Partida Rol por web

Ya son varios días desde que la caravana llegó a aquella pacífica ciudad, Whelun. Vuestro encargo era bien sencillo: escoltar una pequeña caravana hasta esta pequeña pero bulliciosa ciudad, lugar de transito entre dos de las rutas comerciales mas importantes del este de Cormyr. Buena parte de los mercaderes que viajan a Sembia pasan a través de ella a diario siguiendo el camino de la mantícora, y barcos de puertos de todo el mar de las Estrellas Fugaces navegan ascendiendo por la corriente del Draco para descargar sus mercancías en Whelun o continuar hacia el corazón de Cormyr.

Acabada la misión, con algún que otro incidente que repelisteis con facilidad (al fin y al cabo, los asaltantes de camino eran el pan de cada día de aquella ruta) aquel lugar, conocido con el sobrenombre de "las torres de Jade", debido al característico color de los techos que viene de la piedra extraída de la mayor cantera de Cormyr, se convirtió en un buen lugar para el descanso y planificar que hacer. Al fin y al cabo, en aquel sitio seguro que podría haber algún que otro encargo para vuestro grupo.

En ese instante, os encontrabais en la posada del Draco Vigilante, tomando algo y sin mucho que hacer salvo hablar un poco del futuro de vuestras acciones. 

Leokas estaba entusiasmado por haber llegado por fin a su destino. Ha compartido viaje con unos compañeros inesperados al aceptar un trabajo que le llevaría hasta la ciudad de Whelum. No tardaron en dirigirse hasta la taberna para relajarse después de haber cobrado su recompensa. -Ciertamente hemos hecho un buen trabajo quitando de en medio a esos bandidos, ¿eh? Estaba claro que no eran rival para nosotros.- Comenta risueño mientras se hecha a un lado para que la camarera ponga en la mesa el vino que ha pedido. Coge su vaso, respira su aroma y lo levanta a modo de brindis. -Y he aquí nuestra merecida recompensa.- Y acto seguido bebe un sorbo y saborea el vino disfrutando de sus matices. -Muy bueno, sí señor... Y una vez llegados aquí, ¿que planes tenéis mientras estáis en esta ciudad?-

Rakka levanta su copa y brinda con la de Leokas, contento también del éxito del trabajo pero algo incómodo en la posada. En la tribu de orcos donde se crió, celebraciones y bebida alrededor de las hogueras acostumbraba a significar palizas cuando los orcos iban borrachos... cuesta acostumbrarse a tanta gente alegre y poder disfrutarlo con ellos.

- Yo vfengo en bfusca de una orden de cafalleros... - dice con su acento orco. Tras un trago, continua:

- No sé si me costará mucho encontrarles, son sobfrios y tratan de mantenerse en el anonimato. El clérigo del puebflo de donde salí me dijo que se llaman Cafalleros Rufí. Se les conoce como Vfengadores. Pero aún así... me gustaría que mantengamos el contacto. Trafajamos bfien juntos, no creéis? Me siento orgulloso de habfer luchado con vfosotros.

Prang sonrió al entrar en la ciudad, al fin había llegado. Ahora todo consistía en entregar el mensaje en el templo y esperar órdenes.....pero, todo eso se podía hacer después de un buen trago, pues tenía la garganta reseca del polvo del camino.

Siguiendo a sus recién conocidos compañeros, entró en una taberna y allí se relajó un poco por primera vez en varias semanas..."Sí amigo Leokas, desde luego que hemos hecho un buen trabajo....aquel peludo pelirrojo no olvidará en mucho tiempo la patada en la entrepierna que le diste...jajajajaaa......" rió el enano con su voz profunda pero bien modulada, justo antes de darle un golpe en el hombro a su compañero. La camarera, tras servir el vino a Leokas, le puso una gran y enormemente espusmosa jarra de cerveza delante.."Aaahhhh....ya era hora..." dijo antes de dar un gran trago....al bajar la jarra, parte de la espuma se había confundido con su barba, blanca como un copo de nieve.

