Partida Rol por web

lo haré enseguida, pero, si no conseguimos mas cazuelas lo mejor seria repartir a los niños y ancianos primero para q luego nos devuelvan la cacerola y servir a otra gente en ella...

Luego me dirijo hacia el altar donde se encontraba el párroco

Yo mismo le acompañaré señor willeween dice hake acercándose al desconsolado padre que ve a su hijo muerto en el suelo.

acercandose a wessel A mi tampoco me gusta trabajar... por eso acabé pidiendo, parece que aún queda algo de ese vino, ¿quizá más de lo que creías? venga amigo, hoy por mi mañana por ti, ¿de esto se trata todo esto no? vuelve a mirar al hombre, si me das un trago, haré lo que me pidas, venga hombre, lo que me pidas.

Parecía que la posibilidad de trabajar había sido evitada, pero ahora Wessel tenía un problema mayor. El mendigo volvía a pedirle de SU vino

El borrachín, parándose, miró al mendigo con mala cara y buscó nuevas excusas... pero su fértil imaginación, por una vez le jugó una mala pasada. Demasiado alcohol había nublado, por el momento, su mente. No se le ocurrió ninguna manera de evitar el pedido.

Finalmente optó por la menos problemática de las soluciones. Tendiéndole su bota al mendigo le digo impaciente - Está bien, pero solo un trago! y me debes una -

Apenas el mendigo acercó la boca de la bota a su rostro, ya estaba intentando quitársela. - Dije que solo un trago - le espetó de mal modo mientras intentaba recuperar su preciado adminiculo para poder dirigirse hacia la marmita de donde salía el exquisito olor.

Rether come algo, deshaciéndose después en halagos hacia las mujeres que con tanto esmero se han esforzado en animar a sus convecinos a través del estómago.

Tras despedirse de su familia, guía de vuelta al camino el carro donde antes estaban las provisiones, y que tan amablemente le ha prestado el caballero que las ha traido.

-¡DRILLSTOKE! ¡DRILLSTOKE! - grita poniendo las manos a ambos lados de la boca. - ¡Vecinos de Drillstoke! Busquemos a los vivos, enterremos a los muertos, quememos a los animales ahogados e intentemos traer las ropas y alimentos que puedan haberse salvado.

Si, te ha quedado riquísimo digo a Beatrix regalándole una de mis mejores sonrisas, voy a ver si consigo algo en lo que ir sirviendo la comida. Miro Will antes de dirigirme a la iglesia. Ven conmigo pequeño, vamos a poner un poco de orden.

Viendo que la joven entra en la iglesia, y ya que no me parece muy buena idea ponerme a gritar dentro del templo, me paro justo antes de cruzar la puerta. Sopesando mis pocas posibilidades para llamar la atención del gentío, opto por dar palmas que acompaño con enérgicos gritos.

POR FAVOR, POR FAVOR, UN MOMENTO DE ATENCIÓN, VAMOS A ORGANIZARNOS PARA QUE TODOS PUEDAN COMER!!

Comprobando que la mención a la comida ha conseguido que varias personas me escuchen con interés, tomo aire y, con los brazos en jarras, me preparo para dirigirme a mi recién adquirido publico.

Necesitamos todos los recipientes que puedan ser utilizados como platos!! Si tienen algo que pueda servir, vayan dándoselo a William señalo al niño que permanece a mi lado con gesto expectante, de uno en uno!! Sin prisas, que somos muchos y hay que hacer las cosas con un poco de orden!! Los niños y las mujeres, que vayan formando una cola junto a la marmita, ya que deben comer primero!! Los hombres, que ayuden a Will a dejar los recipientes donde Beatrix los tenga a mano, y se vayan poniendo también a la cola!! SIN PRISAS, QUE HAY PARA TODOS!!

