Partida Rol por web

A ver, que parece que no sabes hacer otra cosa más que meterte en líos..., sermonea Rumuk mientras usa su magia para sanar a Soker.

Ya no me queda más remedio que huir. solloza la mujer. Se levanta del suelo y comienza a alejarse hacia la feria.

Espera... - dice Soker levantándose rápidamente y dirigiéndose a la mujer.

Si vas a huir, puedo ayudarte... - diciendo eso, saca una bolsa y se la entrega a la mujer.

Con esto deberías poder llegar a algún sitio mejor y buscarte un trabajo donde no te tenga que golper tu jefe...

La mujer toma la bolsa y se va sin mirar su contenido.

Bueno. Arreglado el entuerto, relajémonos un rato. Creo recordar que íbamos hacia el sitio de probar fuerza cuando Soker desapareció. ¿Vamos?

Por mi bien, pero andad con ojo, porque esto no me gusta nada... creoq ue nos hemos metido en un lio. Esperemos que no nos vuelvan a buscar las cosquillas...

Si tiene dos dedos de frente no creo que vuelva a meterse con nosotros... - dice Soker mientras trata de disimular la cuchillada que el semiorco ha hecho en su camisa.

Regresáis a la atracción del molino.
Delante de vosotros teneis un enorme molino escondido tras montañas de papel maché y que está pintado para parecer un titan. El techo es una enorme cabeza de carton piedra con ojos saltones y una barba hecha trozos de tela. Los brazos están hechos con dos vigas y en un lado del edificio se puede leer "La rueda del titán". Las aspas han sido reemplazadas por una rueda de 15 pies de diámetro pintada con espirales de verde y naranja que marean al girar.
Delante de la rueda, una feriante desdentada con unas vistosas rastas dice a grito pelado Acercaos y girad la Rueda del Titán. ¡Probad vuestra fuezas a las damas!¡Enseñadle de lo que estáis hechos!

¡Yo! ¡Yo probaré!, exclama Rumuk avanzando entre el gentío.

El grandullon quiere probar suerte dice la mujer. Rumuk se acerca hasta la atracción y se dispone a girar la rueda.
Mientras tanto Soker se acerca sigilosamente al molino camuflado y examina el mecanismo

El mecanismo parece bastante sencillo. Las aspas han sido sustituidas por la rueda. Dentro del molino hay un mecanismo que va soltando unos papelitos que salen por la boca del titán.

Rumuk se acerca a la rueda ufanamente.

¡Preparaos y contemplad!

Sin embargo, el semiorco está más centrado en las palabras y no agarra bien la rueda, por lo que ésta apenas se mueve.

Esto... ¿cuántos intentos tengo? Siempre hay primero uno de tanteo, ¿verdad?

Rumuk se pone colorado y no consigue mover la rueda un ápice.
Si pagas una plata, puedes volver a intentarlo dice la mujer.