Partida Rol por web

bueno amigos, ¿unos dados? saca de una bolsita sus dados...

ni por asomo amigo, no con esos dados que tienes, llevamos demasiado jugando y no me extrañaría que los tuvieras preparados, nunca se saca nada con ellos... nada mira al resto buscando su aprobación.

Conrado reaparece delante de los suyos tras haberse marchado durante un buen rato. LLeva en la mano una espada corta envainada en una pieza de cuero duro. venga chicos levantad, nos vamos... Coge de la mano a Wyric y le ayuda a ponerse en pie. Esta espada es para ti dice mientras empieza a mostrarle, sin ningún tipo de indicaciones, como atarse el cinto. Hermanos, he hablado con unos exploradores que acaban de volver, si marchamos ahora, llegaremos a la aldea de Bilisi no mucho después de oscurecer del todo. Allí podremos alimentar a los caballos y descansar para primera hora de mañana proseguir con el camino, a nuestro paso llegaremos mañana mismo al anochecer a Missina lo que nos permitirá entrar a abastecernos, si sitian la ciudad nos será difícil y caro comprar comida.

Acercándose al grupo de hombres que hay cerca de una hoguera recién prendida. Señores, ¿alguno quiere compartir estas viandas conmigo? saca de un zurrón medio queso, algo de color rojo que parece una barra y huele fuerte pero apetitoso y luego tengo algo para preparar un caldo delicioso y tengo vino, bastante vino. El tipo viste una buena malla bajo una sucia túnica de la que se puede ver la cruz roja tras un montón de mierda. Su cara parece demacrada y su aspecto está muy descuidado aunque no ha perdido vigor. Es un tipo al que han visto por el barco, saben poco de él mas que es un caballero que no sirve a ninguno de los nobles, y está sólo, por lo menos siempre se le ha visto solo.

¡Alfred! ntchss veo que no te has equipado todavía bien... hace un chasquido con la lengua. ¡Ven conmigo! Iremos a que elijas buen material. hace mantener a Alfred a su paso mientras cruzan entre las tiendas ya montadas, camino de intendencia.

Sabes Alfred, me encantó como jugaste a Harpastum, fue, fue algo... algo como inspirador sabes... y creo que vas a encajar bien entre nosotros. Me encanta el Harpastum, aunque en mi feudo no he llegado nunca a ver un partido, pero cuando volvamos, deberíamos montar un equipo, o varios para jugar, me encantaría tener a alguien como tu en mi equipo. Sighard se muestra cercano al hombre al que acaba de contratar para guerrear junto a sus caballeros.

yo mismo, Señor, si no os importa. Siempre es bueno reponer fuerzas.

Por fin se habia acabado, de momento, el viaje por mar, lance ya estaba mas que cansado de estar rodeado de agua, lo suyo era la tierra y dios podia dar fe de ello.

Alli estaba Lance, al rededor de una hoguera, con algunos de sus compañeros de viaje y preguntandose donde se habria metido Nermal, escuchando musica de un sonido esquisito y siendo invitado por un hombre cuya vestimenta esta formada por una sucia túnica de la que se puede ver la cruz roja tras un montón de mierda.

Lance alza su mirada hacia Waldruc, se le queda mirando detenidamente durante un instante y al cabo del rato dice........No me vendria nada mal un buen trago de ese vino que traes contigo.

Waldruc da a los dos tipos algo de queso, corta unas rodajas de aquella barra y rompe un trozo de pan. El vino lo tengo en mi carromato. Para más tarde.

muy agradecido, Sire.

Y doy buena cuenta de los bocados ofrecidos

Agradecido por el trozo de pan recibido y el trozo de queso, da buena cuenta de ellos pero no deja de pensar....Prefiero el vino, el alimento esta bien para llenar el estomago, pero el vino ayuda a olvidar, a olvidar el viaje en barco.Sonrie a Waldruc.......Gracias, dios te lo pague amigo.

Dirigiéndome al amable caballero...

y, dígame, Sire, ¿es este vuestro primer viaje o ya hadeís pisado Tierra Santa anteriormente?

