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Carnival

Capítulo II: El Rouge Café

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02/09/2011, 22:29
Director

Leonard abrió y cerró los ojos varias veces, sintiéndose increíblemente descansado, a pesar de que su frente hervía y sus pies estaban congelados. A su lado, sus padres le veían despertar, con la esperanza volviendo a sus corazones. Una mano helada se depositó sobre su cabeza mientras que el perfume de Minerva llegaba a su nariz al mismo momento que ésta se lanzaba a su cuello.

- ¡Estás bien! – gimió la joven, sollozando de alegría.

Leonard intentó sonreír, pero tan confundido que sus labios si apenas hicieron una mueca. Siguió con vaga mirada el brazo que se juntaba a la mano en su frente, para distinguir la esbelta figura de Helena y su sonrisa, que no supo interpretar.

- ¡Estás bien! – volvió a decir Minerva mientras su héroe seguía tratando de enfocar su vista.

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02/09/2011, 22:30
Director

Charles miró a Nicole como si estuviera loca, pero se apresuró a negar con la cabeza, muy seguro de que ésta no sabía lo que decía.

- Mi estimada señora, siento que no me exprese bien. Las cartas no llegaron a mi casa, sino a la televisora. No es la primera vez en todos los años que llevó trabajando allí que llegan cartas a personas que ni conocemos, o bien porque son amenazas o porque quien la envía quiere hacer desaparecer su rastro y hacernos a nosotros cómplices de su tarea. Al principio no le hice caso a estas cartas, señora Johnson, pero el mes pasado recibí una por cada día, por lo que, pensando que era muy importante me puse a buscarla y he aquí que descubro que es amiga de mi madre. En serio, señora Johnson, no tengo nada que ver en esto, y no es mi intención andar por ahí torturando amas de casa. Siento mucho lo de su hijo; y ya lo dije, si necesita mi ayuda, sólo dígalo. Mi padre es abogado y tiene muchos contactos que podrían ayudarla.

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02/09/2011, 22:38
Leonard Archer
Sólo para el director

Tan súbitamente como había sido arrastrado al cuerpo de Alexander fue arrancado de él. Se sintió elevado, arrastrado hacia la realidad de una manera dura y abrupta.
Abrió los ojos y se sintió mareado y algo indispuesto. ¿Qué le había pasado? No lo sabía realmente, se llevó su mano izquierda a los ojos y los frotó con su pulgar e índice. Intentó incorporarse cuando Minerva se colgó de su cuello, se sintió tremendamente reconfortado al sentir su abrazo y justo cuando estaba por devolverlo vio Helena, su sonrisa lo desconcertó y lo hizo sentir incómodo.
Se incorporó y recibió un nuevo abrazo, tenía que hablar con Minerva, pero quería hacerlo a solas.

-¿Qué ocurrió?- dijo casi en un susurro –¿Cuanto tiempo hace que estoy aquí?-

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03/09/2011, 12:40
Ian Brown

Sacudo la cabeza y me froto levemente los ojos-Creo que no he bebido tanto-Me acerco lentamente a la chica y me siento a su lado mientras me coloco mis guantes de cuero, odiaba tener las manos frías, ya que perdía maniobrabilidad en ellas. Me siento a su lado y comienzo a hablar-Chica, aquí vas a coger una pulmonía, ¿porque no te vas a tu casa?, no quiero que cuando salga que una joven a muerto de frío, caiga en mi conciencia por haberte visto y no haberte ayudado-Le digo con un tono medio en broma, intentando animarla.

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03/09/2011, 18:10
Nicole Johnson
Sólo para el director

- Gracias señor. Agarro las cartas. Le agradezco su ayuda. Me levanto. Creo que sí lo necesitaré lo llamare. Lo miro. Sí me disculpa, debo debo hablar con mi esposo. Digo señalandole la puerta.

Tras despedirme del extraño hombre, voy a donde mi esposo pálida, lo miro y le digo, "no vas a creer lo que acaba de suceder". Le explico la situación y le muestro las cartas.

