Partida Rol por web

Yae Takano lanzó su llave contra aquella planta; cortándola por la mitad mientras aquella formidable arma regresaba a la mano de la joven; una nube de humo negro envolvió el lugar donde esta criatura se encontraba y un objeto en forma de corazón rosado flotó en el cielo hasta desaparecer.

Con sus rápidos reflejos, la joven coneja hizo lo mismo con aquel PluffBall que tanto había molestado hasta ahora, acabando con él y dejando a un único enemigo ante ellos, un pequeño e impoluto PluffBall que estaba dispuesto a atacar y probablemente a rematar a uno de los heridos.

Raanmar trata de curarse como pueda antes del ataque de la Plufball 6.

Unas bolas de luz verdes salieron de la llave espada de Raanmar que tras unos segundos sobrevolando la cabeza de la marta desnuda, bajaron a pegarse a su piel; pese a lo esperado y sentir como la magia de curación hacía su efecto, sintió como sus fuerzas eran absorbidas y mermadas hasta el punto de perder el conocimiento.

Esto iba de mal en peor pero no quedaba mayor opciones - Cura-  apunte la llave espada hacia Raanmar mas por impulso  y por pura voluntad, esperaba que el hechizo funcionará y ayudará a mi compañero después de todo, era un aspirante de guardia real no podía permitir bajas a mis compañeros, y estaba seguro que Yae  y Raanmar serían mas útiles.

-Yae, intenta ganar algo mas de tiempo espero poder ayudar a Raanmar- dije con los ojos entrecerrados por el cansancio y el dolor provocado por los golpes, aún así me negaba a rendirme. 

Pyro levantó heroicamente su llave espada para castear el hechizo de Cura, por desgracia para él y sus buenas intenciones, esto no fue suficiente para ayudar a su compañero caído en batalla. Al contrario, lo único que hizo fue abrir un flanco visible para que aquella pequeña y solitaria criatura se abalanzara sobre él, tirándolo al suelo del cual ya no más se levantaría.

Yae realizó un facepalm al ver que sus compañeros no paraban de castear hechizos que no servían para nada... Y más aún cuando caían al suelo ambos. ¿Por qué no eran capaces de hacer cosas molonguis? - Qué remedio, tendré que acabar la faena. - dijo ligeramente indignada mientras caminaba lentamente a masacrar al último Pluffball.

Con unos buenos golpes consecutivos dados en el aire; aquella pequeña y aparentemente indefensa criatura desapareció en una nube de humo negro soltando un pequeño corazón brillante que tras flotar hacia el cielo pasados unos instantes también volvió a desaparecer. Ya no había más enemigos a la vista y Yae Takano pudo relajarse mientras sus dos compañeros babeaban inconscientes en el suelo.

Yae, tras un trabajo bien hecho y habiendo quedado ella sola en pie, decidió coger los cuerpos de sus compañeros y usar uno de cama y otro de almohada ¡después de todo se había ganado un buen descanso!

Así, usando los dos desmayados como cama, esperó la vuelta de Robin Hood. Cuando oyó que su amigo el zorro estaba acercándose, se levantó y dio un par de ligeras pataditas a sus compañeros de viaje. - Venga vagos, arriba, arriba.

-Suficiente hermano, yo deja de molestar - mencione en el estado en que me encontraba, no es que estuviera bien, pero necesitaba curarme de las heridas, este combate había sido como la primera vez que tuvimos practica con el capitán de la guardia, y al igual que ese día había terminado molido a golpes.

-Mamá no quiero ir a la escuela me duele, el cuerpo- dije recordando las pocas veces que mi madre estaba en casa, me preguntaba como estaría mi familia o es que era algo diferente, el estado de cansancio y dolor agravo cuando un peso adicional se coloco sobre mi, como si yo fuera una alomohada - Hermano estoy cansado deja de molestar- dije soltando un poco de baba.

Raanmar se levantó con dificultades del suelo...- Desde luego la suerte no forma parte de mis aliados... había recibido duros golpes, pero supongo que estar aquí para quejarse es más que suficiente por el momento ...supongo que gracias a los dos, por la parte que os toca a cada uno...

Como era de esperar, el zorro y el oso regresaron, sus rostros mostraban cierta preocupación que se increcentó cuando vieron a dos de los invitados que tenían malheridos, claros signos de pelea en su compamento y a una coneja que parecía encontrarse como una rosa. El proceso lógico de pensamiento se haría visible en breve.

-¡Se ve que os lo pasastéis bien en nuestra ausencia! -Exclamó al ver la olla caída en el suelo- ¡Por favor, sé que ir contra el Rey puede ser algo estresante y peligroso; pero no hacía falta aprovechar la noche con la excusa de "el último día en la tierra"!. 

Con esto dicho; ambos comienzan a adecentar un poco el lugar.

