Partida Rol por web

A Theo se le atragantó una carcajada y no pudo más que responder brevemente:

- Mmmmh... cuando abandoné este mundo tenía 14 años, y no se si ahora, pero por entonces aún no se podía llevar coche a esa ed... eh, no..., mejor un taxi.

Laura y Theo cogieron un taxi. La dirección que dio Laura estaba fuera de la ciudad, en una zona apartada cerca de los complejos que se construyeron para las Olimpiadas de 1992. Seguía siendo Barcelona, pero había más vegetación y desde luego aportaba más intimidad y calma que el barrio de El Rabal. El taxista los dejó en una loma al lado de la carretera, y les sonrió con una mirada cómplice, pues a él solo se le ocurría una cosa que dos jóvenes fueran a hacer allí.

Desde la loma se podía contemplar toda la ciudad de Barcelona, con sus luces y sus sombras. Realmente era un lugar mangífico, pero ¿que se proponía la joven del pelo arcoiris?

Hieronymus y Selene cogieron de nuevo un taxi para salir de aquel sórdido barrio con su nueva "captura". Selene dio la dirección de su casa, y tras quince minutos de viaje sin incidencias, el trio se apeó en frente de un bloque de pisos de Las Ramblas, bastante corriente a pesar de todo.

Selene condujo a sus dos invitados hasta su casa; como era lógico, vivía en el último piso, y su casa se caracterizaba por ser elegante sin llegar a lo ostentoso, como solía ser ella cuando no estaba dominada por sus pasiones más extremas. Un gran ventanal orientado al mar ofrecía una vista magnífica del cielo nocturno.

- Espero que os guste el buen cava, tengo una botella en el congelador que pensaba descorchar esta noche. Aunque si quereis podemos saltarnos los preám... ¡ugh!

Selene comenzó la frase con aquella sonrisa que llevaba esbozando toda la noche, pero de repente su rostro cambió, se contrajo en una mueca de dolor y pareció perder el equilibrio

El taxista... jah. En fin, no puede estar más equivocado. Pero me pregunto si ella se ha percatado de que en mis ojos no leerá el deseo que pueda leer en la mayoría de los hombres... Que he sido sincero cuando la he halagado, pero que no me es preferente su género.

Y ahora... ¿Esta misma noche empezamos el entrenamiento? Nada me haría más ilusión, pero... no me lo esperaba. Espero estar a la altura.

- Mmmh, ¿vamos a hacer una... clase o algo así? -Interpeló Theo sonriente con voz suave una vez estuvieron lo suficientemente alejados del taxi para que este no pudiera escuchar.

Laura se giró hacia Theo y asintió sonriendo; la Luna estaba menguante, pero emitía suficiente luz como para apreciar que sus ojos esta vez se habían vuelto de color azul claro. Caminó hacia el centro de la loma y contempló la ciudad unos segundos sin decir nada. Luego se sentó en el suelo

- Esta es la lección de introducción: conocer a Theo. Si voy a ser tu tutora, tendré que saber algunas cosas de ti

Theo la siguio sentándose a su lado mirándola fijamente. El interés de Laura hacia él le sorprendió agradablemente.

¿Vamos a charlar? Suena interesante siempre que no cuente solo yo...

- Mmmh, adelante, pregunta sin problema. ¿Qué cosas quieres saber? -exclamo imitando la postura de ésta.

- Bueno, lo normal, para empezar. A que te dedicas, que tipo de música te gusta... Tampoco tienes por que contarme nada que no me quieras contar; se que los de nuestra... especie, por así decirlo, tenemos secretos que prefierimos no contar.

Nunca nadie le había preguntado tan directamente sobre sus gustos desde que salió del Seto. Se alegró de estar rodeados de su esencia, pues sus ojos se empañaron momentáneamente. Había dejado mucho atrás y una vez más recordó. Tras respirar unos segundos en silencio habló:

- Hace un año de este mundo yo tocaba bastante bien el piano, ¿Sabes? Desde muy pequeño mis padres se esforzaron por... aprovechar las capacidades de aprendizaje de la infancia. Sin embargo... en realidad hace unos 6 años que no toco ningún piano -Suspiró, complacido por expresar en voz alta algo en lo que no había querido pensar antes- En la soledad del otro mundo eché mucho de menos no tener ni la opción de contar mis secretos, ¿sabes? -Dijo aludiendo a aquello que ella acababa de decir-. Y tuve demasiado tiempo para pensar. Me parece estúpido tener secretos de cosas que nos causan dolor. Solo crea un problema y... la vida de los mortales es demasiado corta como para crear problemas innecesarios. No nombrar algo en voz alta no hace que nada haya sucedido... no, no quiero tener ese tipo de secretos. -De repente dándose cuenta de que quizá había mostrado más confianza de la que debería y calló repentinamente. Tras unos instantes de duda continuó:- Estilos de musica me gustaban y me siguen gustando bastantes. Apenas han salido un par de nuevos discos, todo sigue prácticamente igual. Ska, reggae, blues, jazz, indie, dubstep y diferentes tipos de rock... mmmh. No, no tengo un género definido, la verdad -Acabó, esbozando una sonrisa.
 

