Partida Rol por web

Campanas de sangre

Escena privada Juancar

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10/10/2017, 20:13
Narradora

 

Bienvenido

 

Esta escena es tuya para que hagas lo que quieras.

Necesitaré:

Tu historia que irá en esta escena.

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Una descripción psicológica que puedes guardarla aquí para que sea secreta o en la pestaña correspondiente.

La Ficha. Con la descripción correspondiente de los trasfondos elegidos.

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19/10/2017, 13:33
Roselyn Pemberton

La familia Pemberton fue sacudida hasta sus cimientos mucho antes de que la guerra amenazara con destruir el mundo conocido. Rosemary Pemberton y su esposo James, un matrimonio de la alta sociedad londinense que se prodigaba en los eventos más exclusivos y en los negocios más lucrativos por igual, fallecieron una noche de tormenta en que regresaban a casa, cuando el caballo que tiraba de su carruaje se encabritó por culpa de un relámpago y, en su alocada carrera, se precipitó al Támesis. El cuerpo de la señora fue recuperado esa misma noche, mientras que el de él no apareció hasta dos días más tarde. Habían fallecido ahogados, dejando tras de sí una hija pequeña, de apenas doce años de edad. Roselyn.

Varios fueron los familiares, por parte de su madre, que se ofrecieron a encargarse de la niña y criarla como propia. Sin embargo, fue uno sólo quien pudo exigirlo por derecho, tratándose el suyo de un parentesco mucho más directo. El padre de James y abuelo de la menor, el barón Jeshua Pemberton, solicitó a través de sus abogados que Roselyn fuera trasladada a su residencia en Sheffield, en el condado de Yorkshire. Roselyn no conocía a su abuelo, debido a que su padre y él no se hablaban desde hacía muchos años, antes incluso de su boda, a la que el anciano se negó a acudir. 

Los inicios fueron duros. Roselyn se encontraba en una casa desconocida, inmensa pero descuidada y que había vivido tiempos mejores. Comía con el servicio en las cocinas, pues su abuelo era un hombre huraño y amargado, sumido en recuerdos, en rencores, y aquejado de un orgullo desmedido. No parecía interesado en saber nada de ella, y delegaba la tarea de cuidarla a su mayordomo. El servicio era escaso, la casa era oscura y fría, y Roselyn no tenía apenas nadie con quién hablar.

Fue el mayordomo, Geoffrey, quien le abrió la puerta a una vía de escape. Viéndola tan apagada, le preguntó si le gustaba leer. Ante su afirmativa respuesta, la acompañó y entregó la llave de la antigua biblioteca de la mansión. Entrar en aquel lugar la fascinó. Había montones de libros, desordenados, amontonados, cubiertos de polvo. Había historias, cuentos, cultura, conocimiento. Había lugares lejanos, vidas de grandes hombres de otro tiempo, ciencia, misterios... Aquellos libros suponían todo un mundo de posibilidades que se abría ante ella. Un mundo en el que se sumergió sin dudarlo.

La situación en la mansión Pemberton cambió el día en que Jeshua descubrió que alguien estaba usando la biblioteca, una estancia cerrada desde hacía años. Allí se encontró a Roselyn, leyendo un libro de historia tras haber limpiado de polvo un buen montón de ejemplares que se encontraban amontonados sobre una mesa. Los había dispuesto metódicamente, siguiendo un orden que el viejo pronto desentrañó como una combinación de temática y orden alfabético de sus títulos. La muchacha se asustó al ver a su abuelo allí, pidió disculpas si había hecho algo malo, y se ofreció a arreglar aquella biblioteca, limpiarla y ordenarla. Algo se removió en el orgulloso corazón del barón. Aquella biblioteca no había sido usada desde que su hijo abandonase el hogar familiar, ya que se trataba del rincón favorito de James y la abrupta forma en que se marchó sumió al barón en un profundo rencor. El anciano la conminó a continuar utilizando aquella biblioteca libremente, y ordenó a Geoffrey que se la ayudase a limpiar y adecentar el lugar. 

