Partida Rol por web

Tras las palabras de Ishaya, y después de administrarle uno de los últimos recurso curativos del grupo, los ojos del mocetón se abrieron. Sus ojos mostraban desconcierto, sorpresa. Miraba aun lado ya a otro, buscando algo, mientras sus músculos se mantenían tensos, pero la voz calmada del sacerdote enano consiguió sosegar al bueno de Sicarius...

La respiración del guerrero se fue acompasando y poco a poco, y aquella pesadilla que lo había mantenido cautivo pereció remitir como una mala noche de fiebre.

Allí estaban todos... Cansados, heridos y con ganas de acabar con la maldición de Harrowstone...

Sin duda todo había acabado allí abajo, tres de los cinco espíritus a derrotar habían sido vencidos y aunque maltrechos todo el grupo aun seguía en pie. Sicarius sabía que ya no se encontraban en la planta baja, reconocía la estancia actual y reconocía la sensación de alivio de sus compañeros al verle levantarse de nuevo.

Una vez el guerrero se centró y tomó contacto de nuevo con la realidad, alargó su mano y aceptó la magnífica maza que el enano le ofrecía. La sopesó y se levantó con una rebosante vitalidad que resultaba impropia del momento. Miró ahí donde parecía que nadie veía sus heridas y sonrió al ver que él mismo tampoco las apreciaba ya. 

Parece que solo nos queda un camino, no?

Dijo irónico el tosco guerrero mientras señalaba a la planta de arriba.

Venga, que ya queda poco. Que os veo muy desmejorados, jajajaja

Lyria respiró aliviada al ver la reacción de su hermano Sic, ..., parecía haber superado la posesión, o eso creía, ..., y también era lo que esperaba, ..., aún faltaban dos espíritus a derrotar, y seguro que no se lo iban a poner nada fácil.

Lyria cambió disimuladamente la varita de retener personas, por la de restablecimiento y se acercó a Sic:
- Espérate un momento. - Dijo mientras se concentraba en la varita - Todavía no estás del todo recuperado, y te necesitamos en las mejores condiciones.

Lyria estuvo un tiempo considerable hasta que volvió a liberar la energía de la varita ...

El espíritu de la malograda esposa del alcaide Hawkran flotó alrededor de los Vengadores de Pharasma, el rostro de todos ellos a excepción de Erzsen y Sicarius, mostraban los signos de la fatiga hasta un punto, que si se proseguía ignorando podría acarrear perniciosas consecuencias más adelante, a pesar de ello, el incorpóreo fantasma se antepuso frente al sacerdote enano y se dispuso a responder a una de sus preguntas...

- No puedo daaaaros información de cuáles son los entes que quedan por vencer, pero quedan un par para que el mal de Harrowstone sea purgado... aunque... aunqueeeeeee... aunqueeeeeeeeeee... No puedo hacer nada sin las llaves de mi maridooooo...- dejó la última sílaba en el aire con cierto tono de tristeza, esperando algún ademán por parte del sacerdote pharasmita. Ishaya, acto seguido, entregó las llaves que una vez pertenecieron a Hawkran a Vesorianna, ésta sonrió alegremente, pues era el primer paso para acabar con el nido de vil oscuridad que se arremolinaba en los cimientos de la prisión embrujada.

- Bien... Ahora sólo debéis cazar a los dos últimos espíritus... Cuando los halláis sometiiiiiido... Yo, usaré las llaves de mi marido para sellarlos y evitar que vuelvan a manifestarse nunca jamás... Todo el mal de Harrowstone será purgado... Todos los espíritus podrán presentarse al juicio de la Dama de la Tumbas y hallar su destino por siempre...- finalizó Vesorianna mientras una fantasmagórica lágrima se escurría por su mejilla con cierto regusto agridulce, puesto aunque dicha solución le permitiría alcanzar el descanso eterno de su alma, lo hallaría separada de su amor en vida, Hawkran, cuyo espíritu fue secuestrado por integrantes de la Senda Susurrante, aquellos que asesinaron al profesor Lorrimor, aquél quien fuera vuestro padre y mentor.

