Partida Rol por web

Lady Cottonwell esgrime el disco como puede, su empuñadura no está pensada para una mano humana y su equilibrio es extraño, aun así intenta golpear la odiosa cara de la criatura, que desvia el ataque con insultante facilidad para alguien que está en el suelo gravemente herido, y sin dejar de reirse

-¡Milady, por Dios, apártese! -grita molly mientras sigue acercándose, a este paso disparará casi a bocajarro

Tras fallar el golpe grita desesperada: ¡Ahhhhh! y acto seguido escucha a Molly, con lo cual se aparta sin pensarlo hacia Boring tirando el disco a sus pies... ¡Al diablo con él! grita desesperada... era inútil, jamás sabría esgrimir aquella arma para poder herir al demonio... así que coge el machete que le era mucho más familiar.

Cuando Lady Cottonwell se aparta para dejar sitio a Molly para disparar Chango levanta su brazo y dispara a la joven desde un arma en su antebrazo que no habíais visto antes. Mientras avanza se despliega una red metálica que rodea a Molly y se clava en la pared a su espalda, ajustándose tanto que se le clava en algunos puntos

Lady Cottonwell en vez de sentirse perdida al ver cómo Molly queda atrapada en una especie de red clavada en la pared, lo que siente es rabia y frustración, lo cual descarga en un fuerte golpe al cuerpo del demonio con el machete que lleva en la mano.

Apenas era capaz de vislumbrar todo lo que estaba ocurriendo a su lado. Todo pasaba de una manera fugaz y, tras tomar un momento de respiro después de deshacerse de las garras del monstruo pensó que era momento de actuar. ¿Había escuchado la risa de Jim en algún momento o se estaba volviendo definitivamente loco?

Molly ahogó un quejido tras golpearse con la pared y sentirse atrapada en esa red. Le dolía más haber perdido la oportunidad de disparar, y seguir sin hacer nada útil. Dependía totalmente de Lady Cottonwell y el Sr.Boring, y si ellos fallaban...no quería ni pensar en lo que esa horrible criatura haría con ella.

Boring cogió el cuchillo y se dispuso a rematar a la bestia tras la actuación de Lady Cottonwell. La aristócrata se había convertido en toda una guerrera, aunque fuera casi tan peligrosa para Chango como para él mismo. Apunto a la cabeza.

Con el horror de lo que podría pasar en mente, Molly empezó a revolverse intentando salir de esa red que la aprisionaba, pero lo único que logró era hacerse daño y sentirse todavía más frustrada.

Boring consigue una vez mas herir a Chango este vuelve a atacar con sus garras pero el periodista consigue evitarlas de nuevo, entonces algo parece fallar en el interior de la criatura, aparta de un manotazo el ataque de Lady Cottonwell, y se derrumba de nuevo, un ligero tic agita sus mandíbulas.

En su muñeca su brazalete suelta un extraño pitido mientras los símbolos siguen cambiando sin cesar, excepto el primero, que se ha quedado parado en un guión, o eso parece

Por fin parecía que habían logrado vencer a la criatura. Entretanto Molly recordó el machete que portaba e intentó liberarse con él de la red que la mantenía prisionera, pues sin cortarla estaba claro que no iba a poderse soltar.

El intento de Molly de cortar la red que le retiene no tiene éxito y la sangre mana de nuevas heridas causadas por la tensa red

Molly sollozó, le dolía todo y la maldita red seguía allí enterita. Al menos parecía que la lucha con el mosntruo había acabado y pronto irían en su ayuda. Se sintió pequeña, ella que hasta ahora había aguantado la tensión, de pronto se veía sobrepasada por el dolor y la angusta retenida durante horas. Recordó a Jim, y más lágrimas acudieron a sus ojos y se derramaron por sus mejillas.

- ¡Desate a Molly y salgan de aqu! -gritó Boring a Lady Cottonwell antes de mirar de nuevo a Chango. Parecía que, definitivamente, estaba moribundo...pero seguía moviéndose. De su muñeca salía un pitido extraño mientra se veían unos símbolos. Pero los apartó de su mente...era el momento de acabar con él de una vez por todas. Si era una critura orgánica tendría corazón, y si tenía corazón podía morir. Se levanto, apuntó el machete a la zona donde debería estar y se tiró apoyándo todo su peso en él.

Comenzaron las lágrimas, no se podía mantener tanta tensión durante un largo periodo de tiempo, así que el cuerpo pequeño de Lady Cottonwell comenzaba a tener convulsiones y se palpaba su cansancio.

Miró a Molly y se acercó corriendo a ella para ayudarla a salir de aquella horrible red que la apresaba.