nunca y no teme a las represalias. El momento de actuar es ya, antes de que se pierdan más vidas americanas. Continuamente escuchamos voces críticas que nos instan a negociar con aquellos que desearían ver a nuestros hijos e hijas muertos en horario de máxima audiencia. América debe de decir basta y ser consciente de que no cabe posibilidad de negociar, ni de rendición, ni tampoco podemos esperar sin más a que nos ataquen... Debemos demostrar que seguimos siendo una nación fuerte y capaz de liderar, y eso sólo puede hacerse con un uso inteligente de la fuerza. En este escenario actual, decir que una de las empresas más grandes y que cuenta con los mejores profesionales capaces de colaborar con la defensa de los Estados Unidos no es necesaria, es como el chiste que hace referencia al creyente que rechaza la ayuda de diferentes equipos de rescate durante una inundación porque prefiere esperar a que Dios le ayude. La ayuda de Dios toma la forma de lo que nos pone a nuestro alcance; salvarnos a nosotros mismos es un imperativo.

-Presentador: Vaya, un discurso impresionante Señor Prince... Y me alegra que haga referencia al tema de las inundaciones, porque de alguna que otra forma la GES ya ha estado operando en territorio americano en operaciones complejas como durante el desastre del Katrina. ¿Qué experiencia han obtenido hasta ahora trabajando con el Gobierno Federal?

-Prince: Yo mismo me puse en contacto con el anterior gabinete de la Casa Blanca cuando se produjo el huracán Katrina. No quería esperar a que nos llamasen cuando podíamos empezar a actuar de inmediato. Pudimos desplegarnos sobre el terreno antes incluso que la propia Guardia Nacional, e incluso recurrí a mis contactos con grandes empresas que forman parte de mis clientes y puse dinero de mi propio bolsillo para financiar cargamentos de ayuda humanitaria para las víctimas.

-Presentador: Una actitud más que loable...

-Prince: No nos tomamos en broma el concepto de protección a la ciudadanía Tom. No me considero un héroe, ni un filántropo; soy un hombre de negocios y soy bueno en lo que hago, pero no dejo de ser un hombre en definitiva, y como ser humano no deseo ver sufrir a nadie de manera injusta si está en mi mano poder hacer algo para remediarlo y poner fin a esa situación de desgracia.

-Presentador: También se habló mucho de su empresa durante los incendios que asolaron California el año pasado...

-Prince: Sí, y no deja de ser irónico. Cuando planteamos construir una de nuestras múltiples instalaciones de entrenamiento en la zona, recibimos muchas críticas y mucha oposición por parte de la población local. Sin embargo cuando empezaron a desatarse incendios en la zona y esa misma gente se quedó sitiada y tanto sus vidas como sus posesiones corrieron peligro... Estuvimos ahí para ayudarles. Nuestros equipos de extracción están acostumbrados a lidiar con todo tipo de crisis, ¿Y qué es un incendio después de todo sino una crisis inmediata en la cual debes de sacar a la gente de la zona con el máximo cuidado? Después de aquello la gente ha reconocido la importancia de nuestra labor y la ventaja de que estuviéramos allí; de no haber sido así hubieran muerto muchas personas. Situación que a Dios gracias pudimos evitar y ahora nuestros empleados no podrían ser mejor recibidos en muchos de los pueblos cercanos.

-Presentador: Señor Prince hemos hablado brevemente del pasado y del presente de GES pero me gustaría tener el lujo de preguntarle: ¿Qué espera usted para el futuro inmediato de su empresa?

-Prince: Bueno Tom cuando se apoye la Resolución 225 sin duda GES será una de las principales empresas con las cuales el Gobierno Federal comenzará a firmar contratos. No sólo para aumentar los fondos para instrucción y formación como venimos haciendo... Será el comienzo de una nueva época que ya se inició con la creación de Seguridad Interior, habrá nuevas reestructuraciones que afectarán a muchas Agencias Federales, y nosotros estaremo ahí no sólo colaborando como expertos sino prestando todos los servicios que nuestro Gobierno solicite de nosotros.

-Presentador: ¿Se considera usted un patriota señor Prince?

