Partida Rol por web

-Debo ir a airear la fortaleza, volveré en cuanto termine- Asintió a los presentes.

-tomaré un poco de zumo y pan con embutido, gracias. Seguid con vuestras tareas, me lo preparo yo mismo- Dijo a Jevic.

Al momento estaba ya preparándose el desayuno, de pie, siquiera tomó asiento para comerlo. 

Evan nunca disponía a placer de la comida, siempre preguntaba a los sirvientes encargados de la misma que podía o no podía tomar. Pues era consciente de que debían tener un control sobre las existencias, y de que cada día salían a por productos frescos. Siempre procuraba que nadie tomase nada sin consultarlo, pues era consciente de que si cada uno tomaba lo que quería los sirvientes encargados de preparar las comidas a los señores podían encontrarse con que, de pronto, no disponían de lo necesario porque alguien lo había tomado.

Se acercó despacio a Fiona, observando su trabajo con las flores. Evan permaneció un rato mirando como sus manos colocaban cada margarita y cada rosa en su lugar. Se notaba un talento especial en la muchacha para estas labores que requerían de una sensibilidad y gusto por encima de la media. Evan tragó el bocado que estaba masticando y dijo a Fiona:

 -Te está quedando precioso-

La cocina se encuentra justamente debajo del Gran Comedor, bajando por unas escaleras. Tiene mesas idénticas a las que hay en el Gran Comedor justo debajo de ellas; la comida se pone en las mesas de la cocina y luego las suben al Gran Comedor. Tiene techos altos y una chimenea en un extremo de la cocina, hay montones de ollas y cacerolas que se apilan en las paredes.

En una de las paredes hay tres botellas pegadas a modo de decoración, están a la altura del pecho dos y la tercera a la altura de la cabeza formando una especie de triángulo.

Kyle entró en las cocinas y qué directamente a la despensa para coger algo de pan y de leche. No se fijó si había alguien allí, ya que el rugir de sus tripas iba a más y quería calmarlo cuanto antes.

Comió un pedazo de pan, y casi sin terminar de tragarlo empezó a beber leche Que hambre tenía... Estoy tonto, mira que no querer comer nada durante el día para aprovechar el banquete 

Entonces recordó una frase que le dijo un día su abuelo cuando era un niño "Dejar de comer por haber comido, no es pecado" Esas palabras resonaron un buen rato en su cabeza; y mientras las recordaba, una sonrisa de añoranza asomó en su rostro. Echaba de menos a su abuelo, al igual que a su padre y a su tío Torren.

Cuándo Tyler entró como un torbellino hacia la despensa Evan alzó su mirada de las flores que estaba preparando Fiona. Dio otro mordisco a su bocadillo un tanto perplejo.

Después de lo que había sucedido antes en las cocinas no podía dejar ir a Kyle de rositas, aunque fuese su amigo del alma. El resto de sirvientes hablarían, juzgarían que el mayordomo actuaba según su relación con cada cual y que no era justo. 

Sonrió levemente cuando Kyle volvió, había cogido pan y leche, en principio nada de vital importancia.

- ¡Menudo hambre llevabas!- Dijo a su amigo con buen humor -Sin embargo, en adelante preferiría que le comunicases a Jevic u otro encargado de las cocinas que deseas desayunar. Podrían tener ya algo preparado o en su defecto te informarían de qué se puede disponer - Añadió, algo más serio pero no tanto como para que Kyle pudiese ofenderse.

Kyle se sobresaltó cuando Evan le habló y casi le escapó un poco de leche tosiendo. Después de tragar toda la leche y de toser un par de veces más para recomponerse, saludó con la mano a los presentes - Disculpad, pero no aguantaba más con el hambre que tenía. Y disculpad mis modales, ¡Buenos días a todos!

Sonrió a su amigo.

-Tranquilo. ¿Has descansado bien? Nos espera una noche muy larga. Yo ahora iré a los establos  a ver como va la cosa por allí. Después me gustaría ir a ver a Sloth y tras ello tengo otra cita ineludible- Miró a Kyle con mirada cómplice al pronunciar "cita ineludible", esperaba que su amigo recordase lo que habían hablado la noche anterior. Si cualquier cosa pasaba él sabría por dónde empezar a sospechar.

-Buenos días Kyle. ¿Quieres que te prepare algo más?-

Terminó su bocadillo y asintió para si mismo mientras frotaba sus manos.

