El jawa cae redondo en el suelo, casi sin haber tenido tiempo a que tu reloj interno pudiera ni tan siquiera hacer un ciclo.

Al fondo del pasillo puedes ver otro elevador, T1-N0 te anima:

Priuriiiii tititititi shreeeech! (¡Acciona el elevador!)

Te dice acercándose a los mandos.

Por suerte el combate ha acabado rápidamente. Obviamente la mente superior del droide ha decantado la batalla a su favor a pesar de no haber tenido nunca experiencia ni entrenamiento en lucha.

Después de escuchar el aviso de su compañero, Sir John, tal y como espera ser llamado a partir de ese momento, guarda la granada de humo que tenía en su mano en el compartimiento secreto, coge el jawa por una de sus piernas y se dirige rápidamente hacia el elevador, arrastrando al enemigo derrotado y esperando las instrucciones de T1-N0.

Mientras se desplaza va diciendo *Lleno de orgullo* ¡POOOOOOOOPIRIIIIPIIII! (¡BANZAI!).

Encuentras una pequeña exclusa que lleva directamente al agujero de evacuación de basuras del sandcrawler, y te deshaces del jawa.

T1-N0 te señala un pequeño panel, y te mira.

Piruriiiiiii!!! (Actívaloooooo!!!)

J5-SC se deshace del Jawa lanzándolo por el agujero de evacuación y se acerca al panel. Con manos hábiles manipula el conjunto de botones y teclas que componen la unidad.

*Mientras realiza las tareas el droide sigue en su mundo paralelo*. Me podría llamar John Eastwood como el famoso Duro que ha visto frecuentemente en la Holonet. Ahí vamos. Se dice mientras pulsa la última tecla que debería darle acceso al elevador.

El elevador se abre, y entráis ambos droides en el. Subís un par de pisos y accedéis a la sala de pilotaje del sandcrawler.

T1-N0 te grita

 (¡¡Arranca hacia Anchorhead!!) - mientras se conecta a una interficie para droides

¡Piiiii poropiiii triu triu triu! Poooop pepp aaaaaa Paaaanpoooopiiiii. Poropiiiiii....  ¿tri papiuuuu tuitui tui Paaaanpoooopiiiiiii? (¡Eso esta hecho campeón! Arrancando motores y de camino a Anchorhead. Esto.... ¿Para dónde queda Anchorhead?

Después de colocarse a los mandos del transporte, Sir John analiza los instrumentos que se encuentran en la cabina detenidamente para concluir que moviendo adecuadamente las dos palancas situadas en frente suyo y pulsando el botón situado a su derecha, podrá arrancar el vehículo y moverlo en la dirección que estime oportuna.

T1 te guía a través del mar de dunas durante unos cuatro días, hasta que llegáis al lado de una pequeña ciudad espaciopuerto, por la cantidad de naves que ves salir y entrar del edificio más grande que ahí se encuentra.

T1 se suelta de su interficie deteniendo por completo el sandcrawler y accede al elevador, lo ves desaparecer junto con la cabina de este.

J5-SC abandona la cabina de control y sigue la ruta que T1-N0 debe haber realizado. Al pasar por la sala donde estaban los droides almacenados, abre todas las salas y activa a todos los droides mientras va diciendo...

*Lleno de júbilo* ¡PIRIPI POOOOO PAAAAUUUU TRIAUUUU! (¡SOIS LIBRES!) 

Luego sigue su camino hacia el exterior y explora la ciudad que se extiende más allá de la rampa de acceso al Sandcrawler.

Cuando sales al exterior, te encuentras con el vasto desierto de Tatooine ante ti, pero ni rastro de T1-N0.

WIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!! Al poco rato T1-N0 aparece por tu derecha como viniendo de la espalda, y se adelanta hacia Anchorhead haciendo girar la cabeza.

¿Piropipo piiiii tiu tiu tiu brbrbrbrb shhhh? (¿Qué vas a hacer ahora?) Parapiiii brbr tiu,  paaaa parapa fiuuuuuuuu (Ven conmigo si quieres, voy a coger una nave) *Con un tono de agradecimiento por la ayuda prestada*

J5-SC espera la respuesta de su compañero y después se dirige al espacio puerto, en busca de la primera oportunidad que le permita salir de ese arenoso planeta.

