Partida Rol por web

-Si ... dije asintiendo las palabras de Conrado ... cada vez el nerviosismo era mas evidente entre nosotros ... el tiempo pasaba y cada vez estaba mas cerca el ejército invasor ...

Pero en ese instante una idea me vino a la mente ...

-Creo que tengo una idea ... y si vamos donde se va a derribar el muro ... y provocamos que vengan los soldados del pueblo hacía allí ... alguna forma encontraremos de atraer su atención ... dije recordando las pequeñas diabluras que hacía de pequeño y que solían atraer a los soldados rápidamente ...

Conrado lanzó una mirada directa a Gailes en cuanto oyó las palabras de Wyric. Tiene razón, pero la cosa puede acabar diferente a lo que quisieramos ¿armamos jaleo?...

Claro hermano...Tu dirás... miro hacia el sitio en cuestión vamos pues y que sea lo que tenga que ser...

-No nos queda otra opción ... de esta forma conseguiremos reunir a los soldados donde queremos ... no hay tiempo para mas ... dije mirando a uno y a otro esperando que dieran el visto bueno y se dirigieran hacía el punto en cuestión ...

Apenas quedaba tiempo para nada ... en breve el túnel estaría finalizado y la muralla cedería por completo dejando la ciudad desguarnecida y lista para ser asediada por los soldados del Rey ...

Pobre gente ...

Conrado, Gailes y Wyric empezaron a correr hacia delante gritando ¡EL REY SIGMORD VA A TOMAR LA CIUDAD! ALERTA, LA MURALLA NORTE VA A CAER! Pronto, unas calles más allá la luz de unas antorchas aparecía.

¡SOLDADOS! ¡VAN A HACER CAER VUESTRA MURALLA!

Tres guardias se acercan corriendo y cuando ven las vestiduras de Conrado y Gailes frenan y se quedan perplejos. ¿Hospitalarios? se miran y dan un paso atrás apuntando a los tres con sus lanzas cortas. ¿como han entrado aquí y que están haciendo?

seguro que intentan ayudar al Rey Sigmord tratando de distraernos y hacer bajar al ejército de las murallas. dice otro de los tres.

Acompañadnos, os presentaremos al Sargento a ver que opina él de todo esto. dice el último.

-¡No! grité negando con la cabeza cuando nos dijeron que les acompañáramos ...

-¡Están a punto de entrar! ¿Es que no lo veis? ¡Van a derribar el muro maldita sea! les dije cada vez mas nervioso por lo que seguro que estaba a punto de suceder ...

-Debéis hacer guardia aquí ... para que cuando caiga el muro podamos hacerle frente al ejército del Rey ... debéis creernos ... y sino ... comprobadlo con vuestros propios ojos ... y si lo que digo es mentira ... ¡que me parta un rayo aquí mismo!

Mi rostro era de seriedad absoluta a pesar de que me estaba sorprendiendo a mi mismo por la actitud y el carisma que estaba sacando a lucir ...

El muchacho blasfemando hace que gire mi cuello haciendolo sonar... Guardo silencio y miro a Conrado Lo siento hermano... Espero que no te enfades si no esperamos a que tomes la iniciativa...Es mucho peso para uno solo Han oido al muchacho. No hay tiempo para ir a ver a nadie si al menos no mandan a alguien a ver la muralla norte... Accedan buenos hombres... Accedan de buen grado. Finalizo al tiempo que llevo mi mano derecha al pomo de mi espada.

Eh tu la mano quieta dice un soldado que se ha dado cuenta del gesto de Gailes.

Mi fe no decaerá después de ver la masacre que les espera si no hacen caso al chico... ustedes no sólo van a perder la vida, si no que el alma también, pues la muerte habrá sido llamada por gente como vosotros.

¡A callar! suelta un golpe con la parte de madera de la lanza empujándolo hacia delante.

A muchos pasos de distancia ven ya la muralla, se ve bastante iluminada.

