Partida Rol por web

Saliendo de la base por la trampilla, los jóvenes se quitan los trajes y se sientan en unas piedras y tronco para pensar que debían hacer. Sus dos amigos estaban en una base militar. Saben que hay una base militar en el condado y está relativamente cerca, pero no conocen su posición. Tampoco saben  el grado de implicación que hay con los militares ni que piensan hacer con ellos. La incertidumbre recorre sus mentes y bastante desacuerdo con la actitud de Goro. Ahora había que plantearse el próximo movimiento.

Vuelvo a abrir comunicación como un minuto después y añado una pregunta:

- Erika. ¿Estás de acuerdo con Goro?¿Quieres estar allí? -la voz es seria, pero no se nota enfado, o al menos no hacia ella.

Ese breve mensaje lo doy mientras íbamos saliendo. Todavía me duele un poco la caída que sufrimos atrás, pero miro preocupado a Wynonna, que parece estar acusando más las heridas. Me froto el rostro un poco aturdido, sin terminar de entender cómo todo se había enredado tanto en tan poco tiempo. Ahora resulta que los militares tienen, quizás, nuestros nombres y todo lo que ello implica. Joder, si seguro que con un Hans Granger y un rango de edad de 22 a 28 me tienen ya fichado.

Tras unos pocos segundos así, finalmente me levanto y me arrodillo cerca de ella.

- Déjame ver, anda. Antes no pude revisar más que si tenías alguna costilla rota. -le digo con tranquilidad, irónicamente se nota que estoy demasiado aturullado como para tener motivos ocultos.

En caso de que permita, le echo un vistazo a sus heridas, pensando si sería algo que pueda tratar con equipo doméstico, y si hay algo que pueda hacer para aliviarle el dolor un poco. ¿Habría sauces por aquí? De los pocos árboles que reconozco, por sus capacidades medicinales.

Erika permaneció en silencio durante toda la conversación por los comunicadores, comprendía a todos, el enfado de todos y las decisiones de todo, pero a su forma de ver no era le momento de hablar las cosas. Que Wynnona le insultase a ella y a Aki le dio igual, estaba acostumbrada a ser insultada, y que le hablaran mal, por lo que no le resulto especialmente hiriente ni nada por el estilo. Cuando Rino hablo su respuesta simplemente fue en un tono donde se notaba que le costaba hablar:

No vengáis ni comuniquéis

Para después cerrar el comunicador y apagarlo

En ese momento el doctor que al parecer era el que habían leído en los informes les hablo, parecía bastante contrariado ante la conversación de Aki, ella permaneció en silencio observando, tenía los ojos rojos y realmente no estaba bien. Cuando el soldado entro dio un pequeño respingo más por la repentina aparición que por el miedo de ser apuntada por el arma. El doctor hablo e hizo que el soldado bajara el arma.

Se pone de pie dificultosamente, estaba cansada, tropieza y se cae, sin embargo, hace un gesto de “no pasa nada”, solo tenía un pequeño moratón en la pierna. Se pone de pie y en silencio sigue al doctor.

Dominique suspira

"En verdad, ya lo habeis dicho todo. Como no los maten los Lechugas, ni los maten los militares, es que los mato yo misma. Los ensarto en los cuernos del casco si hace falta"

Ella se sienta en un tocón, mirando como Hans trata a Wynn. La verdad es que ella no tiene mucha idea de como cuidar una herida, así que simplemente espera. Si le puede ayudar en algo, lo hará. Y dará tiempo.

Cuando todo esto pase
"Tiene que haber algo más de información aquí. No soy una empollona como nuestros geniales amigos de ahi fuera, pero está claro que una tecnologia de crear trajes y armas de la nada no era algo que se viera hace 30 años, ni tampoco ahora"

"¿Algo de origen extraterrestre? No creo, tenemos logos de delfines, halcones, leones y otros animales terrestres. Sea como sea, debemos de encontrar el origen de todo esto"

Cuando vea que Hans ha terminado...

