Partida Rol por web

Justina, Maricarmen y Maripili. Consejo de arpías. Así es como os llamaban a las tres algunos de los jóvenes de vuestro club de petanca. Fueron muchos años compartiendo ratos juntas, en el supermercado, en la plaza, en la Asociaciación de la Tercera Edad... Erais amigas inseparables, de esas que se ponen buena cara y se insultan por la espalda. Pero ay del que intentase hacer lo propio y meterse con alguna de vosotras. Ese sufriría vuestro escarnio eterno. Cuando finalmente Maripili falleció os sentisteis vacías. Como si os faltase uno de vuestros mosqueteros.

Pero por suerte había alguien a quien podríais adoptar como vuestro D'Artagnan. El marido de Maripili se quedó viudo y solo. Vosotras necesitabais llenar su hueco y no había nadie mejor que la persona que mejor la conocía después de vosotras. Así fue como Hipólito empezó a formar parte del Consejo. Aunque desde su llegada os habéis planteado cambiarle el nombre. ¿Consejo de la tercera edad? ¿Consejo de sabios? Es una difícil decisión. 

Finalmente os habéis hecho amigos inseparables, aunque probablemente nunca lo reconoceríais en voz alta. Las horas compartiendo marujeos detrás de la zona de los carritos del Mercadona son inolvidables y a día de hoy estáis unidos contra cualquiera que intente meterse con  uno de vosotros. Y por supuesto que os defenderéis si cualquiera trata de echaros de algún sitio.

Entre los tres os protegéis de las órdenes de alejamiento y si los infiltrados tratan de acercarse a vosotros por la noche, los espantaréis. Pero si uno de vosotros es elegido para ser expulsado por votación popular no podréis hacer nada y os iréis fuera los tres. Así es la amistad: estáis juntos en esto, para lo bueno y para lo malo.

El trío de la segunda juventud.. habrá que tener cuidado! :O

Os acomodáis para pasar la noche los tres juntos cerca de una caja y armados con todas las verduras que os han sobrado del puchero. Y empezáis a dormir por turnos, protegiéndoos los unos a los otros.

La noche es silenciosa en el Mercadona de la calle Prosperidad, tan sólo el sonido de alguna gota despistada cayendo de alguna estantería rompe el silencio que os rodea. Y en medio de la tranquilidad de repente veis una figura con un papel en la mano, escondiéndose entre las sombras y dirigiéndose hacia vosotros, con la mirada puesta en Justina. 

Ni corto ni perezoso Hipólito coge una cebolla y se la lanza a la cabeza al intruso, con tan buena puntería que le da en toda la cabeza. Los tres chocáis las manos y os preparáis para defender vuestra trinchera como ninguno de esos jovenzuelos modernos podría hacerlo. Una buena lluvia de verduras espanta a esa persona que se acercaba con malas intenciones y tras un rato, podéis volver a dormir, satisfechos con el trabajo cumplido.

Las verduras son nuestras amigas

¡A Justina la han atacado, y esto no lo podemos permitir!

Buen trabajo! Esos polluelos no saben con quien están tratando. Justina estaba especialmente enérgica esa mañana. Le había sentado bien tirar fruta mojada al personal. No pueden salirse con la suya, mantener los ojos bien abiertos y las gafas bien puestas. Sobre todo tú, Maricarmen, deja de mirar de una vez en la fecha de caducidad o nos vamos a tener que buscar otro super.

sacó su enorme bolso de Carolina la Guerrera y sacó un juego de petanca. Lo tenía guardado para estrenarlo en el parque, pero puede que nos pueda servir. Tal vez la próxima hagamos un chichón al atacante y así podamos reconocerlo.

-Yo traigo el rodillo de amasar. .¡Les daremos una buena, si vuelven!

-Señoras creen que Vladimir puede ser el infiltrado? Demasiado obvio...no se... Dijo Hipólito sacando una pipa de su gran abrigo multibolsillos. No se no se...¿Que me dicen del seta? Se ha rumoreado que estuvo rondando por la noche tambien.

-Aunque quien sabe... los acusadores pueden ser culpables desviando la atencion.. Dijo tomando una actitud detectivesca.

-lo del seta no lo he oído, pero lo de Vladimir.. No sé qué pensar. Hay muchas lenguas maledicentes. Es posible que Asuncion pueda ver cosas de noche, siendo así su información sería cierta. Pero también puede ser que mienta e intente desviar la antención. Pero claro, muchas cosas coinciden. Nosotros nunca dijimos que Justina fue atacada, y ella lo sabía. Así que por esta vez yo la creeré. Cambio mi sospecha de Manuel a Vladimir

Abuelos, por favor, os tengo dicho que no toméis alimentos caducados, que luego os afecta al cerebro. Justina estaba indignada. Lo del seta lo ha dicho el criajo y puede ser importante. La gorda asunción y el ruso borracho se acusan entre ellos, pero no sabemos cual de los dos dice la verdad... Aunque ella ha sido la primera en acusarlo. Tal vez porque sabía que algo raro había pasado...

Aquello era muy raro y no le gustaba nada. Quería vengarse de quien sea que le hubiese intentado poner las manos encima, pero no estaba segura de quien era. Tenía que marujear más...

-Mejor escuchar y sospechar. Ya pongo el radar en modo ON, y a ver quién se acusa.