Partida Rol por web

De pronto, contrastando con el silencio de las últimas horas, una voz que suena a lata se oye a alto volumen en el contenedor donde estas:

¡Bienvenido al juego de tu vida! Cuando salgas de aquí, te encontrarás a cuatro personas que no conoces de nada ¡y que a partir de ahora serán tus mejores amigos!

Los cuatro querréis llegar los primeros al final, porque no sois el único equipo. Vais a tener que enfrentaros a otros equipos de cuatro personas, y el primero que llegue ¡gana! En cuanto a todos los demás… no se si me seguís.

La voz termina de forma entre seria y socarrona. Y oyes un fuerte ruido metálico de la puerta al extremo del contenedor donde estás.

Al salir, puedes comprobar que la boca del contenedor da a una habitación cuadrada, donde tres personas más, confundidas como tu, emergen de sendos contenedores.

En el centro de la sala hay un pedestal de un color amarillo chillón, con un bate de baseball encima.

De la sala tan solo hay una salida, un pasillo metálico cuya boca esta soldada a la habitación, del mismo modo que los contenedores.

La misma voz que sonaba en los contenedores, ahora con mayor volumen, vuelve a la carga:

Bueno, bueno, bueno… no seáis maleducados, presentaros chicos. Ah, y espero que apreciéis nuestro primer regalo: ¡un maravilloso bate de baseball nuevo a estrenar!

 Luis sale de entre las sombras de su contedor, atontado y confuso. Mira a su alrededor mientras se masajea la sien. Tras escuchar el aviso de la voz recuerda vagamente la imagen de un monigote de ventricuología con unos ojos penetrantes y unas espirales rojas en las mejillas, probablemente de alguna película. 

Volviendo a la realidad, Luis detecta ciertos movimiento en contenedores parecidos al suyos y ve que asoman más personas, tres más en total. Se acerca sigilosamente al centro de la sala, y se coloca al lado del pedestal que sostiene el bate.

¿Quiénes sois?-dice en apenas un susurro.

¿Drogas?-piensa.-Probablemente.

Los recuerdos son confusos ahora...

Daniel se ajusta mejor la corbata nueva y se pone en su sitio la americana.

¿Que es todo esto? - Piensa - ¿Algún tipo de broma pesada o un psicopata en algún tipo de juego?

Avanza hacia el pedestal junto a los demás.

Uno de ellos pregunta.

-¿Quienes sois?

¿Porque iva a revelar mi identidad a uno de estos desconocidos? - Entonces otra frase pasa por la mente de Daniel - te encontrarás a cuatro personas que no conoces de nada ¡y que a partir de ahora serán tus mejores amigos!

Tal vez debería fiarse de esas personas fuera lo que fuera este raro escenario.

- Yo me llamo Daniel, ¿quien sois vosotros y que es esto?

 Iara no abandono el contenedor. Estaba sollozando por el susto.

¡¿Quienes son?!- gritó. Trató de mantener la compostura. Ese "trató" era muy importante. Si te secuestran, desapareces, y no sabes donde, con quién, ni como llegaste a un lugar, seguramente la palabra "compostura" sonará muy lejana y sobretodo muy extraña.- ¿Daniel?.- Escudriñó la oscuridad buscando a aquel que acababa de hablar.- ¡¿Nos trajistes tu aquí?!.- Preguntó a las tinieblas.

Finalmente se decidió y salió de su contenedor, dispuesta a pelear.

Golpeaba su contenedor con fuerza, dando puñetazos ciegamente, lleno de furia, pero sobre todo la rabia que le consumía por haber sido capturado de una forma tan absurda que ni se había dado cuenta.

-¡Cabrrronnes! Matasteis a mi entrenador,¡¡¡ pero yo no caeré!!! Soviéticos de ¡mierda!- gritaba cuando de pronto la voz se calla dejándole paso por la salida del contenedor.

-Se van a enterar....- comienza a andar envalentonado hacia la salida con las venas marcadas en su frente y sus puños cerrados con fuerza, en tensión al igual que todos sus músculos.Soltaba algún que otro puñetazo a las paredes del pasillo que conectaban en aquella sala.Finalmente llega a aquella habitación, y se encuentra con dos tipos.Estaba a punto de golpearlos violentamente cuando recuerda vagamente las palabras que soltó ese tipo por el megáfono.

-Bah...- suelta para acto seguido mirar hacia otro lado, tranquilizándose un poco.Quizás no fuera la mafia rusa, aunque alomejor esos tipos también tendrían algo contra ellos.Echa un vistazo al bate desde su posición, intentando pensar algo.

-Yo Jack, cogeremos el bate y saldremos por ese pasillo- indica el que parecía ser alumino-.Parece ser la única salida- les comenta.

 Iara se acerco temerosa al pedestal donde estaban los tres hombres.-Mmmm...- No sabía que decir.- ¿Que esta pasando?¿Donde estoy?¿Quienes son?.-Dijo cada pregunta rápido, aunque no esperaba ninguna respuesta.-Mmmm...-Se quedó sin palabras observando el pedestal y la habitación.