Miro a la gente con la esperanza de que me hagan algo de caso, sin quitarle ojo a Will, para ayudarle con los recipientes si es que aparece alguno.

tras coger la bota del tipo, la alzó para darle un trago. Apenas cuando el primer chorro entraba en su bota, y sin poder reaccionar, el hombre se la apartaba increpándole por haber hecho supuestamente más de un trago no he dado más de un trago, apenas suficiente para enjuagarse la boca y quedarse con su sabor contestó el mendigo está bien te debo una, pero de bien pequeña dijo abriendo la boca de nuevo mientras se ponía en pie y dejaba en paz a aquel holgazán [I]ya verá este... será agarrao[/B].

mirando a tibbe wileween será mejor que nos quedemos o cuando volvamos no tendremos que llevarnos a la boca tras decir esto se pone a buscar cuencos que poder hacer servir, cualquier cosa valía.

el padre llega llevando unos cuencos de madera y alguno de cerámica... esto es todo lo que hay les dice a la gente mientras deja los recipientes encima de un banco.... que nadie se inquiete hay pocos y somos muchos pero hay mucha comida y podemos comer por turnos...recordar que estáis en la casa de Dios, y aquí sólo debe existir la fraternidad. Mira al pequeño Lucas, lucas, he oído que ese caballero va al castillo, ve con él, necesito que le entregues esto al señor de Scofferi entregándole un rollo de papel atado con una cuerda de esparto...ya que van a verle, luego puedes volver con Robbin.

Ahora hermanos a seguir trabajando unos y los otros comiendo en cuanto unos acaben los otros empiezan, es la mejor forma de obrar como hermanos que somos, todos hijos de Dios... por la tarde noche podríamos acabar de enterrar los muertos y realizar un oficio por su memoria, rezando a Dios por que sus caminos al cielo no hayan sido tortuosos.

Wessel miró partir al mendigo con suspicacia Todavía que le doy, se queja... Las palabras no salieron de su boca, pero eran facilmente discernibles en su rostro.

Una vez que confirmó que se había alejado se encaminó hacia las cocineras - Realmente el olor es exquisito - les comentó como al pasar mientras buscaba la forma de hacerse con un plato - No dudo que el gusto será tan espectacular como el olor -

El borrachín, tras una breve mirada se ubicó primero en la cola que se estaba formando - Cuando querais, mi estómago esta dispuesto - les comentó con su sonrisa más abierta, mientras esperaba que empezaran a servir.

Si pae - le responde el monaguillo recogiendo el rollo de papel. Acto seguido se acerca raudo moviendo sus cortas piernas con celeridad hacia el Caballero Dwirm - seño' ¿Uted va al catillo?

Se pone en pie en uno de los bancos, tras dejar ir a Lucas... Queridos hermanos y hermanas! Calmaos y ordenémonos, si seguimos parloteando así, no nos entenderemos, tenemos que hacer como en babel, y hablar todos el mismo idioma, como dicen estos buenos hombres, Robbin Gudsues y su hermano Wernerus, o también como dice el bueno de Machorys Ilston... debemos comer, y luego, los que quieran ir en busca de los cadáveres, que cojan el carro y vayan juntos, y el resto iremos detrás de la colina donde cavaremos una fosa donde enterrarlos.

Cuando veo partir a Agnies, me acerco un instante al atareado caballero Hölgut. Desearía poder hablar con vos, caballero, ahora mismo debo regresar a alimentar a todos los parroquianos, pero agradecería que se uniera a mí para intercambiar unas palabras. Prometo, no le llevará mucho tiempo y le estaré muy agradecida, digo con un sonrisa, y sin aguardar su respuesta vuelvo de nuevo a la marmita dónde ya puedo vislumbrar una generosa cola en busca de viandas. Damas y caballeros, por favor, me dispongo a servir los primeros cuencos con comida. Por favor, no creo pisotones y empujones en la cola, habrá para todos. De momento voy a servir en los pocos que nos han traído del castillo. En breve, la señorita Agnies nos traerá más y continuaremos sirviendo. De momento, no se podrá repetir, así que quien termine por favor nos traiga su cuenco para seguir repartiendo. Ah, y quién tenga un cuenco propio o de sobras que me los traiga aquí o se los den a Agnies. ¡Muchas gracias y espero disfruten el guiso!, digo a la muchedumbre que empieza a acercarse a la marmita. Y sin más dilación, empiezo a servir alimentos, al que, en este momento es el primero en la fila: un señor con fuerte aliento a vino, aquí tiene señor, buen provecho.

