Partida Rol por web

- Caballero. El señor está cansado y...

- ¡Dwirm! Pasa, pasa. La cena aún no está preparada. Quizá quieras ayudarme, y de paso me gustaría tu consejo... ese botarate de Marius no me sirve de nada... dice levantándose pesadamente de su decorado asiento.

Estare encantado de asistiros mi señor...aunque primero deberia pediros que escucheis a este humilde aldeano. Porfavor perdonad mi osadia... le digo mientras hago una profunda reverencia y señalo al campesino con un movimiento del brazo.

Otto no puede evitar que se escuche el rugido de su estomago, lleva todo el día andando de un lado para otro y apenas comió al mediodia. Se acerca con timidez a su Señor, con las manos juntadas en su viejo sombrero y su cabeza levemente gacha.

-Saluos su vuecedad. Soy Otto, un humirde leñaor de Drillstoke. He trabajao duramente para tené madera pa vendé, pero no he podió vendé na de na. La gente ahorra para pagá su tributo y no tiene necesidá de comprá leña, ni tablas pa arreglá mesas.
Tengo mujé y dos hijos, además de un hijo de una hermana mia. Tenemos lo justo pa comé y ahora pa pagá el tributo solo tengo el fruto de mi duro trabajo. Le suplico que acepte por que no tengo moneas para pagahle.-

Dicho esto se tira de rodillas al suelo rogando.

Miro de reojo al leñador mientras este habla, para luego desviar mi vista hacia Sir Robert asintiendo levemente con la cabeza con una leve pero amigable sonrisa.

El señor se acerca al leñador, y le ayuda a levantarse de nuevo.

- Bueno... comprenderás que si acepto tu trato, todos los aldeanos del feudo vendrán con su producto para intentar librarse del pago, y lo que necesita el ejercito es dinero, para pagar a los soldados.

se queda unos segundos en silencio, pensando.

- Pero también necesitamos madera... Bien. Haremos una cosa. Pediré a un soldado que te acompañe al carpintero que prefieras. Tu le darás toda la madera que puedas, buena madera, y el carpintero se dedicará a hacer flechas para el ejercito. Si cuando lleguen las cruzadas, tenemos una buena cantidad de flechas, tanto tu como el carpintero os librareis del pago. Sino, deberéis partir con los cruzados. ¿qué os parece?

Sonrio complacido ante la respuesta de Sir Robert, incluso sacando un poco de pecho al comprobar orgulloso a que clase de hombre le estoy sriviendo. Miro tambien al campesino con una sonrisa cómplice, asintiendo con la cabeza invitandole a aceptar el trato.

-Sos mu compasivo mi señó... acepto encantao el trato. ¡Ahora mihmo me pongo manos a la obra!-

Las palabras del Conde parecen insuflarle nuevas energias y por su gesto parece estar deseoso de ponerse en camino para trabajar.

Dirijiendome al leñador Hoy se ha hecho muy tarde, pero mañana por la mañana podreis venir a hablar con un soldado para que os acompañe al carpintero que elijais, y contadle a él las palabras de nuestro señor, pues estoy seguro que tambien recibira gustoso el trato. Id ahora, pues yo debo quedarme para hablar con nuestro señor. Le digo con una calida sonrisa.

-Estoy en deuda con usté caballero. Cuando nos eamos mi mujé le haré un potaje pa chuparse los deos.-

Hace una pequeña reverencia y dice:

-Adió señores.-

- Bien, caballero. Quería hablar contigo sobre los acontecimientos recientes antes de la cena. ¿Supongo que te habrás enterado del robo de la iglesia?

Estoy al corriente de ese triste incidente. Me parece increible que alguien pueda llegar a ser tan blasfemo y no respete ni la tierra sagrada contesto con tono serio mientras apreto el puño con fuerza

- A petición del señor cura y de mi propia decisión, he decidido enviar mensajero urgente al obispado para que envíen al inquisidor mayor. Supongo que llegará en un par de días, para hacer una investigación a fondo. ¿Querrías encargarte de su seguridad?

Hacerme responsable de la seguridad del inquisidor? me aparece una media sonrisa que logro contener Sera para mi un autentico honor, mi señor. Me honra enormemente que hayais pensado en mi para tal cometido. Digo haciendo una leve reverencia con la mano en el pecho

El señor mira a su alrededor donde los sirvientes ya han montado la mesa con las sillas y comienzan a traer algunos manjares.

- Bueno... cenemos. Los invitados no tardarán. dice mientras se levanta de su mullido asiento y comienza a andar hacia la mesa.

Prises entra en la sala acompañado de su protegido y haciendo una leve reverencia al señor, se sienta en la mesa.

Sigo al señor hacia la mesa, y me espero hasta que él o algun sirviente me asigne un sitio para sentarme.

thomas entró en la estancia, hizo una reverencia a su señor y se posicionó a una distancia prudencial de su señor para poder tenerlo protegido, pero al mismo tiwmpo no resultar molesta su presencia

Las puertas se abren y van entrando el resto de invitados, que se van sentando en las sillas que quedan libres. Cuando todos los invitados están sentados, levantan las fuentes mostrando suculentas carnes y multitud de frutas y los invitados comienzan a comer.

Thomas se acerca al caballero Holgut
Después me gustaria hablar con vos, si eso es posible