-Pues ya está, se terminó mi descanso. ¡A trabajar!- dijo hablando para sí mismo.

- Lo estáis haciendo bien. Confío en vosotros y en tendréis todo controlado. Es fácil que a medida que vayan llegando los invitados surja algún que otro contratiempo. Mantener la calma, se que seréis capaces de solucionarlo. Y si por alguna razón lo necesitaseis, sabed que podéis acudir a mí en todo momento-

Dicho esto dió un golpecito con la mano en el hombro de Kyle. Era un mero gesto de amistad, seguramente Kyle pudiese desayunar más relajado, así lo esperaba. Fuese como fuese se verían de nuevo en un rato.

Evan comenzó a caminar hacia la puerta para salir de las cocinas.

Los ojos de la muchacha revoloteaban alegremente de aquí para allá como una mariposa entre las flores. Era primavera en esa cocina y cada flor colorida avivaba en la mirada de la pequeña sirvienta una profunda admiración. El aroma fresco y floral llegaba a la nariz de todos los presentes.

Fiona estaba muy concentrada colocando cada flor en los centros que iba a disponer en las mesas del gran comedor, manipulando de forma cariñosa los tallos y pétalos aterciopelados que la naturaleza había creado con paciencia, cuando escuchó a Evan elogiarla por lo bonitos que le estaban quedando.

Sonrió ampliamente con ojos dulces y respondió. - Gracias Evan, estas flores merecen que las trate bien.

No le pasó por alto el gesto serio de su amigo Sebastian, el cual parecía bastante estresado ya de buena mañana. - Toma cuidado al abrir las ventanas. - le dijo antes de que se fuera. No sabía si volvería a cruzarse con él, tal vez si, Fiona no había desayunado aún pero antes tenía que ir a los establos.

- Bueno, esto ya está. - dijo con una sonrisa limpiándose las manos en su delantal. Se echó ligeramente hacia atrás observando el conjunto y la composición de los colores de las flores desde cierta distancia. - Perfecto.

En ese momento entró su hermano Kyle a la cocina y al parecer con un hambre voraz. Fiona alzó una ceja observándolo comer ansioso. - Vaya, parece que te has levantado hambriento. - no lo dijo con mala intención, al contrario, le alegraba ver a su hermano animado, al menos para comer si tenía ánimo, para otras cuestiones como la fiesta creía que iba a ser distinto.

Evan no tardó en bromear con él, y su mirada cómplice unida a las palabras "cita ineludible" en una frase hizo fruncir el ceño a Fiona, quien no entendía que se traían entre manos ambos amigos. A veces parecían niños traviesos jugando a hacer maldades en secreto. - ¿Se puede saber qué estáis tramando? - preguntó con una sonrisa a Kyle, pues Evan ya había terminado su desayuno y se iba a hacer una ronda de control a los establos.

Esperando una respuesta de Kyle, su hermana miró a Jevic, el cocinero y le agradeció su amabilidad al ofrecerle el desayuno. - Tomaré una ensalada con unos huevos hervidos y una tostada de pan con tomate.  - ella misma se sirvió y se sentó a la mesa.

Tras terminar su desayuno, Fiona determinó regresar al gran comedor, tenía que llevar los centros florales a dicha estancia tal y como le había ordenado Ginevra. Miró a su hermano Kyle y con un gesto de preocupación en su rostro le dijo: - Pásatelo bien en la fiesta, pero se prudente hermano... - él ya entendía que quería decir con eso. Fiona tenía miedo de que si otro caballero se encaprichaba de la misma hija que Kyle, éste le retase a un duelo. Si algo malo le pasaba a su hermano ella no se recuperaría jamás. - Ánimo Jevic, será un dia ajetreado para todos. - le dijo con una sonrisa al cocinero antes de despedirse y salir de la cocina.

Jevic asintió a Fiona sonriente. -Seguro que les gustan, te han quedado bien. Te acompaño con algunas bandejas-

Kyle asintió a las palabras de Evan sobre la "cita ineludible" y le guiñó un ojo para darle a entender que no se olvidaría. Evan siempre podía confiar en él, y hoy más que ningún otro día

-Buenos días Kyle. ¿Quieres que te prepare algo más?