Hieronymus había logrado calmar sus ansias, al menos de momento, aunque dentro del taxi se las había arreglado para viajar en medio de las dos mujeres y sus manos inquietas disfrutaron del cuerpo de ambas, mientras su boca las besaba.

Llegaron por fin a destino y Selene los condujo a su apartamento, se encontraban juegueteando entre ellos cuando su reina fue en busca de una botella de vino mientras les preguntaba si querían abrirla o comenzar con aquello que los había llevado allí.  Azacinto estaba a punto de responder cuando la mujer hizo un gesto de dolor y pareció desvanecerse.  Como pudo se lanzó hacia ella intentando tomarla en brazos antes de que golpeara con el suelo.

Todo su deseo se desvaneció de repente, ahora sus sentidos estaban alerta e intentaban rastrear donde estaba la amenaza, si es que la había.

Mientras Theo contaba su historia, los ojos de Laura pasaron momentaneamente al rosa pálido, antes de regresar al tono azul claro que tenían desde que llegaron a aquella loma. Escuchó todo con atención y sin perder la sonrisa.

- Vaya, no me esperaba que fueras a ser tan sincero de golpe. Pero es buena señal, y me gusta que seas tan polifacético en lo que a la música se refiere. Se puede saber mucho de una persona por el tipo y variedad de música que le gusta, ¿sabes? Cuanto más exclusivo se es con un estilo, más intransigente y cerrado de mente es el individuo. Prácticamente todo estilo de música tiene su belleza, pero la gente desprecia unos estilos en favor de otros simplemente porque no saben cual es el momento adecuado para escuchar un determinado estilo; no escuchas baladas tristes cuando estás alegre, ni heavy cuando estás cansado. Por eso yo procuro escuchar todo tipo de música, sin prejuicios. Excepto el reaggeton; odio esa mierda machista - añadió una risita al final

Se mantuvo en silencio un momento; no sabía si debía continuar, pero Theo le había contado con toda confianza cosas que un Changeling suele guardarse para si mismo durante mucho tiempo. Aquello era un intercambio.

- Yo hace ya dos años que me escapé. Y hace siete que me capturaron; tenia entonces trece años, así que se muy bien lo que es pasar tu adolescencia "allí". Aunque yo tuve una ventaja que otros Changelings no suelen tener; para bien o para mal, pude compartirlo con otra persona.

Los ojos de Laura volvieron a cambiar, esta vez a un tono plateado que brillaba con fuerza bajo la luz de la Luna. Fue solo un instante, antes de que recuperasen el color azul anterior.

La chica que los había acompañado pareció salir de repente del trance en el que se encontraba inmersa.

- ¿Q... que? ¿Donde estoy?

Vio entonces a Hyeronimus sujetando a Selene entre sus brazos, evitando que cayera al suelo. Selene parecía tener algún tipo de convulsión, pues sus ojos estaban en blanco y sus miembros se movían espasmódicamente. La chica hizo un gesto de preocupación; tal vez le estuviese dando una sobredosis de algo que se hubiese metido.

- C...creo que será mejor que me vaya

Sin decir nada más se fue corriendo hacia la puerta

Theo escuchó atento cada una de sus palabras, asintiendo conforme y satisfecho cuando habló de música y tratando de atar cabos cuando habló de su pasado, haciendo sus própias elucubraciones basándose en lo poco que sabía:

Lily se había alterado alarmantemente al preguntar por ella... "¿Que - cojones -quieres - de - Laura?"... y había dicho que eran amigas para a continuación rectificar a conocidas. Theo se quedaba con esos detalles, Laura había sido importante para Lily, sin embargo, algo había ido mal, pues ella no se había ni dignado a entrar a saludar a la rave habiendo llegado a la misma puerta. También es verdad que les conozco lo suficientemente poco para que quizá no tenga absolutamente nada que ver con aquello... quizá simplemente se conocieron más tarde.. aunque sería muy triste después de haber compartido tanto juntas que ahora... Y entonces, sucedió, un intenso brillo plateado en los ojos de Laura. ¿Habría visto alguna cosa sobre el futuro? ¿Ahora? ¿Porque sí? ¿Y qué ha visto?

