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Datos sobre cada una de las casas de Camlo.

Historia de Camlo (según los profetas)

-En los albores del mundo Dios creó a Adán y Eva, y el fruto de su vientre es la estirpe que hoy puebla Camlo y sus islas. Caín y su sangre fueron expulsadas por el Señor cuando éste mató a su hermano en venganza, condenándolo a ser un extraño en su propia tierra.

La tierra de los hombres dio paso a las guerras, al acero y al fuego. Durante las primeras eras los hombres luchaban entre sí, agrupados en tribus, hasta que Morn, el hijo del señor, surgió del Lago Lomond y trajo la palabra de Dios a los habitantes. Así nació la Santa Iglesia, y junto con ella los 6 reinos de los ungidos por el hijo de nuestro Señor.

A los 6 primeros hombres que Morn convirtió a la verdadera fe les entregó sus propias tierras, pues, si ellos podían perdonar sus hijo también.

De ello hacen mil trescientos diecisiete años ya, y largas han sido las guerras que se han producido, tanto entre hermanos como con los Extraños.

La primera invasión ocurrió en el treinta y dos después de Morn, cuando llegaron las hordas de pecadores desde las frías tierras del noroeste. Rhyddion, Yulimarno y Cliffnorn fueron los que sufrieron la invasión, pero las demás casas pronto se unieron a la lucha, siguiendo la palabra de nuestro señor. Muchos fueron los hombres que cayeron, pero por cada buen cristiano que caía aparecían dos hermanos dispuestos a entregar su vida al señor contra los siervos de Satanás. Incluso los magos de Belldayle, que habían aceptado La Palabra se unieron a la lucha.

Luego llegó la primera gran guerra, en el mil ciento ocho después de Morn. Una flota Skirk atacó Nornport a comienzos del verano, lo que hizo que Rhyddion enviase sus huestes sobre las montañas blancas. Tintagel, seducido por las promesas de oro de los Skirk y apoyado por los Gloucester atacó a Rhyddion por el sur, y la mayor parte de la flota de Yulmarn, que en un principio era aliada de Tintagel, acabó por unirse a Rhyddion, pues su alimento escaseaba en esos años, y sólo la casa Connors tenía los silos llenos de Grano.

Fue en ese año cuando El hermano Geistemburg salió de la torre, y reunió a las seis casas en Belldayle. Consiguió firmar la paz y establecer la ciudad de la torre como la capital de la tierras libres. Fue él mismo quien quiso crear una orden monacal por cada casa, pero Lord Karthas, señor de Avalon se negó a deponer las armas. Las palabras del profeta Gannard se tradujeron como una guerra santa contra los apóstatas, y fue el mismo Geistemburg quién entregó excalibur la matadragones a Arturo de Tintagel, el nuevo rey. Para no manchar más el honor del antiguo rey, los Tintagel no sólo prometieron una orden por cada casa, sino dos más, naciendo así la orden de los caballeros de la mesa redonda.

Los antiguos seguidores de Lord Karthas y el viejo Tintagel, seducidos por las promesas del diablo, formaron su propia orden, la orden de las sombras. La gente suele usarlos para asustar a sus bebés, pero la historia habla de grandes traiciones sin motivos, asesinatos oscuros, incestos monstruosos y secretas traiciones tan ponzoñosas que ni el mismísimo Dios pudo hacer frente.

La segunda gran guerra ocurrió en el mil doscientos veinte, cuando la casa Gloucester exigió los derechos sobre Camlo hill, capital de Rhyddion, al ser Lord Abrys de Gloucester el señor de la ciudad tras una oscura y perfilada intriga cortesana. El bastardo de Camlo Hill, Aedan Redmask organizó una rebelión, apoyada por los eternos aliados connors, los Cliffnorn. Los Gloucester, junto con Yulimarno y la mitad este del reino de Tintagel apoyaron a Lord Abrys en la contienda. Los skirk se mantuvieron a parte, al igual que la parte sur de Tintagel.  Los profetas del momento vaticinaron que la paz llegaría y que los seis reinos volverían a estar unidos, aunque nadie se tomó muy en serio sus palabras. Los Extraños arrasaron Yulimarno casi al completo, exiliando a la casa Yulmarn a sus barcos. Pronto atacaron el centro de Tintagel, y la casa de volvió a unir en la lucha. Los Connors y los Cliffnorn se recuperaban de la guerra en el norte, mientras los Skirk reunían un ejército en las tierras libres. Los Gloucester cerraron sus murallas en el paso de Grapehead,  alegando que no tenían fuerzas suficientes para combatir. Estos aprovecharon para conquistar Las tierras skirk y dar un golpe final contra las fueras rebeldes en Rhyddion, mientras las otras casas luchaban a la desesperada contra los Extraños.