"Planes.....es bueno hablar de planes...vosotros los humanos normalmente siempre vais de aquí para allí dando tumbos sin orden ni concierto. Me alegra que lo preguntes. En mi caso, tengo que hacer una visita a la capilla de mi dios en ésta ciudad, aunque supongo que luego podremos encontrarnos otra vez aquí, como dice aquí....Rakka. Habéis peleado bien y parecéis de confianza...y eso es raro de encontrar en estos días." una mirada de reojo especialmente dirigida al humano llamado Rakka no pasó desapercibida a nadie...pero quedó en eso...en una simple mirada...Prang juzgaba a la gente por sus actos, no por sus orígenes, aunque no dejaba de sentirse un poco incómodo junto a esa persona que obviamente había tenido tratos durante mucho tiempo con Orcos, pues su acento lo delataba como oriundo de tierras Orcas....."Obviamente, si alguno de vosotros quiere acompañarme y atemperar su alma con unos rezos, será bienvenido..." sonríe al decir esto último....

Fionn también brinda con el semielfo, pero sin demasiado entusiasmo: se ve claramente que en él es un gesto tan controlado como todos los demás. Bebe un pequeño sorbo y deja la bebida -una copa de vino caliente- en la mesa, frente a él, mientras escucha con atención a los que se han acabado convirtiendo en sus compañeros.

 - Lo ignoro - responde cuando Rakka y el enano terminan de hablar - Puede que aquí haya oportunidades - continúa en tono algo críptico. Mira hacia abajo, hacia el vaso que está haciendo girar suavemente con ambas manos. Pasado un instante, asiente - Lo cierto es... que a mí me complacería que mantuviésemos el contacto. Tenéis mucha destreza.

Las horas pasaban en aquel lugar sin nada que llamase verdaderamente la atención del genasí. Pocas eran las cosas que realmente lo conseguían, pero a ciencia cierta apenas si se contaban entre aquellos lugares. 

Las distracciones del camino le habían servido como práctica para sus hechizos. Pocos de lo salteadores habían sobrevivido a un rayo abrasador lanzado por el, lo cual agradecía enormemente a su linaje elemental, pero eso significaba que necesitaba encontrar nuevos retos a la altura de su poder. 

Ahora se encontraba sentado bebiendo animadamente con compañeros de fatigas. El grupo se había enfrentado a más de un desafío y había salido airoso. No parecía que fuesen a ser malos compañeros de viaje.

-Perdón. ¿De qué estábamos hablando?-Preguntó volviendo a prestar atención a la mesa.-Se me ha ido la cabeza un segundo. ¿Decíais algo de pedir vino con miel?

-¿Y por qué no? ¡Camarera! ¡Una jarra de vino con miel, si es tan amable!- Exclama Leokas al escuchar las palabras de Blaze. -¡Vino con miel..! Como no se me había ocurrido antes esa combinación...- Se queda un rato meditando sobre que otras mezclas se podrían hacer con el vino cuando cae en la cuenta de que estaban en medio de una conversación. -¡Vaya! ¿Por dónde íbamos? Si... A mi me gustaría conocer un poco esta ciudad, así que no me importaría acompañarte hasta el templo. Siempre tuve curiosidad por ver como se rinde culto a otras deidades.- Bebe otro trago de su vaso y añade. -¿Qué decís el resto? Quizás haya algo de interés por ahí.- Se da la vuelta repentinamente estirando el cuello para ver por encima de la gente. -¿Pero dónde está mi vino con miel?-

Rakka asiente, no sabéis muy bien si al vino con miel o a los comentarios de los compañeros.

- Será un honor acompañarte Prang. Ese templo es un lugar tan bueno como cualquier otro para empezar mi búsqueda. Seguramente alguien culto como un sacerdote pueda darme más información o, al menos, ser más prudente que un parroquiano de una posada ante determinadas preguntas. Además, debemos presentar nuestros respetos a los dioses.

Al momento, una amplia sonrisa ilumina las caras del grupo cuando varias jarras de aroma dulzón golpean con fuerza la mesa y salpican alrededor. Cogiendo una cada una, los amigos saborean el vino con miel.

- Buena elección, Blaze! A tu salud!

