Partida Rol por web

Los tipo que permanecían en la barra, abandonan su puesto dejando atrás dos vasos de cerveza fría sin tocar. Atraviesan el local mirandoos directamente. Es evidente que se han dado cuenta de que lo shabeis pillado y deciden pasar a la acción. No parecen tirar mano a las armas que seguramente tienen bajo el chaleco. Siendo sábado noche, la presencia policial en las calles existe... y no parece que vayan a disparar de primeras.

Uno de los individuos se acerca a vosotros...

Buenas noches señores... Tendreis que acompañarnos. Hay alguien con el que haceis negocios que quiere veros ahora mismo...

El individuo se dirige a Samuel principalmente.

Milled permanece inmóvil, mirando al frente, con ambas manos sobre la mesa agarrando su vaso de cerveza.

Calma en la tormenta...

La actitud de la oriental es la de un guerrero a la espera de la primera acción hostil para ser sencillamente letal. Con la mirada intenta comunicarte aplomo y seguridad. Pero serás tú el que hable amigo...

Mierda! Kevin! al suelo. Ahora sí me han cabreado. Decido dejar de lado, por el momento al francotirador ya que que hay cosas más apremiantes.
Con la enorme Barret-Arasaka entre mis manos corro hacia la puerta preparado para recibir toda la potencia de fuego que sean capaces de mandarme, mientras los demás se ponen a cubierto. De camino a la puerta saco con una fuerte patada la granada humeante por el hueco donde debería estar la puerta, en dirección a los inminentes atacantes.

Melkor toma la iniciativa en el ataque. El puntapie a la granada la saca a toda velocidad del salón, mandándola a propulsión al pasillo exterior. El humo amarillo invade aún la estancia.

Samuel sonrie al matón, mientras pronuncia mentalmente el código de activación del potenciador de reflejos. Después se encoge de hombros y hace ademán de ir con el, pero al levantarse grita:

¡Que no tío, no tengo putas drogas! dejame tranquilo jodido yonki. ¿Te crees que todos los negros somos camellos?¡ Vete a tomar por culo maricón!

La reacción de Samuel es sencillamente inesperada. Ni de broma los agentes esperaban esta reacción. La acción es inevitable...

Milled coge la mano de uno de los agentes, la agarra por fuerza y se la pasa por detrás de su espalda buscando proyectarlo. Pesa demasiado para hacerlo estando sentada...

No obstante, la maniobra pilla desprevenido al Agente, que sale despedido un par de pasos hacia atrás.

La gente en el local huele problemas y se aparta...

Samuel usa la jarra par intentar golpear con ella al matón.

Por el dintel de la puerta recién volada aparece un tipo vestido totalmente de negro equipado con una máscara antigas. Aparece en medio del humo amarillo y negro resultante de granadas tóxicas y voladuras en una estampa realmente terrorífica. Empuña un fusil de asalto. Pierde la cobertura por unos momentos y abre fuego sobre Melkor con una ráfaga de tres tiros.

Impactan en piernas y brazos causando un daño moderado. Melkor sigue avanzando en medio del fuego con los dientes apretados jurando en arameo...

El movimiento de Samuel es rápido y certero. Pero la oscuridad del local, unido a las luces estroboscópicas hacen que falle el golpe. El matón responde con un puñetazo a Samuel al estómago. Es violento y brutal, dejando doblado por un instante al arreglador...

El otro matón pierde este asalto recuperándose de la torcedura de su brazo...

Sam se va de boca al suelo, la herida que recibió hace unos días en el asalto al depósito hace que el puñetazo en el estómago duela como el peor de los tormentos.

Sólo se ve un intruso, aunque es probable que haya más de uno. La dificultad de los disparos será de 15. El humo y el efecto del gas estará presente este asalto sólo (3 segundos más) La granada está ahora humeando en el pasillo...

No te preocupes por los antideslumbrantes. La habitación no está a oscuras, hay luz tenue. Pero si quieres usar la visión nocturna, tu mismo.

Su penalización es la misma que para vosotros, -2 a REF por efecto del humo que ya empieza a disiparse...

El agente que está con Milled se lanza contra ella intentando agarrarla. Milled intenta esquivarlo sin lograrlo. El agente se le engancha al cuello y comienza a estrangularla con saña. Los dientes apretados pegados a su oreja...

Milled forcejea intentando quitarse al gorila de encima...

Mierda... Me ha trincado bien trincada. Es un tío muy fuerte... Joder...

Grgrgrggrgrrr

Milled gruñe intentando minimizar el daño de la estrangulación.

El otro matón, visto el efecto de su puñetazo te da un segundo de tregua y añade:

Vamos amigo. Será mejor que no se resista y me acompañe. Estas no son maneras de hacer negocios... Estamos armando un lio tremendo en el local.

Te mira desde arriba, soberanamente y con aire de superioridad.