Partida Rol por web

Hasta el momento no hemos tenido ningún problema para colarnos en el complejo, y ya estamos en el aparcamiento. Ahora se nos plantea la duda de si entrar en el edificio de oficinas o en el almacen, será dificil salir de aquí sin ser vistos ya que somos tres, demasiados para pasar desapercibidos por completo aunque los tres parezcamos buenos en esto.

-Lo que esta muy claro es que las oficinas hay que revolverlas en busca de los albaranes-apunto- no se es si en el almacen encontraremos algo, aunque no estaría de más pegarle un vistazo, si os parece haremos una cosa-me atrevo a proponer después de pensarlo- yo dispongo se un sistema de visión infrarrojo y de rayos X, puedo colarme en el almacen, verlo rápidamente y volver aquí, mientras... vosotros podeís entrar a registrar las oficinas, yo podré oiros o rastrearos desde aquí si necesito reunirme con vosotros, o cubriros si teneís problemas...-

Espero la respuesta de mis compañeros mientras compruebo con la visión nocturna si hay algún tipo de sistema de seguridad tanto en las oficinas cómo en el almacen.

La noche es cálida, y una brisa lenta y fresca sopla en el aparcamiento iluminado por los focos. Estais decidiendo qué movimiento hacer, cuando veis salir a dos personas del edificio de oficinas: son dos hombres de mediana edad y aspecto anodino, vestidos con trajes de tres piezas y corbata. Oficinistas.

Los dos hombres se dirigen hacia el aparcamiento, pero cuando van a llegar a él a uno de ellos le suena el móvil y hace un gesto al otro para que le espere. Están a unos doce metros, pero el buen oído de Parkour y de Quicksilver, y los aparatos de espionaje de Long Shot, os sirven para escuchar la conversación;

- ¿Si?. Sí, mi señor. Ahora mismo. Nuestros enemigos son poderosos, más vale prevenir. (Cierra el móvil)

- ¿Quién era, hermano?

- Nuestro señor. Lo del teatro ha llamado mucho la atención, estaban avisados. Y no cosechamos ningún alma. Ha sido un desastre, no hubo tiempo de borrar los rastros, vamos a destruir los archivos aquí.

Dicho esto, ambos hombres se dan la vuelta y vuelven a dirigirse al edificio de oficinas a buen paso.

¡Vuestro turno¡.

Sorprendido ante la revelación, y la suerte que acabamos de tener, espero unos segundos a que se alejen lo suficiente cómo para no oir la conversación, en cuanto lo hacen, me dirijo a mis compañeros...

-¿Habeís oido? cambio de planes, podemos seguir a esos dos y nos llevarán directos a las pruebas... yo puedo seguirlos aún sin verlos por el calor que van dejando en el suelo, cuando lleguen los cogemos con las manos en la masa ¿os parece?-

Asiento con la cabeza a lo que dice Long Shot. Si los seguimos podemos encontrar la documentación son matarnos mucho. La verdad es que soy bastante sigiloso así que no creo que tenga problemas. Me aprieto la capucha y luego me coloco la braga para taparme bien la cara. Parezco un auténtico ninja.

- Sigámosles... - digo en voz baja a mis compañeros 

Ya a una distancia prudencial decidimos seguir a los dos oficinistas. Finalmente el almacén no ha resultado ser tan inocente como yo había querido sospechar en un principio, parece que están bien metidos en el asunto.

Mientras caminamos entre las sombras susurro

-Tendremos que incapacitarlos antes de que puedan destruir ninguna prueba...

Los dos hombres se dan la vuelta, y se dirigen hacia las oficinas. El tipo vestido con el mono gris que estaba en la puerta del almacén, (seguramente un transportista), se dirige a ellos: "Os dejais algo en la oficina, ¿eh?". Sin embargo los dos individuos no responden, sino que le dirigen una mirada que no podéis ver; la mirada debe ser bastante horrible, porque el transportista pega un respingo, se santigua, y sale corriendo literalmente para meterse en la parte trasera de su furgoneta.

Cuando llegan a la puerta del edificio de oficinas, uno de ellos se gira hacia vuestra posición, y entendéis la reacción del hombre del mono gris: sus ojos están en llamas. Sorprendidos, veis cómo los dos tipos trajeados se hinchan, deformándose, y entre un par de llamaradas se transforman en dos gigantescos monstruos llameantes y cornudos, anchos como barriles y de unos dos metros de alto, cubiertos de protuberancias óseas, y con las mismas llamas azules que Parkour vio en los Imps flameando sobre sus pieles rojizas.

Uno de los monstruos arranca las puertas de las oficinas con un tremendo golpe violento, mientras el otro se gira hacia vosotros y os ruge con fuerza: "¡Humanos¡, ¿qué hacéi escondiéndoos, hombrecillos?, ¡no podéis nada contra nuestros amos¡, ¡Morgul el Infame volverá a caminar por este mundo¡". Acto seguido, las dos criaturas os atacan...