"Venga ¿Seguimos explorando esto? Debe de haber un camino, algo que no hayamos visto aún"

„Disculpe“, murmuró Aki ante la reprimenda del científico del quien, ahora, finalmente, comprendía la identidad.

Al menos, ahora, podía respirar más libremente. Porque, al menos esta vez, no se había equivocado en confiar a alguien. Y había confiado instintivamente en este hombre, en vez de la confianza más bien ideológica que había dado a los representantes de las autoridades : siendo la ideología que las autoridades del país obran por el bien.

Siguió al hombre con una expresión de la cara que no dejaba plasmar nada, de hecho la misma expresión que ya había adoptado en el trato con el coronel.

Al ver tropezar a Erika, la sostuvo y la ayudó a marchar. Se sentía bastante culpable por haberle complicado tanto las cosas. Además de haber visto morir a su madre, también ahora tenía que sostener la prisión o fuera lo que fuera. Y armar la energía necesaria para la fuga.

Con una mirada amenazante, intenta analizar las intensiones de Hans, si intentaba pasarse de listo con ella, pero le dolía lo suficiente como para saber que necesitaba atención, así que luego de debatirlo unos instantes, echa para atrás la espalda, y le deja revisar el pecho, así que con mucho esfuerzo, al punto de que la hace sudar helado, se saca la sudadera que llevaba quedando sólo con un bralette negro, revelado su busto y que en realidad no tenía tanto, era delgada, se notaban sus cotillas, pero estaba en forma. 

— revisa rápido y no te pases de listo o te dejo las bolas de collar... — confiaba en que sabía lo que hacía, y se recostó en el suelo, su rostro revelaba el dolor que sentía — da igual lo que les pase — termina diciendo, es evidente que no le gustan esas palabras, o mejor dicho, la idea de dejarlos allá, pero Erika y Goro estaban de acuerdo en quedarse — no por lo menos.. sin-sin encontrar nuestras vehículos — ahí vamos de nuevo, ella no había desechado la idea aún de salvarlos.

— creo que es una buena idea, Bennet — ladea su cabeza hacia la gótica, respondiéndole a la idea de buscar más información en la base — pensaba en ir con mi padre, pero de seguro nos deben estar esperando ahí... son militares, y no me extrañaría que nos estén buscando por medio de nuestros celulares, así que deberemos sacar los chips... — ya había escapado de casa, sabía como ocultarse, o eso creía — y bien... ¿cómo está, universitario? — le pregunta a Hans, también estaban todas las demás heridas de la caída, y Wynn estaba más lastimada de lo que ella misma quería asumir. 

Hans determina que las heridas de Wynnona son quemaduras, pero tambien posee algún daño interno. No puede determinar todo el alcance, pero puede aplicar unos primeros auxilios para curar las quemaduras de segundo grado. Por la montaña crece una especie rara que es similar a la cebolla, pero de forma salvaje. Al natural tenia propiedades que calmaban las quemaduras y ayudaba en su curación. Con suerte podria encontrar algún fruto de ella dado que la region de Santa Bárbara se podía encontrar.

Yusuke, al escuchar que Erika contacto de nuevo mientras iban por un pasillo, le da una mirada seria. Perfectamente se entendía que dejara la comunicación. Ella lo entiende, y ve que solo da un aviso para que no insten a venir a "rescatarlos".

Los dos jovenes le siguen por las instalaciones hasta salir al patio e ir hasta una zona de tiro. Manda a un soldado a que traiga los blasters. Aprovechando el momento que está a solo con ellos les dice:

Si queremos salir, debeis seguir mi juego. Es necesario que sepais usar las armas.

Al cabo de 5 minutos llegan dos soldados. Uno de ellos portaba los dos blasters que se los entrega. Yusuke hace lo mismo con uno para Erika y otro para Goro. Los dos soldados se mantienen allí mismo haciendo guardia.

Por favor, apuntad a las dianas del fondo, y disparad. La distancia son 25 m, luego quiero que apunteis a la sucesivas que hay detrás: 30m 40m y una ultima de 50 m.

