Partida Rol por web

Tras un día de viaje, os sentís relativamente tranquilos: no parece que os siga ningún barco, tenéis comida y agua suficiente gracias a la magia, y os impulsa buen viento. No obstante según la carta náutica pronto pasaréis por las ISLAS DE MALVIENTO. Debéis elegir entre:

a- girar hacia mar abierto (al oeste) y luego volver a seguir la costa. La ruta más larga.

b- pegaros el máximo a la costa y pasar dejando las islas al este. La opción más corta.

c- Pasar entre las islas y/o deteneros allí a estirar las piernas o buscar suministros.

Miro a mis compañeros que están en cubierta.

Que hacemos ahora muchachos? Las Islas de Malviento no deberían ser mayor problema. En Islaconde, la mayor, hay una aldea de pescadores y algunas ruinas en las que se pueden encontrar viejos tesoros. No creo que tengan problemas con nosotros. Asumo que el bote podría pasar entre el archipiélago. Pero el capitán sabrá mejor.

Digo asintiendo hacia Anuruk-te
 

Viejos tesoros eh? Suena interesante, pero no sé si disponemos del tiempo como para dar rodeos, así que os dejo que decidáis, confio en vuestro juicio.

Ulfgar parece algo cabizbajo y meditabundo ahora que parecen lejos de un peligro inmediato. De tanto en tanto alza la cabeza hacia los cielos mientras se lleva la mano al pecho, sacude la cabeza y suspira. Cuando es su turno de darle a los remos casi parece un zombie.

Lev habia permanecido la mayor parte del tiempo al timon. Ya una vez en alta mar, habian atrapado una corriente de aire y lejos habian dejado a cualquier perseguidor. Y mucho le habia sorprendido lo que habia cambiado todo en un dia, lo cual por momentos lo abrumaba, y si no fuera por la briza marina, la tranquilidad que le proporcionaba la firmesa de la madera tan conocida del timon de su barco, y el tener de tanto en tanto a Zarpa pasandose entre sus piernas. 

El colmo seria cuando Varinia intentara lo mismo, cosa que casi tira al suelo al druida. El mar estaba calmo, y podia por un rato dejar el timon trabado y asegurado, para hablar con el resto. Tal vez deberia luego delegar la tarea a alguien para poder descansar, estaba exhausto.

Una vez dejo el timon, tomo su botella de vino acostumbrada, y se acerco al resto, sentandose encima de un barril, descorchando su vino y tomando un buen trago.

-Bien tripulacion, se que aun estamos cansado, y lo mejor sera descansar por turnos, se que es atractiva la idea de parar en el pueblo, pero aun tenemos la mision de rescatar a mi hermana de los esclavistas, ademas debemos tener cuidado de donde nos dejamos ver, ahora somos buscados, algunos por ser claros creyentes de la ahora diosa prohibida- Dijo mirando a Rogen. -Y otros simplemente porque estabamos haciendo lo correcto, y no teniamos tiempo para ser atrapados-

-Yo digo, que hagamos turnos para que todos durmamos un poco, y sigamos lo mas directamente hacia nuestro destino, una vez que recuperemos a mi hermana y demos un buen castigo a esos esclavistas que se hacen la vida poniendo grilletes en las personas, como te prometi Ulfgar, te seguire y ayudare en tu mision y objetivos, y bueno, los que sean de todos juntos-

Ulfgar gruñe a modo de respuesta, apenas alzando la mirada, después la baja y sigue dandole al remo.

- Anuruk, creo que te olvidas de que sólo tu sabes navegar. Si no estás despierto toda la noche, podemos perder el rumbo fácilmente. O contratamos algún marinero o tendremos que parar cada noche y echar el ancla.

"¿Te pasa algo amigo enano? Te noto muy silencioso.

Ante las palabras de Rogen Ulfgar levanta la vista, abre la boca con intención de hablar, pero luego la cierra y sin embargo al cabo de un momento se lo vuelve a pensar y explota - Creo que he caido en desgracia a los ojos de Abadar - parece que va a añadir algo más, pero como si esa frase hubiera consumido todas sus fuerzas vuelve a cerrar la boca y bajar la mirada.