¡Comienza el combate¡. Tirad iniciativa y decidid vuestras acciones para este asalto ;)

Vuestro turno¡

Tal y cómo esperaba, tres personas eran muchas para entrar allí sin ser vistos, y los "hombres" a los que acabamos de ver hablando por el movil ya no son tales, sino que se han convertido en una especie de diablos con cuernos y todo que se dirigen hacía nosotros...

"La madre que..."

Nada más verlos darse la vuelta, me detengo en el sitio, desenfundo las dos automáticas y comienzo a descargar plomo sobre uno de ellos, alternativamente con ambas pistolas...

"No se cómo te sentará el plomo pero lo comprobaremos ahora mismo..."

¡¡TAC!! ¡¡TAC!! ¡¡TAC!! TAC!! ¡¡TAC!!

A la vez, me comunico por radio con Hush...

-¡¡Atención Hush!! Tenemos problemas, presentate en el aparcamiento cuanto antes, necesitamos apoyo aereo...-

Camino sin hacer ruido detrás de los dos hombres, de pronto veo que se giran y se transforman en dos horribles criaturas. Nos han detectado.

Joder...estos son más grandes...

Miro como Long Shot prepara su arma. Va a dispararles casi seguro, no se si podré hacer algo contra ellos directamente. Pero tengo que conseguir los papeles. Lo malo es que no se en que oficina están, ni lo que debo buscar exactamente.

- Long...Quick...¿qué es lo que hay que buscar?...y ¿en qué oficina?...

No creo que se muevan tan rápido como yo aunque se esfuercen. Mi intención es clara, de un salto colarme por una de las ventanas. Potencio mi fuerza para poder saltar más alto y romper los cristales de la ventana, con ello podré colarme y empezar a buscar...un disco duro o unos albaranes pueden ser prueba suficiente aunque claramente estos dos seres son prueba suficiente.

Desde nuestro, ahora inutil, escondite me preparo para el combate.

No son la clase de criaturas a las que me gusta enfrentarme cuerpo a cuerpo, pero ahora mismo es lo único que podemos hacer.

Miro a Parkour cuando este habla.

-Ya no buscamos albaranes, busca cualquier cosa sobre rituales. Deben estar en las oficinas que tenían las luces encendidas cuando llegamos. ¿Crees que las encontrarás?- mis manos y antebrazos se transforman en una sustancia líquida para terminar tomando la forma de dos afiladas cuchillas.- Nosotros intentaremos ganar tiempo.

Me preparo para cargar contra una de las criaturas en cuanto Parkour salga hacia las oficinas

- Haré por encontrar... - le respondo a Quick

Me preparo para saltar y llegar a una ventana lejos de los dos horribles seres.

- Un extintor apagaría las llamas azules que poseen alrededor...o si rompéis una tubería...eso puede ayudaros a que no quemen...

Me preparo para dar el salto y colarme por la ventana del edificio. Me concentro y noto como los músculos empiezan a aumentar un poco de tamaño. La sangre los nutre y eso hace que ahora mismo gane potencia.

El primero en actuar es Parkour: concentrándose, hace fluir la adrenalina hacia sus músculos, que por un momento parecen tensarse e hincharse, (Acción Standard: uso de adrenalina). Acto seguido, toma impulso agachándose en el suelo para salir disparado como una bala sobre la cabeza de los dos monstruos, directamente hacia una de las ventanas del edificio, (Acción de movimiento): cubriéndose la cabeza, la atraviesa con una fuerza prodigiosa, lanzando pedazos de vidrios hacia el exterior. Aterriza al otro lado del cristal, en un despacho pequeño con dos escritorios; tiene un largo fragmento de cristal clavado en el antebrazo, que procede a sacarse dolorosamente antes de caer aturdido por la pérdida de sangre.

(Parkour falló por cinco su tirada de Dureza cuando se estrelló contra el cristal de la ventana: ahora tiene un estado de magullado, y además estará aturdido el siguiente asalto y no podrá realizar ninguna acción. Lo que no le viene mal, porque así descansa, y puede hacer una tirada de constitución dificultad 10 para recuperar su estado de magullado gracias a su regeneración. De todas formas, para los que no conocen el sistema, un estado de magullado no es grave, ni mucho menos).

El siguiente en actuar es Long Shot, que sale de su escodite, (Acción de movimiento), desenfundando sus dos armas a una velocidad pasmosa, (Acción gratuíta), para luego descargar contra el primer monstruo un montón de balas insonorizadas; (Acción Standard), los balazos alcanzan, pero rebotan chasqueando contra la armadura ósea de la criatura, que alza las manos y ruge hacia vosotros: "¡Hombrecillo¡, ¡voy a ahorcarte con tus propias tripas por esto¡".

