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Los Daeva (Celestiales, en su idioma), son los hijos predilectos del Dios de la Pureza, Eidolon. Creados a su imagen y semejanza, fueron la obra cumbre de su Padre, y éste se siente muy orgulloso de ellos. Poseedores de la misma Luz que emana del Dios, son criaturas creadas a partir de energía, en vez de otras razas de Esfera, diseñadas a partir de la sangre. Debido a eso, su estilo de vida es muy distinto, y se consideran a sí mismos como la cumbre de la existencia.

Los Daeva alcanzan una media de entre 1,75 y 1,80 metros de altura. Sus figuras, tanto las de los varones como las de las damas, son delgadas y gráciles. Su piel es prácticamente blanca, con un ligero tono rosado gracias a la luz que emana de su interior. Sus cabellos, largos y sedosos, varían en color entre el rubio, anaranjado y rosado claro, sin variar entre esas tonalidades. La característica más evidente de los Daeva es el fulgor que emana de sus ojos sin pupila, de un color ligeramente azulado. Un observador cuidadoso podría confirmar las semejanzas que hay entre la piel, los cabellos y el fulgor de los Daeva, y los tonos que adquiere Lucero en su recorrido por el cielo de Esfera. Al fin y al cabo, son los hijos del Señor de la Bóveda Celeste.

- Los Daeva en Esfera

El estilo de vida de los Celestiales consiste básicamente en la investigación y el disfrute de la vida. A salvo de amenazas del exterior, los Daeva han desarrollado una vida pacífica extremadamente religiosa. El principio y el fin de su vida gira en torno al culto a Eidolon, y por supuesto, no se contemplan cultos a otros dioses. Orgullosos, serios y arrogantes, los Celestiales se consideran a sí mismos elegidos para gobernar en el futuro sobre todas las razas y especies del planeta.

- Vestuario

Sus ropas destacan por ser ligeras y vaporosas. Largas túnicas translúcidas que dejan entrever sus delicadas figuras, con colores blancos, grises y plateados, decorados con intrincadas filigranas doradas. No gustan de la ostentación, si bien disfrutan con la belleza en cada uno de los aspectos de la vida, y procurarán añadir un toque de elegancia y buen gusto a todo cuanto esté a su alcance.

- Longevidad

Al estar formados básicamente por energía, los Daeva tienen una esperanza de vida extremadamente larga. Todavía no se ha conocido a ningún miembro de esta raza que haya muerto por vejez, pero sí se han dado casos de Celestiales que han fallecido por voluntad propia. Esto es debido a que, por distintos motivos, se les agota la voluntad de existir, y su energía interior se apaga. A aquellos que eligen este camino se les conoce como ઊંઘ (durmientes).

- Forma de Vida y Organización Social

Ya que los hijos de Eidolon son casi todos iguales físicamente, esto es, sus características no varían en demasía de unos a otros, cabe preguntar cómo surgen las relaciones interpersonales. Los Daeva son monógamos por definición, y la búsqueda de una pareja adecuada se hace a través de compatibilidades energéticas. Como en origen fueron creados para vivir en comunidad, se ha comprobado que para cada Celestial existe un compañero ideal del sexo contrario. Encontrar a dicha pareja se considera una gran noticia para la familia, que lo celebra con juegos, encuentros florales y música, invitando a sus vecinos y, en definitiva, a todo aquel que quiera disfrutar de la alegría de la pareja.

No se contempla en ningún momento tener una relación fuera de la જંકશન (Unión), ya que la plenitud alcanzada satisface todas las necesidades amorosas, y por supuesto, la homosexualidad ni siquiera es posible. Si bien hay relaciones entre Daevas del mismo sexo, éstas no sobrepasan las de la amistad o el compañerismo.

El núcleo familiar está formado por una દંપતી (Enlace), formada por un varón y una dama, y su correspondiente heredero. Éste recibe un nombre, compuesto por los prefijos del padre y la madre. Así pues, el heredero de An-sor y Cerysh-as recibiría el título de An-Cerysh en el caso de ser un varón, y el de Cerysh-An si fuera una dama. Es la obligación de los progenitores responsabilizarse de la educación formal y civil del heredero, si bien las enseñanzas académicas corren a cargo de los ડૉક્ટર્સ (Doctores) en las અકાદમીઓ (Academias).

