Partida Rol por web

-Interesante que lo preguntes... -Dijo esbozando una sonrisa parcial- Pero no. La explosión no me dejó "ese" tipo de secuelas. -El Robot bajó sus brazos y se los puso a la espalda mientras lentamente se acercaba a la camilla donde tenía a Bob sufriendo con una mascarilla en la boca- Mirad atentamente...

Al acercaros a Bob pudisteis notar como levemente el lado izquierdo de su rostro comenzaba a iluminarse de un color morado, tal y como lo tenía el Robot Obake. Mostrando así media calavera por debajo de su piel, cual tatuaje que aparecía y desaparecía de forma alterna. Obake ya se encontraba a su lado, apoyando sus manos en una barandilla metálica de la camilla, obserbando también al durmiente Bob.

-Traté de ocultarlo, pero cada vez que una emoción fuerte llegaba a mi, volvía a aparecer, iluminándose. -Dijo Obake apretando sus manos y retorciendo la barandilla de la cama.- Huelga decir que desde entonces la Sociedad de San Fransokyo me repudió... tenía tantas ideas, tantos planes para cambiar el mundo... Era tan inocente...

Obake se alejó de la camilla, acercándose esta vez al Robot de Noodle Burguer Boy, arrodillándose detrás de el inclinando una rodilla en el suelo, comenzó a desatornillar la parte posterior del mismo usando sus propias manos robóticas.

-Huelga decir que yo mismo le pedí al drogadicto que le robara la mochila para que no ocurriera el accidente, pero al parecer vosotros no solo frustrasteis mi plan, sino que ayudasteis a terminar el experimento antes de tiempo... y me condenasteis... 

El Robot ya había logrado sacar la chapa trasera de Noodle Burguer Boy y ahora estaba apartando algunos cuantos cables de la parte trasera, re-conectándolos en otros puertos, y haciendo algo más que los niños no pudieron ver.

Tenía una sonrisa en mi rostro ya que al parecer mi teoría era cierta pero al mismo tiempo sentia un escalofrio aun más cuando vi a Bob y cómo su rostro se iluminaba -Una secuela radioactiva- mire a Obake mientras mostraba su fuerza y se alejaba de nosotros al Burger-Boy -Parece que caíste en una clase de paradoja donde no pudiste evitar el accidente y las variables cambiaron esta vez involucrandonos a nosotros- al ver como Obake arrancaba el panel y empezaba a jugar con los circuitos solo pude pensar que ya no quería seguir hablando de diplomacia.

El rostro absorbió la energía evitando que la explosión te matara y claramente la energía se concentra en parte de tu sistema nervioso lo que hace muy riesgoso intentar eliminar esa energía,pero las circunstancias cambiaron ¿no podría ser diferente entonces?- me heche un paso para atrás no sabía si era pena o miedo lo que sentía -¿No puede ser ahora una vida feliz? claramente te gustaría eso pero si terminas de poner ese Burger-Boy en su estado violento será el fin de esa opción y se repetirá lo mismo de nuevo,nosotros somos una variable que te podría resultar favorecedor.

-Como curiosidad: ¿Sabéis la única forma de volver al pasado que hay?.

Obake ya había terminado de realizar los debidos ajustes al Noodle Burguer Boy, y ahora este se alzó, encontrándose también activo y encendido.

-Pese a que sabía cómo enviar a seres inertes y sin vida al pasado, nunca logré enviar a ninguna criatura con vida -^{_{o sin ella}}- ni un segundo atrás en el tiempo. Hasta que recordé lo que una persona me enseñó cuando me desperté... -Obake se silenció por un momento mientras dio una leve colleja a Noodle Burguer Boy.

Los ojos de Noodle Burguer Boy se iluminaron, proyectando la grabación de una cámara de seguridad de lo que parecía ser la futura guarida de Obake, aunque este, sí parecía ser el Obake en carne y hueso y no aquella burda réplica robótica que estaba ante ellos.

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-Dejando el cuerpo atrás... logré enviar a Noodle Burguer Boy, una mascota rechazada de un restaurante que cayó en ruina, al pasado horas antes de que eso ocurriera... Se encargó bien de preparar la réplica que mandé con el para mi regreso... ¡Y aquí estoy!.

Primero, hasta luego del muy efectivo contraataque, la chica del grupo seguía con ganas de luchar. Que fuera un robot le dejaba claro que no era de fiar, y además hasta había vuelto a vomitar una llave enorme por la frente, señal inequívoca de que tocaba repartir porrazos a diestra y siniestra. El único con ganas de paz era Zaki, pero la frustración por todo lo que les había hecho pasar ese robot era demasiada... hasta que el álbum de fotos cayó al suelo, y Patricia vio que el tal robot le tenía algún tipo de apego a Bob. ¿Será su padre?

