Partida Rol por web

Campanas de sangre

Escena privada Khat

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11/10/2017, 10:57
Narradora

Bienvenida

 

Esta escena es tuya para que hagas lo que quieras.

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Tu historia que irá en esta escena.

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Una descripción psicológica que puedes guardarla aquí para que sea secreta o en la pestaña correspondiente.

La Ficha. Con la descripción correspondiente de los trasfondos elegidos.

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14/10/2017, 23:45
Ambrose Cayden

Ambrose Cayden nació en 1889 fruto del pecado en el sótano de un convento-orfanato.
Aubrey dio a luz tras seis meses de clausura en una celda de penitencia y el pequeño fue separado de su madre de inmediato para ser trasladado al lado de otros niños sin padres conocidos.
A Aubrey solo se le permitía verle en las horas para amamantar y lo hacía junto a otros dos bebés de los que se le impuso ser nodriza. Así, Ambrose creció al lado de su madre pero sin madre.
Se empapó de las formas cristianas y quedó marcado con el amor por el prójimo de las escrituras a pesar de tener poco ejemplo entre las monjas. Fue también durante sus cuatro años en el orfanato cuando se sembró y germinó la semilla que su temor al otro plano.
Owen y Priscilla, los otros bebés amamantados por Aubrey, fueron como verdaderos hermanos para él y a los cuatro años cuando Harvey se presentó al convento para decirle que a partir de aquel momento sería el padre que debería haber tenido, Ambrose no se imaginaba ni de lejos lo adecuadas que habían sido aquellas palabras. Su pena por dejar a sus hermanos era solo comparable a su propia felicidad por la oportunidad de tener una familia y aunque se prometieron no olvidarse nunca y verse cada mes, Ambrose solo pudo cumplir la primera parte.
No volvió a ver a Owen hasta doce años más tarde al partir a la Gran Guerra; a Priscilla, sin embargo, la había encontrado en tres ocasiones antes de retomar el contacto regular a los veinticuatro años por el día de su boda.
Cuando Ambrose llegó a su nueva familia lo primero que le dieron fue un nombre nuevo, Frederik, y a continuación empezó una lista de miriadas condiciones para permanecer en la familia que se reducían a ser, decir y hacer exactamente lo que Laurent, su madre, mandaba.
Los Cayden se apartaron de la sociedad durante un año, en el que pusieron como excusa la recuperación de Frederik de una grave y contagiosa enfermedad que había dejado su salud tan delicada que era mejor no perturbarlo. La mayoría de los conocidos sabían que el verdadero Frederik había estado en cama la semana anterior a que Ambrose fuese adoptado, sin embargo, lo que desconocían era que la paciencia de Laurent se había agotado al ver su sueño interrumpido constantemente durante tres días y había decidido amortiguar los llantos de dolor y las toses de su hijo con un cojín que apretó contra su rostro hasta que se calló.
Y ese era el crimen que Ambrose debía cubrir y ocultar, tomando la posición del anterior hijo de los Cayden. Aunque a él no se le dijo más que la enfermedad había acabado con la vida del pequeño Fred y que si su madre les confundía era por la pena, el luto y el gran parecido entre ellos. Y con el tiempo, Ambrose se acostumbró a responder por el nombre de Frederik y a comprender que no podía acusar mayor daño a su buena madre que recordarle que no era Fred.
Ambrose tampoco sabía que su parecido con parecido con Frederik no era mera casualidad y que Harvey le había elegido por tener sus propios genes ya que a esa edad, los niños cambian mucho de un año para otro y no necesitaba más que un hermano para que el "timo social" fuera perfecto.
No fue difícil acostumbrarse a tener una habitación propia, ropa nueva y de su talla, zapatos cómodos y juguetes. No fue difícil sentirse seguro en un hogar en el que las camas son a prueba de monstruos y los los armarios contienen más libros que fantasmas. Pero le resultó siempre difícil mirar la puerta del sótano sin estremecerse.
Fue escolarizado, educado en correctas formas y amado. Pocas veces tomaba decisiones pues Laurent se encargaba de hacerlo por él, y el camino que ella había trazado para su hijo Frederik condujo los pasos de Ambrose hasta la universidad para aprender medicina.