El liderazgo de los Celestiales está dividido en dos grandes pilares: el Consejo y el Templo. El primero, formado por veinte Daevas (diez varones y diez damas), se encarga de crear y aplicar las Leyes del Sistema Jurídico Celestial, así como resolver cualquier entuerto que no tenga una resolución de sentido común. El segundo está centrado principalmente en velar por la Lágrima de Eidolon y cuidar del Oráculo, y se considera a los Sacerdotes como la Voz de Eidolon en Esfera. Ambas organizaciones necesitan la una de la otra, apoyándose en momentos de necesidad.

- Madurez

Indistintamente de su desarrollo físico, la madurez llega para un Daeva transcurridos exactamente veinte años desde el momento en que su luz llegó al mundo. A partir de ese momento se le considera apto para participar de las tareas de la Comunidad, así como participar en los Foros. También se le considera la edad perfecta para buscar a su pareja de por vida.

- Reproducción

Aunque hay claras diferencias entre los denominados sexos, no disponen de genitales. La reproducción entre los Daeva se lleva a cabo en la denominada તબદીલી (transferencia), en la que el varón adulto intercambia energía con la dama, y se da vida a un retoño. Este proceso dura aproximadamente medio recorrido de Lucero, y es la mayor muestra de amor que puede darse entre los Daeva. Además tiene un carácter puramente religioso, puesto que con este proceso, este pueblo considera que honra la memoria de su Padre, Eidolon, repitiendo el proceso que los puso sobre Esfera.

- Muerte

Ya hemos comentado que los Daeva viven indefinidamente a no ser que decidan apagar su luz o les llegue una muerte violenta. Accidentes, animales salvajes o la mano de otra especie pueden hacer que el aliento de un Celestial expire con facilidad. Cuando llega ese momento, el envoltorio físico se deteriora y la energía interior se libera en el ambiente. Pero, como toda energía del Universo, no se pierde, sino que es absorbida por los Daeva más próximos al fallecido. Estos absorben parte de los recuerdos, el poder y la experiencia, fortaleciendo además el sentimiento de Comunidad.

> Cronología Celestial <

Años 0-20

Los Daeva abren los ojos por primera vez gracias a la Canción de Eidolon, que se convierte en el principal Credo de sus hijos. Durante sus primeros años de existencia, sientan las bases de su civilización, organizando el Culto a Eidolon y el Foro.

Años 21-40

Los hijos de Eidolon aún no se aventuran más allá de las montañas para deleite del Dios. Aprenden a recolectar bayas silvestres y alimentarse de las frutas que daba la tierra, y profundizan en sus conocimientos sobre su propia especie. Surge la figura de la Voz de Eidolon, que proclaman la palabra de su Padre.

Años 41-60

Los Celestiales, que llevaban años completamente desnudos, no se percatan de la necesidad de cubrir sus cuerpos hasta que el tiempo cambia y comienza a refrescar ligeramente por las noches. Comienzan a usar túnicas y vestidos de gasa y seda. Ear´eder guía junto al Consejo al pueblo de los Celestiales, y comienzan a plantear inquietudes intelectuales.

Años 61-80

Llevados por la necesidad de evolucionar, construir y perfeccionarse, los Daeva crean una subclase de vida a partir del ritual del Enlace. Los Eones pasan a ser la mano de obra de los Celestiales.

Años 81-100

Los Daeva aprenden a domesticar a los majestuosos Rocs, lo que les permite explorar los terrenos desde las alturas. Nacen los Jinetes del Alba, un grupo de exploradores que visten colores brillantes lo que les confiere un aspecto casi divino.

Años 101-120

En el año 102 desde su nacimiento, los Daeva contemplan la lluvia de estrellas que cae cerca de las Tierras Sagradas, a este hecho se le conoce como પિતાનો આશીર્વચન (Primera Bendición de Padre). La necesidad de extraer las rocas caídas para averiguar el regalo que Eidolon les había enviado lleva a los Daeva a desarrollar herramientas básicas.