No encontró descanso, ni para su cuerpo ni para su mente... Y aún quedaban dos insignes espíritus con los que lidiar. Hizo repaso mental de sus opciones de sanación y cerró los ojos desesperado... La situación era crítica. Si en el piso superior se desarrollaban las cosas como en los sótanos, estaban muertos. Pero si ese era el destino que les tenía reservado la Dama de las Tumbas, lo aceptarían con estoicismo. Lo único que le pedía a Pharasma es que fuera rápido...

Bueno, chicos- dijo mientras se levantaba-Ya solo nos queda el piso superior y podremos ir a tomarnos algo a Ravengro, la primera ronda la pago yo....

El refugio en el humor era un recurso para situaciones así... ya bastante dramatismo tenía el asunto para andar con lloriqueos...

¿Alguien recuerda por donde se puede subir?

Lyria se quedó mirando la conversación entre Vesorianna e Ishaya y recaló en la fantasmagórica lágrima del espíritu. Su amado estaba preso de la Senda Susurrante. Se sintió obligada a formular la siguiente promesa:
- No descansaremos hasta hacer pagar a la Senda Susurrante lo que ha hecho con Hawkran. E investigaré cualquier forma de arrebatarles su espíritu para que este pueda descansar en paz en el sitio que se merece, ...., a tu lado.

Dicho esto, se giró primero hacia Erzsen, entregándole el anillo que habían encontrado en los sótanos de la prisión: - Te será de mayor utilidad a tí.
Y luego hacia Ishaya:
- Las escaleras que subían al piso superior, estaban justo al lado de las escaleras colapsadas al piso inferior. - Mientras decía esto, Lyria extraía la ballesta y la cargaba con un virote mágico.

También extrajo la varita de restauración menor, y le hizo señas a Ishaya sobre el cansancio reflejado en varios de los hermanos, incluido él y ella, ..., era posible que la volviese a tener que utilizar ....

Sicarius intentó mantener el control, sabía que le habían traicionado sus propios hermanos y esa traición se hacía evidente y más dolorosa en Ishaya y Lyria que sin duda eran los principales artífices de tamaña patraña.

No iba a levantar sospechas y se iba ha hacer el tonto hasta que viera el momento, sabía que el hacha seguía ahí, seguramente oculta en la sala de El Cercenador. Notaba su llamada y notaba los ojos de sus queridos traidores clavándose como agujas en su nuca. La sutileza sería su mejor arma para recuperar el maravilloso hacha que tanto le llenaba de satisfacción y dignidad en el combate. 

Con una mueca de sonriente actitud Sicarius preparó su arsenal e hizo unos pequeños estiramientos, se acercaban una batalla o dos de dureza tremenda y debían estar concentrados o sin duda fenecerían en el intento debido al agotamiento, heridas y la actual falta de recursos.

Debemos planificar nuestro próximo ataque con más inteligencia. Sin estrategia estamos perdidos. Tal vez Jarik debería dejar la retaguardia y ayudar un poco en la vanguardia.

Su plan se camuflaba en la tensión habitual que tenían Jarik y Sicarius, pero la realidad es que no quería al pistolero tan cerca de su vía de escape para cuando llegase el momento de salir corriendo a por el arma.

El comentario del guerrero le resbaló al pistolero en aquel momento. Solo quería descansar un rato y sabía que no podía. Abrió los ojos y miró a su hermano. Pocas opciones tenían ante los dos espíritus que les quedaban y aún así el pistolero pretendía dar hasta su último aliento en esta batalla tan crítica.
Se levantó y se dirigió a Lyria.
Dame la espada que no adivinaste sus características- Le comenta.-Y estate preparada con la varita por si es otra arma embrujada. Hay que poner toda la carne en el asador. y si este arma nos puede ayudar mejor probarla ahora.
Cuando su hermana estuvo preparada, desenfundo el arma y espero...