-Prince: Por supuesto Tom. Nadie puede tener la menor duda sobre eso. Se me puede acusar de ser esquivo con la prensa porque evidentemente mi propia seguridad y mi vida privada son aspectos que no debo descuidar, sobre todo por mi familia; al igual que se me puede acusar de querer ganar dinero por más que no crea que eso debería de ser un delito, mucho menos un pecado. Incluso admitiría que se me acusase de liderar una banda de pistoleros a sueldo como algunos quieren hacernos pasar, aunque estoy convencido de que la gente que nos acusa de ello aparte de que lo hace sin pruebas y de forma deliberada son ellos los que tienen oscuros intereses que ocultar, no nosotros que somos profesionales y nos guiamos por el mejor de los códigos de conducta empresarial... Pero no toleraría nunca que nadie pusiera en duda lo que siento por mi país Tom. Le he dedicado mi vida entera a los Estados Unidos de América, incluso estuve en los SEAL. Creeme si te digo que no hay amor ni interés más grande para mi que el que siento por nuestra sociedad, nuestro estilo de vida y sobre todo por este gran país.

-Presentador: Conmovedoras palabras e inmejorables para finalizar esta entrevista. Ha sido un honor tenerle frente a mi y espero que podamos volver a repetir la experiencia, que sin duda habrá resultado de gran interés para nuestros telespectadores. Una vez más señor Prince gracias por estar con nosotros en esta edición de Timeline para la cadena Fox Bussines.

-Prince: Gracias a ti Tom y buenas noches.

-Presentador: Después de despedir a nuestro invitado estrella de la noche, a continuación y siguiendo con la dinámica de este programa les ofreceremos un interesante debate... ¿Quieren saber que opinan nuestros analistas sobre el reciente éxito del Senador Raymond Shaw como candidato para el Partido Republicano y como afectaría su victoria en unas futuras elecciones a la Casa Blanca? Podrán averiguarlo después de unos minutos de publicidad. No se lo pierdan. Recuerden soy Tom Bradford de costa a costa para Fox Business Broadcasting y están ustedes viendo Timeline... En seguida regresamos. Espero verles.

La imagen del presentador removiendo unos papeles mientras la cámara se aleja ligeramente del plano americano, da paso a un anuncio donde una mujer se pregunta si las salud de sus hijos estará realmente cubierta con su actual seguro médico...

La voz del camarero reclama vuestra atención mientras os invita a sentaros de nuevo. En la barra el hombre hispano de pelo negro y tatuajes murmura algo en español...

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12/05/2012, 13:46
IV

Cuando entro en el bar no reparo en detalles me dirijo rápidamente a la barra.

-Jefe yo quiero un whisky doble sin hielo. Le digo al camarero mientras mi corazón se acelera.
Es como si hubiese estado miles de veces en bares como ese hasta altas horas de la madrugada.

Mientras espero a que el camarero me sirva, poco a poco observo a los peculiares personajes que se encuentran en el bar para acto seguido mirar la pantalla que se sitúa en uno de los ángulos de la barra.

Observo con atención la reacción de los presentes hacia la entrevista tratando de hacerme una idea de la opinión real que tienen la gente normal sobre GES.

Cuando el hispano murmura algo agudizo mi oído para intentar oír que comenta.

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12/05/2012, 13:55
Director

Como no hablas Español no puedes comprender exactamente que es lo que ha dicho el hombre hispano, pero el tono en el que ha pronunciado la frase y la forma en la que la ha mascullado entre dientes no deja de ser muy reveladora. Probablemente un insulto cargado de odio.

El joven universitario y el viejo hippie están tan concentrados y a lo suyo que no han dado la menor muestra de interesarse por el programa de televisión. La anciana por el contrario no ha perdido detalle de la misma, sonriendo de manera afable y cabeceando en varias ocasiones mientras asentía.

El camarero por su parte ha estado abstraido con su novela hasta que le has pedido la copa y se ha puesto a preparártela.

Notas de juego

Detectar Mentiras: Lo que sí puedes extraer de la entrevista es que la cadena y el entrevistador eran claramente favorables al entrevistado, y que el tal Prince no ha dicho del todo la verdad, aunque tampoco sabrías precisar porqué ni en qué ha mentido o ha sabido callarse sin tener más datos sobre él y su forma de expresarse y comunicarse.

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12/05/2012, 14:27
Henry

El camarero se acerca a la barra con un vaso bajo del tipo Old Fashioned mientras trata de hacer un esfuerzo por despejar la mezcla de cansancio y aburrimiento que lo mantenía en babia hasta veros llegar. Quizás porque la alegria a menudo suele acabar acompañada de manos de las propinas. Y sin duda es el barrio adecuado para tener que ganárselas duramente si uno quiere llegar a fin de mes.