Años 121-140

Algunos años después de conseguir extraer todos los cristales de Celestita, los Daeva expanden sus conocimientos diseñando un sistema llamado Urbanismo, que se utilizaría para asignar a cada miembro de la Comunidad un espacio vital.

A mediados de esta período de tiempo acontece el સજા (Castigo), que sería mantenido en la memoria de los Daeva por siempre. La tierra tembló y las montañas de las Tierras Sagradas se estremecieron, matando a muchos ciudadanos. Fue la primera vez en su historia que los Celestiales sienten la pérdida de miembros de la Comunidad, lo que hace que su sentimiento de unidad se tambalee.

Aproximadamente en el año 138, los Daeva disfrutan del regalo de la presencia de su Padre Celestial, que acude ante ellos para reconstruir las Tierras Sagradas tras el Castigo. También les hace una importante revelación: no están solos en ese mundo.

Años 141-160

Reconstruídas sus tierras, y tras el descubrimiento del Manto Protector gracias a la experiencia de la joven Ae-thddyn, los Daeva comienzan a plantearse cómo serán los otros seres que pueblan Esfera.

Años 161-180

Con fuerzas renovadas y planteándose un futuro mejor, los hijos de Eidolon aprenden a tallar e identificar la piedra, lo que da origen a hermosas esculturas, frisos y puentes.

Años 181-200

Con el aniversario de sus 200 años de existencia, los Daeva tienen además otro hecho que celebrar, y es que terminan de construir El Empíreo, su capital y la gloria de su raza. Durante semanas se celebran cantos, bailes y fiestas en honor de Eidolon.

Años 201-220

Finaliza la construcción del Templo de Eidolon, magnífica construcción que alberga la Lágrima de Eidolon, la joya suprema de los Daeva. Este edificio se convierte en uno de los más importantes de El Empíreo, y reúne diariamente a centenas de celestiales para orar, charlar o simplemente recrearse con las estatuas, grabados y detalles.

Años 221-240

Habiéndose convertido El Empíreo en una gran urbe, con grandes artistas, escultores y cantores, con edificios brillantes como el Templo de Eidolon o el Foro de los Procesos, los Daeva empiezan a tomar una actitud más bélica con cada nueva generación. Surgen los Eones Guardianes, que custodian los principales lugares del Empíreo, así como los accesos a las Tierras Sagradas. Asímismo, se comienzan a plantear sistemas defensivos, así como el estudio de la celestita.

Años 241-260

Llevados por la necesidad de explorar el Mundo Enterior, los Daeva aprenden a domar al hermoso Catoon, que se compenetra a la perfección con las luminosas criaturas. Ahora pueden avanzar por tierra y por aire sin cansarse.

Años 261-280

Con el descubrimiento de la Comunión de Espíritus, los Daeva aprenden a unir su Luz para conseguir grandes logros. Además, la incorporación de Sol´ore como nueva Suma Sacerdotisa asegura que las necesidades espirituales de los Hijos de Eidolon queden satisfechas.

Años 281-300

Para asegurarse de que sus conocimientos se pueden transmitir a las generaciones futuras, los Daeva diseñan un lenguaje escrito. A partir de ese momento, cada casa dispone de registros en tela para aprender las leyes y enseñar a los recién nacidos, y el Templo y el Foro recoge los acontecimientos de los Daeva en piedra para la posteridad.

Años 301-320

Muchos años después de que Eidolon creara las celestitas para los Daeva, sus hijos descubren su funcionamiento. Ahora los hogares de los celestiales tienen luz y calor por las noches, y una nueva era de descubrimiento se abre ante ellos.

Años 321-340

El año 322 será recordado por la aparición del Oráculo: La joven Til´salana demuestra ser una elegida por Eidolon con la capacidad de hablar con el Padre de Todos. Además, gracias a las celestitas, los Daeva aprenden a canalizar su Luz interior en forma de lanzas astrales que pueden usar para combatir.

