Partida Rol por web

Lady Cottonwell exhaló lo que parecía un grito pero que no llegó a emitirse, se ahogó antes, pues si bien cuando aquel demonio se quitó lo que parecía una cabeza, pero resultaba ser una especie de casco, no mostró un rostro humano, ni siquiera agradable, sino el rostro del odio y de la muerte. Para acto seguido abalanzarse sobre el pobre periodista que le había disparado y herido y que estaba mucho más cerca.

Con manos temblorosas, miedo en cada célula del cuerpo y la definitiva convicción de que moriría allí mismo, Lady Cottonwel preparó su rifle para disparar a aquel demonio de la guerra.

Molly aprovechó el disparo de Boring para correr hacia una de las puertas interiores y probar a abrirla. Tal vez al otro lado hubiese algún arma capaz de dañar a esa horrible criatura, pues dudaba que el machete que portaba sirviese de mucho

Boring se lanza sobre la criatura que desvía su machete con un movimiento que casi parece de desdén seguido de su propio ataque buscando el cuello del periodista sin embargo esta vez es el machete el que bloquea la temible arma, la criatura sangra por numerosas heridas, por lo que veis ya ha tenido mas de un encuentro difícil hoy

Molly toquetea freneticamente el panel de la siguiente puerta sin resultado mientras Lady Cottonwell, nerviosa y asustada dispara su rifle, el disparo roza la mejilla de Boring trazando una linea sangrienta antes de clavarse en el pecho de Chango

El fluido verde salpica a Boring mientras Chango se mira incrédulo el pecho un segundo antes de caer de espaldas

Molly se gira al escuchar el disparo, y no puede creer lo que ven sus ojos cuando la criatura cae. Sin saber todavía si han logrado acabar con él o sólo lo han herido, cambia de puerta y trata de abrir la otra. Si sólo está herido, tal vez ahora sea más peligroso, como ocurre con muchos animales, así que siguen necesitando armas a su medida.

Lady Cottonwell mira el rifle y luego mira el monstruo en el suelo sangrando, casi no podía creer que el rifle que ella sostiene es el que ha causado todo aquello. Vuelve a mirar el rifle y casi como asustada lo carga de nuevo. Está tan sorprendida de haber acertado en el blanco que sus manos tiemblan cargando el arma.

- ¡MOLLY! Abre esa puerta de una vez grita nerviosa, tratando de poner algo de sensatez, aunque es imposible en aquellas circunstancias poder pensar sin caer en el pánico. Sr. Boring ¿Se encuentra bien? No deje que se levante, voy a dispararle de nuevo... terminó en un susurro, no sabía si ese demonio podría entenderla.

Boring se tocó la cara. La bala había estado a punto de matarle, pero no se vio con fuerzas ni con ganas de echárselo en cara a cualquiera que fuese la mujer que había disparado. Seguramente le haía salvado la vida. Escuchó la voz de Lady Cottonwell y respondío: - Estoy, estoy...bien. Creo - se tocó todo el cuerpo un tanto incrédulo revisando si tenía alguna herida. Tras lo cual pareció darse cuenta de las siguientes palabras de la mujer. No, no más disparos, por favor -dijo en tono lastimero-. Hay que guardar munición. Dicho lo cual se sentó a horcajadas sobre el cuerpo de Chango, sacó su cuchillo y empezó a masacrarlo a machetazos en el pecho.

Boring levanta el machete y lo clava en el pecho de la criatura, pero el resultado no es como se lo esperaba, Chango levanta el brazo y le coge por la muñeca, no es suficientemente rápido para evitar que el machete le hiera, pero si sujeta el brazo de Boring impidiéndole moverse

Su rugido de ira y dolor salpica la cara de Boring, a apenas un palmo, con saliva y viscosa sangre verde

Lady Cottonwell que había cargado el arma de nuevo, no hace caso a Boring y se prepara para disparar, pero el joven se echa sobre el monstruo para intentar rematarlo, algo que no puede llevar a cabo puesto que el demonio sigue vivo y puede defenderse...

Cuando ve que está de nuevo atacando al periodista, Lady Cottonwell no puede evitar disparar en un desesperado intento por matar de una vez aquel ser horrendo que la tiene aterrorizada.

