Partida Rol por web

- Yo... estoy con Don Antonio, caballeros. Creo que las mazmorras son el último sitio donde la inquisición espera encontrarnos.

Gabrielle caminó hasta posicionarse al lado del médico, haciendo así más fuerte su postura para intentar convencer a los demás.

- No digo que sea arriesgado... pero quizá...
Gabrielle no sabía muy bien como argumentarlo, más bien, no estaba segura de si se convencía a si misma. Solo tenía una corazonada... como cuando se le ocurrió salvar a esa mujer...

Se acerca hasta el ventanal y afianza la cuerda de telas y sabanas que ha ido costruyendo mientras rebusca donde amarrarlas luego mira a Armand.

- Yo no ire con ustedes... asi que Armad, os toca decidir.

Ata bien el amasijo a la cama y tira de ello un par de veces, no habra mas de cuatro o cinco metros en ella pero parece consistente.

Yo ... voy con Gabrielle y el Doctor. Han sido mi esperanza estos dias y no quiero ser un fugitivo toda mi vida... ademas, hay sangre que debe ser derramada antes de irme de este mundo. Os seguire alla donde vayais.

- Es vuestra decisión Gerard. Quizás un hombre solo alcance a donde varios no podrían llegar. Os deseo suerte, y si lo deseáis y la fortuna nos acompaña a nosotros también nos encontraremos en el puente de Alcántara al caer el sol. Si tras dos días no tenéis nuevas de nosotros, dadnos por perdidos.

Me acerco a la ventana, donde Gerard busca un lugar donde amarrar su recién tejida soga: - Permitidme. Así os alcanzará para más y el asidero será fuerte. - Le sonrio afablemente - Procurad no caer sobre vuestra cabeza.

Gerald comienza su descenso con un silencioso saludo al resto que ya os preparais para salir de la sala con temor de asomaros para comprobar el estado o la suerte del hombre que ya no se encuentra con vosotros y que porta la daga con el extraño grabado.

Tras un momento de silencio en el que ois el lejano silbido de Gerald indicando que todo ha ido bien os disponeis a abrir la puerta y seguir con vuestra actuacion cuando escuchais en el exterior el ruido de disparos y los gritos de alarma... parece que se ha iniciado la persecucion...

- Caballeros, es la hora de los valientes. - Gabrielle tomó los utensilios que Don Antonio le había sugerido y empezo a arreglarse sus vestiduras para marchar. Cuando se supo bien preparada se acercó a la puerta y la entreabrió para otear al exterior.

Esperó que la zona se calmara un poco antes de avisar a los otros dos hombres...
- Vamos...

Desenvaino mi acero antes de salir con Gabrielle. Es completamente impropio para un arma como esta, pero el guardia debe morir deprisa, antes que de la voz de alarma.

- Armand, si no mato al guardia del primer golpe haced por inmovilizarle. No debe sobrevivir al segundo.

- Esperad don Antonio. Vos aun teneis una oportunidad de salir indemnes de esta. No dejaré que os mancheis las manos de sangre. Gabrielle tomo un bisturi de entre el equipo médico, era lo que mas se parecia a los puñales que estaba acostumbrada a manejar.

- Ire a por su garganta, si no lo consigo, acaben el trabajo.

Gabrielle se deslizó por el pasillo como una sombra, con años de práctica en las calles avalando cada uno de sus cuidados movimientos. Se puso a la espalda del guardia, el movimiento debía ser rápido y letal. Lo agarró tapando su boca mientras el bisturi buscaba lacerar su garganta...

Gabrielle entreabre la puerta mostrando sus dotes como "sombra sigilosa" o aliviabolsas ajenas. El guardia parece encontrarse demasiado pegado a la puerta pero aun asi la mujer consigue no ser escuchada hasta el mismo momento en que se abalanza sobre el soldado que, pese al tamaño, muere degollado entre estertores sanguinolentos sin poder gritar "esta boca es mia".

El pasillo exterior que se mueve por todas las habitaciones de invitados en este piso superior parece estar limpio y no se ha alertado nadie de vuestro acto por lo que, por ahora, estais a salvo.