Laurent tenía gran interés en que su hijo fuera médico debido a la lesión de su espalda que la obligaba a estar siempre sentada y le hacía perder sus piernas con la cruel lentitud del día a día.
Fue como aprendiz del doctor Phon cuando empezó a entender la importancia de la crítica, de observar y deducir. Entendió que el criterio de un hombre podía salvar la vida de otro y encontró las cosquillas en su garganta para usar su voz. También fue en ese mismo hospital dónde se reencontró con Priscilla. Ella tenía dieciocho años y apenas quedaba algo de la chica que había sido más allá de sus pómulos y ojos pero aun con el rostro descompuesto, Ambrose la hubiese reconocido y de igual manera ella le reconoció pero no intercambiaron más que una mirada con demasiada historia detrás para ser contada en un hospital dónde sonreír podía ser una ofensa.
Hablaron largo y tendido en más oportuno lugar y descubrió que Priscilla se había creado una vida por sí misma, había abandonado el convento y ahora era taquigrafa de un tipo llamado Victor Ribon con el que parecía realmente encariñada.
Años después, al esclatar la guerra, Frederik se presentó a medico de campaña contra los deseos de su madre conmovido por la cantidad de cadàvers que entraban a la universidad para las clases de anatomía y forense.
Fue entonces cuando decidió encontrar a Owen creyendo que no podría descansar si algo le pasaba en el frente y no se había despedido. Tardó casi un año entero en dar con él pero consiguió localizarle en una fabrica de puros en la que trabajaba machacando hojas.
Owen también estaba pendiente de ser llamado para luchar por su Rey, y el sentimiento patriota que vibraba en su pecho era tan fuerte que Frederik ni tan solo cayó en la cuenta de la injusticia que se cometía ante sus ojos con cada uno de esos hombres y familias de La Fabrica que acabrían empuñando un arma quisieran o no, mientras Laurent podía librar a su hijo de la suerte de soldado con una simple contribución económica. O jugando la carta del exilio a Francia.
Fue el tiempo en el campo el que enseñó a Frederik de injusticias, inhumanidad y brutalidad. Fue la guerra la que convirtió el cosquilleo de su garganta en una fogata interna. La guerra y una mujer llamada Annabelle.
Ella era la enfermera más competente, fuerte, tenaz y bella que jamás había visto en su vida. Conversando con ella cultivo su filosofía social, conoció en sus carnes el amor del que hablaba Priscilla y juro que no había mayor cielo que morir en sus brazos.
Abandonó el frente un año antes de que terminara la guerra ante las noticias de que la enfermedad de su madre había empeorado pero por más que intentó curarla, nada conseguía hacerla mejorar, ni lograba casar los síntomas y dolencias con una enfermedad conocida. El mal estaba en las invenciones de Laurent para tenerlo en casa.
Aun a salvo de las balas, Frederik, se buscó más problemas de los que su apellido quería tener algo que ver en protestas y huelgas en lucha por los derechos laborales. Pasó dos noches en la cárcel y se confesó por el mal que le hacía a su madre con la Hermana Aubrey como tenía costumbre.
Cuando la guerra acabó, Laurent fue milagrosamente curada por una imposición de manos y él pudo correr a París en busca de Annabelle. Pero no fue allí donde la encontró, sino de vuelta a Sheffield.
Fue entonces cuando ella le entregó aquel cielo que él había imaginado. Murió y renació en sus brazos. Y aunque perdió el sentimiento que le he había llevado a la plenitud encontró en la sangre el consuelo por esa pérdida y el vigor por su lucha.
Su vida cambió aquella noche y la siguiente creyó conveniente apartarse de sus familiares y para ello se presentó como casado, con mil disculpas por el modo en el que lo había hecho e historias adulcuradas de amor y locura. Prometió no dejar de pasar por casa como había prometido veintiséis años atrás que no pasaría un solo primer domingo de mes sin ver a Owen y a Priscilla.

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15/10/2017, 11:12
Narradora

Como hablamos, cuando termine el abrazo de los otros jugadores, te aviso.

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07/05/2018, 16:05
Ambrose Cayden
Sólo para el director

Notas de juego