Partida Rol por web

Por lo poco que habia empezado a comprender sobre la situacion mis poderes no eran de ataque, pero eso no queria decir que no supiera como defenderme... no estaba seguro si mis conocimientos aplicarian contra un demonio como el que estaba detras de la puerta, pero si de algo estaba seguro era de que pondria todo de mi para detenerlo. Me desilucione al ver como el frances habia perdido la fe y sus palabras estaban vacias... aunque por lo menos eso sirvio para darnos una clase practica de lo que sucede si se intentan realizar las cosas descuidadamente.

Cerre mis ojos, para poco comenzar a concentrar mi Ki en el Hara... si bien mi religion y mi ideologia no contemplaban la filosofia de "dualidad" que existia en el mundo occidental, la realidad me estaba mostrando otra cosa. NO habia tiempo para dudas... ahora solo podia confiar en Angella y en Constantin, quienes eran nuestros guias en este camino.

-No se en que podre ayudar... pero estoy listo.

Miraba fija y decididamente hacia la puerta que daba al exterior, sabia lo que habia del otro lado y que estabamos a punto de enfrentarlo.

- Jefe... a decir verdad - Sam se mira las manos y luego mira a su jefe, con expresión de duda. Espera unos minutos para confesarle algo que le está molestando.

- Los signos... están a nuestro alrededor. Los siento, mi naturaleza demoníaca los percibe en su intrincada fuerza y belleza cruel.

Sam se pone a mirar una pared que tiene unas fotos, entre ellas la de la luna sobre la ciudad.

- Entiendo la neutralidad, tú sabes que he dejado de tentar a los humanos. A veces los desprecio pero he aprendido que estoy más allá de ellos... pero ahora, siento algo en el estómago. Como un presentimiento.

Sam mira nuevamente a su jefe.

- El final de los tiempos se acerca. Hasta usted debería sentirlo...

La puerta se abre. Ángella se retira unos pasos y Lucas, viendo a la enorme criatura, estira sus brazos hacia adelante. Ni siquiera sabe por qué, es una especie de acto reflejo. Ante los ojos furibundos del ser, Gérard se toma más en serio lo de la atadura y repite frenéticamente la frase de Ángella. Pronto siente como que, con cada atada alrededor de su dedo, el poder de la bestia se debilite.

Constantine comenta:

-Puede hechar fuego pero no lo hace porque lo estás atando. Le estás quitando la habilidad de su poder. No entra aquí porque se ha establecido un santuario y ahora viene la función...

Dicho esto una llamarada fantástica, de tonos amarillos y anaranjados, sale de la mano de Lucas e impacta con fuerza en el pecho del demonio.

-Groaaaaaaaaaaar!!!! -grita el ser y se debate entre llamas ardientes.

En ese momento, una camioneta blanca aparca junto a la Iglesia. Sólo Elvis conoce a su conductor. El proveedor no ha podido elegir peor momento y está a punto de salir del vehículo. Aún no ha visto a la bestia y ésta, afortunadamente, se deshace entre llamas hasta ser nuevamente un montón de huesos.

El proveedor sale de la camioneta.

Constantine comenta.

-Bien chicos, terminemos ésto aquí, tenemos que encontrar a Methos. Y... ¿quién demonios es ese?

Ante lo bien que lo estábamos haciendo, sonrío, complacido. Sobre todo, y por increíble que pareciera, aquel monstruo habñia sido contenido. Con la excitación del logro, la llamarada que Lucas lanza desde su mano hace que retroceda unos pasos, completamente asombrado, pero aún más dispuesto a retener a aquella criatura hasta acabar con ella. Reducirla a cenizas.

Así había sido. Tan pronto terminamos, y aún asombrado por todo el poder que habíamos desplegado juntos, me acerco al resto del grupo, liderado ya por constantine, situándome en medio de ellos, listo para marcharme. - Aún no me han dicho nada sobre mis pesadillas, y ya he empezado a ayudar... - Digo, lanzando una fugaz mirada a nuestros mentores, a la par que frunciendo el ceño lanzo una mirada al hombre que acaba de llegar.