- Impresionante. Salgo de la habitación pasando al lado de la joven rebanadora de gaznates y hago gesto de recoger el cadáver aún caliente del suelo. - ¿Armand, os sería incómodo interpretar el papel de guardia como acordamos antes? Entremos el cuerpo para que no pueda ser visto.

- No es algo de lo que debiera vanagloriarme... - Dijo Gabrielle sombría mientras con la manga se apartaba el pelo de la cara, con cuidado para no mancharse con la sangre del guardia. Tomo un paño de entre el instrumental de Don Antonio y se limpio las manos como pudo.

- Salgamos rapido de aqui, tanta sangre no pasara desapercibida.

Sin ningun problema mi buen doctor. digo mientras recojo el cuerpo para esconderlo.

Introducis el cuerpo del guardia con rapidez en la sala y Armand toma parte de sus ropajes no manchados de sangre para interpretar su comedido papel mientras el resto esperais no haber llamado demasiado la atencion y que los guardias tarden en acercarse a ver que ha ocurrido... sin embargo la dama fortuna, esquiva y con la moral distraida, hace que veais desde vuestro escondite como dos guardias, de ronda, comienzan a acercarse a la puerta alertados por la falta de su compañero.

- Es el momento de comprobar si nuestra argucia nos será útil Armand.- Le digo con la espada en la mano mientras me preparo tras la puerta.- Decidles que entrásteis a comprobar que me hallaba bien, pero que solo se trataba de un mal suelo. Gabrielle y yo esperaremos aquí por si no surtiera efecto la treta. Acordaos de que queden ellos frente a la puerta y no vos, por lo que pudiera ocurrir.

Habiendose pronunciado Don Antonio, Gabrielle se retiró de nuevo al interior de la estancia a la espera de la interpretación de Armand. Sus pensamientos deambulaban con Gerald, y se preguntaba que suerte había tenido en su huida...

Me acerco a los guardias que vienen hacia nosotros fingiendo toser.
Forzando un poco la voz les digo.
Cof cof, compañeros,siento haberos preocupado. Fui a visitar al Doctor por si podia hacer algo por mi mal estado,pero dice que de momento nada puede hacerse... coooof cof hago mientras escupo y me llevo la mano a la boca para quitarme la saliva.
No os preocupeis por mi, cualquier peligro avisare

Armand sale al exterior mientras Gabrielle y Antonio permanecen en el interior aunque la voz de su compañero llega hasta ellos nitida y rapidamente se les une la de los dos guardias recien llegados que parecen sorprendidos y reticentes en un primer momento.

Ambos guardias llegan de forma apresurada con sus manos en sus hierros y al ver salir a Armand ataviado parecen detenerse a una cierta distancia escuchando con precaucion las palabras de su "compañero".

- Creiamos que habia ocurrido algo aunque creo que no hay nada que temer dado que se ha visto huir a los cautivos por el bosque este que linda con el castillo.

- No te creas - dice el otro mirando desde lejos con desconfianza - creo que los vigias aun dudan del lugar por el que lograron salir de la fortaleza pero sin duda fue de una de las habitaciones de este ala. Por cierto, pense que era Francisco el que se habia quedado aqui...

El reticente se acerca hacia Armand para hablar mas propiamente mientras su compañero se mantiene a unos tres metros de ambos en frente de la puerta de la habitacion, quedando su espalda casi pegada al balcon que da al patio interior.

Me pidio que viniese yo... algo tendria que hacer el muy bribon digo mientras toso y escupo un gran pedazo de saliva. Tened cuidado, tal vez sea contagioso... ¡¡¡¡¡¡COOOOOOOOOOFFFF!!!!!! casi grito girandome entero del "dolor".
¿A que hora me hareis el relevo? Como siga asi no aguantare mucho...

- De... deberias cuidarte eso... - uno de los guardias se aparta un tanto alarmado mientras el otro mira a Armand con cara de asco.

- Bueno, continua y en media hora vendremos a relevarte ademas de que vamos a revisar las habitaciones nuevamente para ver por donde coño han huido y si el medicucho conocia algo de ello. De todas formas tampoco hay que preocuparse dado que a estas alturas ya estaran muertos...

Se alejan de la entrada despidiendose de Armand aunque cuchicheando entre ellos, sin duda alarmados por la mala salud de su "compañero".