Partida Rol por web

Corazón de sangre

Escena 1. La Abadía (Sterglitz)

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30/10/2008, 01:01
Director

El local (discoteca) se llama "La Abadía" situado en Sterglitz, en la zona occidental. Es un conocido local de jazz entre los altos financieros donde disponen de las mejores cervezas de Alemania y algunas del extranjero una vez se abrió la posiblidad de importarlas.

El local en sí, se compone de dos plantas, de cara al público. La planta baja dispone de dos barras y lo que era una antigua zona de baile fue transformada en lo que se consideran localidades. Cada localidad dispone de una mesa particular y unos sillones unidos en forma de media luna de cara al escenario. Las localidades se encuentran espaciadas unas de otras y en pendiente para que todas tengan una excelente vision del escenario. Las camareras, se mueven a servir cada vez que uno de los clientes, casi siempre acompañados de mujeres, levanta la mano.

El escenario en si, es de proporciones grandes debido a ser antiguamente preparado para bandas de swing de numerosos miembros aunque una ultima obra lo ha reducido lo suficiente para que una banda de 5 personas no se vea demasiado sola.

Los camareros visten de negro escrupuloso, con un chaleco y una pajarita morada. Las camareras igualmente visten vestidos negros con pequeños delantales de color morado y pelo recogido.

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30/10/2008, 01:03
Director

Las últimas noches de Berlín han estado especialmente revueltas. Las noticias hablan de altercados y manifestaciones durante el día. Hay un mayor índice de criminalidad, con atracos, violaciones, maltratos y abusos. Todo ello repercute inevitablemente en la economía, lo que provoca que las noches queden más despejadas y abandonadas por parte del ganado, el cual prefiere descansar en casa en lugar de visitar locales como el tuyo.

La actividad vampírica también se ha visto reducida, y aunque nunca ha sido un sitio frecuentado por los de tu clase, ahora lo es menos si cabe. Sin embargo sí hay una persona que ha visitado el lugar cada cierto tiempo y siempre de forma periódica. Se trataba de Yvette, el Azote de éste lado de la ciudad. Siempre vestida con su gabardina oscura y fumando, la mujer hacía las mismas preguntas un día sí y otro también. ¿Algo raro en la zona? ¿Algún ataque? ¿Pérdida de ganado o descontrol? ¿Algún vehículo sospechoso? Siempre respondías con la misma frialdad pero educadamente ya que considerabas todo aquello como una auténtica pérdida de tiempo. Si algo así hubiese llamado tu atención sabrías solucionarlo y de este modo destacar entre el resto de neonatos.

Sin embargo ésta noche no ha aparecido dicha mujer, e inevitablemente tiendes a sentirte inseguro. Ahora todos los vehículos parecen extraños, más grandes. La gente por la calle mira extrañada el lugar, y en más de uno has creído ver armas bajo las ropas. Cuántas veces te habían asaltado, traicionado y aniquilado ya para nuevamente volver a vivir. No dejarás que eso vuelva a ocurrir.

Son las 12 de la noche, la oscuridad llegó hace ya varias horas...

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30/10/2008, 23:32
Theodor Kenhailer
Sólo para el director

*Inquieto ante la falta de puntualidad de Ivette, Theodor se asomaba frecuentemente por la ventana de su despacho que daba al exterior. Sin duda el club habia pasado por malas rachas, pero esta unida a los crecientes disturbios en la ciudad y la no aparición de Yvette no hacian pronosticar nada bueno.*

¡Helmut! - Comentó por su intercomunicador con uno de los porteros del local. - ¿Se sabe algo de Yvette? ¿Has visto su coche pasar?. Ante la negativa de su trabajador solo pudo añadir. - Mantente atento e informame de cualquier cosa sospechosa que ocurra de puertas para afuera.

Cortando la comunicación, se paseaba de un lado a otro por la habitación - ¿Donde se habrá metido esta mujer? ¿Qué habrá pasado para que rompa tan de repente con su rutina? Esto no me gusta nada. - Impaciente como es, decidió acercarse a la puerta y bajar por las escaleras que daban al lateral de la zona de asiento. Sus pisadas, cuidadosas, apenas sonaban en las escaleras enmoquetadas que permitian una mejor dispersión del sonido. Al llegar abajo pudo observar la poca entrada que habia tenido hoy y con un suspiro se encaminó hacia uno de los miembros de seguridad preguntandole igualmente si habia notado algo raro. Su impaciencia empezaba a hacerle poner nervioso y volvió a su despacho queriendo buscar en su agenda, la posibilidad de que tuviera algún telefono de contacto para ponerse en comunicación con Yvette.