También, a partir del día siguiente, hubo otro cambio importante en la vida de Roselyn. Jeshua le pidió que, en adelante, hiciera las comidas con él en el salón. De aquel modo, la relación de Roselyn con su abuelo se fue estrechando cada día más. El hielo que cubría el corazón de aquel anciano amargado se fue deshaciendo, derretido por la compañía de la pequeña. Roselyn solía leerle libros junto a la chimenea todas las noches, y Jeshua se fue habituando a concederle todos los caprichos. Su nieta se convirtió en la niña de sus ojos, una joven consentida que se acostumbró a gozar del beneplácito de su abuelo para todo. Ese hecho no la cambió demasiado, en realidad, pero dio rienda suelta a sus deseos. Lejos de convertirla en alguien superficial y arrogante, acostumbrado a conseguir cualquier capricho que pudiera desear, las concesiones de Jeshua fueron lo que explicaría que Roselyn se convirtiera, en cierto modo, en una mujer algo adelantada a su tiempo. Recibió una exquisita educación, en diversas áreas, a través de tutores privados. Especialmente humanidades, historia, filosofía y similares, pero también en ciencia moderna, idiomas... Roselyn necesitaba saber, era un alma inquieta ávida de conocimiento, algo poco frecuente en su época, e incluso mal visto en según qué círculos.

Entonces llegó la Gran Guerra, con todo lo que llegó a implicar. Las ciudades se vaciaron de hombres, enviados al frente para combatir al enemigo. Muchas mujeres tuvieron que entrar a trabajar en la industria, especialmente la armamentística, así como en otros trabajos de gestión, en el mundo financiero y en los hospitales, que no cesaban de recibir heridos de guerra y víctimas de bombardeos. Roselyn, sin embargo, decidió intentar acceder a una oferta de empleo de la Biblioteca Bodleiana de la universidad de Oxford, la segunda mayor del país y con carácter de investigación, un puesto como ayudante del conservador jefe que había quedado vacante debido a que su anterior empleado había tenido que acudir a la guerra. Se estaba tratando de encontrar alguien cualificado entre mutilados de guerra y hombres de avanzada edad, gente que estuviera exenta de acudir al frente. Sin embargo, Roselyn obtuvo el beneplácito de su abuelo para acudir a las entrevistas y tratar de demostrar que era merecedora de hacerse cargo de la tarea. Los rectores de la Universidad se sintieron muy sorprendidos al verla aparecer en la entrevista, y se mostraron claramente reacios. Sin embargo, tuvieron que reconocer las aptitudes de la joven, su cuidada educación y predisposición. Finalmente, le concedieron el prestigioso puesto.

Despidiéndose dolorosamente de Jeshua, se trasladó a Oxford, donde su abuelo dispuso para ella una residencia adecuada a su estatus, con servicio de confianza. Incluso quiso que Geoffrey se trasladase con ella para que la cuidase. Él mismo acudía regularmente a visitarla, aunque eran estancias cortas de apenas unos días, cada pocos meses. Su trabajo marchaba correctamente, para satisfacción de Allen Brown, el conservador, quien era bastante reticente en un principio a su incorporación pero finalmente terminó satisfecho con la labor de Roselyn. También tuvo, incluso, tiempo para dedicar a la vida social. Allí en Oxford se encontraba viviendo un primo segundo por parte de su madre, Thomas Fernsby, tan sólo un par de años mayor que ella. Thomas la visitaba con frecuencia, y la acompañaba a eventos sociales al menos una vez por semana. Era una relación que Geoffrey veía con ojo crítico, sospechando que Thomas albergaba hacia Roselyn sentimientos que iban más lejos que la simple amistad y relación familiar. Sin embargo, si así era el joven nunca dio un paso para evidenciarlo y declarar tales intenciones.

Un día, tuvo lugar un desagradable suceso de lo más extraño, del que se negó a hablar con nadie. Salió de trabajar en la biblioteca bastante tarde, entrada la noche. De camino a casa, se cruzó con un grupo de jóvenes reclutas que partían al frente al día siguiente, y estaban celebrándolo. Habían bebido, y perdían las formas con facilidad. Roselyn trató de evitarlos, pero algo en ella llamó su atención, e insistieron en acompañarla. Pese a sus negativas, así lo hicieron, tomándose con ella demasiadas confianzas, hasta que en una zona poco iluminada la arrastraron por la fuerza hasta un callejón. Por supuesto, Roselyn trató de resistirse, luchó, pataleó, intentó gritar y zafarse de ellos, pero eran fuertes y la sujetaron y taparon la boca, dispuestos a divertirse y disfrutar a costa de ella y de su honra. Alguien apareció en aquella oscuridad, un hombre cuyo rostro no logró apenas distinguir. Se produjo un enfrentamiento, antes de cuyo final la joven perdió el conocimiento por la impresión. Despertó a la mañana siguiente en su cuarto, y Geoffrey le explicó que llegó en un carruaje enviado por un caballero anónimo que impidió que la agresión pasase de algunas contusiones. Desde aquella noche, Roselyn no fue capaz de ver a un militar uniformado sin recordar con horror lo que sucediera aquella noche.

