Partida Rol por web

El grupo avanza por la playa de estacionamiento rumbo al supermercado. Algunos rabiosos caminan por el estacionamiento pero no parecen prestarles mayor atención. cuando llegan a las puertas del supermercado, pueden notar que éste está conectado por un pasillo abierto al edificio más grande, donde hay también una entrada lateral. Algunos rabiosos se agolpan contra las puertas de vidrio de la susodicha entrada. Sin embargo, no ven más señales de actividad en ese edificio. 

El supermercado tiene las puertas de vidrio cerradas. Por el estilo, son de esas que se abren automáticamente cuando alguien pasa cerca, pero parece que el sistema está deshabilitado, al igual que la entrada del edificio grande.A traves de las puertas de vidrio pueden ver el interior del supermercado. Hay estsntes con víveres sin tocar. Desafortunadamente, hay también algunos rabiosos caminando por los pasillos. 

-Esto se ve problemático -observa Bob. -No creo que podamos maniobrar con facilidad con esos ahí dentro. Quizás deberíamos romper el vidrio y tratar de hacerlos salir. 

—Los dientes —grita Natalie desde lejos— Hay que romperle la mandíbula para que no pueda mordernos. Kip, ve a echarles una mano para inmovilizarla, yo me encargo de este.

Natalie vuelve a atacar al rabioso, apuntando directamente a su cabeza.

-¡Oído cocina!

Norma asiente con la cabeza ante el grito de Natalie y responde de la misma manera. Con expresión decidida, ya que tiene a su presa inmovilizada, le asesta un nuevo golpe con todas sus fuerzas en la mandíbula.

El rabioso robusto cae hacia el costafo después del segundo golpe. Definitivamente la tubería había sido una gran elección. Kip se incorpora del piso y asiste a los otros dos. Con un feroz golpe de culatazo a traves de la tela, pueden escuchar el crujido de la mandíbula rompiéndose. Lloyd entonces se dirige a los pies de la rabiosa y se dispone a levantarla. Kip lo ayuda mientras indica: -sostén la tela por las dudas, por favor, Normi. ¡Nat! ¡Vamos!. 

Me acerco a la puerta y compruebo si se puede abrir con algo de fuerza, sin llegar a abrirla. - Esto parece bien iluminado, quizas seria mejor ir eliminandolos una vez dentro en lugar de hacer ruido para hacerlos salir, cuidandonos de mantener la salida despejada. No sabemos cuantos pueden haber ahi dentro.

Nat asiente a la llamada del grupo y se dirige hacia ellos con la tubería en alto y mirando alrededor por si aparecen nuevas amenazas.

—Rápido, ¡volvamos dentro! —les dice al llegar a su lado.

- Coincido con John, alertar a los rabiosos no creo que sea la mejor opción...además, podríamos atraer algunos que puedan estar por los alrededores del centro comercial y vernos en un grave aprieto... Comentó rascándose la barbilla pensativa y valorando otras opciones. Y si probamos de ir dando la vuelta y tratar de encontrar algún otro acceso por la parte de atrás, una salida de emergencia o una escalera de incendios. Centros comerciales tan grandes como este deben estar obligados a ello y deberían tener más accesos que las puertas principales. ¿Probamos a ver si hay suerte?

Megan encabezó la marcha, siempre pegada a la pared y tratando de pasar desapercibida. Estaba convencida que entrar por las malas rompiendo el cristal y en la misma entrada iba a ser una mala idea... No solo al atraer rabiosos hacia ellos, si no actuando de forma hostil frente a los que puedan haber en el centro comercial. 

Al rodear el edificio descubren dos cosas interesantes:

• Una gran abertura en la parte trasera delsupermercado, probablemente por donde entraran la mercadería. 
• Una escalera de mano en el costado del edificio grande. Que llega hasta el techo.

Nunca me gusto ser observado o vigilado, asi que al ver la escalera, lo primero que pense fue en ir a ver a nuestro nuevo amigo espia. - Yo voto por ir a conocer a nuestro amigo del tejado, si es legal, sera una ventaja y si es un enemigo, es mejor deshacernos de el cuanto antes.- Con la pistola en mano, espero la respuesta de mis compañeros. - Si vamos a subir, yo ire primero y mejor que bob vaya detras de mi. Aunque si preferiis ignorarlo y entrar dentro, no me opondre.

Dar la vuelta en sigilo había dado sus buenos frutos y tenían a su alcance dos posibles entradas al complejo. Sin duda alguna, ambas requerirían de cautela y serían peligrosas, pero también se inclinaba por subir hasta el tejado para tener una mejor perspectiva. Asintió a John y cubrió a sus compañeros mientras subían las escaleras en el orden propuesto por el ermitaño.

- No sabemos en qué estado nos podemos encontrar a los que pueda haber allí arriba, sea como sea, seamos precavidos. Bob, ¿Dispones de algún arma para defenderte o solo tenías la pistola vacía que le entregaste a John en el vehículo policial? 

No es que confiase ya en el tipo, pero en un momento de apuro, si llevaba un arma, aunque estuviese descargada podía intimidar a los que enfrentaran. De todas formas, confiaba en que no fuese el caso y solo hubiese un hombre, a ser posible sin ánimo de ser hostil.

- Os cubro. Finalizó mientras ambos empezaban a subir la escalera. Ella se encargaría de observar bien los alrededores y tratar de escuchar cualquier sonido que le permitiese interpretar cualquier cosa relevante.