"esto es ridiculo amor, toda la historia de este hombre no tiene sentido, a demás siento que me miente, primero dijo que le llegaron a él, y luego a la televisora, y eso aún raya en lo ridiculo, si bien es cierto nosotros ya tenemos antecedentes, es estupido que las amenazas llegen a la televisión, sólo un tarado haría eso, nosotros ya habíamos recibido amenazas, pero esto que ocurre !es ridiculo!, no se que tan ciertas son".

Tras explicarle eso, le pregunto: ¿crees que debamos informar a la policia?

Estoy preocupada.

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04/09/2011, 05:58
Director

La primera en lanzarse a responder, a intentar dar una respuesta a la pregunta de Leonard, fue su propia madre, quien sin mucho recato apartó lo más que pudo a Minerva para tener una vista más cercana de su amado hijo.

- ¡Oh, Vincent! – gimió Úrsula, botando lágrimas, tanto así que el mismo Leonard, que conocía que su madre no era mujer de demostrar emociones, se sintió de alguna manera conmovido. - ¿No recuerdas? Te desmayaste, ¡y creíamos que te estaba pasando algo grave!

Mientras que la mujer decía aquello, Leonard observó la mano avejentada y siempre dura de su padre, con aquel hombre con el que físicamente se parecía tanto. Éste, más sosegado que su esposa, puso una mano sobre el hombro de Úrsula y lo apretó con dulzura, intentando reconfortarla mientras dirigía una mirada de alivio a su hijo.

- Vamos, Úrsula. Vincent debe estar cansado. Helena, ¿podrías acompañar a mi esposa afuera?

La rubia fémina asintió la cabeza y se levantó de la silla que ocupaba al lado de la cama donde Leonard yacía. Archer observó como Helena invitaba a Úrsula a acompañarla y como su madre se dejaba arrastrar fuera de la habitación, aún soltando lágrimas.

- Los voy a dejar solos porque creo que tienen que hablar – dijo Walther una vez que las mujeres hubieran salido -, además será mejor que intente calmar a tu madre, Vincent. Úrsula no está para estos trotes.

Serio como siempre, el policía vio como su padre se despedía con una leve inclinación de cabeza, dejándole así sólo con Minerva.

- Y dime – comenzó la chica mientras se limpiaba un par de lágrimas rebeldes. - ¿Qué te pasó? Los médicos dijeron que estabas bien, que quizá era algo de estrés; pero no entiendo aún porque te desmayaste.

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04/09/2011, 05:59
Director

La chica no se inmutó por las palabras de Ian, haciendo que éste se irritara un poco, mas quizá por su experiencia como padre o porque aquella muchacha le inspiraba cierta urgencia de protección, se quedó allí, esperando que la adolescente se moviera, cosa que no tardó en hacer.

La muchacha giró lentamente su cabeza hacia Brown mientras el frío ambiente pasaba de un golpe a ser insoportablemente caliente. Hechizado, casi imposibilitado de moverse de donde estaba, Ian observó con el corazón en la garganta que mientras más rostro le mostraba la joven su piel se tornaba más negra y roja, como si se estuviera quemando con un fuego invisible.

El hombre tragó saliva y apoyó su mano derecha en el respaldo del asiento para alzarse, pero entonces sintió una presión sobre su pierna, que iba subiendo hacia su rodilla hasta convertirse en la imagen de un cuerpo humano envuelto en fuego.

Pasmado, giró su cara a la muchacha, quien tenía su rostro vuelto a él e intentaba mirarle a través de unas cuencas vacías de aquellos hermosos ojos verdes que había visto antes.

Atenazado por el pavor, le metió una fuerte patada al cuerpo que se servía de sus rodillas para llegar hasta él y se levantó, mientras que la adolescente sin ojos seguía sus movimientos. Se movió hacia atrás, alejándose de aquella, pero entonces unas figuras carbonizadas se dirigían a él, alzando cuchillos largos y filosos o poniéndolos en posición de ataque hacia Brown.