-Me llamo Iara.- Dijo en un susurro. No estaba muy segura sobre cual seria la respuesta pero queria salir de aquel lugar y sola no podría hacerlo, lo mejor era hacerse amiga de esos hombres.. Se agarró el cabello y jugueteo con el, sin sacar la mirada a esos desconocidos.

 Luis observa el atípico comportamiento de aquellos personajes, sorprendido. Dos de ellos parecen muy violentos. 

Habrá que tener cuidado. 

Yo soy Luis.-Dice, empezando a razonar la situación.- Tranquilizaos, antes de hacer nada que pueda complicar aún más la situación, - Si es que puede ser peor.- deberíamos reunir algo de información.

¿¡Hay alguien ahí!?- Dice gritando al techo- ¡¿Qué hacemos aquí?!¡¿Qué quieres de nosotros?!

Confío en que ese psicópata pueda escucharnos.

La situación era muy tensa.

- Vale ya nos conocemos todos...

Ese tal Jack parece un tipo con el que tener cuidado, mejor no cabrearlo. Este otro... Luís... parece muy calculador...Iara... está muy afectada... no se que pensar realmente. - Pensó Daniel.

- No creo que por mucho que chilles nos van a hacer más caso... ese... bastardo... sabe de sobra que estamos aquí. Y hablará cuando nos quiera decir algo...

Daniel se sentó apoyando la espalda en el pedestal, y como cuando estudiaba en la biblioteca de la universidad, se puso a juguetear con los botones de la americana mientras pensaba...

De repente, el sonido de un altavoz que se acopla al microfono os sobresalta con su pitido.

Venga chicos, no teneis todo el día, los demás equipos estan en marcha y recordadlo ¡no hay medalla para el segundo!

Es lo que se oye en los altavoces con un tono claramente burlón.

 Luis, que se encuentra al lado del bate, lo agarra rapidamente y hecha a correr. Sin mayor aviso que un ¡Vamos! Y se adentra por el pasillo con el bate en ristre.

Luis, añadete un bate de baseball en equipo, en combate cuerpo a cuerpo causa 1d8 de daño letal.

 ¿Qué hacer? Pensaba Iara. No obstante era obvio que no tenía alternativa.- ¡Te sigo!- dijo decididamente a Luis. Luego hizo un gesto con la mano a Daniel y a Jack para que viniesen con ellos.

Off: ¿no había Jack agarrado el bate?

Tras escuchar nuevamente aquella voz, estaba más que dedicido.Debían marcharse de allí cuanto antes, intentar superar a los otros grupos y salir ilesos de ese marrón en el que estaban metidos.

-Odio correr...- dice para salir trotando de la habitación por el único pasillo que había disponible.Había visto varias películas en su vida de un sádico que capturaba a X personas, torturándolas y haciéndolas sufrir por todos los errores que habían cometido en su vida, los cuales podían haber arreglado pero no lo hicieron.Algo similar pensaba Jack de aquella situación.Si realmente era así, lo tendrían crudo pues este no se cortaría ni un pelo por sobrevivir.Un bate, si ese tipo se lo había dado era por algo que pasaría a continuación.Tnedrían que usarlo, ya sea contra una persona o algún objeto, pero la persona tenía más posibilidades.

-Espero que te lleves bien con el bate, porque vas a tener que utilizarlo quieras o no.No sabemos que es lo que nos espera allí afuera, pero si nos ha dado un bate no será precisamente pequeño...- comenta sobre todo a Luis pero también dirigiéndose a sus compañeros.

Luis, hazme una tirada de percepción, asegurate que solo pueda verlo yo. Desglosala, ya ves que no es importante la suma de la tirada sino los valores de los dados individualmente.

Notas que algo no va bien del todo mientras avanzas por el pasillo... de repente.... Te paras en seco al notar como un cable ya se tensaba contra la tibia de tu pierna derecha...

Mientras saliais a la carrera tras Luis, veis como este se para en seco en mitad del pasillo, como si el tiempo se hubiera detenido.

 Luis, se queda parado en medio del pasillo. Nota la frenada de sus nuevos compañeros detrás de él.

¡Quietos! Que ninguno se mueva. Hay un cable a ras del suelo, probablemente una trampa.- Luis no se lo piensa dos veces. Mueve la pierna que está apoyada en el cable hacia detrás, devolviendolo a su posición. 

-Tranquilo hombretón, es sólo un cable.Lo sobrepasamos y seguimos el camino...- le dice con apariencia tranquilo y tono burlón, fijándose ahora bien en el suelo.Poco a poco sus ideas sobre un secuestro al estilo Saw adquirían fuerza, por ello tendría más cuidado a partir de ahora y miraría por donde andaría.

-Sigamos, no vamos a detenernos por un simple cable.Sólo tengamos cuidado a partir de ahora por si hay más...- comenta.Era evidente, tenían que seguir pero no estaba dispuesto a quedarse quieto por si alguno de ellos se rajaba.El seguiría adelante.

Jack tenía razón, no se podían parar todo el tiempo por un simple cable.- Así no llegaremos más,- dijo, con un tono decidido. - Yo voy con Jack, después bde todo hay que apurarnos si queremos salir.- así que siguió, procurando no pisar el cable.