Finalmente, la Gran Guerra llegó a su fin, con gran celebración y festejo. Roselyn se alegró enormemente por ello, pero el fin de la guerra le trajo también malas noticias. El ayudante del conservador, que había acudido al frente, regresaba a casa. La universidad había decidido que el puesto le pertenecía a él por derecho, de modo que Roselyn debía abandonar su cargo. Tras un periodo en que intentó encontrar otro puesto similar, hizo las maletas y regresó a Sheffield, a la mansión Pemberton.

La ciudad estaba en reconstrucción, habiendo sufrido los estragos de la guerra de forma especialmente cruenta. Quien más se alegró de su regreso, por supuesto, fue Jeshua, quien la recibió con los brazos abiertos. Tras un breve periodo de descanso, Roselyn decidió hacer algo en la ayuda a la reconstrucción de la ciudad y su retorno a la prosperidad. Para ello, inició una campaña para la construcción de una biblioteca en la localidad, de acceso público. Aquella idea hizo que el movimiento sufragista se fijase en ella, siendo la comisión dirigente del movimiento, y sobre todo su presidenta Caren Matthews, recibida en la mansión Pemberton en numerosas ocasiones. Eran tardes de té y debate, compartiendo impresiones acerca del mundo, la situación política y social, y el papel de la mujer en todo ello. Las cosas habían cambiado con la guerra, la mujer había demostrado que podía ejercer funciones hasta entonces reservadas a los hombres, y era el momento de exigir también derechos que hasta entonces únicamente tenían ellos. Sin embargo, Roselyn no tenía interés en unirse a la causa de forma activa, ofreciéndose únicamente para prestarles apoyos puntuales. No poseía un espíritu tan sumamente reivindicativo.

En poco tiempo, recibió dos nuevas sorpresas. Por un lado, su primo Thomas se trasladó a Sheffield, aceptando un empleo en una rotativa local como periodista. Aquello acrecentó las sospechas de Geoffrey, quien se las trasladó a Jeshua. El abuelo de Roselyn no aprobaba tal relación, de producirse. En segundo lugar, apareció un misterioso benefactor en apoyo de la causa de la biblioteca, ofreciendo un extenso fondo bibliográfico y una donación de fondos muy generosa. Se trataba de Jacob Burberry, un hombre de negocios que había afincado buena parte de sus inversiones en Sheffield algunos años atrás, aunque sólo se había trasladado allí personalmente en tiempos recientes.

El señor Burberry se convirtió pronto en una de las amistades más frecuentadas por Roselyn. No sólo compartían el deseo de extender la cultura, sino que eran amantes de las mismas materias de lectura. Lejos de centrarse en cuestiones artísticas, disfrutaban del conocimiento, de su adquisición y conservación. Así fue que comenzaron a pasar más y más tiempo juntos, despertando en Roselyn un sentimiento de dependencia hacia aquel hombre. Tal era el caso, que una noche terminó por confesarle sus sentimientos, el afecto que sentía hacia él, el amor que creía sentir. Sin embargo, Jacob se burló de aquella idea, confesándole la cruenta realidad. Roselyn había estado recibiendo pequeñas cantidades de la sangre de aquel hombre en sus bebidas, durante cada encuentro de ambos, estando ya supeditada a su voluntad. Con horror, Roselyn conoció de la existencia del mundo vampírico del que ya formaba parte, cuando Jacob se abrió una herida en la muñeca y la joven pudo sentir la impotencia de no poder resistirse a acudir a beber de aquel manantial de vida eterna. Estaba atrapada, sujeta a la voluntad de su amo, y sin embargo, no le importó. Jacob Burberry le ofreció entregarle el don de la vida eterna si le servía bien, y aquella esperanza fue suficiente para ella. Una eternidad de estudio y conocimiento... ¿Acaso no valía el precio a pagar?

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23/10/2017, 19:59
Narradora

Genial la historia ^__^ pero tengo algunas preguntas:

- Mañana iba a empezar a redactar los inicios de los prólogos en ratos perdidos para intentar ajustarme lo máximo al calendario que marqué. Puesto que los abrazos deben ocurrir durante la guerra que es cuando hay falta de control por parte del Príncipe los demás prólogos tendrán lugar en 1918. 

En tu caso, la historia se ha adelantado a ese momento, y por lo que veo ibas a llevar poco tiempo de ghoul al empezar la partida (1919). 

