Partida Rol por web

Corsarios de Belfalas

La ira de Ossë - 2 - Nimaearguth

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17/11/2010, 16:34
Erandil Thyrar

Erandil hizo caso omiso a los malos gestos y la falta de cortesia del posadero, y siguio hablando con el amblemente

"Ponganos eso mismo, nos parece bien, para beber yo quiero agua, otra cosa mas, ¿no sabra de alguien que guste de cantar historias y hazañas locales?, nos apeteceria algo de entretenimiento durante la comida, a lo mejor conoce usted a alguien que a cambio de unos tragos..."

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17/11/2010, 17:31
Director

-No hay nada de eso en esta aldea. Los piratas y las intensas lluvias no invitan precisamente a venir a nadie por estos lares. Tampoco hay ningún atractivo ni nada interesante. No es lugar, en fin, para estar. Y apenas somos cuatro gatos-os comunicó fríamente, sombrío su semblante, mientras las llamas de los velones de sebo titilaban -formando grotescas formas espectrales que acababan difuninándose por el techo, justo donde martilleaba la lluvia- confiriéndole un aspecto fantasmal.

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17/11/2010, 18:08
Erandil Thyrar

Erandil intento tirar de la lengua al posadero, quizas podria decirles algo que les encaminara a su siguiente destino, pues por ahora poco habian sacado en claro en aquella aldea, asi que haciendose el sorprendido al oir hablar de los piratas pregunto al posadero.

"¿Piratas?, ¿estan causando mas problemas de los habituales ultimamente?, alla en el Norte poco se oye hoy en dia de los piratas"

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17/11/2010, 19:25
Director

-Sí. En los últimos meses muchos problemas. Ahora, si me permite voy a preparar las habitaciones y a encargar su comida-te dice imperturbable, y se encamina a ello dándote la espalda, para desaparecer por una puerta cercana. Así que ahí os quedáis otra vez, con la palabra en la boca mientras seguís oyendo la lluvia, que arrecia.

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17/11/2010, 19:30
Atandil Corume

-mmmppfffff... -rumia Atandil quitando de repente la jarra de vino de su boca para poder decir algo al posadero antes de que se vaya, mientras levanta el brazo extendiendo su dedo índice; a la vez que pulveriza el vino -que ya tenía en la boca-, sobre la barra. Mas el posadero ya está desapareciendo por el umbral de la puerta.

-¡Pardiez! Voto a Irmo que no son muy locuaces en este pueblo -os mira a ambos en un prolongado silencio- bueno, al menos yo puedo encargarme de lo del entretenimiento... soy bardo-y entonces en su cara se ilumina una sonrisa.

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17/11/2010, 22:45
Erandil Thyrar

"Sera agradable oir alguna cancion Atandil, muchas gracias, podriamos preguntar al amanecer por algun templo, el sacerdote esperemos que sea mas locuaz, y nos pueda contar algo que pueda sernos de ayuda."

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17/11/2010, 22:46
Aërengoll

- No hará falta, Atandil - dice Aërengoll levantando levemente la mano. Le gustaba la tranquilidad -Espero y creo que Erandil lo decía para poder preguntar a algún bardo local sobre los últimos rumores del pueblo. Ya que gustais tanto de contar historias, sería una buena fuente de información. No dudo de que haga bien su trabajo, maese bardo, y no pretendo ofensa ningúna con mis palabras, mas entender que después de tan largo viaje, me gustaría disfrutar de un poco de paz interior y tranquilidad.

El clérigo mira durante un tiempo el lugar por donde había desaparecido el posadero.

- No acaba de gustarme la disposicón única de habitaciones individuales. Demasiados sucesos extraños como para andarse separados. Sin embargo, creo que no tenemos otra opción.

Busca entonces una mesa apartada, y camina hacia alli. Cuando pasa cerca de la mesa de los hombres, dándose cuenta de su mirada contínua, saluda.

- Buenas noches, caballeros. - Y termina sentándose con dificultad en la mesa a la espera de que sirvieran la comida encargada.

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17/11/2010, 23:28
Director

Os sentáis todos en torno a la mesa, y al poco llega el posadero con la comida, que torpemente va poniendo en vuestra mesa. Y tal como viene y os sirve, se va por donde ha venido. Notáis que renquea levemente al andar. También notáis que no hay un fuego encendido en esta posada, aunque quizás sea porque no viene demasiada gente. Ni que decir tiene que los dos individuos ni se han inmutado con el saludo del clérigo.