¡Ya era hora de que volvieras! - decía con sus manos en las caderas y pataleando un poco el suelo con su pata diestra. - Mientras estabas fuera vinieron algunos de los sirvientes del Rey, de esos nuevos que tiene ¡pero logramos echarlos! Les hice ¡pim, pam, pum! Y ya no había problema alguno. - se la notaba orgullosa de si misma.

¿Cómo fue la entrega de dinero? ¿Todo bien? - se la veía algo preocupada por la situación actual. - No podemos seguir así, Robin, deberíamos hacer algo con el rey y mejorar esta situación.

-Habla por tí Yae, me duele todo- mencioné al fin recuperado un poco del combate- Lo siento Raanmar fallé al intentar ayudarte, fue culpa mía si tan solo hubiera entrenado un poco más esto no hubiera terminado así- mencione sentándome con los pies cruzados y moviendo los hombros para amortiguar el dolor que sentía, mas que el físico el moral, gracias a Yae es que habíamos salido victoriosos, tenía que reconocer que la chica era hábil.

-¿Segura que no deseabas ser guardia Real? peleas tan bien como mi madre- mencioné como cumplido, de verdad que me había impresionado.

- Yo he fallado en esta lucha, pero no te preocupes...tendrás más oportunidades, todos, las tendremos... me senté para recuperar un poco de aire, había tenido bastantes problemas en este primer enfrentamiento directo, no siempre tendría la opción de huir, pero había que decir que la de pelear no se presentaba sencilla.

Robin Hood miró extrañado a aquel grupo que juraba y perjuraba que no habían tenido un "Ménage à trois" sino que habían sido atacados por las tropas del Rey John, sea como fuere, las marcas en el suelo, y en las mesas proferidas por la pelea lentamente fueron convenciendo a Robin Hood de que la Coneja quizás no tuviera la fama ganada a su apodo.

-Si es cierto lo que decís, entonces debemos movernos rápido. Mañana a la Mañana hay un concurso de Arquería, así que la mayor parte de los guardias estarán en él, dejando la ciudad con apenas alguno... ese sería un buen momento para que vosotros fuérais junto el herrero y le explicarais la situación, si logramos armar a la población podremos tomar el castillo para la siguiente marcha recaudatoria de impuestos.

-Little John y yo nos vamos a presentar en el concurso de arquería para ganar algo más de dinero para poder repartir entre la gente. No os preocupeis, tenemos unos disfraces que nunca nos han fallado...

¿Disfraces? ¿Te refieres a esos que estabais usando cuando nos conocimos? Porque un poco ciego si que hay que ser para... No darse cuenta. - dijo con tono burlón la coneja. - Está bien, confiamos en vosotros, ganadnos algo de tiempo y dinero en el torneo, nosotros nos encargamos de dar el golpe.

Aunque le gustaba pensar que iba a ser una gran ladrona, primero quizá necesitaba algo de información. - Robin, por casualidad no tienes un mapa de del castillo ¿no? Aunque no sea entero o aunque lo dibujes en la tierra, cualquier información que tengas sobre el sitio que vamos a asaltar y que nos pueda proporcionar será bienvenida.

-Yo espero unas cuantas vendas y pociones- dije un poco mas recompuesto - un torneo de arquería, ¿Oye un momento tu de cuasualidad no eres un arquero? ¿más bien que tan buen arquero eres? no me lo tome a mal es que hay algo que me incomoda, de un torneo y que los guardias dejen la ciudad desprotegida - mencioné - es como si esperarán algo en ese torneo, auch- me dolía todo el cuerpo y hasta el orgullo.

-En todo caso, podría ser una buena oportunidad  de explorar un poco más, aunque necesito un buen descanso - mencioné mientras observaba a Raanmar - y creo que no soy el único- por su parte Yae se veía tan fresca como una lechuga.

Robin Hood decidió acercarse a Pyro para tratar las heridas que este tenía, usando unas cuantas hiervas que se sacó del sombrero rapidamente creó un ungüento que comenzó a escocer, pero cicatrizar aquellas heridas más graves que tenía el joven zorro; por el contrario, decidió no acercarse a Raanmar.

-No, no tengo un plano del castillo; aunque me sé alguna que otra forma de llegar a él,  mi querida Lady... bueno, estas cosas no las debe decir un hombre, pero digamos que sé donde está el dormitorio principal del Rey John... Jejeje... Pero volvamos a la cuestión... ¿Quien quiere ir al castillo? ¡Debéis ir al pueblo!.

Ya habiendo gastado casi todas las hiervas que tenía encima, le lanzó a Raanmar la otra poción que tenía encima.

Raanmar tomó la poción en sus manos...- ¿El pueblo?, ¿a qué te refieres?, creía que el plan que tenías era atacar el castillo y eso conectaba la misión que teníamos en común...¿acaso ha cambiado algo en ese rato que has estado fuera?, porque de ser así me gustaría estar al corriente del rollo, antes de que terminemos en fin...en peor estado que el actual.