Partida Rol por web

Castillos de arena

Tinta tus sueños

Cargando editor
01/03/2016, 15:25
Nicole Nazar

Cierro un instante los ojos y me doy cuenta de que la mano me tiembla un poco, así que la llevo al asa del bolso para sostenerme de ella. No puedo evitar preguntarme quién es el chico que tengo al lado. Sus rasgos me son familiares, así como su aroma o, llegados a este punto, el tacto de sus manos, pero al mismo tiempo no puedo evitar sentir que es un completo desconocido. Y probablemente eso sea más cierto que lo otro pues siendo objetivos apenas lo conozco y las veces que nos hemos cruzado más de dos minutos seguidos se pueden contar con los dedos de una mano. No es enfado lo que siento, ni mucho menos. No es indignación ni decepción. Sólo es un terrible desconcierto. 

—Sí... O no... No lo sé... —Empiezo a responder, algo titubeante. Me detengo, tratando de centrar mis ideas, sin demasiado éxito, pero tras un segundo continúo, tratando de explicarme. Es sólo que... Yo... Joder. Ha sido totalmente inesperado. Pero precioso, no hay nada de malo en ello, ni en el cuadro, ni nada. De verdad. Pero es que... —Me froto la frente con la punta de los dedos de la mano mala y busco su mirada durante un breve instante. —Nunca me habría imaginado algo así. Ha sido demasiado grande. Demasiado todo. 

Estudio su rostro y me siento confusa. «¿Quién eres tú?», querría preguntarle. Pero sólo son mis ojos los que lo hacen. Mis labios se limitan a forzar una pequeña sonrisa y aplazar el tema para darle vueltas en otro momento.

Cargando editor
01/03/2016, 15:36
Austin Garret-Jolley

La forma de hablar de Nicole me hace sentir un poco desconcertado. Tardo un par de segundos en darme cuenta de que no son sus palabras, sino su mirada lo que me descoloca. Me encojo de hombros, mirándola con calma, seguro de que será sólo algo pasajero, y entonces le dedico una pequeña sonrisa.

—Si te sirve de algo, el cuadro no está a la venta —comento—. Temas de derechos y cosas así. El texto no es mío —le digo. Entonces desvío mi mirada hacia los chavales y dudo entre si lo mejor sería acercarnos a la pintura o seguirlos a ellos. No soy muy de aplazar las cosas, pero tampoco parece el mejor momento—. ¿Prefieres que lo hablemos con calma cuando estén con las actividades? —propongo antes de dedicarle una pequeña sonrisa—. O si te incomoda lo cogemos y nos lo llevamos ahora mismo —le digo entonces, hablando realmente enserio—. Sabes que no sería la primera vez.

Cargando editor
01/03/2016, 15:52
Nicole Nazar

—No, no, no —respondo, negando con la cabeza—. No me incomoda y además es tu cuadro —añado, haciendo un leve gesto con la mano—, tienes derecho a pintar lo que te apetezca y hacer con tu arte lo que quieras... Es sólo que... Ha sido inesperado y estoy un poco abrumada. 

Entonces miro hacia el grupo y asiento con la cabeza, empezando a caminar hacia ellos.

Los siguientes minutos sé que la guía sigue hablando, porque la oigo como un rumor constante en el borde de mi percepción, pero no llego a escuchar nada de lo que dice. Mis ojos pasan por encima de las siguientes piezas, pero tampoco llegan a empaparme como las primeras. En algún momento dedico breves vistazos de reojo a Austin, pero no llego a decirle nada más. Tampoco sabría qué. ¿Cómo le explicas a alguien que pensabas que era normal y has descubierto de repente que está a años luz de tu posición? 

Cuando terminamos el recorrido, la guía anuncia que es el momento de hacer un descanso para el almuerzo y todos los críos acuden en tropel a la cafetería. Eso me distrae bastante, porque voy vigilando que no corran, que no toquen nada y una vez allí, que ninguno se escape por la puerta. Me pido un café solo y bien cargado en la barra y me quedo allí acodada, vigilando a los chavales con aire pensativo.

Cargando editor
01/03/2016, 16:09
Austin Garret-Jolley

Me habría gustado matizar las palabras de Nicole sobre el cuadro, pero finalmente lo dejo correr. Bastante agobiada parece ya. De modo que asiento y, caminando a su lado, me dirijo adonde los chavales.

