Partida Rol por web

Bien, un par de chivos expiatorios a los que cargarles el asesinato de Ortneg. Terl dispara sin dudarlo contra el que ha hablado primero. El disparo impacta directamente en su cabeza, cayendo fulminado al instante.

Terl sale de la oscuridad, con su pistola aún humeante, apuntando con ella al otro operario de mantenimiento. Efectivamente, ese Terl es todo un cabronazo. Ahora será mejor que me digas que es eso que habéis sacado de la nave y que culpa tenía Ortneg para ser asesinado.

Y mejor que sea rápido, ya has visto que no soy un psycho demasiado paciente.

Otros dos psyclos vienen desde la cúpula.

Venga ¿que hacéis? vamos a tomar unas copas, les gritan a los que están con la pieza del motor.

Pronto los dos primeros cogen la pieza entre los dos y se la llevan a los que han llegado.

Falta, poner la nueva válvula de escape.

El primero que habló le contesta con algo de enfado.

Ese Ortneg, Como todos estos chupatintas, no ha venido. Malditos burócratas. Si nosotros a currar y ellos a vivir.

Justo cuando Terl sale de la oscuridad. Los otros dos operarios entran en el campo de visión de éste.

Los operarios levantan las manos, y el primero que habló le dice muy enfadado al otro.

Ya te dije, que no dijeras nada, que hay cámaras, imbécil.

Los otros se acercan con cautela.

¿Qué ocurre?¿qué habéis hecho?

El que ha hablado de mandar algo a sus hermanos habla con mucho miedo.

Hemos sacado un motor de impuls averiado... Nos enviaron la avería con mucha urgencia, por eso hemos venido, ya estamos fuera de turno.

Parece recapacitar lo que Terl les ha dicho.

Ortneg, ¿asesinado? Él nos mandó el aviso. ¿Qué ha ocurrido?

El intercomunicador de Terl suena ruidosamente.

Es una llamada del planeta madre. Sólo en el despacho se puede contestar.

Dando una palmada sobre el hombro de kerr a la vez que hago un gesto con la cabeza

rápido, que con todo esta mierda llegamos tarde a la cita con Ortneg

Los dos psyclo avanzan a grandes zancadas hacia el angar de salidas de lanzaderas. Pero está lejos. La hora del toque de queda nocturno se aproxima y Terl es muy estricto con eso...

¡Vamos Schyferr! El maldito Terl es un gilipollas de mucho cuidado, esperemos que no se ponga muy estricto con nuestra tardanza.

Kerr acelera el paso, moviendo los hombros de esa manera indigna en que corren los psychos.

Venga, vamos, aunque antes deberíamos de pasar a ver a Ortneg y quedar con él en algún sitio ¿no te parece? digo mientras sigo a Kerr

Si nos ven hablando con Ortneg, pase lo que acabe pasando, pueden verlo como una conspiración. Ortneg nos dijo que nos buscaría; es mejor dejar que nos encuentre. Aunque si crees que debemos de buscarlo, iré contigo.

De repente frunzo el ceño, meneando la cabeza en señal de negación
¿no habíamos quedado con él? es más, con la rata escurridiza esa nos hemos retrasado una hora, más o menos

Maldita sea. Que oportuno. Terl piensa un poco sobre la situación antes de proseguir.

Bien, coged ese cacharro y acompañadme a mi despacho, deprisa. Vosotros dos, dice dirigiéndose a los que acaban de entrar, venís con nosotros. Estos psycho han asesinado a Ortneg, así que tened cuidado ¡Vamos!

Los dos que venían se quedan asombrados.

¿Klag y Sundug?¿Asesinos? No puede ser.- Dice uno de ellos.- Si son de lo más torpes y flojuchos.

Aún así te acompañan, los dos detenidos delante y los otros a tu lado, vigilando a los presuntos criminales.

Los dos Psyclos prosiguen por el borde de la cúpula. Hacia la entrada de esta o hacia el angar, aún no han decidido bien que hacer...