la intervención de la Orden la Posta en la batalla del Risco Aullante y la ayuda de los magos de Belldayle puso en fuga a los hijos del demonio, y la falta de efectivos Gloucester dio lugar a una abdicación de su rey, el cual fue exilidado a las tierras de más al sur de Avalon. Su hijo, Lord Tobyas Gloucester IV tomó el poder, junto con todas las riquezas que había obtenido en la guerra. Acusando a su padre de traidor de Dios y cobarde ante los ojos de las 6 casas volvió a abrir las puertas al rico comercio de Avalon con una amplia sonrisa, y fue la casa que más ayudó a los Yulmarn en la reconstrucción de sus tierras.

Camlo en la actualidad

La reconstrucción de Yulimarno ya casi ha llegado a su fin, y algunos antiguos saqueadores se frotan las manos con la idea de aumentar el tamaño de su flota y volver al pillaje, mientras otra gran parte, inspirada por las ideas (y el dinero) Gloucester quieren hacer de Yulimarno una región pacífica, estable y sin pillaje, como los otros reinos. Algo bastante complicado, conociendo la gente que habita en la isla... Los nuevos dirigentes están muy contentos con la casa Gloucester y su generosidad, pero otros, más recelosos sospechan de su dinero; al fin y al cabo son Gloucester.

El reino de Tintagel vuelve a ser uno solo, y el comercio con las tierras de más al sur de Avalon están generando importantes beneficios... De los que los demás se quieren aprovechar. Los Gloucester manejan con cuenta-gotas los productos que vienen del sur para aumentar su precio, las Tierras libres cobran importantes impuestos por el tráfico de mercancías, y Rhyddion está demasiado alejada de la capital como para que resulte rentable. El poco comercio que Yulimarno puede ofrecer no es suficiente y los comerciantes de piel oscura y extrañas lenguas amenazan con cortar el grifo para siempre si no son compradas suficientes exquisiteces. Los doce caballeros de la mesa redonda, otrora grandes leyendas, se han convertido en nobles inmanejables, amantes del vino y las prostitutas y el castillo a penas da abasto para cubrir su excesos. Se habla de disolver la orden, pero... ¿Quién se opondría a la palabra del Rey Arturo?

La casa Rhyddion se recupera de la guerra civil de su territorio bajo la prosperidad del bastardo de Camlo Hill, pero no es suficiente. Aunque el granero Connors abastece de alimento a gran parte del mundo no es tan rentable como las riquezas Tintagelinas, o el hierro Skirk. La pobreza comienza a hacer mella en el reino, pero, aunque hay comida, apenas hay dinero en las arcas, y no se puede pagar a los soldados con nabos y coles. La antigua alianza con la Casa Cliffnorn se está viendo resentida, pues los nómadas del norte no fiarán ninguna partida de caballos más a los hombres de Rhyddion si no pagan con dinero. Además, el reciente escándalo en el que se descubrió a Brett Connors, heredero de Camlo hill bajo las faldas de Lady Lianna de Cliffnorn, reina del norte, ha acrecentado las tensiones, y los hombres del norte piden justicia.

Los Skirk están mejor armados que nunca. Las minas de Skirkhall y sus fundiciones no dejan de fundir espadas, "por si vuelven los Extraños". Lo que está claro es que quieren devolverle el golpe a los Gloucester y entrar en Ylora (su capital) para quedarse con ese trono de traidores... Y de paso recuperar las tierras Connors que los gloucester conquistaron con sus ejércitos mercenarios. Aunque eso tendrá que ser después del concilio, sería una afrenta al resto de las casas mover sus ejércitos antes de tiempo... Si piensa moverlos.