Años 341-360

Durante esta época, los Daeva no realizan ningún descubrimiento destacado, si bien los exploradores siguen recorriendo las tierras alrededor de las Tierras Sagradas para descubrir los secretos que Eidolon puso ahí para ellos.

Años 361-380

Tras incontables años recorriendo el mundo conocido, los Daeva diseñan un sistema para plasmar sus conocimientos del terreno en mapas de tela, que facilitan los largos viajes. Además, en el año 362 desde su nacimiento, surge la Iniciativa de las Futuras Generaciones, que llevará a un grupo de intrépidos Daeva más allá de las fronteras para establecer una colonia junto al inmenso lago salado al este.

Años 381-400

Con la Comunidad menguada por la marcha de la Iniciativa de las Futuras Generaciones, una parte de los Daeva se dedica a recordar su aventura con hermosos cantos que tranquilizan sus almas y facilitan la canalización de la Luz interior en procesos como el enlace. Por otra parte, los Jinetes del Alba vigilan cuidadosamente el viaje de los exploradores hacia el este.

Años 401-420

Con el cambio generacional tras 400 años de existencia, llegan los cambios ideológicos. Algunos Daeva más jóvenes se vuelven perezosos, y surge la figura de Sha´mersean, nuevo capellán del Templo, que promulga que sólo con fe ciega se puede contentar a Eidolon. Los fanáticos se convierten casi en una clase social.

Años 421-440

Guiados por el temor a ser atacados, los Daeva investigan las Tierras Sagradas, descubriendo que es una auténtica Fortaleza Natural.

> Avances de los Daeva <

> Demografía <

El Empíreo - 9I (Capital)

Avances: Urbanismo + Viviendas de Piedra (3d6 Defensa / 3 Puntos de Daño)

Emplazado en la isla central de las Tierras Sagradas, el Empíreo es una hermosa ciudad cargada de sentimiento y belleza. Construída cuidando cada detalle, alberga en su interior edificios tales como el Foro de los Adeptos, el Templo de Eidolon y la Plaza de los Cantores. Es la capital de los Daeva, y es un secreto para todo aquel que no haya nacido bajo la mano del Señor de la Bóveda Celeste.

En la actualidad se trata de una ciudad construída en mármol, alabastro y granito, con grandes avenidas y hermosos edificios con bajorrelieves, estatuas en honor a Eidolon y mosaicos recordando a los caídos tras el terremoto.

> Lugares Destacados en El Empíreo

- El Templo de Eidolon       

Con alrededor de 100 metros de largo con 40 de ancho, el hermoso edificio rodeado de más de 100 columnas de varios Daeva de altura alberga estatuas de Eidolon, así como un Tesoro que albergaba la Joya de Eidolon custodiada día y noche por Eones guardianes.

- El Foro de los Procesos

Un edificio donde se reúne el Consejo para deliberar acerca de las distintos debates que puedan surgir en la vida diaria, así como para promulgar las leyes que rigen a los Daeva. Cualquier celestial puede acudir al Foro para proponer un tema que crea puede mejorar la vida de los Hijos de Eidolon, y todos los casos son tomados en consideración.

- La Plaza de los Cantores

Esta amplia plaza, localizada justo delante del Templo de Eidolon, es el lugar preferido para los Daeva que quieren solazarse y dedicarse un día simplemente a disfrutar. En ella, jóvenes celestiales compiten entre sí para demostrar que tienen la mejor voz en pacíficos duelos que son el deleite de los Primeros.

> Personalidades <

Ae´thddyn, la forjadora del Manto La joven Ae´thddyn fue la primera en descubrir el Manto Protector, pasando así a formar parte de las personalidades de los Daeva, para deleite de sus padres. La juventud de Ae-thddyn no fue impedimento para poder usar este poder, por lo que los padres se encargan de enseñárselo a sus retoños a los pocos días del Enlace.

