Partida Rol por web

A pesar de estar comiendo zarpazos y láseres, y que eso se estuviera haciendo costumbre, Patricia empezaba a estar contenta. Había hecho alguna que otra cosa útil, y entre sus nuevos amigos se daban mensajes de ánimo, como quien manda powerpoints de cascadas y gatitos con mensajes coaching-motivacionales, y los animes le habían enseñado que así era la amistad, así que sentía que la amistad se estaba reforzando. Así que dolorida, sudada, cenicienta y motivada, bamboleó su llave como si entendiera qué hacía, empezó a preocuparse porque nada pasaba, y luego de sacudir rabiosamente, una pequeña y tímida lucecita acarició mansamente el aire. Se empezó a enfadar con ella misma por tal patética actuación, y sacudió la llave todavía más enérgicamente, hasta quedarse roja, y mientras zarandeaba el arma caóticamente...

Patricia logró canalizar la suficiente energía entre ambos ataques como para poder destruir el hombro de aquella criatura, impidiendo así que esta siguiera lanzando rayos laser a los niños. Pese a ello, quizás acabar con ese ataque no fuera la mejor de las ideas, puesto ahora que la criatura no podía escoger nada más, solo daría zarpazos.

La gigantesca criatura no tuvo que pensárselo demasiado, alzando su zarpa golpeó a Zaki, causándole gran daño, debilitándole enormemente por las heridas sufridas; pero la que peor se lo llevo fue Patricia, quien no solo fue brutalmente golpeada por la zarpa, sino que fue lanzada por los aires, golpeandose contra el suelo en repetidas ocasiones.

Patricia se encontraba realmente mal, este golpe había destrozado sus ultimas defensas y su fuerza había mermado considerablemente, apenas se mantenía consciente, por tan solo, el poder de su propia voluntad y determinación.

Esa máquina aún podía atacar pero estaba a un golpe de ser derribada pero el último golpe que me dio me dejó en el suelo donde solo pude levantarme con mucho esfuerzo del suelo,mi respiración era agitada fue un golpe muy fuerte estaba llegando a mi límite y solo podía intentar recuperar el aliento respirando profundamente una y otra vez.

Vi como aquella criatura se ensañaba con mis amigos, a Zaki y a Patricia tendidos en el suelo malheridos y sangrando, y toda aquella rabia que había estado conteniendo para mantenerme centrado en el combate volvió a mí, como una marea de fuego. Estallé, literalmente.

Un remolino de fuego surgió de mi arma envolviéndola primero y luego a mí mismo en un fuego protector. Con una chispa de determinación en los ojos, encaré el gigantesco perro sin cabeza.

-¡¡EH, PUTO CHUCHO DE MIERDA, TRÁGATE ESTA!! - le grité, enarbolando la espada y adoptando una pose heroica en medio de las llamas. El hecho de que no tuviera cabeza con la que observarme me preocupaba, así que grité a pleno pulmón esperando al menos captar su atención y que dirigiera sus ataques contra mí, el objetivo más visible y no contra los dos objetivos que apenas parecían resoplar y respirar.

Patricia observó la zarpa como a cámara lenta, pero no le dio tiempo a pensar mucho. Quiso apartarse, pero comprobó que su cuerpo también iba en cámara lenta, y el tiempo le opuso resistencia. No como su piel, carne y costillas, que no le opusieron nada de resistencia a la zarpa. Sintió flashes, oscuridad, centenares de fotogramas siendo absorvidos por la inconsciencia, el frío del suelo, el calor de su sangre. ¿Hasta ahí llegaba Patricia? Intentó levantarse mientras sus compañeros seguían con la lucha.

Primero resbaló con su charquito de sangre, y se preguntó como había llegado allí. Policronio... Se sentía culpable por tener ese pensamiento en ese momento. Empezó por ponerse de rodillas. ¿Realmente quería estar allí? ¿O solo estaba tan desesperada por tener amigos que habría seguido a cualquiera? Haruko... di lo que quieres... Agarró la llave-espada con fuerza, verticalmente, y la hundió contra el suelo. A pesar del frágil equilibrio, se sentía como un soporte sólido, y lo usó para levantarse. Se tambaleaba un poco, por segundos parecía que la materia oscura que supuestamente lo rodeaba todo se la tragara, pero estaba de pie. Élan brilló con luz propia. Zaki también había recibido lo suyo, y seguía de pie. ¿Quería estar allí?

Como en un vaivén medio noqueado e indeciso, se columpió mientras levantaba la llave-espada. Adelante y atrás, a punto de caer en todo momento. Hacia atrás, valoró. Policronio... Echaba de menos su antigua vida. Hacia adelante. Pero en su antigua vida, necesitaba la aprovación constante de todo el mundo, como si no supiera hacer nada. En el corto tiempo en el que había estado con Élan y Zaki, había hecho un montón de cosas de las que no se creía capaz, y Élan y Zaki no estaban todo el rato preocupándose por si ella... por si hacía cosas de Patricia. Confiaban en ella hasta para la lucha. Empezaba a caer. Así que corrió hacia adelante.

La llave empezó a iluminarse. Patricia se tambaleó, y mientras luchaba por no caerse, soltó unas cuantas bolas luminosas, al grito de ¡quiero estar aquí!

Las primeras bolas de luz salen timidamente contra la parte más proegida del robot gigante que tenían ante ellos, y tras calentarse un poco más pegados al metal, explotaron causando ligeros daños a la Garra restante del monstruo; por otro lado cuando la joven intentó repetir la misma estrategia, algo salió mal, las Bolas Luminosas salieron de la punta de la llave pero en vez de viajar por el aire hasta su objetivo, estas se quedaron pegadas a la llave.

Cuando comenzaron a iluminarse de forma más intensa, una cansada Patricia no pudo soltar la llave espada, ni alejarse, pues lo que ocurrió en esos momentos fue la explosión que tendría lugar a apenas unos cuantos centímetros de su rostro. Con una luz cegadora,Patricia salió disparadas de espaldas y quedó inconsciente en el suelo.

Habiendo terminado con Patricia, aquella garra cambia de objetivo a Zaki, lanzándolo tan lejos como a Patricia en la anterior ocasión, este al igual que la joven del equipo, también logró levantarse por fuerza de voluntad más que por otra cosa, pues este se encontraba realmente magullado y herido a costa de todo el combate y ese zarpazo en especial.

Por otro lado, Elan estaba preparado para recibir el ataque, con un bloqueo magnífico que quemó ligeramente la armadura de aquella criatura, le siguió un contraataque poderoso haciendo lanzar algunas chapas metálicas de la zarpa, y evidentemente, también quemando a dicha criatura nuevamente.

Me mantenía a duras penas a pie en cualquier momento caería ya no podía atacar solo podía esperara quedar inocente ante esa criatura patricia había caído la presión la consumió y se hirió a si misma no podía atacar mi respiración es cada vez mas forzada y ahogada -Elan acaba con esa cosa mientras aun sirvo como sebo- me sostenía y evitaba apoyándome mi llave quizás si no hubiera fracasado con ese ataque de hielo seria diferente.

Mientras me sosténia con mis últimas fuerzas si caía debía ser al menos dándole un último golpe a esa cosa.

Tome mi llave y con mis últimas fuerzas apunte con mi llave al robot esperando que esta vez no fallara el hielo y aún más que el golpe le hiciera un mísero rasguño.