Notas de juego

¿Tengo el numero de Yvette?

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03/11/2008, 19:56
Director

Ninguna nota de contacto, ninguna dirección. Yvette siempre visita ella, sin dar opciones a que sea encontrada salvo por medios poco lícitos. La presencia de aquella mujer cada noche era un incordio al principio. A nadie le gusta estar vigilado casi de forma constante, más aún cuando se está seguro de que lo que uno hace es legal y no rompe ninguna tradición. Pero poco a poco aquella sensación pasó a ser más... agradable. En ocasiones manteníais conversaciones, las cuales considerabas interesantes. Ninguno revelaba nada personal, pero tampoco se hacían preguntas, lo cual tranquilizaba y evitaba incomodidades.

Pero ahora no está. Quizá una noche, quizá ahora mismo esté ocupada, al fin y al cabo es el Azote. Si ha de estar en algún lado o se le puede encontrar es en algún Elíseo, o sería uno de los puntos donde cualquiera podría haberla visto ya que son seguros y normalmente muy frecuentados. El local no requiere de presencia para que nadie lo dirija, ya que durante un tiempo has estado buscando a posibles sustitutos o ganado que sirva de pantalla y así evitar sospechas de tus quehaceres nocturnos.

Observas por las ventanas de tu despacho, en silencio. Solo y abandonado en aquel paso del tiempo y de la noche. ¿Dónde quedaron todos tus conocidos? ¿Dónde quedaron aquellos sentimientos? Tu atención se centra en los vehículos y la gente que pasea durante la noche. No parecen pasear alegremente, si no más bien... refugiándose. Las noches son complicadas en Berlín, más aún desde los problemas y tumultos. Sin embargo, tus ojos se centran en una enorme furgoneta negra que aún parece ocupada por alguien. Alguien que durante un instante te pareció que te mirase, que se fijase en ti...

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04/11/2008, 18:30
Theodor Kenhailer
Sólo para el director

Theodor mantiene la mirada hacia la furgoneta intentando escudriñar algo en la noche. Coge su intercomunicador y se pone en contacto con la puerta - ¡Helmut! ¿Cuanto hace que esa furgoneta negra, aparcada al otro lado, esta ahí? - Ante la clara negativa de su empleado, maldice y añade - ¡Os pago para que esteis atentos a este tipo de cosas! ¡Estate atento si hubiera algo sospechoso en ella, o manda a alguien! Esta zona es demasiado rica para que alguien lleve una furgoneta negra a estas alturas de la noche.

Se da la vuelta y mira de reojo el antiguo estilete que tiene colgado en la pared de su despacho. Hace mucho tiempo que no lo usa, pero no descartaria volverlo a empuñar para recodar viejos tiempos.

Si Yvette no aparece, tendré que ir a buscarla yo. No me gusta nada este cúmulo de casualidades tan peligrosas dada la situación en la que nos encontramos. La daré, como mucho, un par de horas mas.

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05/11/2008, 00:08
Director

Quizá sea paraonia, quizá los nervios, pero la furgoneta pronto arranca y abandona el lugar que pronto ocupa otro vehículo. Sin embargo pocos son los que circulan a esas horas de la noche. La ciudad no es segura, y Berlín siempre ha sido un lugar tranquilo sin apenas vida nocturna como ocurre en otros países del mediterráneo. La cultura alemana obliga a dormir temprano para cumplir satisfactoriamente en el trabajo al día siguiente.

La furgoneta parecía haber estado varias horas. Pero no era de mala calidad o estaba destartalada, todo lo contrario. El tiempo pasaba rápido, y tu impaciencia aumenta lentamente. Al fin y al cabo este lugar no era un Elíseo, tan acostumbrado a ellos. Eran lugares donde uno podía sentirse seguro ya que estaban vigilados por el propio guardián del Elíseo, además del Ganado pertinente.

De pronto un punto de luz roja aparece durante una fracción de segundo en el techo y luego en una de las paredes. Pero pronto vuelve a desaparecer. Si tu corazón aún latiese se habría parado durante aquel tiempo, pero ahora no corría sangre por él y los nervios eran lo único que te hacían sentir vivo.

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09/11/2008, 21:09
Theodor Kenhailer

Al ver esos pequeños flases del puntero hacen que Theodor se aparte inmediatamente de la ventana, aunque sin movimientos rapidos para intentar aparentar no haber visto nada. Puede haber sido cualquiera... pero dada la inestabilidad de la ciudad mejor no arriesgarse. Agarra sus manos a la espalda y recoge su largo abrigo.