Al mismo tiempo, el encapuchado pone en alerta a Hush por radio, (Acción gratuíta), y recibe como contestación algunos de pitidos de código morse; "Roger Roger".

La criatura que se encuentra bajo la lluvia de balas del justiciero baja la cabeza, y carga salvajemente con un sonido gutural y furioso: el comando rueda por el suelo esquivando la carga, y la criatura destroza el sedán rojo tras el que se escondían, y alzando la cornamenta lo vuelca por el aire causando un tremendo estruendo. Véis a los dos guardias de seguridad acercándose para ver qué es lo que sucede, y luego alejándose cuando lo descubren de forma más bien poco decorosa, agitando las manos y gritando de terror.

Atravesando el coche como una especie de fantasma, aparece Quicksilver, reluciendo bruñido ante los focos de la fachada del edificio de oficinas; busca algún modo de apagar las ténues llamas que cubren a los dos monstruos, pero aquí, en el exterior, no hay ninguna fuente de agua a la vista, así que vuelve a su plan original, y transforma sus brazos en afiladas cuchillas (Acción gratuíta).

El monstruo de detrás, (que acababa de arrancar las puertas para dirigirse al interior), se percata de su presencia y carga contra él, (Acción de movimiento). Sin embargo, cuando va a golpearlo, el cuerpo de mercurio líquido de su oponente se deforma momentáneamente ofreciendo apenas un pequeño blanco que la criatura no es capaz de alcanzar. Cuando frena, Quicksilver está listo para trocearlo con sus manos-cuchilla.

El golpe cae contra el ser con rapidez, cortándolo con fuerza: aunque el héroe plateado estaba conteniendo sus golpes, (daño no letal), la criatura comienza a soltar un vapor sulfuroso desde su interior, y sus ojos arden cuando desaparece en una nube de humo, que es rápidamente absorbida por una brillante estrella de cinco puntas que se forma bajo ella en el suelo del aparcamiento. Mientras la esencia de la criatura vuelve a su plano, grita con odio: "Morgul te hará pagar esto, insignificante criaturaaaa", y finalmente desaparece tragada por la brillante estrella, que también se desvanece sin dejar rastro.

¡Sólo queda uno de los monstruos¡. Es vuestro turno, ¿qué haréis ahora?. (Parkour, tú sólo puedes hacer tu tirada de recuperación por regeneración, ya que estás aturdido).

Vuestro turno.

Tras quitarme el cristal del antebrazo caigo redondo, por suerte no me rompo la cabeza contra una mesa o algo peor. Mientras me desvanezco aturdido empiezo a pensar que no fue tan buena idea abrir la ventana con la cabeza. Y menos con la potencia que había ganado.

La próxima vez entra con los pies por delante...

En ese momento caigo al suelo aturdido y magullado por el corte...

La criatura arremete contra mí tras repeler los balazos cómo si nada, esto no va a ser nada facil... Mientras, Quicksilver si parece haber tocado la tecla y se ha desecho de uno de ellos con un fuerte golpe de una de sus ¿cuchillas?...

"Tendré que centrarme en esquivarlo mientras aparece Hush o me hecha una mano nuestro amigo de metal..."

Después de haber esquivado el primer ataque con una voltereta, me quedo en el sitio en el que he aterrizado, semiagachado y con una mano en el suelo,  esperando un nuevo ataque del monstruo y centrando su atención, mirandolo fijamente a traves del pasamontañas...

"Vamos amigo... te estoy esperando..."

Voy a prepararme para dar otra estocada pero la criatura desaparece frente a mis ojos...

-Pero que...

Miro un instante la estrella que se ha formado en el suelo, pero luego dirijo mi mirada a la otra criatura, a la que se está enfrentando Long Shot.

Me acerco por detrás dispuesto a formar una gran barra de hierro juntando ambas manos para asestar un golpe por la espada a esa cosa.

-¡Vuelve al infierno!- grito en el momento en el que intento impactar.

Parkour permanece aturdido en el suelo, tras atravesar violentamente el cristal del primer piso y haber entrado en uno de los despachos; la regeneración debida a lo acelerado de su metabolismo hace efecto, y la herida que le produjo el cristal sobre su brazo se cierra y cicatriza automáticamente, sin dejar rastro. (Parkour ya no está magullado, comenzará el siguiente asalto en perfecta forma).

Long Shot no sigue intentando dañar al monstruo; en vez de eso se queda frente a él, desafiante, esperando que el monstruo de la sima vuelva a atacarle. (Se dedica a la defensa). Sin embargo, la criatura no vuelve a cargar contra él: al fijarse en su compañero, violentamente expulsado a su dimensión, sus ojos brillan de nuevo, y alza las manos recitando una letanía incomprensible en algún idioma místico: acto seguido, dos estrellas brillantes aparecen en el cemento del aparcamiento, bajo sus manos, y de su rojizo resplandor salen volando dos Imps, gritando y riendo con sus vocecitas agudas.