Niego lentamente con la cabeza

No. Toda una ciudad padecerá por nuestra incompetencia si no logramos que impidan el derrumbamiento de la muralla... Si debemos derramar la sangre de inocentes aunque necios para ello... Si debe derramarse la de alguno de nostros, preferentemente la mía a cambio de salvar todas las vidas que se perderán... Me doy por bien pagado. Espero una señal de Conrado o de los soldados entrando en razón.

Me quedé quieto después de ver la reacción de Gailes como desenvainaba la espada ... la cosa se estaba poniendo fea y yo me había quedado petrificado sin saber que hacer ...

Mis ojos buscaron los de Conrado ... buscando algún índice de lo que debía hacer ...

-Vais a morir ... dije tan solo murmurando ... apesadumbrado por que esos hombres no nos creyeran que el muro estaba a punto de caer ...

Está bien, está bien, andad más deprisa, así se lo contaréis al sargento y que el se lo diga al capitán. el hombre suelta unas palabras en un idioma que desconocéis.

El paso se acelera y llegáis frente a la muralla donde hay un buen número de soldados moviendose, de arriba para bajo. Os dejan ahí plantados y uno de ellos se separa de vosotros para ir a buscar a su sargento. Le veis de lejos volver contándole algo.

Ambos se acercan Son ellos mi sargento. señala con el dedo.

santísimo padre. ¿Son ustedes caballeros de san juan? mira a su soldado dejádles ir. Acompáñenme a ver al capitán mientras me dicen que era eso de que atacarían las murallas... estamos vigilando bien esas primeras líneas en las que muestran sus escalas, pero aún no parecen tener intención de mover un dedo.

Hace un gesto a sus compañeros para que le sigan. ¡claro que no ven sus escaleras apoyadas a sus murallas!, están zapando la muralla, van a excavar hasta sus cimientos y luego harán que esta caiga, dejando una buena entrada para todo ese ejército. Con un poco de suerte, la mitad de los soldados de la ciudad llegarían a resguardarse dentro de la segunda muralla. Luego la rendición será cercana. Y lo peor de todo... la matanza indiscriminada de inocentes, los saqueos, el pillaje, las violaciones... haga que su capitán entre en razón y escuchadnos, podemos defender el castillo en este primer ataque y refugiar a la gente en el castillo, y luego entrar nosotros o incluso tratar de tapar la entrada.

¿Zapando la muralla? ¡Oh dios santo! nunca había escuchado de eso... el tipo les hace una señal y empieza a correr hacia otro perímetro formado por algunas unidades de infantería. Allí se presenta ante su capitán.

Capitán Periclo, mi capitán. Estos caballeros de San Juan vienen a traernos malas nuevas, dicen que el ejército del rey Sigmord está excavando cerca de la muralla para hacerla caer. Nosotros no hemos visto tal cosa, pero ellos parece que si. Me fío de su palabra, son hombres de fe.

El capitán mira a los tres hombres, la desconfianza se ve en su cara, normal en una situación como la que están viviendo. En tal caso de que exista este problema que el soldado Lucio me reporta, por favor, enseñádmelo. Y buscaremos soluciones. Empieza a dirigir hacia las escaleras que suben hasta arriba de la muralla. ¡Acompáñenme!

Mi rostro cambio por completo al ver como los soldados aceptaban que les demostráramos que lo que estábamos diciendo era verdad ...

Gracias a Dios ... suspiré descansado ...

Rápidamente me giré hacía Conrado y Gailes y les dije ...

-Vamos rápido ... no tenemos tiempo que perder ... a cada minuto que pasa ellos están mas cerca ...

Comienzo a caminar apresurado en pos de la muralla, al escuchar las palabras de nuestro joven amigo contesto

Estoy de acuerdo... Pero este buen hombre hará lo correcto, lo siento en la sangre. Vamos a detener a esta gente aunque debamos derramar sangre inocente... Vamos amigos... Busquemos la forma de detenerlos... Ahora... Conrado, mientras vamos, me puedes decir si acaso se puede hacer esto que te comentaba? de la brea en llamas? o quizà aceite?

Digo tratando de irm màs allà de lo que me concierne... La visión del saqueo me imprime un aspecto lúgubre y sombrío... No quiero que suceda...No debe suceder.