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17/11/2010, 23:57
Erandil Thyrar

Erandil hambriento empezo a engullir su racion, no le sentaba nada bien el ayuno, por fin llenaria la tripa y tendria las ideas mas claras. Estuvo de acuerdo con las palabras de Arengoll y le dijo:

"Habra al menos que enterarse si nos daran llave, si pudieramos cerrar por dentro dejando la llave metida les seria mas dificil entrar, aun asi podriamos poner cristales dentro de la habitacion en la puerta para despertarnos en caso de cualquier persona no invitada, otra opcion seria indagar si tiene un establo y pasar alli la noche los  3 juntos, pero no creo que estuvieramos muy comodos."

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18/11/2010, 00:03
Aërengoll

- No es lugar para le gente civilizada el convivir con los animales. Si los dioses nos dieron la capacidad de discernir y podemos domar a las bestias y someterlas, no es correcto que nosotros nos comportemos como tales. - dijo Aërengoll discutiendo la idea del establo. Además él no tenía miedo, solo lo decía por precaución - Durmamos con cuidado esta noche, y mañana veremos como continuar el camino. Es un poco desagradable que no haya un sólo fuego encendido en éste lugar dada la temperatura que se cuela por debajo de la puerta.

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18/11/2010, 10:41
Atandil Corume

Viendo que vosotros comíais, Atandil también se anima a atacar a las viandas: estaba hambriento. Mientras, escucha vuestras elucubraciones. Finalmente, se decide a hablar de nuevo:

-Ñam, grmmpf... ¡Cuerpo de Nessa que no es por falta de arrestos ni de cuajo!... -hace una pequeña pausa para tragar y continua, esta vez susurrando: -pero desde que vi ese horror en la playa pocas ganas me quedan de dormir sin la compañía de vuestras mercedes! Aunque si no queda otra...

Notas de juego

¿continuar el camino??... xDD... ¿a dónde? ¿olvidáis que el párroco os envió hasta este pueblo y lo que vio Atandil en la playa?

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18/11/2010, 22:24
Aërengoll

- Vamos Atandil, no insinuará vuesa merced que tiene miedo de una abominación de la playa. - dice Aërengoll levantando el tenedor y observando la comida - Estamos a resguardo y bien deberíamos mirar por lo que aqui nos rodea que pensar en monstruos ajenos. - dijo bajando la voz.

El clérigo miraba todo el rato al paladín, pero estaba absorto en sus pensamientos. Sabía que éste no le regañaría por la fijación de su mirada pues era algo que le pasaba cuando estaba tremendamente concentrado. Trataba de hilar todo en su cabeza, pero nada tenía sentido. ¿Estaría todo relacionado? Quizás esa noche revelara algunas de las cuestiones que adornaban el mosaico inacabado que mantenía en su cabeza.

Notas de juego

Camino como métafora... no literalmente.

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19/11/2010, 20:37
Erandil Thyrar

Erandil disfruto de la cena como hacia mucho que no lo hacia, con el hambre que tenia, en su paladar aquella bazofia parecian manjares. Mientras comia escucho a sus compañeros pero no hablo, tenia siempre la boca llena y no podia parar de engullir, cuando hubo acabado se dirigio al bardo.

"Dinos mañana donde viste aquel monstruo, quiza sea buena idea ir a echar un vistazo."

Miro al sacerdote para saber si estaba de acuerdo.

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19/11/2010, 22:12
Director

A Atandil le place la idea de Erandil Thyrar. Y asiente efusivamente con la cabeza -con la boca llena- mientras acaba de comer.

Acabado el refrigerio pensáis en descansar. Ya empezaba a ser necesario el reposo sobre un jergón de verdad. Pedís las llaves, pagáis por adelantado y subís. Las habitaciones son pequeñas y no parecen demasiado cuidadas. Una mesa desvencijada con un velón de sebo, un taburete y un jergón es todo el mobiliario. Incluso una de las habitaciones tenía la ventana abierta, que repiqueteaba insistentemente contra el marco, enloquecida por el viento. Y el agua campaba por su fueros en esa zona de la estancia.

Os acomodáis cada uno en vuestra habitación. Todavía andabais perdidos: las extrañas sensaciones del clérigo, la bruma que todavía no habíais visto, este curioso pueblo y sus sibilinas gentes, el inquietantes sueño que habíais tenido, la criatura que presuntamente vio el bardo... ¿eran 'simples' circunstancias de la vida... o tenían todas relación?... Andáis cada uno en vuestras respectivas elucubraciones cuando oís unas notas de laúd que vienen de la habitación del bardo. Está entonando una pegadiza cantinela:

En N´gurth hay mil ensayos
de fraude y malicia llenos.
Acullá suenan los truenos
y acá descargan los rayos.