Observa de reojo a IV y después sonríe afable, como haciéndose cargo de la impetuosidad con la cual este se ha acercado a la barra pidiendo una copa bien cargada. Seguramente tampoco es la primera vez que ve a alguien con ese tipo de sed.

-¿Un día duro eh amigo? No parece Usted de por aquí... ni sus amigos. ¿Están de paso? El dueño dice que debemos tener la cocina abierta las 24 horas del día así que si quieren puedo traerles la carta y prepararles algo...- después se encoje de hombros y sigue sonriendo.

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12/05/2012, 18:21
I

Había pasado el trayecto en coche pensativo, preguntándome por qué aquel equipo de asalto habría recibido sin más órdenes de retirarse ¿Tal vez nos quieren con vida? ¿Nos estarían siguiendo? Sea como fuera, no sería muy sensato llamar la atención de ninguna manera.

Allí estábamos entrando en ese local, todo un panteón lleno de iconos estadounidenses muertos antes de tiempo. A decir verdad, con el tío Sam buscándonos como terroristas puede que tampoco nos quede de todas formas mucho tiempo a nosotros. De brazos cruzados, situado de pie cerca de la barra y del joven, escucho la entrevista que estaban ofreciendo en la televisión. Global Endeavour Services... Genial, el tío Prince también estará todavía más interesado en buscarnos.

Durante la entrevista, fijo mi atención brevemente en el chaval a mi lado, seguro que el pórtatil le vendría bien a Numen. También observo en especial al hombre hispano de la barra. No me da buena espina, todo vestido de negro, aunque irónicamente esa misma razón le puede servir a él para que desconfíe de nosotros. Quizás incluso podría haber escuchado en las noticias la alerta terrorista sobre un grupo como el nuestro en la ciudad...

-En ese caso a mi no me vendría mal una hamburguesa- aprovecho para decir al camarero tras su ofrecimiento para preparar comida, todavía sin decidirme sobre qué lugar sentarme.

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12/05/2012, 18:37
I
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Psicología

Tirada: 1d6

Resultado: 1

Notas de juego

Bueno, he intentado tirar por psicología para ver si puedo imaginarme qué puede haber dicho el hispano, qué puede estar pensando, si se muestra intranquilo... Parece que no está siendo mi racha de suerte, espero que luego cuando toquen las tiradas importantes de verdad me sonría de nuevo la fortuna xD

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12/05/2012, 18:59
Henry

-Eso está hecho amigo- responde el camarero... -Marchando una especial de la casa. Las preparamos con tomate, lechuga, pepinillo, y queso. ¡No va a probar una hamburguesa mejor en esta parte de la ciudad se lo garantizo!- dice muy animado.

-Sólo tardaré unos minutos...- añade mientras se dirige a la cocina, aunque en el último instante se gira y advierte -Eso sí, si van a comer tendrán que sentarse. No se sirve comida en la barra... Caprichos del dueño ¿Sabe? Ahora mismo vuelvo...- termina diciendo mientras desaparece por la puerta de la cocina.

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12/05/2012, 19:06
Director

Lo único que consigues sacar en claro es que al hispano algo le ha puesto bastante nervioso e intranquilo, y que aunque no entiendes lo que ha dicho porque no sabes Español, el tono en el que ha pronunciado la frase y la forma en la que la ha mascullado entre dientes no deja de ser muy reveladora. Probablemente un insulto cargado de odio.

Notas de juego

PD: Yo también espero que la suerte te sonría cuando os haga falta ;)

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12/05/2012, 20:15
II

II baja del coche, guarda las llaves en lugar seguro y por instinto da una vuelta a su alrededor antes de dirigirse a la cafetería.

Mientras sus compañeros hambrientos y sedientos acuden a la barra, él se dirige a la esquina a la izquierda de la barra y junta distraídamente dos mesas para que el variopinto grupo pueda acomodarse.

Él mismo se sienta en el extremo izquierdo, cerca desde la esquina, donde le parece tener un ángulo adecuado para vigilar todo el local al tiempo que constituye un lugar discreto, lo bastante alejado de otros clientes.

