Partida Rol por web

Nao se sorprendió al ver que los guiaba escaleras abajo. ¿Sería una vía de escape? Sin embargo, resultó ser simplemente un lugar donde esconderse. Probablemente allí estarían a salvo, pero…

—¿De verdad crees que podrás detenerlos tú sola? ¡Son muchos…! ¿Qué es lo que piensas hacer? —preguntó, preocupada.

Al escuchar a Mieko, se estremeció. Tenía miedo. Ellos eran solo unos estudiantes adolescentes. ¿Qué podían hacer? Quería quedarse allí, escondida, esperando a que todo pasase. Pero tampoco podía dejar que Maki y su séquito arrasase el mundo. Y, sobre todo, no podía abandonar a sus amigos.

—¿Q…Qué quieres hacer…? —preguntó a Mieko, deseando que no estuviese sugiriendo ninguna locura—. Incluso si la distraemos, ¿luego qué? No hay forma de detenerla, ya lo sabéis… —Inclinó la cabeza, pensativa—. Creo que lo mejor sería impedir que salgan de aquí y avisar a la policía. Queríamos pinchar las ruedas de los vehículos para retrasarlos…

Aoi da un par de pasos hacia atrás mientras mira a los chicos y dice:

Pero vosotros estáis en peligro…

De fondo podían escuchar sonidos de pelea y ruidos, Aoi les mira unos momentos y dice:

Muy bien… pero antes tengo que contaros algo… yo fui quien mato al profesor… estaba con el y me sentí muy celosa por como miraba a Komi y algo dentro de mi… una gran rabia se apoderaba de mi y le ataque no pude controlarme… estoy segura que eso es lo que les controla a todos. Lo que hace que no puedan distinguir

Justo en ese instante se escucha como unos cristales se rompen, se trata de una pequeña ventana que hay en el sotano que apenas cabía alguien, un par de bolsas caen pesadamente al suelo y es cuando arrastrandose entra alguien, se trata de Sata

Al caer desde aquel ventanuco el hombre suspira profundamente:

Ufff como me ha costado encontraros y llegar… ufff maldita sea

Entonces se da cuenta de la presencia de Aoi y se pone en alerta con un inyector en su mano mientras dice:

Alejaos de ella… tiene la sangre negra… no os acerquéis a ella

Maki sonríe y en ese momento Sota siente un fuerte dolor en el pecho, era como si algo se le hubiera clavado y efectivamente así era, Maki le había clavado un cuter, la chica se aparta y da un par de pasos hacia atrás mientras que Aki y Yui se coloca entre esta y Sota el cual siente como tiene menos fuerzas

Eso no te matara… porque no puedes morir… pero te hará sentirte peor y te costara mas respirar. Dices que quieres sentir mi oscuridad… pero por tu enfermedad no moriste… empezaste a sentir los efectos de mi sangre antes de morir… por eso eres en cierta forma especial… pero aun así… siempre podemos hacer algo... cortadle la cabeza

Mientras hablaba Maki se acerca a los profesores primero al director al que besa profundamente, después de aquello comienza a golpearle hasta romperle la cabeza, la chica se dispone a hacer lo propio con el siguiente profesor

Aki con su bate apoyado dice:

Quieres sentir la oscuridad de Maki… bien… juguemos

Dice mientras se prepara para atacar con su bate a Sota

Yui por su parte simplemente sonríe y se lanza con su cuchillo

Rin se pone como escudo entre Sata y Aoi -Si, puede estar infectada, pero también nos ha salvado y hasta esta dispuesta a sacrificarse por detener a Seto San- se veía la convicción en sus ojos, mirando de reojo a su amiga dice -Perdón por no haber estado allí cuando me necesitabas, pero ya no estás sola, todos aquí ayudaremos en lo que podamos, personalmente no me importa morir aquí si con ello la detenemos- mira a las chicas y al periodista como preguntándoles si están dispuestos a luchar.

Se había imaginado varias formas de poder ver esa “oscuridad” que mencionaba Maki, pero no esperaba que eso conllevara a una puñalada en el corazón o cortarle la cabeza.

Se apartó lentamente, confuso, mientras se quitaba el cuter del pecho. Estaba seguro de que esa herida debería de haberlo matado, al menos dejarle en el suelo con tanto dolor que apenas podría siquiera sostener la fuerza de sus piernas, pero en cambio ahí estaba.

Seguro que hay otra forma…- Pronunció en voz baja, casi a modo de súplica, mientras veía a la chica besar a uno de los profesores antes de despedazar su cabeza como si de una mantis religiosa se tratase. Qué coño te pasa, Maki. Sentía que la chica estaba perdida en su propio dolor y ya no podía controlarlo, incluso parecía disfrutar de esa agonía por sus acciones. De igual forma, sentía que tenía que pararla.

¿Jugar? Vale.- Huir ya no era una opción y defenderse mucho menos. Con el cúter todavía en la mano, apretándolo con fuerza, se dispuso a atacar a sus amigas para llegar a Maki.