Aquí el capitán eres tú, como dice Rogen, si alguno de nosotros intentase dirigir la nave es posible que nos perdíesemos, como poco, si quieres descansar tendremos que hacer escalas.

Iba a intentar animar a Ulfgar, pero es mejor que medite tranquilo, supongo que cuando tenga una jarra de buena cerveza recuperará la gracia de Abadar.

- Si paramos en Malviento, podemos contratar algún pescador como marinero, así iríamos más rápido.- opina Rogen mesándose la barba.

Luego se dirige a Ulfgar:

- ¿De veras? No veo mal en ti, por lo que tu error debe haber sido ético, no moral. Estoy seguro que si hablas con algún alto clérigo de tu fe te perdonará la transgresión. Conozco un superior de vuestra fe en Zimar y no creo que tenga problemas en absolverte.

-Normalmente solo hecharia la pequeña ancla, y nos detendriamos en altamar, o alguna zona de aguas bajas para descansar, y por cierto que no es agradable que cualquier extraño maneje mi barco, pero dada las cirscuntancias creo que debemos adoptar la idea de Rogen- Dice no sin algo de reticencia. -Iremos a Malviento a contratar a alguien, y de paso podremos conseguir algo de comer que no sean estas raciones secas que tengo- Dice sonriendo un poco. 

-Y Ulfgar, amigo, como he mencionado antes, no somos nosotros los que estamos mal, y no has hecho mal alguno, no heriste a nadie mas que a asaltantes en un combate justo, y tomamos la opcion de huir, ya que la situacion no solo lo requeria, sino que no nos hubieran enjuiciado justamente, todo al rededor de ese decreto de prohibicion al culto de Sarenrae apesta y a bien podrido, ni siquiera hemos herido a inocentes o soldados bajo ordenes en nuestra huida-

Luego viendo que ya habia rumbo y tarea para hacer, fue hasta el timon de nuevo, donde tambien estaban Varinia y Zarpa, tomando sol, saco la traba del timon y luego de hechar un vistazo al mapa y cartas nauticas, marco el rumbo establecido a Malviento.

Tras dos días de navegación, veís aparecer la cadena de islas, Anuruk-te pone rumbo al pueblo pesquero de Malviento.

Malviento parece una típica población del Sur de Taldor: más sureña que norteña. Os llama la atención que a esas horas estén aún muchas barcas en la orilla (cuando deberían estar faenando en la pesca).

Ya hacia una hora que se divisaba tierra, y el iba enfilando hacia el pequeño puerto, ya que sino deberian bajar a nado a una distancia segura de la orilla, y volver en un bote prestado. 

La fatiga ya hacia mella en Anuruk-te, el era una persona de mucha resistencia, pero hasta el parecia tener limites. Apenas habia dado pequeñas siestas, dejando con instrucciones a Rogen o a Ulfgar, a quienes el veia con suficiente fuerza en los brazos para mantener el timon.

Pero ahora el tramo final, lo hacia el, mientras daba una u otra indicacion para las velas. -Ya casi llegamos señores, tengan algun arma a mano, y presten atencion a todo, hay algo raro en este lugar, esos barcos de alla deberian estar desde hace horas pescando-

El por su parte, ya llevaba su cimitarra horizontalmente a su espalda, para sacarla rapidamente de ser necesario, asi como un par de pociones colgando de su cinto y sus dagas en sus vainas cruzadas en el pecho.  

-Varinia, amiga mia, te necesito aqui, cuida de la embarcacion- Le decia a su pantera a su lado. No debian llamar demasiado la atencion, y lo harian ya suficiente con su presencia.

Bueno, para eso primero tendríamos que amarrar y bajar, luego ya nos preocuparemos de lo que pueda pasar.

Responde Sylpher comodamente tumbado en la cubierta.

Ulfgar asiente comprobando su hacha. Algo apático, como si la vida tuviera algo menos de color ahora, se incorpora pensando que cualquier cosa sera mejor que el maldito balanceo del barco