Con manos temblorosas Ian logró sacar el arma de su chaqueta mientras que más figuras carbonizadas le rodeaban. Con el olor a humo y muerte rodeándole apretó el gatillo y disparó.

Se escuchó un grito. Ian cerró los ojos y volvió a abrirlos para encontrar que allí no había más que una señora con su bebé. Ningún rastro de la adolescente ni de aquellos zombis del demonio.

- ¡Baje el arma o llamaré a la policía! – gritó la mujer con el bebé mientras que Ian se preguntaba mentalmente qué demonios había pasado.

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04/09/2011, 05:59
Director

Daniel observó a su alterada esposa y puso las manos al frente pidiendo calma mientras que no muy lejos de la señora Johnson se escuchaban los sonidos de un par de tacones caminando por un camino empedrado.

- Ya va, Nicole. ¿De quién me hablas? ¿Por qué debemos ir a la policía?... Oh, vaya, Jane, no te esperaba aquí tan temprano.

Jane, la joven y hermosa secretaria de Daniel, había llegado en aquel justo momento con su sonrisa de chica buena que Nicole no se comía. Aquella mujer nunca había sido del agrado de la señora Johnson, y más cuando la muchacha se empeñaba en hacer quedar a la esposa de su jefe como una loca cada vez que tenía oportunidad.

La chica se acercó a su pareja, saludó a su jefe y sólo inclinó la cabeza ante Nicole, como si el simple hecho de saludarla ya fuera un fastidio.

- Nicole me estaba comentando algo – explicó Daniel. – Dime todo lo que pasó amor – continuó, mirando a su esposa.

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04/09/2011, 13:21
Ian Brown

¿Eh?-Mientras guardo el arma, me llevo la otra mano a la cabeza y me siento en el banco, apoyando la cabeza en las manos, y los codos de éstas mismas en los muslos. ¿Qué diantres acababa de pasar, que era lo que había pasado?...miré a todos lados para cerciorarme que no había nada más que la viejecita. Me recosté y me encendí un cigarro dando una larga calada. Respiré hondo y al cabo del rato me levanté y volví por los mismos pasos por los que vine, camino del Rouge de nuevo. Me quería encontrar con aquel amable saxofonista(¿Era saxofonista, no?) para relajarme de nuevo, y saber si me estaba volviendo loco o era debido al alcohol.

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04/09/2011, 21:39
Susan Fox

Comprobar que Robert Williams no le había quitado el crédito por la nota aplacaba un poco el enojo que Susan sentía. Por supuesto que le molestaba estar allí encerrada, secuestrada nuevamente. Le molestaba también pensar que no solo su ex novio, el padre de su hijo, era el responsable, sino que quizás también su actual jefe. Pero por otro lado, se le infló el pecho de orgullo cuando su nombre se escuchó en ese canal líder, y cuando, aún en ausencia, fue presentada como "una de mis periodistas estrella".

En eso el resquicio que se buscaba apareció. El cuchillo finalmente encontró una abertura y Susan se dio cuenta de que estaba ante la tan bien disimulada puerta. Antes de que ella pudiera hacer nada, la puerta fue abierta por un mastodonte que primero la hizo llorar de dolor al apretarle la muñeca en la que tenía el cuchillo, y que luego le produjo una fea herida en la cabeza al empujarla hacia atrás, haciéndola caer con violencia al suelo.

_¡Maldito bruto! -gritó ella, aún llorando-. ¡Mira lo que me has hecho!

Susan se llevó la mano a la cabeza, al pelo, y luego se la mostró ya enrojecida por la sangre al grandote.

_¿Qué esperas? Trae algo. ¿Es que no hay un botiquín aquí o...?

Susan no terminó la frase, sus ojos giraron, se cerraron y su cabeza volvió a caer al piso. En realidad no se sentía tan mal, pero su custodio no tenía por qué saberlo.

Notas de juego

Por si no quedó claro, Susan actúa el desmayo.