Una vez dicha mi propuesta, me quedo en blanco. Nao quiere más información, más garantías de como detenerla. Pero es difícil no darle la razón: no tenemos forma de detenerla, no por nuestra cuenta. Por eso confío en Aoi, que nos cuenta lo que pasó aquel día. La miro, compasiva ante la confesión de su crimen. 

-Aoi...

Pero no puedo decir nada más, Sata aparece delante nuestro con lo que parece ser la solución a nuestras problemas. Entre la entrada triunfal, rodeado de cristales, y lo que supone su llegada, mis ojos y mi boca son seguramente una "o" perfecta. Claro que sus palabras ponen en guardia a Rin, que entendiblemente salta entre Sata y Aoi. Yo sigo su ejemplo, y bloqueo a Sata con mis brazos extendidos.

-¡Rin tiene razón! Aoi parece estar resistiéndose al contagio, ¡y no es la única!-y al mirarle con más detenimiento, más preguntas vienen a mí mente.-¿Cómo nos has seguido? ¿Y de dónde has sacado eso?

Y por "eso", me refiero al inyector en su mano. Había asumido que era un arma, poniéndome en el peor de los casos por prevenir. ¿Pero y si era una cura?

El rostro de Nao se paralizó por completo al oír la confesión de Aoi. Nunca se le había ocurrido que hubiese sido ella la causante. Lo hizo ella… pero fue por culpa de la infección.

Apenas tuvieron tiempo para procesar esa revelación cuando apareció el periodista. Nao lo miró boquiabierta, preguntándose si estaba viendo visiones. Sin embargo, la reacción de los demás no tardó en convencerla de que no era así.

—¡No! ¡Aoi nos está ayudando! ¡Quiere detener a Maki! —exclamó, levantando los brazos, aunque no se sumó a los demás para hacer de escudo humano—. ¡Y Sota también está enfrentándose a ella! —añadió, asintiendo con la cabeza confirmando lo dicho por su amiga—. ¿Qué… es eso? —preguntó con voz trémula y las cejas arqueadas, clavando su mirada en la jeringuilla que el hombre sostenía en su mano.

Aoi parece emocionarse un poco al ver como se ponen delante de ella para protegerla, mira a Rin y dice en un tono amable, en su forma habitual de hablar:

No te preocupes… no era realmente yo. Se que os he preocupado mucho… pero no era yo y cuando pude empezar a controlar la oscuridad de mi interior… la que Maki te mete dentro de ti no podía mostrarselo para poder sorprenderla.

Sata se tranquiliza y mira a los chicos, deja caer las bolsas que lleva y dice:

He venido a toda velocidad desde el despacho del doctor Seto… esto… esto es lo único que puede detenerles. Os lo resumiré… fui al despacho del doctor Seto y cuando llegue estaba muerto. Pero el había sido contagiado con anterioridad.

Mira a Aoi y asiente para decir:

Como vuestro profesor, ¿verdad? Lo contagiaste tu antes de matarlo

Aoi asiente a las palabras del periodista, y parecía interesada también en lo que este tenia que decir:

Bien… había una grabación junto a estas dos bolsas.

Saca una grabadora y la pone para que se reproduzca

Espero que no sea demasiado tarde cuando encontréis esto. Mi hija Maki Seto… murió hace años en un atropello. Pero tonto de mi me negué a aceptarlo… decidí usar mis investigaciones con ella. Yo investigaba la regeneración celular con intención de crear órganos y miembros perdidos, sin embargo, para mi alegría en ese momento y desgracia en este funciono y ella revivió. Pronto empece a sentir ciertos efectos en mi hija, su sangre se había vuelto negra y su carácter había cambiado, una niña amable, simpática y agradable se volvió en un ser oscuro y perverso.

Todo se ha descontrolado ahora, Maki esta fuera de control, trate de protegerla y convencerla, pero ella me ha contagiado a mi también… su sangre es la clave del contagio. He experimentado y te vuelves prácticamente inmortal, sin embargo, algo dentro de ti crece, una bestia, una oscura bestia que en cierta medida Maki es capaz de controlar.

Por suerte he conseguido una forma de acabar con la amenaza… una compuesto, un simple elemento que se usa en las incineraciones, un compuesto químico que he preparado en inyectables. Solo hay que inyectarlo y en pocos segundos el cuerpo perece realmente. A quien quiera que haya encontrado esto, por favor, detened a Maki, matadla y a todos los que haya contagiado, son una gran amenaza para la humanidad. Solo pido una cosa… perdón a todos y sobretodo a Maki… tuve que dejarte descansar en paz y no sumirte en esa oscuridad.

Aki fue la primera en golpear, se notaba que las dos chicas estaban acostumbradas a pelear puesto que el golpe del bate fue realmente fuerte, Sota siente como le falta el aliento y como varias costillas se le rompen, era consciente que pronto se regenerarian, pero el golpe hace que tenga que doblarse.

Pero no terminaba ahí, Yui por detrás lanza un golpe con le cuchillo clavandoselo en un lado mientras las dos chicas reian sin parar.