- Creo que nuestra vida al otro lado del Seto no pudo ser más diferente, ¡Donde mi pelo perdió su color parece que el tuyo quiso tenerlos todos! -Pretendió bromear para suavizar, si la hubiere, alguna tensión.- Y bueno, yo el reggaeton... directamente no lo considero música... -Dijo sonriéndole, y cambiando de tema le preguntó sobre aquello que le acababa de inquietar:- Aquellos que te quieran deben de conocer el significado de cada uno de los colores de tus ojos, pero ese brillante argénteo... ¿Acabas de ver algo sobre el futuro?

Laura se rió ligeramente cuando Theo mencionó lo de su pelo, aunque sonó una risa un poco triste; le encantaba su pelo, pero no el precio que tuvo que pagar para tenerlo así. Cuando le preguntó por las visiones se quedó un poco confusa

- ¿Que? -ah claro, el rasgo habitual de los Recolectores- No, no; no tiene nada que ver. No controlo el color de mis ojos; cambian cuando quieren y el plateado es por otra cosa, no por mi título; he desarrollado ese rasgo de otra manera, supongo que porque mis ojos ya dicen demasiado de mi.

Se subió la manga derecha de su camiseta hasta el hombro, para mostrar bien uno de sus tatuajes florales, y siguió la linea del trazado del tatuaje con el dedo.

- Mira -siguiendo la linea del diseño del tatuaje se podía apreciar un brillo plateado, como si para dibujar el patrón del tatuaje hubiesen utilizado una finísima hebra de plata sobre la cual hubiesen inyectado después la tinta; era muy difícil de apreciar, pero bajo la luz de la Luna y sabiendo que buscar resultaba más evidente- La marca de mi título se manifiesta así, y cuanto más avanzo, más crecen los tatuajes. Es mucho más bonito que parecer que te vas quedando ciego, la verdad.

Ni había preguntado por la persona con quien ella había compartido su estancia en Arcadia ni preguntó qué significaba entonces aquel color de los ojos. Sentía una gran simpatía hacia aquella persona y sentía que podía confiar en ella, pero la tranquilidad que despertaba en él no significaba que pudiese tomarse confianzas de tal modo de buenas a primeras, aún no al menos, no quería ofenderla o molestarla. Así, Theo se limitó a admirar cada centímetro de piel que Laura le mostraba. Con una risa socarrona comentó:

-Ts... claro, ¿Cómo algo tan bello como tú iba a quedar afligida por algo así? No, cómo no, solo podía ser algo que te enalteciese aún más... Sí... sin duda, es mucho más bonito.

A medida que hablaba acercó su mano derecha hacia la marca, pero a medio camino se frenó devolviéndola a su regazo.

Laura volvió a reirse, esta vez con toda sinceridad

- Tienes una facilidad innata para el halago, ¿sabes? A pesar del hecho evidente de que no te intereso ni estás flirteando conmigo

Su mirada se tornó traviesa y sus ojos volvieron a tener un tono bermellón

Theo rió en silencio un tanto abochornado y bajó la mirada.

- Tiene más que ver con pensar en voz alta y no pararte a comprobar que estás diciendo. -Trató de disculparse, y, mirándole a los ojos, se defendió:- Quizá no esté flirteando, pero estoy seguro de que mucha gente se ha mordido la lengua y hubiera dicho mucho más, ambos sabemos que solo estoy siendo realista. -Acabó con una sonrisa dudando entre añadir o no algo más. Ese es el problema de la gente, no decir lo que piensa... nunca tuve ese problema frente a las chicas puesto que nunca me interesaron... supongo que sería mucho más diferente si ella fuese él...

- La mayor parte de la gente, sobre todo los tios, que me ven por primera vez directamente no dicen nada. Se me quedan mirando embobados o simplemente se les corta la respiración. Que tu no hayas parado de hablar dice más de ti de lo que seguramente quieres mostrar. Porque... bueno, está feo que yo lo diga, pero tengo un espejo en mi casa y se lo que hay... Y si no te atraigo físicamente, por algo será...

Laura sacó la punta de la lengua y se la mordio ligeramente, en un gesto de picardía más propio de una niña que de una joven adulta. Luego apartó la mirada, algo avergonzada

- Perdona, no debí decir eso. No quiero meterme donde no me llaman

Ver que era ella quien se avergonzaba le hizo gracia, y, liberado de cualquier tensión, empezó a descojonarse tratando de silenciar su risa. Apenas se lo había dejado ver a un par de personas antes de desaparecer hacia muchos años atrás y, desde que estaba en este mundo, no se había atrevido a decir nada ni había salido el tema tampoco. Y tampoco ahora lo había dicho directamente, pero ver cómo se lo tomaba le relajó lo suficiente como para hacerle creer que no hacía mal confiando en ella. Si aquella iba a ser su maestra... se sentía afortunado y se preguntó porqué a su maestro no le acababan sus... "métodos".

- Me gusta la gente que dice lo que piensa en voz alta, no padezcas -Exclamó feliz-.