  ¿Qué demo...? Es imposible para mío que una llamarada saliese de mis manos, pero la idea no me aterra. Sonrío, asombrado, ante lo que podía hacer. ¡Ahora contaba con un arma poderosa para hacer frente a mis enemigos! ¿Qué sería lo siguiente que aprendería?

Estaba listo, aunque nunca lo suficientemente preparado para lo que vi. La bestia en todo su esplendor rozaba la apariencia de un demonio que tenia en mi mente, por suerte el conjuro que Angella le enseño al frances estaba funcionando y la criatura parecia tener dificultad para moverse y atacarnos. Luego algo mas sorprendente todavia ocurrio... Lucas habia lanzado una bola de fuego, que convirtio en cenizas al terrible demonio... apenas un par de segundos habian pasado y ya volvia a sorprenderme, si de algo estaba seguro es de que estoy iba para mucho mas...

Por ultimo justo en el momento en que la bestia se esfumo una misteriosa camioneta para cerca de la iglesia... se suponia que este era un lugar abandonado, quien podria venir a estas horas de la noche?? acaso otro compañero?? el que faltaba??

- Lo se Sam, los tiempos cambiaron y alguien movio la balanza.. - El suspiro de Methos fue mas que evidente - Debemos hacer algo al respecto o si no odo el mundo que conocemos caera en decadencia - De un trago termino el wisky que estaba en su vaso.

- Pronto llegaran - Miro el reloj por un par de segundos.

- Parece que mi vida terrenal ha llegado a su fin, siento como Dios me llama a su seno, mi corazon se detiene....

Digo suspirando.

Luego de que Elvis muriera ante los ojos de todos de un paro cardíaco, Constantine pidió al resto del equipo que le siguieran hasta el club de Methos. Ángella se quedó preparando el cuerpo del hombre para su descanso final. El conductor del vehículo resultó ser un proveedor de drogas. Aparentemente Elvis era adicto a su droga y no estaba preparado para esto.

-El buen hombre lo intentó -comentó Ángella cuando estaban yéndose. -Dios lo acogerá en su seno.

Y una media hora después, Constantine y los tres supervivientes llegaron al club del semiángel, semidemonio. Uno de los camareros los llevó hasta su mesa. Estaba hablando con una bella mujer (demonio) que se llamaba Sam, al menos eso decía la etiqueta en su ropa.

La chica los saludó y les preguntó qué querían tomar. Constantine respondió:

-Yo un whisky con agua, tú sabes... no muy concentrado. El resto pedid lo que deséais, sé que Methos lo cargará a mí cuenta. Bien, iré al grano, hemos perdido otro del equipo, ¿cómo anda tu lado de la historia?

 Dame lo más fuerte que tengas.

 Bajé la cabeza y traté de entender todo lo que había sucedido hasta entonces. Esos extraños sujetos reunidos, la prostituta siendo poseída y consumida en la calle; los demonios, los sellos; ¿nuestros "poderes"? Ver morir a uno de nosotros...Realmente me costaba entender todo. Un trago sería, seguramente, lo más bueno en toda la noche.

- Les sere franco desde el comienzo, el niño estara bien a menos que decidan infringir las leyes como lo han hecho hasta el momento, al parecer Lillith desperto del sopor y ahora deambula por las calles en busca de este pequeño junto a los sabuesos del infierno; si si si la mierda es real como que los pajaron vuelan - Miro a Constantine.

- Si vamso hacer algo tiene que ser rapido y sin vacilar un instante - Methos miro a Sam y solo asintio con la cabeza para que esta trajera lo que los invitados habian ordenado.

Entro al bar como los demás, situándome esta vez junto a mis amigos. Parezco más tranquilo, pero esa expresión de adulto niño perdido que tenía al entrar en aquella casa, hacía unas horas, permanecía en mi rostro. Miro a la joven, pidiéndole mi respectivo copazo. - Una copa de anís, cargada por favor. - Me siento en un taburete junto a la barra. Apoyo mi cabeza contra la madera y cierro los ojos durante unos instantes. Escucho distraídamente la conversación de los demás.

