Partida Rol por web

Pese a mi herida, logro para el ataque de su machete con mi palo gardeffi. Hago un rápido contraataque, ignorando el dolor que me causa la herida, pero el maldito consigue retener mi embestida. No pienso dejárselo fácil, si quiere pelea la tendrá.

El cazarrecompensas veía que el tiempo apremiaba. No sólo podría perder una buena cantidad de créditos para recuperar gastos y reunir para una nueva cubierta para su astronave, sino que encima su reputación en este sistema quedaría manchada. 

Fuera quien fuese este individuo, ya se había convertido en una molestia. El poco buen humor que le quedaba ya se había esfumado un par de disparos atrás.
Su tiempo valía mucho dinero, siempre se lo recordaba a sus contratistas. 

...y a ti te va a costar la vida -pensó. 

Y con furia, descuidando su defensa, desató un par de espadazos destinados a acabar con la existencia de tan inoportuna molestia.

El cazarecompensas descarga dos ataques con su machete, pero erra en ambos. Aun con las capacidades mermadas, logro desviar el filo de su machete que casi se me clava de nuevo en mi maltrecho cuerpo.

Parece ya algo nervioso, lo veo en sus burdos ataques. Pero aun así, no puedo bajar la guardia y tengo que esforzarme para ganarle.

Al ver que su combinación de machetazos no logra alcanzar a su enemigo, decide cambiar de estrategia.

Precavido y sin dejar de mirar al otro individuo, cambia su vibromachete a su mano izquierda agarrándolo al revés, con la punta hacia el codo y el filo hacia afuera. Deja ese mismo brazo alzado y saca rápidamente cable de su lanzagarfios hasta tener unos 2 metros fuera. Enreda el extremo en su mano derecha y se prepara para defender, con el cable completamente estirado desde su mano hasta el accesorio de su muñeca izquierda, formando una linea recta de cable de aproximadamente un metro por delante de su torso. Mantiene su brazo izquierdo y su pierna izquierda por delante, con la otra pierna arqueada, en una pose totalmente defensiva.

Hago un esfuerzo e intento asestar un golpe mortal con el palo gaderffi, pero logra pararlo con su machete. Antes de que pueda reaccionar me encuentro con mi brazo apresado por su cable. Ha sido hábil y el cazador ha sido cazado.

La táctica ha funcionado.
Sorprendentemente, el bandido encapuchado ha decidido atacar sin precaución y ha caído en las garras del cazarrecompensas. 
*
Ahora Jath forcejea con él para intentar desarmarlo, no pudiendo evitar dañar su armadura con el arma y tratando de que su vibromachete no acabe hiriéndolo a él mismo.
Apretando con todas sus fuerzas con los dos brazos, intenta inmovilizar a su enemigo y hacerle perder fuerza en la mano para quitarle el garrote.

Es demasiado fuerte para mí, en mi estado, herido, no puedo aguantar y el palo gaderffi cae de mis manos.

Me tiene atrapado, inmovilizado y sin posibilidad de quitármelo de encima.

Usando una técnica de desarme, Jath coloca su pierna estirada sobre las costillas de su enemigo y hace fuerza empujándolo hacia atrás para evitar que pueda alcanzarlo con su otro brazo. A la vez, con el cable sintético enredado en el antebrazo del otro, hinca su codo derecho aplicando una fuerte presión para intentar inmovilizar y desencajar sus articulaciones del hombro o codo.
Con su mano izquierda libre, tira con todas sus fuerzas del cable hacia el lado contrario para cortar la circulación de la mano.
Tras unos segundos de forcejeo, los dedos pierden fuerza, y el garrote de su oponente cae duramente sobre la maleza. Con el forcejeo el cable rompe la palma de su guante haciéndole daño en las manos.

Acto seguido, aún con la misma postura y con el brazo de su oponente sujeto con su mano izquierda, el cazarrecompensas tira con fuerza hacia arriba para rompérselo. Con su otro brazo le propina un codazo en las articulaciones, en la unión entre el brazo y el antebrazo. Para ayudarse vuelve a apoyar su pierna estirada sobre el suelo para recuperar el equilibrio y dejar caer parte de su peso y que su codazo sea más violento.
 

Consigo aguantar un poco más, pero me tiene bien cogido y puedo moverme. Es demasiado fuerte para mi cuerpo herido y cuando cae sobre mi, todo se oscurece...

Aunque consigue soltarse, el brazo del tipo encapuchado cruje y éste cae inmovilizado al suelo por el shock. Su brazo queda tendido sobre el suelo en una postura muy antinatural.

Jadeando, Jath envaina su hoja con ambas manos. Luego con la mano derecha libera el cable que tiene enrrollado sobre su dolorida mano y lo deja colgando del dispositivo lanzador. El guante se ha destrozado por la parte de la palma debido a la violenta fricción del forcejeo.
A continuación desenfunda su bláster pesado, le quita el seguro y apunta con él a la cabeza de su atacante.

El sonido del impacto expira de forma rápida y seca en la espesura del bosque, tan breve y seca como la última mirada que le dedica el cazarrecompensas al cadáver.

Luego enfunda su arma, da media vuelta, y con lentitud busca una penumbra bajo la abultada vegetación y el arbolado techo.

Allí, envuelto en la sombra, se quita el casco y respira...

Con las fuerzas que aun me quedan, logro quitarme el cable que me aprisiona y consigo algo de libertad de movimientos. Recupero el aliento pero por poco tiempo, pues mi opresor lanza un ataque a la desesperada con las manos desnudas, mas logro parar también este ataque.

Ahora nos situamos frente a frente, los dos estamos desarmados pero no desfallecemos. Y sin mediar palabra me abalanzo sobre él...

Pffask, se ha liberado- el combate se alarga irremediablemente. Se recupera del empujón sufrido por el otro y rápidamente empuja con el talón izquierdo el arma de su oponente, dejándola atrás suya lo más distanciada que puede. Sin embargo el tipo encapuchado parece confiado en sus posibilidades y se coloca en posición de atacarle con las manos desnudas. Jath mantiene las distancias, empujando el garrote un poco más atrás mientras retrocede unos pasos.
Por dentro, Jath sonríe con maldad, pensando en el aspecto que tendrá el tipo una vez muerto.

- Parece que no se ha dado cuenta de... ésto... -piensa mientras se cerciora, con el brazo izquierdo estirado, que pegado a dicho brazo aún está su vibromachete, sujeto a la inversa entre los dedos de su mano izquierda.
Siente su mano derecha dolorida, seguramente por la fricción sufrida durante el forcejeo. Se enreda el cable colgando en la muñeca izquierda y ataca sin piedad, lanzando un furioso sablazo al cuello del bandido.

Parece que no quiere dejarme cuartel y lanza un nuevo ataque contra mi con su vibromachete. Por suerte para mi aun conservo el vibrofilo, que me va estupendamente para parar su mortal ataque.

- Parece que no vas a rebanarme el cuello - le digo mientras se cruzan nuestras miradas a través de los filos de nuestras armas - Eres un tipo duro, aguantas más que algunos siths que he liquidado.

Logro zafarme de su ataque y separar un poco nuestros cuerpos.

- Será todo un honor acabar contigo. - digo mientras pienso en mi próximo movimiento. Por la herida me siento débil y tengo que estar seguro de la acción a tomar.