-Pues viejos a las personas mayores muy muy mayores como el Doctor o la señora Anacleta- dije algo avergonzado.
¡Lebensborn! - Exclamó Kanaka reconociendo una palabra y ensanchando aún más su eterna sonrisa.
¡Ja [Y-a], ja [Y-a]!
Empezó a asentir emtusiasmado en una especie de alemán con acento cantonés.
Y luego empezó a reproducir ciertos signos: un círculo con índice y pulgar de mano izquierda y entrando y saliendo repetidas veces atravesando dicho círculo los dedos índice y corazón de la mano derecha mientras acompañaba el gesto de una especie de silbido/soplido
Fuiiií. Fiiiiú
Luego sin tener muy clara la relación de ambos gestos, señaló a la silenciosa pero atenta y activa Jessica Heredia Expósito e hizo otro gesto aún más obsceno con un puño y una lengua marcando carrillo que no será narrado.
-Niño "Algencano"-dijo Serj para referirse a Alemán, Argentino y Americano, de forma irónica e ingeniosa-la Lebensborn era un progama secreto de la organización nazi, sí la del señor ese que escribió "Mein Kampf" y "Zweites Buch", por cierto, no confundir con Kritzkrieg, sobre todo en servidores europeos, que te reportan.-Serj al ver lo que hizo Gai Tan se sorprendió-Vaya, vaya, aquí da para "Salvame". ¿He o no? Jessica.
-Y otra vez con la palabra "nazi"... -se quejó Hermann, molesto-. ¡Que porque mis abuelos vinieran de Alemania no tenían por qué ser nazis! No me creo nada de eso de un programa secreto. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Que el Lebensborn buscaba crear niños arios puros y yo salí defectuoso por mis genes maradonianos?
Tras unos pitidos que marcaron una especie de cuenta atrás de los últimos segundos y un silencio de tan solo un instante, dos focos blancos se iluminaron sobre las cabezas de Anacleta y de Tom Highway. Al parecer ahora al mover la mano salta de uno a otro, sin dejaros opción de señalar a nadie más.
Esto se cierra en 24 horas. - Escoged entre esas opciones.
Podéis hacer "doble voto" votando a alguien más para que cuente para la siguiente ronda tras el desempate.
Parece que ya ha llegado mi hora, aunque antes de irme diré que yo no he votado por nadie en ningún momento.
Yo que vosotros tendríais que cuidaros del muchacho.
Dijo Tom mientras señalaba a Kayn Adams
-Aún podemos salvarte si votamos por la señora mayor, sargento. ¿Dices que el niño se ha inventado todo esto y que tú no has votado contra nadie?
Yo desde que hemos empezado no he votado a nadie, así que ha mentido
vaya va a morir un hombre sensato por lo que parece
-Pues vote al menos para salvar su propia vida, sargento. Que de todos modos, la yaya no va a volver a reaccionar.
Miro mis manos las cuales estan blancas de pintar,pero por el contrario mi tiza mengua, intentaré limitar mis dibujos no sea que me quede mudo del todo.
Palmeo dos veces y giro mi luz en dirección de Anacleta.
-Lo siento vieja. -Es lo único que diría el chino.
Sea o no sea verdad lo que dices, Tom, no voy a votar a un activo. Pero no se que te ha impulsado a no decir nada, a no dar tu versión, mientras algunos decíamos claramente que íbamos a votarte.
Había más activos que votavan a activos, así que de la misma forma que Charlie no había votado a estos, tampoco pensaba hacerlo por Tom. Parecía que le había llegado la hora a Anacleta...
- A mi también me resulta raro que justo eleve la voz en este momento. Es bastante parecido al caso de la adolescente bailarina, que fue acusada por el doctor de votar mientras hacía silencio. Por eso es importante que todos hablen por lo menos cada dos o tres rondas.
-Creo que es demasiado "sutil" llamar "Rondas" a las muertes de una o dos personas...
- Una sutileza nunca esta de más para seguir adelante... dudo que la persona que sobreviva a todo esto se recupere fácilmente de este macabro evento. La locura es propia de aquellos que no pueden despegarse de la cruda realidad.
Tras oír lo de adolescente bailarina pensó por un momento y se acordó de algo:
-¿Quien es esa bailarina? No será...
Con un sonido profundo y metálico como si algo estuviera a punto de ocurrir emerge un feroz rayo de la esfera central e impacta en el pecho de Anacleta fulminando su cuerpo en el suelo. No solo eso, de la nada, su mano derecha se alza mostrando un brillo inesperado y esta es arrastrada en la más profunda oscuridad ante el impacto de los presentes.
Me persigne ante la muerte de la mujer, me sentía avergonzado por llamarla vieja, pero sabía por dentro que no había votado por ella, esta vez me hice bolita y me quede quieto, -El sargento no voto por nadie ahora.