- Helmut, que preparen mi coche. Voy a salir. - Anuncia Theodor por el intercomunicador mientras que baja por las escaleras que le llevan a la sala principal. Dirigiendose hacia la puerta lanza una mirada a uno de sus trabajadores que por su forma particular de vestir y distinta a los camareros, da a entender que se encuentra del encargado. Éste, al ver a su jefe con el abrigo, simplemente asiente. Estaba acostumbrado a que Theodor saliera a menudo y con una simple mirada entendia que desde ese momento recaian sobre él la importancia de que el negocio fuera bien durante esas horas.

Se pone el abrigo a la vez que sale por la puerta y su coche le esta esperando en la misma entrada. Se trata de un BMW de 2 años de antiguedad. No dispone de mucho dinero, y menos en estas fechas donde la crisis del pais esta afectando a todos. Aun así tiene que aparentar delante de los clientes y tras una buena financiación ha conseguido disponer de un coche, no exageradamente lujoso, pero si lo suficientemente vistoso.

Se sienta en el asiento trasero puesto que nunca ha llegado a aprender a conducir y uno de sus guardias de seguridad se acopla en el asiento de piloto. Le hace las indicaciones precisas para llegar al Eliseo donde acostumbra a ver a Yvette cuando suele ir y se acomoda en su asiento mientras q de reojo no deja de estar a la espera de ver algun movimiento raro o extraño.

Notas de juego

No se donde esta el Eliseo exactamente, asiq he intentado dar por hecho que mi personaje lo conoce.

Por otro lado, sorry por tardar. Llevo unos dias que llego a las mil. Estamos de mudanza en la empresa y te puedes imaginar lo que significa eso para la informatica :/.

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11/11/2008, 04:04
Director

El citado Kenhailer es un vástago perteneciente al clan Ventrue que recientemente ha comenzado a sonar entre los vástagos de Berlín. Poco se conoce de su pasado, pero como los de su clan, se ha creado un lugar de posición entre los mortales. Regenta un prestigioso y lujoso club de Jazz en el barrio de Sterglitz llamado "La Abadía". Está ubicado próximo al famoso Museo Botánico, el Elíseo del lugar, aunque menos frecuentado que otros ya que son los Tremere los principales usuarios del sitio. Contados vástagos son los que aprecian su compañía, siendo evitados con frecuencia.

Ronda ya más de la 1 cuando un coche de gran tamaño, un BMW, está aparcado en marcha frente al local del que salen un par de personas. Poca es la gente que pulula por la zona y menos aún la que parece dirigirse al sitio. Siendo un barrio tan importante es triste y desolador observar la situación actual. Un hombre trajeado elegantemente abandona el lugar mientras da indicaciones a varios de los hombres que permanecen en la puerta del local. Acto seguido se acerca a la puerta del conductor y le dice algo, parece bastante desaforado y nervioso. Monta en su vehículo y éste acelera lentamente poniendo el coche en movimiento.
 

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14/11/2008, 12:27
Galatea

Al salir del U-Bahn Galatea se encamina hacia la entrada del club, sin prisa, casi paseando. Al ver el coche, teme que Kenhailer vaya en él, aunque eso no hace que se inmute lo más mínimo.

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15/11/2008, 23:52
Sergei Vlascenko, el Extranjero

Sergei sigue a Galatea fuera del metro y se arregla el traje con cuidado.

Observa el coche que se marcha igual que Galatea.

-¿Irá nuestro hombre iba en ese coche?- pregunta, aunque no directamente a Galatea. Después, como pensando en voz alta añade.- Mejor preguntar a los hombres de la entrada.

Y sigue caminando hasta llegar junto a los hombres que custodian la entrada al local.

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17/11/2008, 22:46
Director

Ambos avanzáis por la calle. Se ha levantado viento y nubes de tormenta se aproximan. Es apenas la 1, todo lo ocurrido en el Elíseo ha sido rápido, conciso y bastante normal según vuestros recuerdos. Del interior del local salen rítmos variados, todos ellos influenciados por Jazz moderno. Las luces de las dos primeras plantas son ténues, con un color azulado y lila. En el tiempo que tardáis en acercaros al local apenas una persona entra en el lugar.

El hombre elegante de abrigo oscuro monta en su vehículo a toda prisa. El motor del coche acelera un poco, pero éste se detiene súbitamente. Vuestros pasos son continuos, rítmicos. Cuando quedan aún unos metros hasta alcanzar el coche éste se mueve violentamente, como si una bola de demolición lo hubiese golpeado desde un lado.