Erika observaba aquel lugar, era cierto que con su padre había visto alguna base militar, sin embargo, aquello era muy diferente, las sensaciones, los olores, todo lo que en cierta forma estaba sintiendo. Se sentía débil, pero gracias a Aki caminaba mejor porque le había ayudado, ella simplemente caminaba hasta llegar a la sala de tiro. El científico les dice que le sigan el juego, realmente ella no tenía mas remedio, así que asiente mientras dice:

De acuerdo

Al ver llegar a los militares con las armas se queda unos momentos observándoles, en ese momento estaba un poco extrañada, le extrañaba que el ejercito les diera armas a unos prisioneros, quizás era cierto y no eran prisioneros y solo querían ver qué pasaba, con un leve alivio suspira y mira hacia las dianas, el científico quería que dispararan a ellas.

Erika apunta a la primera diana y tras respirar profundamente dispara fallando el disparo por poco, después apunta a la diana a 30 metros y vuelve a fallar, esta vez aun peor, y así sucesivamente. Tras el rato que ha tardado deja el arma y mira al científico seria, con la mirada de alguien que sabía que no iba a acertar y que efectivamente no había acertado.

La amenaza de Wyn hace que me rasque la nuca algo apurado al respecto, pero desde luego no me esperaba lo que me iba a encontrar ahí. Palpo con mucho cuidado las zonas que sé que puedo sin causarle mucho daño, y frunzo los labios dejando claro que no me gusta lo que veo.

- Voy a mirar una cosa, por aquí puede que crezca una planta que te ayude...

Dado que había notado la mejora en mi percepción al ponerme ese traje, lo activo de nuevo y busco bien por toda la zona. Varias veces me parece encontrar la planta, pero finalmente los esfuerzos son infructuosos y lo desactivo una vez más.

- No la veo por aquí. -digo con tono decaído, dado que el material que podía tener para trabajar era muy limitado.

Busco ideas y maneras de aproximarme a la herida, pero el gesto de frustración que pongo al notar el poco material del que dispongo y que no voy a poder hacer nada útil se va volviendo más evidente hasta que finalmente desvío la mirada.

- No puedo hacer nada, perdona. -le digo- Hace falta un botiquín en condiciones, y aquí no vamos a encontrarlo. Seguir buscando me parece mucho riesgo, esas heridas podrían agravarse si no las tratamos pronto, eso lo sé. Podríamos mandar un mail a aquella mujer... Estefanía... Emilia... Bueno, no sé cómo era, pero era EIbochi, que del correo me acuerdo. -al final todos los correos universitarios se parecen- Quizás ella pueda decirnos si nos podemos fiar de los militares o no, o como mínimo tener material para un tratamiento básico, porque además de los golpes y quemaduras tienes algo por dentro. -concluyo serio.

"Hans ¿Te refieres a esa planta de lazos verdes y flores púrpura con forma de bola?" pregunta "Mi abuela solía usarla para empapar las vendas cuando nos dabamos golpes jugando, y creo que vi unas pocas por la zona"

Con más suerte que talento, Dominique busca algo que sólo sabe que cura, y no tiene ni idea que es lo que le echan a las comidas, y que era el responsable del peculiar olor de casa de su abuelita

La buena fortuna hizo que Dominique encontrara esa cebolla salvaje. Al parecer su abuela le enseñó sobre ello pues se la aplicaba tambien. Hans se la pone a Wynonna en la herida, y surte algo de efecto. Sin tener las herramientas adecuadas para picarla y hacer un mejor mejunje, al menos logra que la quemadura no se infecte.

Sin más dirección por donde empezar volveis tras cerca de 1 hora caminando hacia el mirador a través del bosque. Encontrais el coche de Dominique allí mismo. Nadie se lo había llevado y solo había sufrido ligeros desperfectos como algún arañazo por el lateral. Aun conservando las llaves consigo, entrais en él. Por suerte, dentro estaba el movil en uno de los asientos que se había dejado su amiga. Tenia batería y consultais la ubicación de la base militar. Esta se encuentra en dirección noreste a unos 35 km de Santa Bárbara.

Yusuke vio como Erika fallaba todos sus tiros. No parecía estar preocupado por ello, pero esperó a que Goro hiciera sus tiros tambien.