Las conversaciones sobre temas demasiado complicados se fueron sucediendo mientras la chica miraba a sus alrededores, sin entender qué pasaba. Todos aquellos temas complicados de que su nuevo grupo de amigos no aparecía en las fotos - que la trataran como si fuera invisible no era nada nuevo para ella -, tecnología rara, enfermedades púrpuras y demás malabares mentales se le escapaban, e intentar entenderlos era esfuerzo inútil. Sin embargo, la conversación compleja sirvió para que se fuera calmando. No iba a ser la única que le pegara al robot maligno, a lo mejor se enfadaban con ella, y no querían ser sus amigos, y ella estaba manifiestamente desesperada por tener amigos. Se fijó otra vez en el Bob resplandeciente, y pensó que él no parecía tener esa desesperación dentro. ¿Será que los listos no necesitan amiglos?

El malvado Obake también parecía muy inteligente, y seguro que no tenía amigos, porque si los hubiese tenido, no le habría hecho falta pedirle a un drogadicto desconocido que robara a un niño. Podría habérselo pedido a un amigo. ¿Élan y Zaki le robarían a un niño por mi? Ella sin duda le robaría a un niño con tal de conservar a sus amigos. Estaba más calmada, pero todavía estaba enfadada con aquel tipo. Los adultos siempre culpaban a los jóvenes de sus problemas. Aquel tipo-bot le sacaba la violencia pafuera, y aunque de algún modo le llegaba su tristeza, su compasión no salía en forma de palabras dulces, sino que tenía ganas de espabilar al hombre. Eso te pasa por querer hacerlo todo solo. Todavía tenía la llave en las manos, eso le daba aún más seguridad. Si no tienes a nadie con quien compartirlo, ¿para qué quieres cambiar el mundo? Si no estuviéramos aquí, nadie habría venido a buscar a Bob. Eso es triste. Estar solo es muy triste.

Y entonces se dio cuenta de lo solos que estaban Bob y el malvado tipo robótico. Ninguno de los dos sabía hablar bien con la gente, llevaban su proyecto demasiado lejos, y les gustaban los robots. Además tenían una cosa lila rara que brillaba. Y conocían a aquella profesora, y el tipo decía no sé qué de el pasado, que no nos recuerda... Achinó los ojos, y se fijó bien. A pesar de que hasta hizo el gesto de acercar la cara, no era tanto lo visible en lo que se estaba fijando, si no en la sensación. Lo que a alguien de su edad se lo toleraba, a alguien de la edad de sus padres le respondía a golpes. Y entonces le resbalaron más lágrimas por la cara, porque estar solo es muy triste, y su timidez flojita y suave volvió a apoderarse de su cuerpo. Tanto Élan como Zaki habían tenido razón desde el principio. Has estado mucho tiempo solo, ¿verdad, Bob? Estabas sufriendo, y volviste para cambiar tu situación... A lo mejor... esta vez estamos nosotros aquí... para que no estés solo... a lo mejor podemos ayudar... Dio un vistazo general al ambiente y a su ser, buscando algo de utilidad. No parecía muy útil en aquella situación, pero tenía una llave de proporciones nada prácticas para abrir puertas muy llamativa. ...c-con esto? Era una idea realmente estúpida.

Tranquila y triste, le alargó su llave-espada a Bobake, como quien te acerca unos pañuelos mientras lloras.

Permanecí en silencio lo que duró la conversación entre Zaki, Patricia y el robot. Parecía que el conflicto físico iba a postergarse si es que llevaba, así que hice desaparecer la llave, y me quedé con los brazos cruzados, escuchando todo lo que se estaba diciendo e intentando dotar de algún sentido a algo que parecía carecer de ello por completo. Así que aquel robot era una copia del Obake del futuro enviado al pasado ¿para qué? Me costaba entender las complejidades y las implicaciones que tanto la robótica como todo aquel rollo de viajes en el tiempo tenían y que Zaki parecía saber navegar bien. En cambio, sí que podía entender las emociones que había detrás, las motivaciones: la soledad, la frustración de ser rechazado una y otra vez por una sociedad a la que intentas mejorar pero no te comprende. Tanto Yanko como Patricia parecían haber optado por simpatizar con él, tratar de traerle hacia el "lado bueno", pero para mí fue la gota que colmó el vaso.