El rato siguiente pasa lento y denso. Los primeros minutos estoy pendiente de ella aún evitando mirarla y un poco más callado que de costumbre, pero conforme el tiempo pasa acabo adaptándome. No tiene sentido darle vueltas a algo que hemos quedado en hablar más tarde. Para cuando llega el momento de la cafetería decido darle algo de espacio. No pido nada, porque realmente no me apetece, y me paso el rato con los críos, pasando de mesa y bromeando con ellos. Evito hablar sobre qué les ha parecido lo mío, porque eso prefiero dejarlo para cuando hayan tenido tiempo de asimilarlo. El próximo día de clase, quizá. Quito importancia a las felicitaciones de algunos, y pruebo los almuerzos de otros, y para cuando el descanso termina y la guía se los lleva a la sala de actividades miro a Nicole por un instante antes de sentarme en una mesa vacía, casi invitándola a hacer lo mismo.

Cargando editor
01/03/2016, 16:20
Nicole Nazar

Durante algunos segundos después de que la guía se lleve a los chicos, me quedo en la barra, dando vueltas al líquido que ya se me ha quedado frío. Percibo entonces la mirada de Austin desde una mesa y me acabo el café de un trago antes de acercarme y sentarme con él. 

Saco la botella de agua que llevo en el bolso y los medicamentos que me tocan ahora y me meto en la boca primero el antinflamatorio para tragármelo con un sorbo de agua. Después empiezo a juguetear con el blíster de analgésicos entre los dedos, decidiendo si me hace falta o puedo pasar sin tomarlo hasta la siguiente toma. 

Ladeo la cabeza y miro a Austin, escrutando sus ojos con cierta indecisión y sin estar segura de cómo debo comportarme ante alguien importante como ha resultado ser el profesor de pintura. Pero tampoco tengo más opciones que tratarlo con normalidad, así que no tardo en decidirme y lanzar una pregunta.

—¿Lo estás pasando bien? —pregunto con un tono cordial, esbozando una sonrisa y señalando con la cabeza hacia la galería—. A los chavales les está encantando.

Cargando editor
01/03/2016, 16:36
Austin Garret-Jolley

Sin decir nada espero a que Nicole llegue a sentarse conmigo. Estoy en una postura abierta, con la espalda contra la silla y las manos extendidas sobre la mesa. Al ver cómo me mira le devuelvo la mirada con naturalidad, como siempre. Supongo que esto es algo que debemos de pasar, después de todo. Escucho su pregunta y dibujo una pequeña sonrisa.

—La verdad es que sí —respondo con sinceridad, de una forma cercana—. Tenía ganas de que los chicos vieran algunas de las cosas de las que hablamos en clase, y está bien que vean algo más que lo que sale en los libros de texto de Bertha —expongo antes de lanzar la pregunta que parece al mismo tiempo más natural y más importante.

—¿Y tú? —digo con verdadera normalidad y un poco de expectación.

Cargando editor
01/03/2016, 17:20
Nicole Nazar

Termino por guardar las pastillas en el bolso de vuelta y entonces cojo la botella para empezar a raspar con las uñas el borde de la etiqueta. 

—Sí, claro —respondo, con una seguridad que se queda en mis labios—. No sé si había ido a un sitio de estos alguna vez. Creo que no. Pero está muy bien. Es todo muy interesante y la guía es muy agradable. 

¿Y ahora qué? ¿«Se ha quedado una buena tarde. Ajá.»? Suspiro y aparto la mirada de la botella. 

—No me habías contado que eras tan importante —comento, como si fuese una curiosidad sin importancia, pero sin acabar de resultar creíble.

Cargando editor
01/03/2016, 17:33
Austin Garret-Jolley

 Escucho las palabras de Nicole, aunque suenan ligeramente vacías. Sin embargo al final llega lo que esconden. La observo durante un instante, pensativo, y termino por encogerme de hombros.

—Mi vida no es la de alguien importante —enuncio—. Yo pinto, o escribo, o lo que sea, y luego Chloe se encarga. Ni siquiera suelo ir a mis propias exposiciones —le digo antes de guardar un instante de silencio—. Esta vez me apetecía, pero por los chicos.

—No era consciente de estar omitiendo algo, y menos relevante —aseguro después con la sinceridad de quien da a todo ese asunto menos importancia que a qué nuevo proyecto dedicar sus horas.

Cargando editor
01/03/2016, 17:47
Nicole Nazar

Me quedo callada después de escuchar su respuesta, sin saber muy bien qué decir a eso, hasta que mis dedos empiezan a despegar la etiqueta y me doy cuenta de que el silencio quizá esté durando demasiado. 