RooOoOoOOoaAaAaAaaAc! (eructo xD )

-Yo no soy muy de templos.-Respondió el Genasí.-Aunque si no hay nada mejor que hacer os acompaño. Lo de conocer la ciudad me va sonando mejor.

No suelo pasar demasiado por los templos - interviene Fionn - pero, como dicen ellos, puede ser un lugar tan bueno para empezar como cualquier otro - se encoje de hombros - Yo también te acompañaré.

La copa de vino caliente ha sido sustituida por una jarra de vino con miel. No es para nada un mal cambio para el monje, que prueba el caldo y esboza al instante una suave media sonrisa, como si estuviese recordando algo.

Prang sonríe al ver que todos están más o menos de acuerdo en visitar el templo mientras una de sus pobladas cejas se eleva...."Bueno, esto sí que no me lo esperaba, pensaba que cada uno de vosotros tendría sus cosas que hacer, pero, que no se diga que no cumplo con lo dicho.." 

Al ver el vino con miel, la sonrisa del Enano se volvió más pronunciada si cabía......"Bien....esto empieza bien.....Me uno al brindis....¡A tu salud, Blaze!" abunda Prang, levantándose y chocando su Jarra con el resto. 

"¡¡Rrrrrooooaaaaaccccc!!   ¡Buen vino, pardiez!"...la jarra hizo un sonido hueco al tocar la madera de la mesa...."bueno, viendo que vamos a seguir yendo juntos, lo mejor es que terminemos la cena y nos acostemos, no voy a levantarme tarde, y así también tendremos tiempo de visitar la ciudad tras ir al templo. ¡¡Camarera!! Trae un poco de esas costillas de cerdo a la miel que huelen tan bien....¡¡es para hacer juego con el vino!! ¡¡Y otra Jarra!! ¡¡Y pan!! ¡Y queso! ¡ja!".....el enano se palmeaba el estómago mientras pedía..."¡¡Estoy famélico!!" 

-¡Yo solo pan y queso para que empapen!-Respondió el genasí.-No quiero que el vino se me suba a la cabeza y me salgan los conjuros para otro lado. Por cierto, ahora que me acuerdo, alguno deberíais comprar o fabricar si tenéis tiempo y ganas flechas incendiarias de alguna clase, ya sean para ballesta o arco, o antorchas. No quisiera que nos volviese a pasar lo de aquel día que nos atacaron de noche... además tengo un pequeño as en la manga con el que pueden ir bien. 

Leokas estaba disfrutando de la cena como no lo hacía en mucho tiempo. -Llevas razón, Blaze. Mañana podremos hacernos con unos cuantos pertrechos.- La camarera se acercaba con la elección de Prang. El olor que emanaba de las bandejas era augurio de una buena comilona. -Ahora creo que lo más sensato es disfrutar de esta deliciosa comida y descansar para estar en plenas condiciones mañana temprano.- Dice con una gran sonrisa. 

Más o menos teníais esbozado un plan para realizar mañana (la idea del enano de ir al templo de su deidad había convencido al grupo). Sin embargo, el destino quiso tener otros planes para vosotros. O al menos, algo mas suculento para un grupo de aventureros.

De pronto, en la posada entra un hombre de barba blanca y con una sencilla túnica azul como vestimenta. Su mirada recorre la sala hasta pararse en vosotros. Asiente con la cabeza y se dirige hacia vosotros.

Al fin os encuentro- dice nada mas acercaros a vuestra mesa- Jorin* me había dicho que os encontraría aquí. Me ha dicho que vosotros podríais ayudarme en un pequeño acertijo que debo resolver

-¡Uy, un acertijo!-Exclamó el genasí sorprendido y alegre a la vez.-Adelante.

Quien será este hombre? Parece un sabio, y sin embargo habla de acertijos por resolver. Rakka permanece callado, atento a la conversación, con una ceja enarcada por la curiosidad.

Leokas escucha atentamente al hombre que se acercó a su mesa. Parece que los estaba buscando por recomendación de Jorin. "Vaya, parece que nuestra escasa fama nos precede." Piensa en broma para si mismo. El hombre realmente parece necesitar ayuda y Leokas no iba a ser quien se la negase. Además, sentía bastante curiosidad por lo que podría contarles y lo que ello suponga. -Por supuesto, siéntese y cuéntenos el motivo tanta urgencia.- Le dice mientras le hace un sitio para que tome asiento.