Mientras estudia al resto de parroquianos, oye la entrevista que dispensa el anacrónico aparato de plasma. ¿Quién podría decir si despierta algún pensamiento tras ese rostro impasible? Aunque estudia todos los detalles de la clientela, podría decirse que la visión de la anciana cercenando y devorando la carne sangrante lo lleva lo más cerca que puede estar de un estado de fascinación hipnótica.

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13/05/2012, 05:23
III
Sólo para el director

Una  persona normal entra a un bar de cualquier ciudad y su primera reacción típica es buscar donde sentarse.
Mi maniático cerebro en cambio se empecina por contar las catorce mesas con sus cincuenta y cuatro sillas de madera distribuidas en forma de una tosca letras u alrededor de un entarimado central cubierto por lonas blancas sucias de polvo.
Veo una vieja barra de madera que hace mucho tiempo necesita una restauración, los antiguos lamparones de alcohol marcados en la madera y los escasos platitos de vidrio con maní distribuidos azarosamente.
Hay un gran televisor de plasma colgado sobre un soporte de pared, un elemento nuevo y discordante con la atmosfera que intenta comunicar el lugar, saturado como esta con sus viejas fotos de ídolos pasados, la jukebox tan de moda a principios de 1930 y la ingente cantidad de polvo que se acumula por todas partes, sobre todo en las lonas de color blanco que tapan el escenario sobre el que cuelga el aparato.
Tampoco deja de apreciar las puertas de los lavabos, la distribución del decorado, la tonalidad de los pisos y paredes, el tipo de luz que proveen los techos, los carteles en donde se detallan menús y precios, el libro de Truman Capote, la marca de la notebook que tiene el joven frente a si, el logo en letras amarillas de la camiseta lila, el tipo de baraja de cartas de cartas que lleva y el juego en el que esta abstraído el anciano de apariencia hippie, la carne jugosa y roja que come la anciana de aspecto conservador y su rebeca de punto manufacturada a conciencia, la postura de hombros y espalda del hombre de aspecto hispano sentado a la barra y el aroma a café recalentado que esta bebiendo, las voces del comentarista y su entrevistado…
¡Basta!
Un ligero mareo se apodera de mí y me obligo a cerrar los ojos mientras me ordeno parar.
¡Basta!
-Jefe yo quiero un whisky doble sin hielo – dice IV luego de acercarse a la barra sin dilaciones; Parpadeo un par de veces mientras mi vista se ajusta nuevamente a la luz que me rodea mientras una pregunta nacida de algún incierto lugar hace acto de presencia en mi mente.
¿Por qué nadie se sorprende de nuestras ropas?
¿Qué hace una anciana conservadora en un bar a tan altas horas de la noche?
¿Por qué II nos trajo a este bar, y en esta zona?
I se ha unido a IV en la barra y parece tener ánimos de una hamburguesa y mientras II comienza a juntar unas mesas que ha elegido en una ubicación muy típica para tener un amplio ángulo de visión, yo comienzo a acercarme hacia allí con mi particular andar.
Lento, silencioso, y con las manos en los bolsillos mientras silbo por lo bajo una tonada que probablemente sea de una canción que no puedo ubicar.

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13/05/2012, 05:29
III

III se ha detenido ni bien pasar por el marco de la puerta, sus ojos vuelan por el interior de la sala como si intentase sacar una foto mental de lo que esta viendo.
Su rostro es una mascara de vacuidad salvo por aquellos inquietos colibríes que lleva por vista.
Su estática postura no dura mucho, ya comienza a caminar pero se detiene nuevamente llevándose la palma de su mano derecha al rostro que por una brevísima fracción de segundo se ha enturbiado de dolor.
Pero sea lo que fuere que le ha pasado parece haber remitido tan rápidamente como llego, ya que nuevamente comienza a acercarse hacia donde II esta acomodando las mesas.
III camina con un paso cansino, las manos en los bolsillos y mientras lo hace va silbando una tonadilla por lo bajo.

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13/05/2012, 12:21
VIII

Ha bajado del vehículo casi de un salto, felina, silenciosa. Tal como ha estado mientras ha durado el trayecto, fumando con verdadera fruición, dejando escapar el humo entre sus labios, y viéndolo desaparecer por la medio bajada ventanilla, para mimetizarse con la bruma y la calima estivales en la ciudad.