—Ya... Tampoco digo que tuvieras que contármelo ni nada, ¿eh? —aclaro, subiendo la mirada hasta encontrar la suya—. Sólo es que ha sido un poco raro descubrir de repente que vendes cuadros de quince mil pavos. —Me encojo de hombros y una sonrisa algo irónica se esboza en mis labios. —Y yo preocupándome porque te pagaran la comisión de un libro. Pero mola —añado, algo indecisa—. Supongo.

Cargando editor
01/03/2016, 18:03
Austin Garret-Jolley

Mantengo aquel silencio suspendido en el aire, esperando que dure el tiempo que Nicole necesite, o que yo necesite, hasta romperlo. Finalmente es ella quien lo hace y poco a poco, una vez más, sus palabras dicen más por lo que callan. Sin embargo un instante después mi ceño se frunce.

—¿Quince mil pavos? —pregunto genuinamente sorprendido—. A Chloe se le ha ido la castaña —aseguro de inmediato, y no tardo en echarme hacia adelante y extender mi mano para dar un golpe amistoso en la suya.

—Eh —le digo entonces, centrándome en su mirada—, a mí me gusta que te preocupes de esas cosas —afirmo con seguridad—. No por el dinero, por... —enuncio buscando las palabras, antes de encogerme de hombros—. Bueno, por cómo eres.

Después de eso guardo silencio unos segundos.

—Si lo creyera importante te lo habría dicho —aseguro—. Pero bueno, yo no controlo lo que esa gente piensa o dice, e intento vivir un poco a mi manera —digo antes de dedicarle una pequeña sonrisa—. Y eso es lo que has conocido hasta ahora.

Cargando editor
01/03/2016, 18:26
Nicole Nazar

—Ya... —digo, quedándome pensativa después durante un instante—. Pero oye, que no pasa nada, de verdad. Sólo es que yo creía que eras normal. Es decir, no normal-normal, que tienes tus cosas y eso —explico, enarcando las cejas—. Pero nunca se me habría ocurrido que fueras una celebridad, o un supergenio, o lo que sea. 

Entonces hago una pausa y saco el folleto de mi bolso, por si quiere ver los precios o algo. Se lo tiendo por encima de la mesa y cojo su mano para apretarla durante un momento.

—Austin, no quiero que te preocupes por mí. Por favor —pido, abriendo entonces los brazos—. Tus cuadros son geniales, tú eres genial. Y yo simplemente estoy tratando de asimilar que el tío que tengo enfrente es una especie de friki multimillonario infiltrado en un instituto de secundaria. Es sólo que han sido muchas cosas de golpe, como cuando vas leyendo por la calle y estás tan concentrada que te chocas contra una farola y de repente el mundo se hace presente con esa pedazo de hostia. —Y con esas palabras sí que me sale una pequeña sonrisa. —¿Entiendes? 

Cargando editor
01/03/2016, 18:43
Austin Garret-Jolley

Las primeras palabras de Nicole me sacan una sonrisa más tranquila, sobre todo cuando habla como si nunca se hubiera planteado que era normal del todo. La sigo escuchando, y mi expresión elocuente deja claro que creo que exagera en el punto de la celebridad.

Luego, cuando me tiende el folleto, lo abro y lo ojeo por encima, frunciendo un poco el ceño. No creo que esto esté mal, porque es Chloe y no lo habría dejado pasar, pero casi parece que haya ceros de más. Comparo mis precios con los de los otros y luego miro a Nicole, devolviéndoselo.

Río de manera suave después, cuando dice lo del friki multimillonario, y cuando termina de hablar asiento.

—Entiendo —digo, aunque no tardo en darme cuenta de que no estoy seguro de ello—. Creo. Pero no soy multimillonario —no tardo en aclarar, aunque ahora que ella lo pone así es evidente que hay duda natural en mis ojos con respecto a ese punto—. O eso espero, vaya desperdicio de dinero si no.

Dicho eso guardo unos segundos de silencio. Ahora al menos ya es un silencio más cercano, más nuestro, y transcurre mientras la miro a los ojos.

—Ahora y en adelante, me gustaría que me preguntases todo lo que quieras.

Cargando editor
01/03/2016, 18:58
Nicole Nazar

Ladeo un poco la cabeza, manteniéndole la mirada mientras permanece callado y cuando habla de nuevo, mi sonrisa se ladea un poco.

Creo que eso ya lo he estado haciendo desde el principio.

Todavía me siento rara, eso es innegable, y aún no tengo claro cómo debo comportarme de ahora en adelante, o si en el pasado hice algo que no debería sólo por no saber esto. Me siento un poco ridícula pensando en algunas cosas, como mi insistencia con el libro. Pero decido conscientemente apartar todo eso por el momento, hasta que pueda pensar en ello tranquila, en casa. O bueno, en casa de Ted. Joder. Ted va a flipar cuando se lo cuente. Y June me va a pedir que le presente al pirado artista millonario, seguro. Pensar en esas cosas le da un poco de normalidad a mi mente y relajo los hombros, dándome cuenta al hacerlo de lo tensos que estaban.