Formando una nueva arma con sus manos, Quicksilver aprovecha el momento para atacar. Antes de que alcance al monstruo de la sima, sin embargo, éste juntas las manos en una palmada, deteniendo el golpe, y lo aparta con brusquedad. "Ahora es nuestro turno, criatura".

Los dos Imps echan a volar a vuestro alrededor, a unos seis metros del suelo, lejos de vuestros peligrosos puños. ¿Qué haréis ahora?.

¡Vuestro turno¡.

Desde mi sitio, observo cómo Quicksilver intenta desacerse del último montruo, pero en el último momento este detiene el golpe y crea con sus manos dos nuevas criaturas, que por la descripción que dió son cómo las que se encontró Parkour en el teatro.

"¡¡Vaya!! Ahora somos dos contra tres"

-¡¡DE LOS PEQUEÑOS ME ENCARGO YO!!- Le grito a mi compañero.

Sin esperar más, y en la misma posición, intento centrar la atención de los diablillos voladores y descargo una nueva ráfaga sobre uno de ellos, confiando en poder esquivar a la otra y en que Quicksilver acabe rápido con la más grande. A la vez que estoy disparando, contacto de nuevo con Hush.

-Hush... ¿donde coño estás?... te necesitamos aquí... ¡¡Ahora!!-

¡¡TAC!! ¡¡TAC!! ¡¡TAC!! ¡¡TAC!! ¡¡TAC!!

 Suerte que me recupero rápido, aunque debería empezar a usar la cabeza para algo más que romper ventanas. Me incorporo de un salto y me preparo para buscar la oficina que estaba aún activa. Aún tengo la fuerza potenciada y eso me da algo de seguridad. Recuerdo en que planta era así que me dirijo a ella a buen paso aunque no me esfuerzo al máximo que no quiero comerme algún mueble durante el camino ya me bastó con el aperitivo de cristales.

- Vamos... - me animo a mí mismo

Si encuentro rápido los albaranes o un ordenador que contenga los datos genial. Con eso podremos salir de aquí, espero que Hush pase rápido a recogernos y estemos a salvo en poco tiempo.

Licuo mis manos para escapar del agarre del monstruo antes de reformarlas y prepararme para un nuevo ataque.

-¡¡DE LOS PEQUEÑOS ME ENCARGO YO!!-

Long Shot es el experto en larga distancia, los dos para él. Yo vuelvo a intentar golpear a la criatura con mis manos, convertidas en metal endurecido.

Parkour accede a uno de los terminales del despacho, y a toda velocidad intenta encontrar la dirección de las entregas de Mandragora Oficcinae realizadas últimamente; teclea con rapidez, y lo consigue casi en el momento: hay una docena de entregas, pero una de ellas es especialmente cuantiosa: se ha entregado una gran cantidad de la planta en una mansión situada a las afueras de la ciudad, lindante al barrio de Queens. El joven imprime la dirección, junto a todas las demás entradas.

Mientras tanto, Long Shot está disparando sin para al cielo, intentando alcanzar a las dos criaturas burlonas que vuelan de un lado a otro, riéndose con sus vocecitas agudas. Sin embargo, la mala suerte hace que no consiga alcanzarlas todavía: se mueven rápido y esquivan con agilidad antinatural, maniobrando con sus alas membranosas.

Las criaturas se preparan para lanzar bolas de fuego contra vosotros, mientras el comando requiere apoyo aéreo, cuando véis un montón de balas de gran calibre salir de algún punto en el cielo; la ráfaga no consigue acertar a los monstruos voladores, y agujerea la chapa del almacén con un sonido metálico bastante desagradable; forzando un poco la vista, véis el vehículo de Hush flotando en la distancia, camuflado entre las sombras de la noche.

Uno de los monstruos voladores intenta impactar sobre Long Shot lanzando una bola de fuego que se estrella contra el suelo, mientras el pistolero salta esquivando las llamas que se esparcen en todas direcciones. El otro, en cambio, planea hasta ponerse frente al despacho donde Parkour está sacando por impresora los datos, y con una mueca lanza una bola de fuego al interior; los reflejos del joven héroe le permiten saltar con la hoja impresa arrugada en su mano, antes de que el ordenador y el escritorio en el que se encontraba salten por los aires, prendiendo fuego a la habitación.

Por último, el monstruo de la sima que está luchando contra Quicksilver lanza un tremendo revés violento, que éste esquiva con facilidad antes de golpearlo, a su vez, y convertirlo en una nube de humo rojo que se ve tragada por una estrella de fuego, brillante y roja, antes de desaparecer del todo.

¡Sólo quedan los dos Imps, es vuestro turno¡