Partida Rol por web

Salah informa que él se acercará al Mudéjar una hora antes que Europa y Khemet. Contáis con una imagen de la tal Renia que, no se sabe muy bien cómo, Salah ha conseguido de uno de sus contactos, y Europa confirma que efectivamente es ella. 

Para evitar llamar la atención, el grupo se divide: Unos van al Mudéjar y el resto a la Bodega con Ghislaine.

Ya ha llegado la Guardia de Noche (*) en Coriolis. El cielo artificial se ha ennegrecido y muestra una colección de constelaciones virtuales. El ambiente en el Mulukhad es muy distinto al de la mañana. La oscuridad llama a los buscadores de emociones y diversión, que empiezan a deambular por los callejones del distrito.

Donde quiera que mires, encuentras vendedores ambulantes, mujeres y hombres con sugerentes ropajes y brillantes rótulos holográficos anunciando apuestas y espectáculos de todo tipo. 

El Mudéjar se alza entre los edificios colindantes, con su fachada de mármol y sus palmeras naturales, atrayendo a una clientela menos sórdida que sus vecinos.

Lo ideal sería reservar algún tipo de reservado y que Salah, si encuentra a Renia, la pueda llevar hasta allí. Una vez dentro del reservado habría que imporvisar de laguna forma.

  Khemet esperó una calle antes de entrar al Mudéjar con Europa para discutir el plan a seguir. El traje, si bien le integraba con la fauna autóctona, le hacía sentir totalmente fuera de lugar.

-A ver, recapitulemos. ¿Pudiste conseguir los planos del lugar o sabemos que clase de medidas de seguridad hay?- también trató de hablar con Salah por el comunicador -¿Que tal por ahí dentro, has podido ver a Renia?- 

La puerta de servicio está cerrada. Tiene un intercomunicador, que supones que servirá para avisar a alguien de dentro para que abra. No hay nadie por los alrededores.

Europa, antes de ir al Mudéjar, llamó a algunos de sus contactos para conseguir algún somnífero lo bastante potente para dejar KO a Renia. Pero por desgracia para ella, debido al poco tiempo disponible y a la flagrante ilegalidad del producto, no logró dar con nadie que tuviera una dosis disponible.

Salís camino del Mudéjar en la primera hora la Guardia de Noche (*) en Coriolis. El cielo artificial se ha ennegrecido y muestra una colección de constelaciones virtuales. El ambiente en el Mulukhad es muy distinto al de la mañana. La oscuridad llama a los buscadores de emociones y diversión, que empiezan a deambular por los callejones del distrito.

Donde quiera que mires, encuentras vendedores ambulantes, mujeres y hombres con sugerentes ropajes y brillantes rótulos holográficos anunciando apuestas y espectáculos de todo tipo.

El Mudéjar se alza entre los edificios colindantes, con su fachada de mármol y sus palmeras naturales, atrayendo a una clientela menos sórdida que los negocios vecinos.

En el callejón lateral, donde estaba la entrada de servicio, os espera Salah. Durante el rato que ha estado allí, no ha habido ningún movimiento. Pero al poco de veros, escucháis gritos provenientes del interior del edificio, el LED de la puerta pasa de rojo a verde y tenéis el tiempo justo para quitaros de en medio y mirar de refilón lo que pasa.

Tres tipos enormes arrastran a otro, lo tiran al suelo, le patean cuando ha caído, y el más grande, que parece el jefe, habla al infeliz pateado, quien gimotea sobre el pavimento.

Aquí no damos dos avisos. Que sea la última vez que te vemos en el Mudéjar. El tipo grande saca un objeto de un bolsillo de su caftán (no lo veis por la distancia y la oscuridad, pero es pequeño, como una TAG o una tábula de bolsillo) y se lo tira encima al pobre individuo. Y esto en el Mudéjar no significa nada. No tratamos con hormigas.

Los tres matones vuelven dentro del casino, y su víctima se arrastra sobre el suelo, dolorido y lloroso.