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17/11/2008, 22:52
Director

Los hombres de la puerta del local se despiden educadamente de ti, al fin y al cabo tampoco tienen mucho más trabajo. Apenas se llena el local y en el tiempo que estás en la calle esperando el coche tan solo una persona ha entrado en La Abadía. Pronto el coche aparece en la puerta y se detiene con los motores encendidos. Te parece ver la misma furgoneta oscura aparcada varias calles más arriba. Dos personas te miran desde el otro lado de la calle avanzando hacia ti lentamente.

Las lunas del coche son tintadas y está limpio y cuidado. Al entrar en el coche éste acelera un poco el motor. Suena la voz del conductor que te da las buenas noches. Cualquier otro que trabajase a tales horas seguramente no se mostraría tan dispuesto, pero el dinero que cobra es suficiente como para mantener siempre una sonrisa agradable. Levanta la mano y el motor vuelve a acelerar.

De pronto algo golpea violentamente al conductor arrojando su mandíbula contra el cristal lateral. El motor del coche se detiene y dos puntos rojos te miran desde los asientos delanteros. El conductor yace con la cabeza sobre el volante mientras algo salta hacia el asiento trasero golpeando en tu dirección. Su fuerza es brutal y consigue zarandear el coche de manera demasiado agresiva.

La pelea se está desarrollando demasiado deprisa y por sorpresa. Y lo que es peor, en un espacio demasiado pequeño.

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17/11/2008, 23:33
Sergei Vlascenko, el Extranjero

Notas de juego

Mmmm, no me he enterado muy bien de que carajo le ha pasado al coche... ¿Es como si algo invisible le hubiera golpeado de pronto?

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17/11/2008, 23:46
Galatea

Notas de juego

Amén!

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17/11/2008, 23:46
Director

Notas de juego

Sí. Estando totalmente quieto tras la detención del motor ha pasado a sufrir un encontronazo con algo. Bien porque algo invisible lo haya golpeado por fuera o porque desde dentro algo lo hace.

Perdón por las descripciones v_v

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18/11/2008, 01:00
Theodor Kenhailer
Sólo para el director

Al ver abalanzarse sobre Theodor y, en parte movido por la sorpresa, en parte sin vistas para salir rapidamente del coche intenta observar fijamente los ojos del atacante.

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18/11/2008, 01:08
Director

Lo que sea que hubiese en el interior de aquel coche se movía con rapidez aunque lo más destacable era la furia con la que lo hacía. Arrancó parte del sillón con un movimiento que lo envió a la parte trasera y con inusitada violencia agarró del pecho a Theodor golpeándolo varias veces contra la puerta del coche. Una sonrisa canina se dibujó en un rostro borroso y dos colmillos de considerable tamaño brillaron amarillentos en la oscuridad del coche.

- Tienes un olor exquisito -gruñó la criatura golpeando nuevamente y abalanzándose sobre Theodor.

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18/11/2008, 01:13
Theodor Kenhailer
Sólo para el director

¿Que demonios hace un lupino en esta zona? piensa a la vez que intenta aguantar los golpes que el can le endosa contra el coche. Intenta a su vez desembarazarse del ser mientras que no llega a entender exactamente lo que pasa.

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18/11/2008, 01:26
Director

El puñetazo que propina el ser que golpea es de tal potencia que incrusta a Theodor contra la puerta del coche haciendo que los cristales se resquebrajen. Una lluvia de golpes se produce de manera continuada. A cada golpe el cuerpo expulsa sangre, comenzando a vaciar lo y provocando heridas severas en todo el cuerpo del Ventrue. Lo más preocupante de ello es que está siendo a manos desnudas, lo que revela de la inmensa fuerza que posee. La contundencia de los golpes provoca que el ventrue no pueda centrarse en captar la mirada de su agresor y por lo tanto imposibilitándole para lograr usar la Dominación en él.

Los movimientos del coche son evidentes, y posiblemente pronto acudirá el guarda del local para asegurarse de que su señor se encuentre en buen estado.

Notas de juego

Quítate 4 niveles de salud...

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18/11/2008, 01:40
Theodor Kenhailer
Sólo para el director

Viendose atrapado en el coche ve pocas las salidas ante ese algo que atenta contra su vida en un espacio tan reducido y sabiendose poco habil en cuerpo a cuerpo.

Haciendo un esfuerzo y usando su capacidad vampirica intenta salir del coche a la vez que intenta esquivar el siguiente ataque del agresor.