Ahora su paso es rápido, flexible, el uniforme demasiado holgado adaptándose a él, siguiendo su cuerpo y sus movimientos. Entra en el establecimiento detrás de III, y se detiene un segundo, siguiendo exactamente el mismo patrón procesal que los demás han seguido antes que ella. Vistazo circular, anotación mental de cuanto hay dentro, fuera, caras, muebles, salidas, objetos.

Un segundo tiempo, tras un imperceptible e incontrolado tic de su frente, que habla de "ok, visto, computado", en el que asiente a los que acercan las mesas en el rincón, y ella se dirige también a la barra, como han hecho ya I y IV.

-Cigarrillos. -Dice al camarero que está a punto de desaparecer en la cocina. Lo hace mientras tira con un gancho impecable la cajetilla vacía al repleto cesto de la basura que se encuentra detrás del mostrador, en una punta.- Un par de paquetes de Camel. Y otra hamburguesa completa, junto con una cola light.

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13/05/2012, 12:45
V

La música resonaba en el interior de la furgoneta. V miraba a través de la ventanilla, apenas prestando a atención a lo que los otros hablaban y sin intención alguna de romper su silencio. ¿Qué importancia tenía a dónde iban o si los perseguían?  ¿Acaso a nadie le preocupaban otras preguntas más acuciantes e incómodas?

¿Quién soy?

V
Cinco
Uve
Tercer número primo
Segundo número de Fermat
Quinto en la sucesión Fibonacci
El número áureo

¿De dónde venimos?

Su despertar en el sótano de las instalaciones que acababan de abandonar seguía siendo un misterio. Un enigma sin respuesta. Al igual que las extrañas criaturas que habían aparecido. Tan solo sabía que todos ellos habían respondido a los estímulos como si estuvieran preprogramados. No había habido reflexión ni pensamiento. Solo reacción. El propio Paulov hubiera palidecido de envidia. Fuera como fuera, las respuestas tendrían que esperar. Pero no demasiado. La única que no le interesaba personalmente, era la única que conocía. A dónde iban.

La barriada de Baltimore quedaba lejos de la descripción de IV. No, no había color en aquel suburbio ajado, ni en las putas ni en los adictos al crack, basura que se entremezclaba con la otra basura, la no recogida y que desbordaba cubos o se apilaba en los callejones oscuros, manchando las calles. Y cuando amaneciera, el sol no daría más color a aquel escenario de perdedores, sin techo, drogadictos, casas de ladrillo y negocios cerrados.

El Chrysler frenó y su atención se desvió un instante hacia el lugar elegido. V enarcó una ceja.

-Impresionante –fue cuanto dijo ante la visión de aquel 24 horas.

Pero, ¿qué podían hacer? En lo que a él respectaba, seguir al resto. No estaba especialmente orgulloso de cómo había enfrentado su despertar. Demasiado nervioso, inquieto, descentrado. Y ello se había saldado con la muerte de aquel par de desgraciados, presentes en el lugar y momento equivocados ante un desquiciado de gatillo fácil.

Vestidos para la ocasión, murmuró para sí, cuando cruzaron las puertas del local. Mas, ¿acaso importaba? Ninguno de los clientes pareció reparar en ellos más allá de dos segundos y ninguno pareció sorprenderse de su aspecto. Mejor. A V lo de llamar al atención no era algo que le gustara especialmente y eso que allí relucían como putas luces de navidad. Pero también quedaba claro que la fauna del local era de la que no quería problemas. Mejor. Mejor para él. Mejor para ellos.

Se detuvo un instante, dubitativo. IV y I habían atacado la barra. II y III gestionaban una mesa doble. VI, VII y VIII, parecían centrar su atención en otros asuntos. Quizás en la entrevista, quizás en el portátil del muchacho, quizás en nada. No, VIII también había reaccionado. Tabaco y carne roja, mezclada con algo light. Seguro que es porque se preocupa por su salud, pensó irónico. Por su parte, acabó acercándose a la barra, mientras escuchaba lo que aquel “no filántropo” escupía a los televidentes.

-Un café y un sandwich vegetal para mí, por favor –la amabilidad nunca está de más, pensó, especialmente cuando quizás no tuvieran la pasta necesaria para pagar aquello.