- Gracias Jevic, pero con esto ya estoy servido. Le dijo al cocinero con una sonrisa sincera. Acto seguido se giró hacia su hermana, después de que ella le preguntara por la cita ineludible de Evan. No podía mentir a su hermana, pero tampoco tenía que decirle  la verdad. Era un tema privado de Evan, y sería mejor no involucrar a más gente, y menos a ella - Tranquila hermanita, son sólo cosas de chicos, no tienes por qué preocuparte. 

Dudaba que con esas palabras su hermana le creyera, pero por suerte ella tenía cosas que hacer y se iba ya de las cocinas -Intentaré pasarlo lo mejor que pueda. Espero que no sea muy duro para ti. Con estas palabras y con un beso en la frente se despidió de ella.

Se había quedado a solas con Jevic, y como por ahora no tenía ningún plan, decidió hablar un poco con el joven cocinero - Dime Jevic, ¿Qué manjares nos vas a preparar esta noche?

La cocina se encuentra justamente debajo del Gran Comedor, bajando por unas escaleras. Tiene mesas idénticas a las que hay en el Gran Comedor justo debajo de ellas; la comida se pone en las mesas de la cocina y luego las suben al Gran Comedor. Tiene techos altos y una chimenea en un extremo de la cocina, hay montones de ollas y cacerolas que se apilan en las paredes.

En una de las paredes hay tres botellas pegadas a modo de decoración, están a la altura del pecho dos y la tercera a la altura de la cabeza formando una especie de triángulo.

La sala está recién decorada cuidadosamente con motivos florales.

Cuando llego a las cocinas vio que también estaba allí el Jefe de Cazadores, Kyle Ironsmith también estaba allí y le pareció una oportunidad estupenda de informase de los últimos acontecimientos

-Buenos días señor Kyle, os veo en muy buen estado, ¿como estáis? 

Kyle se quedó con la boca abierta cuando, después de haber preguntado a Jevic, vió que se había marchado ¡Si hace un momento estaba aquí! Definitivamente, hoy tengo la cabeza en otro sitio.

Se había quedado sentado, pensando cómo pasar el tiempo libre que le quedaba, cuando apareció Sloth en las cocinas saludando - ¡Buenos días Sloth! Físicamente estoy bien, pero mi cabeza anda en otro lugar esta mañana. ¿Tú qué tal te encuentras? Hoy era un día importante para él también, y no le extrañaría que estuviera un poco nervioso.

La cocina se encuentra justamente debajo del Gran Comedor, bajando por unas escaleras. Tiene mesas idénticas a las que hay en el Gran Comedor justo debajo de ellas; la comida se pone en las mesas de la cocina y luego las suben al Gran Comedor. Tiene techos altos y una chimenea en un extremo de la cocina, hay montones de ollas y cacerolas que se apilan en las paredes.

En una de las paredes hay tres botellas pegadas a modo de decoración, están a la altura del pecho dos y la tercera a la altura de la cabeza formando una especie de triángulo.

La sala está recién decorada cuidadosamente con motivos florales.

Sloth se dio cuenta que William estaba presente y por eso se acerco despacio a Kyle para mantener una conversación que solo escuchasen ellos dos, no le gustaba que gente ajena escuchase sus conversaciones aunque en apariencia no tuviesen importancia.

-Bien señor, Sloth se encuentra bien, Sloth intenta mantener los nervios bajo control. Hoy ser día importante para todos y mas aun para Sloth. Hoy ser buen día.  Y que os pasa por la cabeza que os tiene distraídos señor, acaso vais a cortejar a alguna joven dama señor? Habéis recibido un gran honor, si señor, un gran honor. Estad tranquilo, podéis confiar en Sloth. Los jorobados damos buenos consejos, si señor, buenos consejos.

Kyle dió un pequeño respingo cuando Sloth preguntó si la causa de su distracción era debido a alguna dama ¿Cómo se ha dado cuenta? ¿Tanto se me nota? Pensó en sincerarse con él, puede que pudiera darle algún consejo o que hubiera escuchado algo, pero enseguida cambió de idea Ni siquiera se lo he contado a Evan, que es mi mejor amigo. Y contárselo a mi hermana me costó mucho. Mejor que no lo sepa nadie más.

- Sé que puedo confiar en tí, y que podrías darme buenos consejos, pero ya decidí cómo proceder No haría nada ni esta noche ni nunca. Sabía muy bien cuál era su lugar, y después de la revelación que le hizo su hermana esta mañana, lo mejor era olvidarse.

- ¿Y tú? ¿Necesitas algún consejo?