—Pero ya que te ofreces... —añado, buscando de nuevo sus ojos con los míos inundados de curiosidad—. ¿Por qué me pintaste? Creo que nunca nadie había hecho algo así conmigo.

Cargando editor
01/03/2016, 19:10
Austin Garret-Jolley

Asiento a la primera afirmación de Nicole. Sin embargo ahora, más relajado, me permito bromear.

—Pues no me habías preguntado si era multimillonario —señalo, como si eso hubiera sido culpa suya, antes de darle una patada amistosa por debajo de la mesa.

Después, al ver que se dispone a preguntar, ladeo un poco la cabeza mientras la escucho. Mi sonrisa aparece simpática y natural, y ahora que las cosas empiezan a normalizarse mis ojos vuelven a brillar como siempre.

—Suelo pintar o escribir todo lo que me admira —le digo con voz suave—. Y no sé para ti, pero para mí esa noche fue bastante admirable, aunque sólo fuera por lo inesperado —comento antes de reír un poco—. Y los coulants sólo tuvieron una pequeña parte de culpa.

Dicho aquello me veo en la obligación de añadir algo más.

—Pero oye, una cosa: porque te diga esto no me gustaría que pensases luego que las cosas que no pinte es porque me saben a poco —advierto—. A veces surge, a veces no. Y otras veces se convierten en pinceladas en muchos poemas, cuadros o así, aunque no tengan uno propio.

Cargando editor
01/03/2016, 19:34
Nicole Nazar

Toda mi postura empieza a relajarse un poco después de los hombros. Lo escucho con atención y quizá con una admiración mayor de la que había antes, pero sobre todo con curiosidad. Y con sus últimas palabras, me encojo de hombros. 

—No te preocupes por mí que no me voy a poner ahora a vigilar lo que pintas o lo que no, ni nada de eso, ¿eh? Ya te lo dije antes, estás en tu derecho de pintar lo que te dé la gana. Es tu arte y nadie tiene derecho a juzgarlo, mucho menos yo. 

Dicho eso, me levanto sin decir nada, pero dejando el bolso en mi asiento, y me dirijo a la barra. Tras hablar un poco con el camarero mientras prepara algo, regreso con un par de tazas de chocolate humeantes. 

—Bueno, ¿y qué más sorpresas escondes? —pregunto, sentándome de nuevo y comenzando a darle vueltas al líquido espeso.

Cargando editor
01/03/2016, 19:55
Austin Garret-Jolley

Acepto lo que Nicole dice una vez más, y otra vez paso de matizarlo. La verdad es que tiene razón en lo más importante, y eso es con lo que me quedo.

—Gracias —digo como simple respuesta antes de que ella se levante.

Luego, cuando vuelve con ese par de tazas miro la mía con una sonrisa.

—Espero que esto no sea algún tipo de soborno —le digo—. O una trampa para drogarme y hacerme cosas malas —añado después, sonriendo, antes de echarme hacia adelante y responder a su pregunta más cómodamente.

—Esconder, esconder, nada —respondo—. Pero de cosas que hago y no hayas visto... No sé, lo de bailar, supongo —enuncio—. En unos días vamos a hacer algo, puedes venir a verlo si te apetece —entonces mi sonrisa se ladea un poco—. Y dicen que forcateo de puta madre.

Cargando editor
01/03/2016, 20:07
Nicole Nazar

—No sabía que necesitaba ponerte trampas para drogarte —respondo, sonriendo de medio lado y buscando su mirada antes de añadir lo siguiente, enarcando las cejas—. Ni que necesitaba drogarte para hacerte cosas malas.

Y de repente me siento un poco rara bromeando en ese sentido con él. Es decir, es un tío famoso. ¿Qué hace perdiendo el tiempo hablando conmigo? Por un momento hasta me arrepiento de haberlo llevado a lo del puenting, o por correr tanto con la moto. ¿Y si se hubiera hecho daño? Sus manos deben valer algo así como millones de dólares. 

Frunzo el ceño y me tengo que obligar a prestar atención a sus siguientes palabras. Me encojo de hombros, sin llegar a decir ni que sí, ni que no, aunque lo último que dice me saca una sonrisa. 

—¿Dónde es? —pregunto con cierta curiosidad algo más apagada de lo normal pero aún presente—. ¿Es como muy raro y moderno? 