Entre la música y el cansancio os vais fundiendo con el Reino de Irmo*. Mañana será otro día.
 

Notas de juego

*vamos que os dormís... xD. Irmo es uno de los valar.

Bueno, para no perder tiempo he desarrollado esto. Evidentemente puedo cambiarlo si decidís estar juntos en una habitación o si decidís no dormir, etc. También podéis decidir que hacer...

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20/11/2010, 00:17
Aërengoll

- Es una muy buena idea, Erandil - dijo Aërengoll con la cabeza alta. Casi no comía. A pesar del hambre, comió lo justo como para notar algo en el estómago, y dejó el resto a disposición de sus compañeros.

Al subir a las habitaciones, el esfuerzo de alcanzar cada peldaño supone una prueba de superación de gran valía. Una vez en las estancias, terribles estancias, caserón de muerte y desesperanza; Aërengoll no tarda en sentarse sobre el jergón. Contempla el suelo con las manos en el regazo mientas su cabeza trata de cuadrar todo el rompecabezas...

Algo escapa a mi deducción, pero no alcanzo a comprender qué...

Las notas del bardo le sacan de su concentración y decide cerrar la puerta, asegurarla colocando tras ella una silla y tratar de descansar un poco. Llevaban tanto tiempo fuera que ese colchón le iba a resultar realmente placentero.

Notas de juego

No creo que nos juntaramos, al menos el clérigo no piensa que deban desconfiar así por asi...

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20/11/2010, 19:17
Director

No había mucho más que hacer ese día. Esa noche de tormenta sólo dejaría ver postigos cerrados en la oscuridad y chorros de agua cayendo por todas partes. En la amanecida, con la nueva luz, estarían las ideas más claras y las mentes más lúcidas tras el merecido descanso; y con un poco de suerte habría dejado de llover.

Pronto os quedáis dormidos, estabais todos muy cansados. Mas pasada las horas de las ánimas vuelven las pesadillas, especialmente reales en el caso de Aërengoll. Los sueños son reincidentes: un enorme agujero en las profundidades del mar, por el que os adentráis, livianos como ánimas. Más exactamente, un pozo sin brocal, y con sacrílegos símbolos inscritos. De ignota manufactura: no es una caverna natural de las profundidades del mar y tampoco parece obra de los Pueblos Libres*. Y como sueño es, no podéis descifrar el tipo de mampostería, ni podéis ubicar los símbolos. Descendéis y descendéis hasta que de repente volveis a estar fuera, al borde del malcarado pozo, y con una chica, si es que se puede llamar chica esa especie de sirena, de monstruo. ¡Y voto a Eru que el resto es más inquietante aun, y siempre acaba por arrancaros de los reinos de Irmo entre sudores y jadeos!
 

Notas de juego

*en principio, Pueblos Libres hace referencia al pueblo de los eldar (o elfos), de los Hombres (o humanos), de los naugrim (o enanos) y de los medianos o hobbits.

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21/11/2010, 16:46
Aërengoll

Aërengoll despertó en mitad de la noche. Empapado en sudor pese al frío que hacía en la habitación. Miró a un lado y a otro. Se sentó en la cama y paseó un rato por la habitación antes de volverse a acostar.

¿Significaba algo ese agujero? ¿Tendrían que buscarlo? ¿Y qué era esa criatura?

Tantas preguntas sin respuesta, aparecían siempre, una detrás de otra, y ningúna se aclaraba. El clérigo miró al techo, con las manos sobre el pecho, se giró sobre un lateral y trató de dormirse de nuevo, mas las pesadillas luchaban con el cansanc¡o del viaje, haciendo de su descanso algo intermitente e interminable.

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22/11/2010, 18:15
Erandil Thyrar

Erandil, entro en su cuarto, no era cosa de reyes, pero hacia tiempo que no podia dormir en un lecho como dios manda, rapidamente se durmio ayudado por los cantos del bardo que le llevaron volando a epocas pasadas, en las que aun se hacian cosas dignas de ser cantadas.