Llegáis a la bulliciosa ciudad y os perdéis momentáneamente en el mercado, dando vueltas buscando el espacio puerto, dirías, desde fuera que parecía que fuera fácil encontrarlo, pero la cantidad de comerciantes y compradores que acoge hoy el mercado de Anchorhead os hace perderos una y otra vez, sumado a que todas las casas son iguales, y llega un punto en el que ya no sabes si vas o si vienes.

Al cabo del rato de haber pasado por delante de la cantina, una mano amistosa te toca una de tus articulaciones mecánicas que juntan los brazos a tu cuerpo.

¿Perdona, conoces a un droide llamado J5-SC? *pregunta con total intención al droide J5 que vaga por los alrededores de la cantina en compañía de una unidad T1* Tengo un mensaje muy importante para el.

Si a quien le interesa saberlo es un ángel como vos, estoy completamente a vuestro servicio. *Halagando a la recién conocida y asiendo su mano para acercársela hacia él con suavidad.

Creo que si alguien como vos pregunta exactamente a la persona indicada es que tiene alguna información adicional al respecto, y como negar pues mi identidad. ¿Puedo preguntar quién sois y qué deseáis?.

Fiu fiu fiu prrrt piiii (T1 espera un segundo).

No sientes nada especialmente peligroso en ella, a parte de la túnica Jedi verde, poco usual, que lleva puedes ver el sable de luz a la izquierda de su cintura, pero ningún gesto parece amenazante, solo te escruta con curiosidad, sin mirarte a la cara como si ya te la tuviera muy vista.

Soy la Maestra Aria Jalba de la Orden Jedi, se porque estás aquí J5, pero no tienes que preocuparte por todo el conocimiento que tengo sobre ti, lo he visto en la Fuerza, pero tu creador no se encuentra en Tatooine, de hecho ni la Fuerza ha podido decírmelo *dice con pesar la pelirroja Jedi*. Lo único que se es que estoy aquí enviado por ella, se que en tu viaje te encontrarás con tu creador *hace una pausa para tomar aire*. Estoy juntando un grupo de seres para encargarse de una expedición, y deseo que formes parte de ella. *se detiene observando la reacción del droide*

*En un tono amigable* Os acompañaré de buen grado y me gustaría que en el trayecto me explicaseis qué sabéis de mi creador y quien es esa Fuerza de la que tanto habláis y qué os relató de mi búsqueda.

Gustoso formaré parte de la expedición que estáis organizando, si vos creéis que puedo seros de ayuda.

Os debo pedir un favor de todas formas, aunque sea muy osado por mi parte. Este es mi compañero T1-N0 y gracias a él he podido llegar hasta esta ciudad, sorteando un enorme peligro. No me gustaría dejarlo sólo después de la ayuda que me ha prestado. Si no os importa os rogaría que nos acompañase al destino que estiméis oportuno y una vez allí que le dejéis libre.

La Jedi no pone ninguna pega en que T1 os acompañe y directamente te hace de guía hasta el espaciopuerto, y te lleva a un transporte personal, donde un piloto sullustano os espera a la entrada del pequeño carguero que, muy orgulloso, su piloto os presenta como la Bufón.

Durante el viaje Aria te comenta varias cosas de tu creador, que tu ya sabías, junto con información sobre tu diseño, que por supuesto tu ya sabías.

Sobre la Fuerza te habla de todo lo que ella sabe, en forma resumida, habla de La Gran Guerra Sith, y de los dos lados de la Fuerza, aunque tu te pierdes constantemente, pues la gran mayoría de cosas que dice no son lógicas.

Sobre tu compañero de fuga, averiguas que se trata de un droide de segundo grado, durante la exploración puedes ver que tiene un fallo en el sistema, pero no puedes determinar de donde viene, sabes que es un droide preparado para reparar, aunque, conversando con el, te das cuenta que hay muchas de las funciones que no domina, o directamente desconoce.

Lleváis 2 días de trayecto, cuando el tunel hyperespacial se cierra ante tu dispositivo ocular, y la gran esfera de Coruscant se muestra a través del transpariacero.

FIN DE PRÓLOGO