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05/09/2011, 15:27
Leonard Archer
Sólo para el director

Como si pudiese leer aquel creciente deseo en el interior de Leonard, Walther se las arregló para que su hijo se quedase a solas con Minerva. Todavía algo consternado por lo ocurrido y por lo preocupada que vio a su madre, Leonard tardó unos segundos en reaccionar, cuando lo hizo su mente había cambiado y ahora pensaba prácticamente, podría decirse que casi sin emociones.

-Minerva. Alcánzame algo para escribir por favor.-
cuando la mujer lo hizo escribió tres nombres en el papel:

William Ferguson
Alexander Gouchet
Samantha Gouchet

-Voy a necesitar que investigues esto por mi. En cuanto me dejen salir de este lugar me reuniré contigo en algún café y compartiremos notas- Cerró los ojos durante un segundo e inspiró profundamente –Sé que no necesito decirte que este asunto requiere de máxima discreción, pero no lo comentes con nadie, ni siquiera con “el jefe”, menos con él por el momento.- Le dedicó una sonrisa a Minerva y agregó –Perdóname si te estoy exigiendo demasiado, pero lo hago porque creo en ti y en tu capacidad y porque en este caso necesito alguien que confíe en mi en quién apoyarme. Luego te contaré más detalles. Pero hasta que no salga de aquí no quiero que hablemos de la investigación-

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05/09/2011, 23:31
Director

Cuando Ian regresó al Café, confundido aún por aquella especie de pesadilla viviente, John Richmore aún se encontraba en la barra, en compañía de una hermosa joven. A pesar de que Brown no le veía el rostro, observó que ésta lucía una larga cabellera negra, y que su vestimenta, del mismo color de su cabello, resaltaba sobre su piel blanca como una extraña luz que surge de repente en la total oscuridad.

Ian no era un hombre desentendido en lo que a las mujeres se trataba, pero aquella chica tenía un aura especial que la hacía destacarse. Mientras se iba acercando, Brown pudo apreciar más de aquella piel pálida, del cuerpo delgado y bien esculpido, de su rostro armonioso y finalmente de un par de ojos azules que brillaban con luz propia. Tal vez si él no tuviera la característica de ser un hombre frío y calmado se hubiera sonrojado de buena gana.

- ¡Oh, señor Brown! – dijo un Richmore contento al verle cerca de él. – Quisiera presentarle a mi hija, Cécile. Me acompaña siempre que tengo que presentarme.

Cécile sonrió amigablemente a Ian mientras que Richmore llamaba a un camarero.

- Debe usted de tener hambre, señor Brown. ¡Pida lo que quiera que yo le brindo! – volvió a hablar Richmore. – Por cierto, si me disculpan, en unos minutos traen los instrumentos, así que voy a recibirlos.

Y dicho esto, el hombre se fue, dejando a Ian sólo con la hermosa muchacha.

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05/09/2011, 23:32
Director

Susan cayó al suelo, fingiéndose desmayada, pero la mole de hombre, con el corazón tan fiero como su mano, no le hizo caso a la víctima y se retiró, no sin antes llevarse el cuchillo que la mujer había utilizado para encontrar la puerta.

Al sentir la pesada puerta cerrarse de un golpe seco, incrédula y hasta molesta Susan abrió los ojos mientras que la herida en la cabeza sangraba cada vez menos gracias a la rápida acción de las plaquetas. ¿Es que no había nadie en todo ese maldito lugar que la pudiera ayudar a escaparse de las garras de Miguel?

Suspirando con fastidio, apoyó las manos en el suelo, pero se detuvo en seco al oír como la puerta volvía a abrirse. ¿Es que ya había llegado alguien para salvarla? ¿Miguel, escuchando a la razón en vez de a la rabia, había razonado que su plan era tonto y que ya era hora de soltar a su víctima?

Pero Miguel no había cambiado de parecer y nadie había aparecido para rescatarle. Mientras que la puerta se abría más y más, Susan vislumbró la figura del hombre que la tenía retenida allí y un par de tacones altos y negros, pertenecientes a una mujer que ella nunca había visto.