Se dirigió a la mesa y se sentó tranquilamente. La cháchara y el autobombo habían acabado. Katrina, incendios en California, despilfarro federal, la comparativa de empleados públicos con la labor mercenaria. Gilipollas, pensó. Aunque habría quien se tragara toda aquella mierda. Cogió una de las servilletas de papel de la mesa y mecánicamente empezó a plegarla, mientras observaba ya detenidamente al resto de la clientela. Sonrió para sí al imaginarse a VIII vestida con las ropas de la abuela, al tiempo que la servilleta terminaba convirtiéndose en una rana. Tomó otra servilleta, esperando que el resto se sentara. Tenían mucho de lo que hablar, mucho que decidir y aún más que planificar.

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13/05/2012, 16:22
Henry

El camarero se apresura a la cocina hasta que escucha a FlyBy pedir tabaco, momento en el que se vuelve y tras abrir un cajón en la barra saca dos paquetes con la insignia del dromedario que deposita sobre la barra.

-Aquí dentro no se puede fumar pero a estas horas no creo que nadie se moleste- dice guiñándole un ojo coqueto a la mujer con malos vicios.

Después retoma la comanda -Entonces serán dos completas, un vegetal, café y una light...- murmura para acto seguido preparar el café y servir el refresco y marcharse a la cocina.

De fondo se escucha la voz de la anciana que dice dulcemente -Henry cariño cuando puedas traeme un botellín de agua que he de tomarme mi medicación. Gracias-

-Esto está hecho Señora Marsh- responde el camarero alegremente.

El hombre hispano se aparta el pelo de la frente y a su vez dice: -Ya que estás moviéndote tanto: Deja la botella de Jose Cuervo y traeme más limas cuando salgas de la cocina-

-Claro amigo. Más limas para el tequila...- comienza a decir mientras se escabulle por la puerta de la cocina a toda prisa antes de que a alguien se le ocurra cargarle de más trabajo.

Vaya, sí que está siendo una noche ajetreada después de todo...

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13/05/2012, 19:11
VII

El silencioso reflejo del rostro de VII otea la calle. Su ceño fruncido, su mente perdida. Para sorpresa de todos, no ha hecho un solo comentario. Sus pensamientos se funden en reflexiones y recuerdos pálidos que parecen oscilar en medio de la miseria concomitante de la ciudad. Algunas veces, su mente le lanza fragmentos vagos y borrosos de una realidad alterna, pasado o presente, en la que seguramente estuviese su propia persona caminando por allí.

Pero no puede recordar. Aún hay demasiados agujeros en su mente, aún los escasos apartados que ha logrado traer a la luz, no son más que mortecinas luces comparadas con la inclemente oscuridad de su cabeza, en donde existen tantas cosas que sabe realmente, y al mismo tiempo, no tiene recolección ni idea de cómo ha llegado hasta ellas. Como si hubiese vivido toda su vida en una biblioteca a la que pudiese acceder para obtener el conocimiento que le hiciese falta, pero sin poder jamás retroceder hasta el preciso instante en que hubiese traído cada tomo allí.

Frustración. Con cada lámpara iluminando el pavimento, el tiempo parecía extenderse indefinidamente, al tiempo que su desesperación aumentaba. Y cuando el vehículo se detuvo, baja con rapidez y toma aire, inspira profundamente, como si hubiese estado asfixiándose. No observa a nadie, y entra al restaurante.

Se sienta en la mesa al lado de la puerta. Toma la silla y la acomoda de tal forma que el espaldar quede paralelo a la pared. Deja un espacio, se sienta, y se inclina hacia atrás, mientras sube sus piernas sobre la mesa. Una bota sobre la otra, y al mismo tiempo cruza los brazos con un gesto intimidante. Su paranoia empieza a hacer mella, si bien han salido intactos de los laboratorios, los estarán buscando con un equipo más especializado. Estaba alerta, empezando a creer que entre sus compañeros, era él el único que tenía cerebro. Al menos no se comportaba como una mala copia de Encarta con ayuda sonora.

-¿Entonces nos has traído hasta aquí sólo para invitarnos a almorzar, cuatrojos?- espeta finalmente, sin sonreir. -Espero que tengamos suficientes fondos para esto. Pero mejor aún, ¿por qué no nos dices la verdadera razón de haber querido venir a Baltimore Este? No me he tragado el cuento de 'allí no nos pillarán'.- Dice mirando hacia la puerta, como si esperara que en cualquier momento entrasen malas noticias...

