Partida Rol por web

Ya que veo que te molan los cuernos, vamos a ver qué es eso del minotauro... - dice Soker mirando con resignación la cola del laberinto.

Esa cola es muy grande pero tiene que irse reduciendo...

Vamos. Si tiene que ver con un minotauro, al menos requerirá algo de valor o de fuerza. Espero...

Al fin la cola termina y llegais a entrar. El laberinto tiene las paredes hechas completamente de hielo. Pagais la moneda de plata de peaje. El feriante os cuenta que hay varios terribles minotauros en el interior del laberinto. Todos portan joyas en sus cuernos, por cada joya dan una moneda de plata, excepto si conseguís la diadema enjoyada del gran minotauro, que vale 10 piezas de oro.

Rumuk rápidamente se ofrece a hacer equipo con Soker. El semiorco confía en los agudos sentidos del bribonzuelo.

Soker suelta la moneda y entra en el laberinto emocionado. De repente su mirada se cierne sobre todas las posibilidades e indica a sus compañeros con la mano que le sigan con cautela.

Rumuk se ponde a buscar.

- Yo hui del pueblo para no sufrir las ferreas normas del clan. Esperaba encontrar algo de aventura. Pero de aventura REAL, no una burda imitación de mercadillo.

Tekdur se deja caer apoyando la espalda en el muro de entrada en el laberinto.

- Os espero aquí, no le hagais mucho daño al pobre incauto al que hayan obligado a disfrazarse de minotauro.

Os adentrais cada uno por separado en el laberino. Lo cierto es que el hielo os desorienta un poco. Tras un recodo Rumuk encuentra un espantapájaros con unos cuernos de madera y una joya de bisutería barata en ellos.
A Soker no le cuesta encontrar otro espantapájaros y también a un joven feriante con un casco de cuernos. El feriante le comenta a Soker que el premio gordo lo lleva un minotauro de verdar y que no lo cederá tan facilmente.
Tras daros una vuelta os volveis a encontrar en un recodo.

Finn decide quedarse contigo.

Venga, vamos a por el premio gordo.

Soker afirma ante la indicación de Rumuk.

Este laberinto es ciertamente desconcertante...

Tras pasar un rato buscando por el laberinto. Un feriante llega y os dice. Lo lamento mucho pero se tienen que marchar para que entren los siguientes.

Es una lástima. Presiento que estuvimos a un pelo de lograrlo...