Los Cliffnorn están hartos de la debilidad de sus vecinos, y están cansados de levantarlos en la batalla. Sus jinetes les han salvado la vida en incontables batallas, y el hecho de que no paguen sus deudas junto con el escándalo de Brett Connors hace que tengan un profundo resentimiento que en cualquier momento podría estallar contra sus vecinos sureños. Por otra parte las tierras del norte no agarran bien el cultivo, y no pueden alimentarse sólo a base de carne y pescado en salazón... Y por encima las galeras Skirk se han adueñado de los mejores caladeros del norte, y los viejos Yulmarns babean por arrancar algunas de las desprotegidas riquezas del norte, pues perdió la mayor parte de la flota contra Los Extraños, y aún no se ha podido recuperar.

Contexto de la partida

El torneo de las 6 casas reune a la nobleza de todo Camlo en las verdes praderas colindantes al lago Lomond para demostrar su valía en la liza, al tiempo que se acuerdan casamientos entre las casas menores y se habla de las posibles guerras o de la marcha del comercio. Es el momento ideal para oscuras traiciones, y los caballeros templarios de Belldayle aseguran la ciudad y sus calles libres para mantener la seguridad en las calles. Sendos comités de cada casa parten en este momento a la Gran torre de la Magia para celebrar el torneo... Y no solo eso.

El último profeta ha muerto hace varias semanas, y fue él quién predijo el desacuerdo entre los Yulmarn y el ahogo económico de los Tintagel. Es cierto que no se podría haber evitado; era una profecía, pero si bien es cierto que ese último profeta era un títere Gloucester que ha jugado bien las cartas en su favor.

Esta vez ninguna de las casas quiere perderse la oportunidad de colocar a su cardenal como el nuevo profeta y salir claramente beneficiado. Son muchos los sinos que llevan a las espaldas las casas, y pocas las cartas a repartir. Una sola jamás podrá triunfar... ¿Y si se la elimina? ¿Si se establece una alianza secreta? ¿Y si se juega dos bandas? ¿Y a tres?

Las intrigas están servidas en la ciudad de la Magia, y nadie quiere quedarse atrás.

El reino del centro son las tierras libres. Creo que los demás están claros. Al suroeste la isla de los druidas.

Casa Gloucester en la actualidad (me faltaba añadirlo :D)

Los Gloucester viven una era dorada de riquezas, generadas por Avalon, el hierro Skirk y su última compra de un cargamento de grano de Rhyddion de forma poco legítima. Son muy ricos, pero los reinos los miran con recelo. Los Skirk quieren devolverles el golpe a los Gloucester, los Connors siguen enfadados por la guerra civil y Camlo hill, Tintagel está furiosa ante la restricción del comercio, y algunos Yulmarn no se fían de su generosidad.

Por otro lado los Cliffnorn no tienen nada importante en contra de ellos a pesar de la guerra civíl de Rhyddion, en Puerto Salitre, capital de Yulimarno están encantados con la casa y su generosidad.

Casas menores y sus ciudades 

Cliffnorn:

• capital: Nornport
• Casa Kerregan:Nornpeak
• Casa Whitecliff: Seminómadas
• Casa halmar: Puerto nécora
• Casa Brennan: cuerno Alto

Connors:

Capital: Camlo hill

Casa Altaespina: Escudo de roble

Casa Yellowrose: Tannaan

Casa Seaheart: Palenque del Truchalcón

Casa Dergon: Puerta invernal

Gloucester:

capital: Ylora

Casa Lander: Fuerte pescadilla

Casa Lavoisier: Tannenburg

Casa Leclerq: Anssone

Casa Dilmert: Puerta del alba

Casa Skirk:

Capital: Skirkhall

Casa Svenson: Ironhall

Cada Styfwyr: Hornhall

Casa Skymorn: Bastión oxidado

Casa Skarwhale: Drakkarhall

Casa Tintagel:

Capital: Avalon

Casa Ferguson: Valle estival

Casa Sevareth: Kar Swinen

Casa Tomir: Puerto Pendragón

(Los caballeros de la mesa redonda cuentan como una casa, pero se hospedan en Avalon. Tienen sus propias tierras, desperdigadas y repartidas por el noroeste).

Casa Yulmarn:

Capital: Bastión Royale

Banderas de Carberth: Isla motín

Banderas de Antoine el rojo: Nueva Tannenburg

Banderas de Kai-Kai: Kaichuo (no es una ciudad, es un barco gigantesco, que circunnavega Yulimarno)

Banderas de Espectro: Archipiélago calavera