Bou´Chard, Creador del Lenguaje Celestial El joven e ingenioso Bou´Chard pasará a la historia de los Daeva por ser el creador del sistema de símbolos que utilizaría el pueblo celestial para su escritura. A partir del año 283, los hechos que rodeaban la vida diaria de este pueblo quedarían registrados en tela y piedra para preservarlos para la posteridad.

> Fuerzas Militares <

Jinetes del Alba, Exploradores Los Jinetes del Alba fueron la primera fuerza de exploración que utilizaron los Daeva, llevados por la curiosidad respecto al mundo que les rodeaba. Utilizaron los Rocs porque eran la criatura más hermosa que conocían, grande y brillante como Lucero, y que les permitía volar por los cielos. Avances: Manto Protector + Lanzas Astrales (3d6)

Guardias del Empíreo, Centinelas El descubrimiento de la existencia de otros pueblos en Esfera, y el temor de que su comportamiento barbárico pudiera destruir lo que durante tantos años habían construído, llevó a los Daeva a formar los Guardias del Empíreo. Estos guerreros silenciosos montan guardia día y noche, custodiando los lugares de culto, las calles y las entradas del hogar celestial. Avances: Eones Guardianes (2d6)

Fanáticos de Sha´mersean, Exploradores Guiados por las doctrinas del Capellán del Templo de Eidolon, los Fanáticos se mueven rápida e inexorablemente, dispuestos a cumplir los objetivos dictados por su líder religioso. Visten ropas ligeras y no llevan armas, confiando en que su Padre guiará sus destinos. Avances Ninguno (1d6)

Dun´nstar, Asesina Silenciosa y carente de emociones, la hermosa guardaespaldas y mano derecha del Capellán del Templo sigue al líder religioso allá donde él vaya dispuesta a cumplir sus cometidos. Tiene un gran manejo de las Lanzas Astrales, y dicen que su fe ciega en Eidolon la lleva a realizar proezas inimaginables.

> Cuerpo Religioso <

Ear´eder, la primera Voz de Eidolon Como todos los Daeva, Ear´eder es altivo, serio y orgulloso. Su Luz es intensa, y los escritos dicen que fue la razón de ser elegido como la primera Voz de Eidolon. Actúa como vicario del Templo de Eidolon.

Sol´ore, Suma Sacerdotisa del Templo Hermosa, amable y sencilla, la compañera de Ear´eder se unió a las filas de las Voces de Eidolon para ayudar a su pareja en el servicio a su Padre. Se encarga de administrar los Servicios y las Reuniones con los fieles.

Sha´mersean, Capellán del Templo Llevado por su fe ciega en Eidolon, Sha´mersean revolucionó la sociedad Daeva inspirando a los más jóvenes a reafirmar sus sentimientos en Eidolon. Su cuerpo es frágil y su cabellos blancos como las nubes, pero su voz es potente y firme, lo que hace que corran rumores de que, en ocasiones, es el mismo Padre quien habla a través de él.

> Los Eones <

Surgidos por la necesidad que tenían los Daeva de una mano de obra disciplinada e infatigable, los Eones están formados por la misma Luz que los hijos de Eidolon, aunque de menos intensidad. Son criaturas hechas de pura energía, con una vaga forma humanoide, aunque los Daeva los visten con ropas para darles un aspecto algo más adecuado. Al ser una creación realizada a base de Luz, no necesitan alimentarse, no sufren calor ni frío, ni agotamiento. Lamentablemente, no disponen de inteligencia propia, por lo que requieren de una constante supervisión, recibiendo una orden tras otra.

- Características de los Eones

• Los Eones no disponen de inteligencia propia. No tomarán decisiones por sí mismos.
• Obedecerán órdenes del Daeva más cercano y las acatarán hasta que acaben su tarea o reciban una nueva.

• Los Eones son pura energía, por lo que pueden detonar con un gran estallido si reciben la orden pertinente.
• No se agotan, no necesitan alimentarse ni respirar, aunque tienen limitaciones físicas similares a los Daeva.
• Al no disponer de boca, no pueden comunicarse, y el único sonido que emiten es un leve zumbido.

- Clases de Eones

• Eones de Servicio

• Eones Guardianes