-Solo la pistola sin balas. De ser necesario, puedo defenderme con ella-asegura Bob.

Al subir las escaleras, John puede ver el techo del edificio más grande. Tiene una superficie recta como para caminar sin problemas y una gran ventana en el suelo. Seguramente, de al hall central del centro comercial. A primera vista, no parece haber ninguna persona en la terraza. Bob sube tras Jon y echa un vistazo a su alrededor. -¿Estás seguro de que viste a alguien?- ppregunta el hombre alto.

El grupo lleva a la rabiosa cautiva dentto y cierra la puerta tras de sí. Tanto Neil como Emma los miran con curiosidad. -¿Será seguro? -pregunta el adolescente mientras la rabiosa de cabeza encapuchada se retuerce en el suelo. 

-Deberíamos llevarla a algun lugar seguro.-sugiere Kip.

Norma vuelve al interior de la comisaria junto al resto, sosteniendo a la rabiosa con todas sus fuerzas. Saluda con un gesto de cabeza a Neil y a Emma tratando de infundirles confianza.

-Sí... -dice dirigiéndose a Kip.- ¿A las celdas? Al menos ahí estará controlada mientras nos sea de utilidad....

La mirada de Norma se pasea por el resto buscando su aprobación.

Se lo que vi y estoy seguro de que era una persona, quizas decidio escapar o se esconde en algun lado. Asi que decido intentar convercerlo para que se muestre.- Sabemos que estas ahi. No queremos hacerte daño. Solo buscamos recursos para nuestros compañeros. Peero no me gusta que me espien. Si quieres, podemos colaborar. Y me quedo esperando...

—Sí —dice Natalie entre jadeos. Se dobla sobre si misma y se limpia el sudor de la frente—. Lo mejor será mantenerla en las celdas y, por si acaso, sería conveniente atarla para evitar cualquier fuga. Cualquier precaución es poca. Estamos en una comisaría, ¿habéis encontrado algunas esposas por ahí? También me sirven cadenas o cuerdas.

Lanza la pregunta al aire y se queda observando como aquella cosa, eso que alguna vez fue humano, se retuerce en el suelo. Será interesante ver cómo evoluciona, cómo se relaciona. Tan interesante como peligroso.

—¿Y Megan? —pregunta de pronto, recordando la gran curiosidad de la doctora.

Emma se acerca a Natalie con cierta renuencia debido a la proximidad con la rabiosa. 

-Conseguimos una tanza, espero sea suficiente. ¿Van a atarle los pies, supongo...?

Lloyd se sienta pesadamente a un costado, parece bastante cansado por el esfuerzo. Kip, sin embargo, está presto para ayudar. 

-Las celdas parecen buena opción. 

-Megan salió a buscar suministros con John, Gustav, y algunas personas más -responde Neil. 

No se oye ninguna respuesta en el techo. Tampoco pareciera haber lugares muy favorables para esconderse. Bob comienza a caminar por el lugar con cautela. En un momento, nota algo en el suelo y hace una señal para que John y Megan vean. A los pies de Bob se puede ver una puerta trampa. Probablemente lleve dentro del hall. 

-Probablemente haya bajado. -sugiere Bob. 

Natalie asiente a la pregunta de Emma

—Sí, lo mejor es tenerla encerrada dentro de una celda. Además, le ataré las piernas a los barrotes para mantenernos lo más seguros posibles: no deseo que pase ninguna desgracia. —Estira la espalda y se gira hacia Kip— ¿Me echas una mano, Kip? Norma se merece un buen descanso después de mantenerla a raya todo este tiempo.

Natalie sonríe a la reportera y, después, se gira hacia Emma.

—¿Puedes acercarnos la tanza?

Habían logrado subir sin inconvenientes a la parte superior  del centro comercial y todo parecía indicar que desde allí les sería más fácil acceder sin llamar la atención. La despejada azotea no tenía ni rastro del tipo que había visto John y eso preocupó a Megan quién no entendía donde podría haber ido a parar, no es que hubiese muchas escaleras para irse de allí y de algún modo u otro lo habrían visto ¿Dónde demonios estaba?

No fue hasta que Bob encontró una especie de trampilla que presumiblemente bajaba hasta el hall, que Megan no logró comprender. No sabían a que se podrían enfrentar si bajaban pero desde luego había que intentarlo, el éxito de la misión dependía de los suministros que pudiesen lograr.

- Vale, ya sabemos por dónde ha ido. No sabemos si está acompañado o solo por lo que habrá que andarse con ojo en cuanto bajemos y tratar de pasar desapercibidos. Confío en que no sepan por donde hemos entrado, igual están esperando en las entradas delanteras o la trasera pormdonde llevan la mercancía. Sea como sea, a partir de aquí total silencio...  comentó mientras veía como John y Bob se preparaban para bajar. Ella prefería ir la última y que John fuese delante pero si en algún momento sugerían otra cosa no tenía inconveniente si era una razón fundamentada. Pistola en mano, controló los alrededores mientras se disponían a bajar.

Con esfuerzo pero sin peligro, ambos llevan a la cautiva hasta la última celda del pasillo. Con presteza, Kip se dispone a atar los pies de ésta a los barrotes de la celda y bien juntos, de modo que no pudiera levantarse. En el camino se cruzan a Jesse, quien descansa sobre una de las camas. Parece estar temblando.