Al mismo tiempo Sota que es consciente que debería haber muerto pero que aun seguía en pie, aunque muy herido y realmente débil puede ver como el primero de los profesores se levanta, Maki sigue pasanod a otro profesor, estaba claramente transformandolos

Dedicando una sonrisa a su amiga y sin mediar palabra le abraza -Te extrañe, pero muy en el fondo sabia que aun estabas allí-

Luego de unos segundos se aparta y con mirada decidida, algo poco usual en él dice: -Necesitamos un buen plan para acabar con Seto San- mirando a Sata continua -Ella ha logrado infectar a la mayoría de los alumnos, aun con esa arma no será nada fácil luchar contra sus fuerzas sobre humanas, debemos ser más listos que ella-

Debería estar muerto y saberlo era una idea que realmente le aterraba.

Gruñó de dolor con cada golpe, escupió al suelo mientras sus piernas forzaban a incorporarse, buscando el aire que momentáneamente le habían arrebatado todavía con el cúter que le clavaron. Si a él no podían matarlo, no de la manera tradicional al menos, debería de haber otra forma de acabar con esta locura.

Lo tenía.

Venid a por mí.- Masculló entre dientes a las dos chicas antes de mirar una de las puertas que le conducían a la cocina.- ¡En la próxima cita yo decido el sitio Maki! – Bromeó en voz alta, o más bien era un intento de que le escuchara durante unos segundos antes de echar a correr hacia las cocinas.

Tenía que abrir los gases y prenderles fuego a todos allí dentro.

-¿Tenemos que matarlos?

Me estremezco al oír las palabras del padre de Seto. La pequeña esperanza de haber encontrado una cura se desvanecen. Pienso en Aoi, en Sota, en los profesores y compañeros de clase. ¿De verdad no había otra manera de hacerlo Espero expectante a que el doctor se retracte, que hable de alguna alternativa a tal destino, pero eel hombre se calla y a cinta se acaba.

-Tiene que haber alguna forma de hacerles volver en sí. De evitar que Seto-san controle a los contagiados de esta manera.-me giro hacía Aoi implorante.-Aoi, ¿cómo aprendiste a controlarte? ¡Seguro que hay alguna forma de enseñar al resto! 

-O sino, alguna forma de evitar el control de Maki. Quizás si la encerramos, la alejamos del resto, o si la matamos...-me bloqueo al darme cuenta de lo que acabo de proponer y rápidamente me intento explicar.-Lo que quiero decir, si ella es la fuente del contagio, la que los controla, podemos cortar la conexión con el resto y así liberarlos.-vuelvo a darme cuenta de lo mal que suenan mis palabras. Por mucho que Seto-san haya creado toda esta situación, el pensar en matarla me estremece.-No quiero decir matándola, sino... separándola del resto lo suficiente. Su poder tendrá límites... ¿verdad?

Nao escuchó en silencio la grabación y los comentarios de los demás. Al parecer, esa inyección era capaz de acabar con Maki. Sería difícil, pero parecía que tenían alguna posibilidad.

Había algo de lo que decía el doctor Seto en la grabación que la preocupó un poco. Pedía que matasen a todos los contagiados. Eso incluiría a Aoi, Sota, y todos los alumnos. Incluso si estaban enfrentándose a Maki… Miró a Aoi con conmiseración. Sería muy injusto dejarlos morir después de que les hubieran salvado la vida.

—Ella es capaz de controlar esa oscuridad que ha introducido en vuestro interior, ¿no? Quizás si Maki muere, esa oscuridad se hará más débil, y podréis mantenerla a raya… —opinó, mostrándose en contra de hacer que murieran. Por otro lado, Mieko no solo estaba en contra de matar a los inocentes, sino también de acabar con Maki—. Bueno… ya has oído a Maki. Quiere acabar con todo el mundo. Es muy peligrosa y sería casi imposible atraparla. Y… en realidad ya está muerta, ¿no?

Mientras decía esas palabras, clavaba su mirada en el suelo. No estaba nada orgullosa de esa opinión, pero no creía que mantenerla con vida fuese buena idea. De hecho, incluso su padre afirmaba que no era la misma de antes y quería acabar con ella.

—Sobre todo, no debe enterarse de que tenemos esa inyección. Creo que hay dos formas de pillarla por sorpresa: uno de los infectados podría acercarse a ella y atacarla por sorpresa mientras esté distraída; o… uno de nosotros puede fingir querer dejarse infectar por ella y… clavarle la jeringuilla en el último momento.

Dijo todo eso con voz queda, temiendo que los demás pensaran que eso era una locura. Pero no se le ocurrían otras posibilidades.

Sata escucha lo que dice Rin y asiente mientras muestra las bolsas llenas de mas inyecciones:

Parece que el padre de Maki se esperaba algo así y ha preparado bastantes dosis… supongo que no nos queda otra que ir inyectándoles… también deberíamos de llamar al inspector Kashigawi, le he enviado una copia de la grabación y toda la documentación que el señor Seto dejo, pero no sabe ni donde estáis ni lo que pasa… creo que seria buena idea que alguien fuera a contactar con el.