-¿Quién coño te has creído que eres? -estallé. -Has tenido una vida de mierda, eso lo pillamos. ¿Y quién no? ¿Crees que eso te da derecho a hacer lo que te da la gana? ¿A abusar de todos los que están a tu alrededor? ¿De la profesora? ¿De ti mismo? -dije señalando al pobre Bob, que yacía inconsciente y ajeno a todo aquel espectáculo lamentable. Algunas lágrimas de rabia ya habían comenzado a asomar en mis ojos. Llorica. Eres un puto llorica. -¿De verdad era necesario todo esto? ¿Todo este dolor? -el sentido de esta última frase era deliberadamente ambiguo, podía ser todo aquello que había experimentado Obake en el futuro, pero también todo el nuevo dolor que había causado en el presente. En un estallido de rabia, con un grito, golpeé con mi puño el duro suelo de aquel almacén. Necesitaba descargarme contra algo. Después, me quedé en cuclillas, con la cabeza gacha, en silencio.

-Mi plan consistía en regresar al pasado y evitar que mis errores volvieran a ocurrir, evitar que el accidente tuviera lugar, evitar las consecuencias físicas y psicológicas que eso traería, evitar el despido de una gran profesora... intenté enmendar lo que me convertiría... Y por lo visto no lo he logrado...

Obake se veía frío mientras decía esas cosas, pese a ello, sus palabras aún contenían ciertos sentimientos, pese a no ser más que un modulador de voz el que hablaba y no la voz de una persona real. Pese a todo lo que le echaba en cara, no alzó su voz ni siquiera se dignó a mirar al joven, por el contrario se centró en observar la espada de Patricia.

-Esto...

Acto seguido salió corriendo hacia una de las paredes del almacén, tocando unos determinados puntos en dicha pared hizo que esta lentamente se bajara, mostrando una nueva habitación, una estancia bastante grande en donde se podía ver dos cubos tapados con lonas, una de apenas de medio metro y otra que casi llega hasta el techo. Obake retiró la lona de la caja pequeña y todos pudisteis ver una pequeña criatura oscura que se abalanzó contra los barrotes de la jaula en dirección a Patricia.

-Estas criaturas comenzaron a aparecer por la ciudad y atacar a los ciudadanos desde que el experimento fracasó. Usé a Noodle Burguer Boy para cazar estas "anomalías" y evitar que hicieran daño a alguien... como hicieron... Noodle Burguer Boy detectó otras tres anomalías en una pastelería y fuimos a allá...

-Sea como fuera, vosotros no sois anomalías, sino esas Espadas... y estas criaturas parecen reaccionar ante...

Antes de que Obake pudiera continuar con su explicación todos notasteis que aquella criatura había desaparecido.

La criatura apareció nuevamente, esta vez detrás de Patricia, saltando a la espalda de esta; por suerte para ella, Zaki estuvo atento y con un buen revés con su propia espada lanzó a aquella criatura por los aires; donde un ahora más calmado Élan pudo descargar su ira golpeandola en el aire tirándola contra el suelo entre Patricia y Obake.

Por último, usando la llave espada, canalizando energía Patricia descargó una serie de bolas de luz que atravesaron y destruyeron a aquella criatura de oscuridad, haciendo que esta soltara levemente un corazón brillante en el aire antes de desaparecer finalmente... Por desgracia no todo hubo terminado ahí.

Uno de los proyectiles de Patricia siguió en linea recta e impactó en la otra jaula, atravesando la lona.

Un enorme rugido haría temblar los cimientos de aquel Almacén abandonado, en un abrir y cerrar de ojos una enorme garra aparecería tras la lona, rompiendo sin apenas esfuerzo las enormes barras de metal que contenían a una gigantesca criatura metálica con forma de la parte superior de un lobo, anclada a la pared.

Obake casi fue aplastado por la garra si no llegara saltar hacia un lado, girando sobre si mismo vio a aquella enorme criatura alzarse nuevamente, luchando por escapar de la pared en la que había sido aprisionado.

-¡Esto es malo!. -Exclamó huyendo hacia la camilla- ¡Esa criatura acabó con todos mis robots para cuando logre desmontarla para evitar que se acercara a la ciudad!. ¡Y ahora está despierta!. ¡Con al tecnología actual no creo que los habitantes de San Fransokyo tengan la oportunidad de acabar con ella!. ¡Es una catástrofe!.

Se le veía especialmente preocupado mientras desenchufaba máquinas que estaban conectadas con Bob, dejando tan solo el respirador sobre su nariz; y con sumo cuidado, lo levantó de la cama usando sus brazos robóticos, tratando de mantenerlo lo más estable posible.

Qué complicado era aquello. Si Bobake conseguía cambiar el pasado para tener un futuro más sano, entonces no le haría falta viajar al pasado, y entonces... Pobrecita cabecita de adolescente anómala... Sin duda el exceso de información ignota afectaba a la concentración de la portadora de anomalías, y cuando sus recién descubiertos proyectiles de energía liberaron a un monstruo enorme, uy... perdón... Aquel monstruo robótico, junto al sombrío, para Patricia demostraban que Bobake no era mala persona. ¿Mal robot? Bueno, una persona muy egoísta se habría centrado en cumplir sus objetivos y no le habría importado la seguridad de la ciudad. Y por eso... 