¿quieres que tu prólogo también sea un abrazo. Ascender de ghoul a vampiro? ¿o prefieres que sea un capítulo de tu vida que conducirá al inicio de la partida en común sin dejar de ser ghoul?

- ¿Tienes imágenes de los pnjs mencionados o las busco yo misma?

- ¿Qué edad tiene el pj?

- ¿cuales son sus géneros favoritos de lectura? 

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23/10/2017, 20:09
Roselyn Pemberton

Uish, no me había dado cuenta de ese detalle, y como verás realmente la historia está pensada para pasar a ser ghoul al fin de la guerra. Fallo mío. 

Y como el fallo es mío, lo justo es apechugar con él. Lo más lógico sería que comience la historia como ghoul, o sea que el prólogo sea un capítulo de mi vida que lleve al inicio de la partida aún como ghoul. Y si recibiera el abrazo más tarde, ya con la partida común en juego y más tarde que los demás, pues bienvenido sea.

Tengo imágenes de casi todos los pnjs, creo. No los puedo poner ahora porque estoy en el curro desde el móvil, pero el abuelo sería Anthony Hopkins en su papel en The Wolfman; el domitor sería Jonathan Rhys-Meyers en la serie de Drácula; el primo con pretensiones sería Oliver Jackson-Cohen, de la misma serie. Geofrey no se que actor es, tengo la foto descargada en casa, creo que es un actor de Downtoun Abbey. Creo que tenía algún pnj más por ahí. Te lo confirmo mañana por la mañana cuando deje al peque en el cole :P

La edad... buena pregunta, siempre soy muy indeciso con estas cosas cuando implica una formación extensa. Me pega que tenga alrededor de 25 años, pero no sé si es muy joven para haber recibido una formación académica extensa (para la época) y haber trabajado unos años en la biblioteca. ¿Tú cómo lo ves? ¿Le ponemos alguno más?

Su lectura favorita sería historia, supongo, seguida de la filología y la ciencia, y recientemente por indicación de su domitor el ocultismo y la mitología.

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24/10/2017, 09:37
Roselyn Pemberton

 

Personalidades en la vida de Roselyn Pemberton

 

Barón Jeshua Pemberton (abuelo)

Anthony Hopkins (The Wolfman)

Geoffrey (Mayordomo)

Jim Carter (serie Downton Abbey)

Thomas Fernsby (pariente lejano)

Oliver Jackson-Cohen (serie Drácula)

Caren Matthews

Carey Mulligan (Las Sufragistas)

Jacob Burberry

Jonathan Rhys-Meyers (serie Drácula)

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24/10/2017, 15:22
Roselyn Pemberton

Se me olvidó decirte que la ficha estaba acabada, a excepción de dos aclaraciones:

1- Las puntuaciones que he puesto se corresponden a la creación de personaje vampiro. No has dicho nada de empezar con puntuaciones más bajas por ser un mortal. ¿Es correcto así?

2- A pesar de ser un ghoul, no le he puesto disciplinas. Tampoco tengo muy claro, en caso de ponerle, cuántos puntos serían o cuáles podrían ser. Todo eso queda a tu criterio.

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24/10/2017, 19:39
Narradora

Gracias por los pnjs ¡están geniales!

La edad me parece bien, aunque yo no temería subirla a 30 años.

Te escribo desde el móvil que no me deja ver la ficha pero la revisaré pronto. Te pondré las disciplinas y borras las que no quieras.

Tan pronto pueda (y nunca más tarde que mañana) te inicio partida.

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24/10/2017, 19:48
Roselyn Pemberton

Pues lo dejamos en 28, ni para ti ni para mí :P

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30/10/2017, 20:07
Roselyn Pemberton

Especialidades añadidas ^^

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24/11/2017, 18:02
Narradora

Se me olvidó comentarte que Roselyn puede tener puntos gastados en potencia. Lo digo por si no se los pusiste por prudencia pero los quieres, siéntete libre de colocarlos, ya sea modificando la ficha, ya sea con gratuitos no gastados o esperando al reparto de experiencia. 

Y hablando de experiencia, te avanzo un 1 px por la magnifica interpretación del personaje que estás llevando.

Cargando editor
24/11/2017, 18:11
Roselyn Pemberton

Vaya, gracias por el px y, sobre todo, por la valoración ^^

Respecto a Potencia, tengo la ficha ya montada y no creo que me sobre nada, así que al menos hasta tener px para ello no me veo invirtiendo en tener Potencia de momento :)