El final estaba cerca, para bien o para mal. La clave para desembrujar el lugar ya estaba más que clara. Vessoriana haría su parte y ellos la suya, no había más que investigar. Pese a todo, el estado general de los Vengadores podía ser peor, pues parecía que el ánimo y la resolución siempre encontraban un lugar por el que colarse en sus almas. Bien. Sic parecía totalmente recuperado de su posesion, Ishaya bromeaba, Lyria permanecía práctica como siempre, Jarik se arriesgaba con la espada desconocida y Desther, aunque laconico, se mostraba firme en su deber. Y él? Erzsen estaba todo lo listo que se podía estar en aquellas circunstancias. Ya todos en pie, el conde tomó el anillo que Lyria le ofrecía y se lo puso, y en el acto notó su protectora aura. Ayudaría. Musitó un "gracias" a la hechicera y se colocó junto a los demás en la formación adecuada, listos una vez más a horadar como gusanos las entrañas inmundas de Harrowstone. Proximo destino: el piso superior.

El grupo se encaró frente a las escabrosas y trastabilleadas escaleras que ascendían al piso superior de la prisión... ¿Qué clase de infortunios todavía cabría esperar en tan traicionero y funesto lugar?... Una vez que Lyria descargara los poderes de la varita sobre los integrantes del grupo fatigados, las fuerzas de estos se vieron remozadas como si hubieran estado durmiendo en un lecho mullido durante toda una noche. El único recuerdo de que eso no había sido así, era el interminable rosario de heridas, magulladuras, moratones y escoriaciones que pertrechaba por doquier el tegumento de los Vengadores.

Erzsen pasó unos minutos intentando nuevamente discernir si las escaleras eran fiables, y llegó a la conclusión de que no había indicio que hiciera temer lo peor, así, que cuando todo el mundo estuvo preparado, Ishaya dio la orden de avanzar, y el grupo comenzó su ascenso por los escalones de la retorcida escalera...

Tras subir el tramo de pétreas escaleras, y cruzar unas puertas entreabiertas y encajadas por el paso del tiempo, una vasta sala distribuidora se abrió ante el grupo. Varios pasillos se bifurcaban a norte y sur.

El pistolero, continúa en la retaguardia, armado con su fiel pimentera. Pero ahora está atento para ir al cuerpo a cuerpo. Ya no están para perder a nadie más. La espada está a su cintura lista para salir de la funda, y la magnifica Blosson a tiro de su mando por si fuese necesaria...del martillo mejor no hablar.

Continuó intentando ver o percibir entre las sombras que les acechaban.. La luz del escudo de Sicarius generaba sombras que le hacían ver enemigos imaginarios.

El grupo se dirigió hasta lo que una vez debió ser un gran salón de bancos de madera alineados, aunque actualmente, varios de ellos se encontraban volcados y en bastante mal estado. La pared oriental de la sala afectada y dañada por la acción del fuego durante el incendio de forma severa se había colapsado creando una entrada artificial que comunicaba con el exterior y que dejaba observar el lago.

Los primeros rayos del amanecer comenzaban a despuntar ya en el levante, cuando un familiar aleteo os despertó de tan magnífica y panorámica observación.

Tres estírges se aproximaban hacia vosotros

Lyria observó la aproximación de los enemigos alados, bien conocidos ya por ellos, sobretodo por los episodios en Ravengro y en sus pantanos.

Lyria reaccionó mecánicamente. Enarboló la ballesta lista para disparar .....

Ante la llegada de un nuevo encuentro Sicarius se plantó en posición defensiva y oteó la estancia seguramente buscando a un nuevo fantasma jefe y analizó la situación de sus compañeros. Sin duda el guerrero preparaba una estratagema que ejecutaría de inmediato si era oportuno. 

Observó también que Lyria reaccionaba veloz como una centella y se armaba para el combate con su ballesta. Ante semejante demostración bélica de la brujita Sicarius dejó entrever una sonrisa de aprobación.

Lo que nadie podía sospechar era que Sicarius no sonreía por ver a su frágil hermana armandose para el combate como una amazona, sino que lo hacía por ver que la hechicera empuñaba ya la varita de retener personas y que eso y el factor sorpresa le daban ventaja a la hora de zafarse del inminente encuentro y salir como una flecha disparado a buscar su hacha.