Boring pensó que rematar a la bestia sería fácil, pero allí nada era fácil. Era como si un ser superior los manejara a todos, un ser sádico, perturbado y asesino que disfrutaba con su sufrimiento. Sintió las frías manos de la bestia sujetando las propias. Iba a hundir el cuchillo con todas sus fuerzas pero escuchó como Lady Cottonwell cargaba la escopeta de nuevo sin hacerle caso. Sabiendo la puntería que gastaba la mujer no dudo en intentar echarse a un lado

Sabía que no haría mucho, pero Molly estaba cansada de no lograr abrir las puertas, así que, viendo a la bestia todavía en el suelo, y al herido Boring apartándose de enmedio, sacó su puñal y lo lanzó hacia la criatura. 

Boring forcejea pero sin resultado, la fuerte tenaza de Chango le mantiene sujeto, un cuchillo pasa inofensivamente por encima de los dos.

Sin soltar a Boring con la izquierda Chango toca algo en el brazalete de esa misma mano y se levanta una pequeña tapa, empieza a tocar unos botones y bajo la tapa se encienden unas luces, forman extrañas letras similares a las de los paneles de control de las puertas

Lady Cottonwell vuelve a repetir toda la operación aún más temblorosa por haber fallado el segundo tiro y ver que el demonio está haciendo algo raro.

- ¡MALDITA SEA! CUIDADO SEÑOR BORING. gritó al ver que podía dar al joven periodista en vez de al monstruo que trataba de matarles.

Vuelve a cargar el rifle y vuelve a disparar, fallando de nuevo. De nuevo se estremeció al ver que se le terminarían las balas antes de acertar.

El disparo de Lady Cottonwell impacta al lado de donde se produce el forcejeo entre Boring y Chango, Chango rueda un poco y os dais cuenta de que lleva a la espalda una especie de red con algo dentro, entonces algo sale rodando de esta red, es la cabeza de Fondec

- ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH! el grito de Lady Cottonwell al ver rodar la cabeza de su amado primo fue ensordecedor e hizo estremecer a los presentes, se llevó las manos a la cara con un gesto de horror y miedo, dejando caer el rifle que de todas formas ahora de poco estaba sirviendo, pues casi parecía que apuntara al pobre periodista en vez de al demonio de la guerra.

Durante unos instantes dudó de si acercarse a la cabeza o no, pero luego vio al pobre Sr. Boring forcejeando con aquel monstruo y supo que o reaccionaba o morirían todos allí.

Así que se agachó para coger el rifle cuando se dio cuenta que también tenía el extraño objeto que había conseguido el periodista, lo cogió y aunque no sabía cómo funcionaba gritó: ¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHH! Y se lanzó corriendo hacia el monstruo para tratar de apuñalarle con aquel extraño cacharro.

El chillido de Molly se unió al de su señora al ver rodar la cabeza del doctor - ¡Dios bendito, ayúdanos, es el mismísimo diablo!- rezó mientras se agachaba a recoger el rifle que Lady Cottonwell había dejado caer, y se acercó a la puerta. No dispararía hasta que Milady y el Sr.Boring se apartasen de la criatura. Su puntería no era muy buena y no quería darles a ellos, pero quería estar preparada para cuando llegase el momento propicio, y cuanto más cerca estuviese, mayor sería la probabilidad de acertar a ese demonio.

Tenía que separarse del monstruo o acabría muriendo. La escena debía ser dantesca vista desde fuera...él enganchado con aquel demonio mientras que una histérica disparaba sin cesar y con una puntería lamentable. De seguir así acabaría muriendo. En un momento del forcejeo Chango le soltó una mano, era su momento. Estaba tan concentrado en soltarse que apenas pudo ver como rodaba la cabeza de Fondec por el suelo.

Ya no tan atento Chango no puede impedir que Boring se aleje de el, aunque queda unas lineas rojas en su muñeca en donde las garras de la criatura le han despellejado

Chango deja de hacer lo que sea que hacía con su brazalete, en el hay una serie de símbolos que van cambiando

Desde el suelo Chango rie

Su risa es un sonido escalofriante, porque es una grotesca imitación de la risa de Jim, como si le hubiera robado la voz