Prang asiente a lo dicho por sus compañeros, estudiando al anciano con su mirada...parecía un sacerdote o mago por sus vestimentas, aunque podría ser cualquier cosa...un abogado, un contable....pero los acertijos se relacionaban más con la magia......la magia no le disgustaba, esos eran sus primos, los llamados "Enanos Escudo", pero que apareciera un desconocido, así, de buenas a primeras, sin presentarse ni nada, reclamando su ayuda......cualquiera podría haber oído o averiguado el nombre del jefe de caravanas y podría tenderles una trampa....¿para qué? No lo sabía, pero en casa había una norma esencial..."Enano precavido, vale por cuatro humanos, ocho orcos...y...y..."....en el número de goblins siempre se hacía un lío.... 

"Sí....un acertijo es un buen entretenimiento, señor......" le contestó con una sonrisa algo exagerada...alzó su jarra y la dejó a un lado, mostrando con la otra una silla vacía cerca de él a la vez que se levantaba hasta que el invitado estuviera sentado en el sitio....claramente, el enano esperaba una respuesta a la última parte de su frase y estaba algo molesto por su interrupción sin presentación. "Los modales...¿es que nadie piensa en los modales? Brutos humanos..." pensó, mirando como el resto de sus compañeros permanecían sentados en la mesa mientras él procedía según el protocolo....al fin y al cabo....era un anciano, humano, pero anciano. "Ah no....el joven Leokas tiene un poco de educación...." pensó al ver como su compañero le cedía a su vez un puesto en la mesa..

O, si, perdonad. Donde están mis modales. Soy Tunaster Dranik- se presenta el hombre con una inclinación de cabeza. Tras esto, se sienta en el hueco dejado por Leokas, sonriendo al hombre. Aun queda educación en el mundo. Tras sentarse, hace un gesto a la camarera. Al parecer Tunaster era asiduo a este sitio, porque la mujer asiente y se dirige a la barra.  

Veréis, soy un clérigo seguido de la Diosa Mystra, y normalmente, voy viajando de un sitio a otro en busca de fuentes de magia inusual. He estado en tumbas, ruinas peligrosas, e incluso me he acercado a la guarida de un nauseabundo liche. Pero eso no ha sido nada comparado con lo que vi hace una dekhana: un templo de Mystra recién construido aqui. 

Tras decir esto, la camarera aparece en un abrir y cerrar de ojos y deja al viejo un vaso de vino- gracias- bebe un ligero sorbo y continua con su historia- Hasta ahí todo bastante normal, ¿no? Al fin y al cabo, hay pocos templos de Mystra en Cormyr. ¡Es una gran noticia! Llevo bastante tiempo siendo clérigo de la iglesia, y todos los años entro en contacto con la organización. Y aquí es donde está lo raro: ¿como es que no sabía que iba a encontrarme un templo de Mystra aquí? ¿Por que yo, un clérigo con buenos contactos con la jerarquía no sé algo mas de esa tal "señora Arzhas que supuestamente ordenó la construcción del templo y lo ubicó en las ruinas del antiguo torreón?

Vuelve a beber de su vaso- el caso es que, sorprendido por todo esto, fui inmediatamente al templo, en busca de respuestas. Llegué hasta el patio exterior, pero se me negó el acceso a las zonas interiores. Se me dijo que esperase a la señora Arzhas. Tras una hora de espera, apareció un hombre, alguien llamado Fembrys, y me pidió que lo acompañase de vuelta al patio central. Llevaba los ropajes de un clérigo de Mystra, como yo, pero había algo en él que no encajaba. No puedo explicároslo, pero algo me hizo... salir corriendo.

Bebe de un trago el vino- ¡Y me persiguieron! ¿Por que? ¡Alguien me disparó flechas desde las paredes del templo! Pero escapé. 

¿Que está pasando ahí, por los Nueve Infiernos? Necesito descubrirlo, y si no es posible, debo ir al templo de Mystra legítimo mas cercano y pedir ayuda. Pero quizás vosotros podáis ayudarme.