Raudo acudo en ayuda del tipo caido, no sin antes coger el pequeño objeto. Le ayudo a levantarse y me intereso por las circunstancias que le han llevado a esta situación...

Salah se acerca al maltrecho individuo, y lo ayuda a ponerse en pie. Discretamente echa un vistazo a lo que el matón le tiró encima, y descubre con sorpresa que se trata de una placa dorada, con un grabado central representando Coriolis entre estrellas y arabescos, un número de 5 cifras en la parte inferior y la inscripción "Guardia" en la parte superior.

El tipo apenas puede tenerse en pie, y no se debe únicamente a la paliza. El olor a kôhol que emana de él y sus ojos desenfocados os dejan claro que estuvo bebiendo valentía antes de hacer lo que fuera que hizo ahí dentro.

El tipo trata de centrar la vista en Salah, y con una dicción manifiestamente mejorable, se dirige a él.

Grasiash amiggo. Esos cabronesh son unos cabronesh y unosh cobardesh. Y esha maldita zorra está ahí dentro....lo shé, y por shu culpa mi amigo Salman está en el hoyo...

Bueno.... siéntese ahí y recupérese. ¿Quién es ella? Cuéntenos su historia

El tipo mira a Europa, primero extrañado y luego como hipnotizado por la impresionante máscara dorada.

¿Eres de Sadaal? Es una másscarua muy bonita....Ella es Shirilee y es muy muy guapa. Necesitaba un favor y nos llamó a mi compañero Salman y a mi....Tú también eres bonita tras la máscara, ¿sabes? 

Y nos convenció, decía que era baklava comida, pero no. Esa maldita zorra nos disparó y ¡¡¡se cargó a mi compañero!!! Era una profesional, joder, que los Iconos la confundan....

Y empieza a sollozar.

-Perdona amigo, pero estamos buscando a una mujer, que también le ha hecho un mal a un amigo nuestro. De hecho, al antiguo compañero de mi amiga Sherezade - y hago un gesto en dirección a Europa. - Estamos buscando venganza, y quizás esa mujer de la que me hablas sea la que queremos encontrar.

Le enseño mi comunicador con la foto de Renia.

- ¿Es por casualidad ésta la mujer de la que nos estás hablando?

   Vaya, sin duda la tal Renia era experta en clavar puñales por la espalda a todo el mundo. Khemet se preguntó cual sería su objetivo si para callar bocas eliminaba a todos los que hacían tratos con ella, cómo un jeque de fantasía matando a los constructores que erigian sus pasillos secretos. ¿Y eso de profesional? Parece que la cara bonita era otro de sus múltiples engaños, tal vez deberían aproximarse de otra manera.

  Sin embargo esa tableta que sostenía Salah le llamaba la atención. La cogió un momento y trató de examinarla mientras ellos trataban de sacar algo más que farfullos del triste borracho.

Khemet mira la placa del guardia atentamente, y descubre que tiene una marca que indica que está suspendido temporalmente, con fecha de ayer. Algunos ex-legionarios acaban en la Guardia, y te suena que cuando pasa algo así, puede estar relacionado con que hay una investigación abierta sobre algo que ha hecho el poli.

El guardia fuera de servicio fuerza la vista para tratar de enfocar la imagen que Salah le muestra.

Sí, diría que es esa aunque ahora es pelirroja. Es una zorra, amigo. Seguro que también le dijo a tu amiga que era un trabajo limpio y sencillo..Y ahora mi amigo está muerto, acribillado por otra zorra que no debería haber sido tan dura, ¡maldita sea!

El tipo se pone frenético y agarra de los hombros a Salah para seguir hablándole, atufándolo con su cargado aliento de borracho y soltando una salva de perdigones de saliva sobre su cara.

¡Prácticamente le arrancó la pierna del tiro! ¡Y a mi me salvó la armadura por poco! ¡Y nos dejó allí, con Salman desangrándose como si fuera un perro abandonado que no importa a nadie!

Y rompe a llorar.