Mientras que la dama caminaba al interior de aquel claustro, Susan la observó bien. Aquella era una mujer muy hermosa, casi que se sentía celosa de ella, con unos ojos azules que brillaban de malicia. Vestía de negro, mismo color que compartía con su largo cabello, y con un par de filosos cuchillos que pendían a cada lado de su ropa, brillando a cada paso como promesa de muerte.

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05/09/2011, 23:33
Miguel

- ¿Te levantas, amor, que quiero presentarte a alguien? – preguntó Miguel con sarcasmo mientras que su compañera se acercaba a él. – Permíteme que te presente a una amiga mía. Tatiana, ella es Susan, la mujer que nos va a ayudar… claro, sí deja de hacerse la desfallecida.

Notas de juego

Gracias por decirme tu plan xD

Pa' que veas que no soy tan mala, acá un consejito. Piensa como mujer.

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05/09/2011, 23:33
Director

- Está bien – dijo Minerva agarrando el papel donde Leonard había escrito aquellos nombres.

La muchacha agarró su bolso y guardó aquel recado en él antes de seguir hablando.

- Te tengo buenas noticias. La primera es que Jesson logró que aceptaran la orden de intervenir los teléfonos de los Von Hausen, tanto los de sus casas aquí en la ciudad como la que tienen en el campo. Además, ya he averiguado bastante de la señorita Helena, pero no creo que te vaya a gustar lo que encontré, tiene un expediente muy limpio.

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06/09/2011, 05:19
Leonard Archer
Sólo para el director

Leonard sonrió satisfecho y ante el comentario sobre Helena agregó.
-Luego lo revisaremos juntos, aunque en realidad no es el expediente de Helena lo que me interesa, sino que no termino de creerme que aquella mujer- dijo señalando con la cabeza hacia la puerta -Sea la verdadera Helena-

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06/09/2011, 06:01
Ian Brown

Muy buenas señorita-Le hago un gesto al camarero y le pido algo para comer, cualquier cosa me valdrá en estos momentos, aunque se me había pasado el hambre con los sucesos ocurridos recientemente. Me giro hacia la joven e intento entablar una conversación con ella. -Permítame presentarme, mi nombre es Ian Brown, y no, no soy el famoso bajista con el que su padre me confundió antes-La belleza de la mujer me atraía, era hermosa, muy hermosa y no solo eso tenía algo especial, algo que me relajaba después de lo acaecido en las afueras del bar.

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06/09/2011, 20:27
Director

Minerva elevó las cejas, pero no dijo nada. Si su héroe sospechaba de Helena era por algo, y aunque ella no estuviera de acuerdo, no iba a replicar.

- Si quieres mi opinión - dijo la chica - entonces lo mejor será que la interrogues tú mismo, ¿no crees? ¿Quieres que la llame?

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06/09/2011, 21:00
Leonard Archer
Sólo para el director

Minerva no había comprendido lo que Leonard quería que hiciese, o quizás no tenía ganas de hacerlo. No importaba, no era trabajo de ella, era el suyo.

-Esta bien, no importa. Hablaré con ella a solas luego. Cuando me den el alta iré a la estación. Tengo algo que revisar. ¿Tu vas a quedarte aquí?-

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06/09/2011, 23:17
Director

Al oír lo que había dicho Ian sobre la confusión de Richmore, la muchacha empezó a reír con una voz dulce y franca.

- Mi padre me contó su equivocación - dijo ésta con tono alegre. - Mucho gusto, señor Brown. Como habrá oído de mi padre me llamo Cécile, así que si lo desea me puede decir así.

La chica no sólo era bella, sino también simpática y hasta dulce. Sus ojos tenían una expresión tan alegre y almibarada que Ian ni siquiera había visto en Patricia. Era como si la muchacha fuera un ángel oculto en el cuerpo de una mujer muy hermosa.

Notas de juego

Creo que vas a querer coquetear :P