Tierra santa. No sabia porque, pero a Lance le temblaba hasta el alma cada vez que oia esa palabra.

he luchado en tierra santa ya, y lucharé de nuevo en cuanto lleguemos. Desafortunadamente, no tengo esta vez a nadie que cuide de mi espalda, y este malnacido de Sighard, no ha dejado soldado libre que pueda contratar. el tipo parece muy resentido con el que ahora es el superior de estos soldados. quien se una a mi evitará la batalla de Missina, pues no lucharé en favor del Rey, no soy Inglés, ¡y tengo el respaldo del rey de la Franconia y de Dios! a quienes sirvo, para evitar la confrontación. el tipo pega un bocado al queso No es por cobardía, es porqué si he de morir no quiero hacerlo por quien lucha por sus propios intereses.

Si le digo la verda, esa jugada salio desde dentro, porque no habia jugado mucho en mi vida, parece que sirvo, pero he de convfesar algo, al veros con eso ropajes, son con los ropajes, que siempre soñe vestirme, ropajes blancos con la cruz roja, se manejar tanto la espada como la lanza, aunque desde muy joven me declararon lancero, sera un honor, como dije antes, defender nuestro estandarte, la verda es que me gustaria lelvar una lanza y escudo redondo bueno, y una espada larga al cinto, si puedo, la armadura la que tengais dispesta para ofrecerme, con este equipo, nadie nos parara os lo aseguro...

*Miro con mucho respeto, ya que toda mi vida respeta esos ropajes, me parece el signo mas directo de honor y orgullo, mis dos grandes virtudes...

Sighard y Alfred llegaron a intendencia. Pues tienes talento para ello Alfred. Te lo aseguro. Dos soldados se apartaron dejando paso a los dos hombres hacia dentro de la tienda. Ahí, dispuestas en diferentes toneles y cajas de madera, se encontraba el arsenal más grande que Alfred había visto. Elige lo que creas que te será útil. Pero te aconsejo sobretodo que cojas esta maya le advirtió Sighard mientras la examinaba detenidamente.

Tras charlar un buen rato se levantó. Recogió sus cosas y señaló un carro con un caballo. Ese es mi carro, quien quiera venir a beber algo de vino y a hablar de negocios... ya sabe donde estoy. se fue caminando tranquilamente hacia el carro.

¡¡¡Vino!!!, Lance siguio a Waldruc como un rayo en espera de recibir un poco de aquella bebida magica.

Lance desapareció caminando al lado de aquel tipo, la idea del vino le había persuadido más que sus palabras. El resto, se quedó cerca de la hoguera viendo aparecer poco a poco todo un manto de estrellas que cubría más allá de donde su vista alcanzaba. Poco a poco fueron durmiéndose y la hoguera permaneció unas horas más hasta acabar siendo brasa.

Bien, bien, bien viendo a Alfred equipado eso ya es otra cosa amigo... golpeó su hombro usando toda la palma de su mano Vayamos a comer algo y beber antes de dormirnos, mañana será un día agotador.

Alfred siguió a Sighard hasta la zona donde acampaban. Hacía ya unos días que Alfred no veía a sus antiguos compañeros, y poco a poco se estaba adaptando a los nuevos, eran tipos no del todo diferentes, aunque algunos de sus compañeros de ahora pudieran haber tenido una vida más acomodada.

¿Sabes Alfred? Es muy importante el camino que hoy hacemos, y todo aquel que crucemos hasta llegar a Urshalim... tengo una deuda con Dios, y voy a ahí a saldarla. Es verdad que cuando mi padre decidió que debía partir meses antes de emprender este viaje, no lo tenía muy claro, incluso rechisté, pero Dios supo hacerme ver cual era el camino. Sufrí una herida mortal durante el diluvio que estremeció todo el feudo de mi padre, Scofferishire. Pero poco antes de que el ejército cruzado partiera, mi pierna se sanó... ¡un milagro amigo!