Durmio profundamente hasta aquel extraño sueño, todo parecia en calma, el sueño era tranquilo flotaba por el mar plazidamente, hasta que empezo a ver a lo lejos un extraño agujero, no sabia porque pero la calma torno en nervios, y la imagen de una extraña criatura le desperto. Se desperto sobresaltado, las mantas estaban empapadas de sudor, y por un momento no sabia donde se encontraba, pasaron unos segundos y se sereno, estaba en la posada y habia sufrido una pesadilla, no deberia haber cenado tanto, penso. Sin darle mayor importancia el paladin volvio a dormirse, ya solo quedaba esperar la llamada tempranera del sacerdote, que ya se habia convertido en una costumbre. Apago el candil que habia encendido al levantarse, y cerro los ojos, se durmio tranquilamente mientras pensaba en lo raro que habia sido que sus compañeros estuvieran despiertos, si no se equivocaba le habia parecido oirles a los 2.

Brandir abrio los ojos y alli se encontraba su compañero dandole una patada en el costillar mientras decia "¡¡¡Despierta Gandul!!!".( :D).

Notas de juego

Me permiti utilizar a tu personaje un segundo jejejje. Un saludo.

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25/11/2010, 12:33
Director

Notas de juego

Antes de describiros nada me molaría saber qué tenéis pensado hacer. Incluso podéis ir describiéndolo vosotros. Y de igual manera, si no decidís nada puedo hacerlo yo. Aunque vuestro deber es tomar decisiones...

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05/12/2010, 11:53
Erandil Thyrar

Como cabia esperar lo primero que vio el paladin fue a su querido compañero el sacerdote gritando y maldiciendo:

"¡Despierta holgazan, es la tercera vez que te aviso y aun estas inconsciente!."

Como habian decidido se dirigieron al lugar donde el bardo habia visto aquella extraña bestia que le habia encogido el corazon y las criadillas. Asi pues el bardo dirigio el paso del grupo, salieron de la posada, era de dia y aunque no llovia el cielo estaba negro, mas negro de lo normal, ahora que era de dia el paladin pudo observar con sus propios ojos que aquel no era un cielo encapotado normal, aquella negrura era cuanto menos siniestra, no dejaba pasar casi ninguna claridad, cualquier viajero podria haber pensado que era una noche con luna llena si no hubiera visto lo oscuras que eran alli las noches, ya que alguna diferencia habia entre el dia y la noche gracias a Dios, diferncia que solo podia notar alguien que hubiera sufrido el dia anterior aquella desconsoladora noche.

Asi pues como contaba, salieron a buen paso, como dije antes el paisaje no invitaba al paseo, el pueblo seguia igual de muerto, y aunque pudieron ver a paso asustado y siempre a lo lejos algun lugareño, lo normal era no ver ningun alma por las siniestras calles de la aldea. LLegaron al borde del pueblo alli el bardo se paro y les señalo la direccion que debian seguir, diciendo que en menos de media hora llegarian al sitio.

Cruzaron por el camino por un pequeño y no muy frondoso grupo de arboles, ya que dificilmente se le podia llamar a aquello bosque. Era mas siniestro si cabe que la aldea, no se oia a ningun pajaro a pesar de las tempranas horas de la mañana en la que se encontraban, y ningun movimiento mas que el moverse de las ramas y hojas por el viento notaron. Alli solo parecian tener vida aquellos siniestros arboles, que crujian y silbaban al ritmo de un viento frio y violento que llevaba toda la mañana azotando la cara de nuestros aventureros. Por fin llegaron al final del camino, estaban en un acantilado, por el que serpenteando bajaba un sendero hasta una pequeña cala donde las olas rujian y chocaban con fuerza con las rocas, rocas afiladas y amenazantes.

Como cabia esperar no esperaron ni un segundo y bajaron por aquel angosto sendero, dejando eso si a los caballos atados arriba, aunque hubieran decidido bajarlos no hubieran podido, ya que como asustados por la muerte al acercarse al acantilado retrocedieron relinchando con terror. Abajo las cosas no mejoraban, muy al contrario, la sensacion de peligro y muerte aumentaron, el sonido de las olas el viento y en general cada centimetro de aquel horroroso lugar invitava incluso a unos hombres de higados como ellos a salir corriendo de alli, pero aunque todos sabian que sus compañeros sufrian el mismo terror solo observando sus caras, nadie dijo nada al respecto, y alli se mantuvieron firmes no se sabe si por honor o por la ayuda de los valar que no siempre abandonan a sus fieles servidores en estos momentos en los que la voluntad del hombre se tambalea. El paladin tomo fuerzas para que sus palabras no bacilaran y hablo:

"¿Donde ocurrieron exactamente los hechos que nos conto vuestra merced?"