Erika, no tienes práctica aún en el disparo. Necesitas estar mas relajada y fijar en el blanco. Por lo que puedo comprobar el arma funciona correctamente para el tiempo que tiene.

Se acerca a un soldado, y le pide prestada una pistola. Se acerca a la línea de tiro y apunta con ella. Tres disparos y las tres primeras dianas acertadas en el círculo central. Dispara a la más lejana y falla, dañando el exterior de la diana.

Lástima. Se nota que el hacerme mayor estoy perdiendo facultades. Le devuelve el arma al soldado. Goro, necesito que me demuestres tus facultades. Quiero ver como ese arma es de útil para un civil corriente. Como veis, disparos certeros se deben de hacer de esta manera. Relajarse. Centrarse en la mirilla. Ver a tu objetivo, y disparar.

"Ahora sabremos volver aqui" dice ella

"Pero de todo corazón... Wynn, tu eres quien ha peleado más, quien ha dado la cara por el resto, y sinceramente, quien más se ha partido la cara por todo esto"
"Si tu quieres, arranco y vamos a un hospital. Podemos decir que los Lechugas te han golpeado y nadie preguntará nada. Pero si quieres que sigamos investigando hasta el final, y consigamos el poder del Águila y de los Dinosaurios, es cosa tuya"

Por supuesto, si Wynn le pidiera que la llevase al hospital, la ayudaría pero sin dudarlo volvería ella sola a por los Mecha. Pero no va a dejar que la osada Wynona sufra más.

Entre que dudan y que no, aprovecha que está en un sitio "tranquilo" y se conecta con el teléfono a la web del periódico local, a ver que dicen las noticias.

Erika mira al hombre y le escucha, que le dijera que no tenia practica era lógico, ¿Qué chica de 17 años podía tener practica con las armas? Y más alguien como ella, quizás el científico prensaba que porque su padre es militar ella tenía que tener conocimientos de armas, cosa que no era así. Tras la explicación de cómo disparar del hombre ella dice sin mirarle, parecía que lo decía mas para sí misma que para que nadie más le escuchase:

No quiero aprender a usar una pistola…

Suspira profundamente, ella solo quería volver a casa y olvidarse de todo lo que había pasado, sin embargo, también era consciente que ya no solo por lo que estaba pasando con los militares no iba a poder volver a casa, a fin de cuentas era una menor que no tenía a nadie que se ocupara de ella.

Aki asintió con la cabeza cuando el científico les intimó que tenían que seguirle la corriente.

Así que tomó posición de tiro tras la tentativa fallada de Erika y primero… como acababa de explicarles el hombre… intentó relajarse… lo que, dado su frialdad natural, no le costó mucho… lo consiguió disociándose de la experiencia que tenía ahora mismo, viéndose en tercera persona con la pistola en la mano extendida y apuntando. Con esta doble visión, la visión de sí misma y de la diana ante sí, se concentró relajado, al menos bastante relajado dado la situación de fuga, en la mirilla. Vio su objetivo. Y disparó.

Falló. No se dejó desanimar. El científico, a fin de cuentas, no esperaba de ellos que acertaran, sino que lo probaran. Tal vez incluso quería que fallasen. Estaban haciendo una demostración ante los demás soldados, no ante él.

Disparó y falló de nuevo, lo que era de esperar con la diana cinco metros más lejos aún.

Y aunque se relajó, se concentró y disparó dos nuevas veces, faltó también aquellos intentos.

Bajó la pistola. “Tal como Erika, no sé nada de usar armas”, comentó lo evidente.

Ofrezco mi apoyo de manera silenciosa a Wynonna, sin alejarme aunque lo rechace, y una vez logramos alcanzar el coche, indico:

- Como queráis, aunque sabemos que los militares llegarán al poco de ir. -replico- Tengo otra idea que es ir a un ciber y mandarle un correo a la doctora esa, seguro que al menos tiene un botiquín decente en casa y más conocimientos que yo. -sugiero.

"¿De que doctora hablas, Hans?" dice rascandose un poco la cabeza