Todo parecia tan surreal que hasta podria pensar que estaba en una pelicula... monstruos, bolas de fuego, poderes sobrenaturales... si no fuera porque yo mismo habia experimentado cada uno de ellos no creeria nada de lo que habia sucedido. Elvis habia muerto... justo luego de usar su poder, podria acaso haber una conexion entre nuestros poderes y nuestra vida??? Habria algun riesgo oculto que Angella y Constantin no nos han dicho al usar nuestros poderes??

Miles de preguntas y dudas vagaban por mi cabeza, generalmente me mantenia calmo y expectante ante las situaciones pero en este caso debia admitir que estaba desbordado... aun me faltaba un largo camino para ser un gran maestro como mi padre lo habia sido.

Sin darme cuenta hacia donde ibamos cai justo cuando frenamos frente al lugar... era un bar, y al parecer su dueño era el otro sujeto que habiamos conocido antes. No se si creer en las casualidades o no, pero un trago era justo lo que necesitaba.

-No tendran sake por casualidad??? una medida caliente me haria muy bien ahora... sino aceptare cualquier whiskey que tengan. Muchas Gracias.

Dije cuando todos pidieron sus tragos. Luego me quede pensativo y escuchando la conversacion entre Methos y Constantin, y no pude evitar preguntar...

-Que niño?? y quien es Lillith??

 ¿Lilith? Ese nombre me suena... - Moví la cabeza con un gesto infantil y gracioso, como cada vez que intentaba recordar algo que no había pensado en mucho tiempo.¿No fue la primera mujer de Adán?

 Aparte de lo que leí en la Biblia, más no podía saber; con todo lo que estaba ocurriendo no me extrañaba que todos esos personajes realmente existiesen.

Sam volvió con los tragos. Sirvió a cada persona exactamente lo que había pedido. Luego se retiró y Constantine primeramente le contestó a Lucas.

-Exacto chico, Lilith fue la primera mujer de Adán pero se rebeló ante él y ante los designios de Dios. Se separó de la raza humana. Dios le dió al primer hombre entonces a su esposa bíblica: Eva. Pero Lilith, aunque desterrada del Paraíso, no fue desterrada de la realidad.

Constantine tomó un sorbo de su trago. Entonces sonó su móvil. Atendió:

-Sí, Ángella. Sí, estoy con los muchachos en el bar de Methos. De acuerdo... de acuerdo, descansa. No necesito que vengas ahora mismo, cualquier cosa estamos en contacto.

Constantine colgó.

-Elvis ya ha encontrado su morada final.

Respiró hondo y suspiró.

-Me encantaría fumar pero, aprendí mi lección hace tiempo.

Volviéndose a Methos:

-No dañarán al niño hasta su cumpleaños. Estoy seguro, es parte del rito. Pero si han mandado los sabuesos puede significar dos cosas.

El detective levantó su índice y exclamó:

-Saben que estamos tras ellos.

Luego le siguió el dedo mayor.

-O es el comienzo de algo peor, quizás el tiempo se les está acabando pero... no, no, sabríamos eso. Veríamos las señales de eso. ¿No crees Methos?

El detective buscó los ojos de su aliado, pero incluso así no dejaba de prestar atención al resto del grupo.

 ¿Niño?¿Qué niño? Constantine, explícanos a qué te refieres. ¿Tiempo para qué?

-El niño que Methos estaba vigilando, el que creemos que será la próxima víctima. Alex va a cumplir seis años el próximo lunes. Lo cual nos dá... - Constantine mira su reloj.

-Vaya casi las tres de la mañana. Ya es martes. Bien, tenemos 6 días para evitar que Alex sea asesinado de forma ritual. Para colmo conocemos que está siendo vigilado. Obviamente por el enemigo.

El detective pide que Sam se acerque y le pide un poco de cerveza.

-Bien por la abstinencia. Lo otro, lo de los tiempos que me preguntas, tiene que ver con el fin de los tiempos... de lo que se habla en el libro Sagrado. Pero no, no creo que Dios se haya hartado tanto todavía de nosotros.