¡Tienes que aprender a pedir ayuda! Tuvo un primer instante de temblar entera ante tan colosal monstruo mecánico, pero por suerte para ella, no era la primera vez que los enfrentaba. Se amortiguó bien sobre ella misma, apuntó su cuerpo entero hacia el bicho metálico, sostuvo su llave como un bate, y dio ejemplo: Zaki, Élan, ¿luchamos juntos? Yo sola no puedo. Y saltó. ¡Patricia saltó! Saltó hacia su valentía, que en aquel momento estaba en el flanco amarillo del robot, lo que vendría a ser su codo. Una vibración grave y enlatada, como la distorsión de un bajo eléctrico durante una canción de rock alternativo, le sacudió el cuerpo, le hizo cosquillas en los dientes, y le hizo pensar en retroceder, ¡pero estaba dando ejemplo! Así que en vez de eso, preparó su siguiente ataque. Bolitas asesinas, bolitas asesinas...

Intentar desenredar aquella madeja emocional que tenía dentro se planteaba como un reto difícil. Por suerte, aquella conversación se vio truncada cuando aparecieron aquellas curiosas criaturas negras. Moverse, golpear, eso sabía hacerlo, podía hacerlo. Mi cuerpo reaccionaba de forma instintiva. Y entonces apareció aquella monstruosidad mecánica.

-Me cago en la hostia. -se me escapó. -Claro, estamos juntos en esto, tú carga tu energía, yo intentaré distraerlo. -respondí a la llamada a las armas de Patricia. -Bob del futuro, te dejamos la protección de Bob a ti, ¿ok? -esa debía de ser la frase más rara de un día rarísimo. -Zaki, sígueme. -liberé mi llave y comencé a correr de frente hacia aquella mole.

La situación era algo incómoda parecía que ninguno de los presentes sabía cómo reaccionar ante las acciones de Obake pero por mi parte comprendía un par de cosas el ataque del Burger-Boy en la cafetería fue un error aparentemente nuestra energía es similar a la de esas pequeñas sombras.

Cuando la sombra intentó soltar sobre Patricia pude alejarla de un golpe,aunque en el momento pense que habia sido algo bueno despues de ver como aquello robot oscuro gigante intentaba liberarse -¿Como Obake capturó eso?- al ver que mis compañeros iban a enfrentarse a esa monstruosidad mecánica no pude dejarlos solos -Bien debemos evitar que se escape del muro mientras esté atrapado tendremos la ventaja- ver como Obake salvaba a Bob me dio una idea el debía saber algo que nos sea útil -Obake,¿esta cosa tiene algun punto debil?.

Patricia se sintió muy cool cual superheroína con un grito de unión y valentía y heroísmo y todas las virtudes explosivas que se acompañan con una banda sonora imperial, y se vino arriba. Algo que confirmó que no debía hacer nunca, porque después de su primer ataque sonrió como estúpida, cerró los ojos, y zarandeó su llave como un matamoscas gigante, esperando a que salieran bolitas mágicas que fulminaran a su oponente. Pero en vez de eso...

Aquel monstruo movió ligeramente su hocico hacia atrás cuando Patricia lo golpeó en todo el morro; pese a ello aún permanecía atado a la pared, por lo que su movimiento era bastante reducido; fue entonces que aquellas bolas de energía lanzadas por la joven las cuales lograron debilitar lo suficiente las cadenas que lo mantenían preso, liberándolo parcialmente.

Al menos, lo suficiente como para dar sendos zarpazos con sus garras tanto a Elan como a Zaki, los cuales no pudieron bloquear con éxito semejante poderío de aquella criatura robótica, la cual, parecía estar controlada por pequeños monstruitos desde su interior.

Esa cosa realmente no me agrada en cualquier momento se soltara y nos aniquilará así que lo esencial era evitar que se soltara -No podemos dejar que escape- me aleje del robot tomando mi llave y lanzandola al hombro derecho del robot -Si le quitamos las zarpas y los brazos no podrá escapar de la pared la mandibula tambien luce muy peligrosa.

Aquella cosa podía soltarnos una buena hostia y, de hecho, lo hizo. Si no íbamos con cuidado, pronto nos iba a enciar al otro barrio. -Tienes razón, Zaki. Tenemos que encargarnos de las patas. -respondí, preferiría no tener que encontrarme con otro zambombazo como ese en mi vida. -¡Fijaos, chicos!, dentro tiene bichos como los de antes que lo controlan. ¡Vamos a darles caña! -grité a mis compañeros mientras me reponía del golpe. Cogí algo de distancia y lancé mi llave contra el mismo hombro que Zaki, el derecho. Si conseguíamos dañarlo lo suficiente, igual podíamos provocar que se desequilibrase...