Al recibir el cuenco, el borrachín aspiró profundamente el humo que salía del mismo, disfrutando el aroma del plato tanto como pensaba disfrutar de su consumo.

- Gracias, buena moza - contestó alegremente, guiñandole el ojo a la posadera, antes de volver a su arbol, donde se sentó y, antes de consumirlo, aspiró con fruicción el aroma que salía de su plato.

- Uhmmm - Wessel disfrutó la comida como hacía mucho no lo hacía. Sacando nuevamente su bota, cada vez más vacía, aprovechó para darle un par de tragos mientras, poco a poco, su cazo también iba vaciándose.

Dewekinus al fin despierta con aquellos gritos que el padre wybert estaba pegando... ¿como? ¿dónde estaba? ¿la iglesia? juraría haberse dormido, ¡pero no en la iglesia! Eso no tenía lógica alguna, se pellizcó, giró la cabeza y vió a Denid con su legua fuera, dormido al lado de su saco de piedras, y delante suyo un caballero que le miraba ¿Qué hago aquí? yo estaba en mi casa, cuando me han traído, ¡es acaso una burla!

- ¡¡Oh!!¡¡Oh!!¡¡Oh!! ¿¿Señor Dewekinus el filósofo?? Ya era hora de que se desperatara, hombre... Lleva así desde antes de ayer, cuando la tormenta. ¿Qué? ¿No se acuerda usted de nada? - mi asombro es tal que no puedo dejar escapar un pequeño pedo...

- Pues... le encontré durmiendo en su choza, en Old Watermill, lo curioso es que se le ocurriera dormir en ella, porque estaba completamente destrozada y estaba lloviendo a cántaros. Además, se puso una barra de madera encima... si es que...
Y entonces, le llevé al viejo molino y allí nos encontró un simpatico viejo -yo sospecho que era Diós, pues llevaba largas barbas- y nos guió hasta la iglesia, donde seguimos.

Pues ahora si que estoy dsconcertado... no recuerdo la tormenta... responde a Denid incrédulo por sus palabras luego mira al caballero... Bien, ya no os preocupéis por mi, estoy vivo...

Finalmente el borracho terminó su plato... junto con los últimos tragos de su bota - Si no hubiese sido por ese pedigüeño - se lo escuchó murmurar mientras se paraba y volvía hacia donde la tabernera seguía sirviendo la comida.

- Buena moza, ha estado espectacular - la alabó. - Quizás en un rato, si queda algo en la olla podreis servirme un poco más? -

Wessel, con el estómago lleno y la conciencia tranquila volvió a ingresar a la iglesia dispuesto a resguardarse, por un rato del sol. Con su paso habitual, que no denotaba la cantidad de alcohol que había consumido, recorrió los pasillos de la parroquía sin prestar, aparentemente, atención a lo que lo rodeaba.

Los pensamientos del borracho eran claros. Necesitaba rellenar la bota nuevamente. Y el lugar más lógico era en la sacristía, donde lo había hecho durante la mañana.

Mientras paseaba por los pasillos del templo, sus ojos, disimuladamente analizaban las posibilidades. Sabía donde estaba el barril. Ya lo había hecho una vez... lo podría hacer nuevamente?

- ¡Vaya! Eso me alegra, señor Dewekinus el filósofo. -le digo, contento y esbozando una sonrisa- Ahora ya puedo quitarle el saco de piedras de protección... Pero... pese a que usted esté bien, hay otro problema, hace tiempo que no veo al joven Meeus, su aprendiz, ¿sabe algo de él?