...Del tipo de malas noticias que te obligan a salir corriendo a buscar otro nido para esconderte.

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13/05/2012, 20:17
Henry

Transcurridos apenas unos minutos, el camarero del American Pie sale de la cocina con sonrisa triunfal y una gran bandeja donde lleva los platos que algunos de vosotros habéis pedido.

-Dos completas y un sandwich vegetal- dice sirviendo las raciones sobre la mesa en la que estáis sentados los demás. Acto seguido repara en el hombre de color que ha colocado sus pies encima de la mesa y se lo queda mirando durante un segundo como valorando la posibilidad de llamarle la atención acerca del gesto...

-Oiga... ¿Le importaría bajar los pies al suelo si no es demasiada molestia? Al dueño no le gustan ese tipo de cosas, ¿Sabe?...-dice tratando de sonar lo más agradable que puede.

Con un gesto entrecierra los ojos mirando fijamente a VII...

-Me suena mucho su cara amigo. ¿Nos conocemos? Juraría que le conozco de algo pero no se de qué...- dice dejando la frase en el aire mientras se aleja para servir la botella de agua a la anciana señora Marsh.

Desde la barra el hombre hispano os observa por el rabillo del ojo mientras se sirve el enésimo chupito de tequila. Por su parte el anciano hippie y el jóven estudiante siguen cada uno inmersos en su propio mundo.

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13/05/2012, 20:31
VII

VII le devuelve la mirada con seriedad. -Henry, lo que el dueño no sepa no le hará daño ¿no es verdad?- dice sin sonreir. -Y tú podrías ganar una buena propina si además me traes un Steak y te portas bien- dice sin moverse un centímetro. Por alguna razón sentía que debía decirlo así, cierta familiaridad incipiente, quizás cierta fuga en sus actitudes, alguna especie de respuesta programada.

Había oído el nombre del hombre, no se cortó en utilizarlo. Sigue mirando hacia la puerta y luego hacia IV, como si su mirada queriese decir "estoy esperando que hables, imbécil". Ciertamente VII estaba de un humor aún peor desde que habían salido del complejo, y esta vez no había ni siquiera el colchón de su humor negro para alivianar su actitud.

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13/05/2012, 20:54
Henry

-Hey amigo, claro... Por mi está bien, quiero decir si usted está cómodo yo también ¿Eh?- responde Henry buscando la complicidad al escuchar la palabra mágica propina.

-Ahora mismo le traigo su Steak al punto, si señor... Pregúntele a la Señora Marsh, preparo los mejores de esta zona de la ciudad ya lo creo que sí...- dice alegre mientras se encamina de nuevo a la cocina.

La mirada del hispano lo sigue continuamente, y la anciana mujer saca una pastilla de un pastillero que a su vez ha sacado de su bolso y sonríe bebiéndose la botella de agua a pequeños sorbos mientras rie el comentario del camarero.

-Juraría que conozco a ese tipo de algo... Estoy seguro...-se oye murmurar a Henry mientras atraviesa la puerta abatible de la cocina.

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13/05/2012, 21:57
V

Bufó por lo bajo con una media sonrisa. VII parecía más que dispuesto a marcar su territorio a base de meados constantes, fuera contra quien fuera. Parecía que si no demostraba constantemente que era un macho alfa, su cerebro debería gestionar algún tipo de complejo de inferioridad al que no le apetecía hacer frente. Sería competente, no se lo negaba, pero también era bien cierto que tendía a comportarse como un gilipollas. Era evidente que lo de socializar no iba a con él. Unido al hecho de no entender por qué se había sentado en otra mesa alejada de la de ellos y hablarles desde allí. Un claro ejemplo de discreción y buen hacer. Estaba claro que al gunmen se le había ido la pinza. Eso o se había creído demasiado su papel de chico malo de género negro.

-¿Tienes intenciones de quedarte ahí y de hablarnos a gritos para que te oigamos o vas a demostrar un mínimo de inteligencia y sentarte con nosotros? -dijo desde donde se encontraba-. Tampoco es que haga falta. Tus pies encima de la mesa me sobrarían a la hora de comer.

 

Notas de juego

Por si hay dudas, II ha declarado juntar dos mesas a la izquierda de la barra, lejos de la clientela, así que entiendo que usa el plano como elemento de referencia literal. VII dice sentarse junto a la puerta, es decir, en el extremo opuesto.