Cargando editor
01/03/2016, 22:03
Austin Garret-Jolley

Mi sonrisa ladeada se amplía un poco más al escuchar su respuesta. Alzo las palmas de ambas manos entonces y formo una expresión de pura inocencia.

—¿A alguien como yo? —pregunto de forma retórica—. Yo soy todo pureza e inocencia. Jamás conseguirás hacerme nada malo sin drogas, ni drogarme sin engaños —afirmo cómplice.

Luego, con sus siguientes palabras, mis ojos se escapan un instante a su sonrisa.

—Estamos mirando dónde, pero será en la calle —le digo antes de ladear un poco la cabeza—. Y... Sí, es como muy raro y moderno —comento riendo—. Es como algunas de las cosas de aquí, de pensar poco y no entender con la cabeza.

Después de eso doy un sorbo de mi taza, aprovechando para calentarme las manos con ella. Echo un vistazo hacia la puerta, y al ver que los chavales siguen ocupados —y lo que les debe quedar— miro de nuevo a Nicole.

—¿Te apetece que veamos el cuadro juntos? —propongo con naturalidad, ladeándome de nuevo un poco.

Cargando editor
01/03/2016, 22:35
Nicole Nazar

Entrecierro mis ojos al mirarlo, con un gesto que deja claro que no me cuela ni un poco esa actitud inocente. Puede que con los paparazzi le funcione... Pero conmigo ya es tarde para eso.

—No es eso lo que decías antes en el autocar —es todo lo que digo al respecto antes de volver a mirarlo normal y tomar aire, centrándome en el otro tema.

—Bueno, no sé... Es que a mí eso de la danza como que no me va mucho —explico, torciendo un poco la nariz—. No aguanté ni tres meses en las clases de ballet cuando era pequeña. Y me parece un poco aburrido. Aunque seguro que lo hacéis genial y eso, pero creo que no sabría apreciarlo. Bueno, no sé. Me lo pienso, ¿vale?

Y después asiento con la cabeza. No estoy segura de querer ver el cuadro de nuevo, es muy raro pensar que soy yo y que estoy colgada en una pared para que la gente me mire. La parte buena es que no se me reconoce, o eso creo. Incluso yo misma tardé en darme cuenta y tampoco estaba segura. Y por otro lado me da un poco de vergüenza mirarlo con Austin. Pero aún a pesar de todo eso, asiento, porque un cosquilleo curioso revolotea en mi estómago pidiéndome verlo otra vez y fijarme en los detalles. 

—Claro, vamos —respondo, bebiéndome después el chocolate en tres tragos y limpiándome con una servilleta de papel los labios. 

Cargando editor
01/03/2016, 22:43
Austin Garret-Jolley

Río con suavidad con sus primeras palabras, haciendo referencia al autobús. Ni creía que se acordase, la verdad. Después de eso escucho lo que dice sobre la danza, y me hace gracia imaginármela en clase de ballet así, con tutú y todo.

—Joder, pero es que las clases de ballet para niños son una tortura —le digo convencido—. Aunque tenías que estar súper graciosa. ¿Hay fotos? —pregunto con los ojos brillantes antes de proponerle otra cosa.

—Mira, vamos a hacer esto: —le digo—. Un día de estos te enseño algo sólo mío, de un par de minutos. Así puedes ver de qué va el rollo y venir luego o no según te apetezca —enuncio antes de tenderle la mano—. ¿Trato?

Hecha la propuesta doy un trago largo de mi chocolate y luego otro. Doy por hecho que pagará ella, o que ya lo habrá hecho, Más que nada porque no he traído dinero. En el peor de los casos hablaré con el camarero y me comprometeré a traer lo que sea esta tarde.

Después me pongo en pie y camino a su lado en dirección al cuadro. Estoy más pendiente que ella que de cualquier otra cosa, y por un momento es como si estuviéramos zambulléndonos juntos en un punto intermedio entre aquella noche y mi psique.

Viéndolo ya de cerca, está claro que el cuadro tiene su trabajo. El cabello está hecho letra a letra, con un texto escrito en español, y todos los detalles tienen la importancia exacta. Ahora, viéndolo de cerca, me siento bastante satisfecho con el trabajo.

—Se llama «L'imprévisible France»—le digo, a pesar de que ella misma puede leerlo en la tarjeta de al lado—. Que quiere decir «en Francia te drogan»—aseguro como si fuera en serio, intercambiando una mirada con ella—. Tenía como subtítulo «Y tiene muchos engranajes», pero Chloe se lo debió tomar a coña, porque no está escrito.