Partida Rol por web

Cuando veo al anciano abrir una puerta y dejarnos paso, encaro para entrar a la habitacion. Mi paso se va acelerando mientreas mas cerca me encuentro de la puerta, la ansiedad me estaba dominando. Deje de pensar en todas las preguntas que tenia en la mente y solo podia pensar en que clase de personas esperaban nuestra llegada. Al entrar a la habitacion distingo a 4 personas que estan en el sentados, parados, charlando o sumisos en sus pensamientos, al resicir sus miradas decido dedicarles un saludo y una sonrisa un poco forzada. Encuentro un lugar en donde sentarme y esperar a la explicacion de por que nos convocaron ahi.

- ¡Y una puta mierda!- estalla Matt.- ¡Joder, vamos a salvar el puto mundo o cualquier mierda por el estilo! Lo mínimo que podrían darnos es una cama decente y unos videojuegos- se queja,- Es más, deberiamos exigir cantidades ridículas de pasta. ¡Y furcias me cago en la puta!- añade, con gesto indignado, antes de cruzarse de brazos y sentarse en un rincón, visiblemente molesto.

Al entrar veis una armeria, nada del otro mundo, pero el Dr no se detiene y va hacia la trastienda. 

jajaja, disculpa. pense que ya habiamos llegado

Miro las paredes del centro comercial con nerviosismo, todo me recuerda al laboratorio del chalado. Todo esto me da muy mala  espina.

De todas forma sigo al Doctor hasta donde nos tenga que llevar.

El anciano entra en la trastienda y oís un pequeño estallido seguido de un murmullo.

Pasan los minutos pero no veis ni oís nada. Zael se ha calcinado ante vuestros ojos, anunciando la llegada de alguien, pero ahí no aparece nada ni nadie. Miento... oís unos golpes de martillo contra algo metálico seguidos de un grito de JODER!!!! sin duda la voz del tendero que debe haberse machacado el dedo con un martillo mientras repara alguna abolladura de la chapa de algún coche.

Miro en la dirección de la que proviene el sonido mientras observo  a los demás por un segundo.

- Creo que el Sr. Tower se fue por allí, voy a investigar por si realmente ocurre algo serio. No me lo parece, pero seguro que algunos enemigos saben de subterfugios no soñados por mi. Por supuesto aceptaré la ayuda de todo el que quiera ir en la misma dirección - comienzo a desplazarme a la altura del suelo, con un vuelo que más parece un deslizar, a velocidad de un hombre caminando con cautela en dirección al hangar.
 

Al amanecer como siempre suena la corneta del cuartel donde te encuentras, el lugar tambien es secreto, y por lo que has podido ver, el cuartel es una base de la ONU o algo parecido, hay ejercitos de toda la UE

Tras asearme y vestirme convenientemente, sin perder más tiempo del estrictamente necesario y del militarmente exigible, tomo mis cosas y salgo de los barracones.

La variedad de ejércitos y los movimientos de tropas resultaban curiosos y, hasta cierto punto, preocupantes. Tanta actividad no presagiaba nada bueno.

Tal como me indicaron, me dirigí hacia la sala donde se guardaba la armadura, con la clara intención de enfundarme en ella y viajar hasta el lugar acordado, que debe estar prefijado en el panel de destino para que no haya problemas con este tema.

-Sera mejor si vamos todos juntos- comenta sully algo desorientado por los sucesos, mientras no we separate de Tanatos.

En la sala te esperan ya los técnicos que te ayudan a enfundarte la armadura. Es como una danza, como el cambio de ruedas de un F1, todos sincronizados, y en menos de 5 minutos zas, se cierra el frontal del casco de tu armadura. A partir de ese momento todo lo visualizas en 360º a través del ordenador de la tecnoarmadura. 

- Hola JJ - dice una voz robotizada -

- Hola Silbia. - Respondí. Era mucho más fácil dirigirse al ordenador con un acrónimo que se asemejara a un nombre humano, así que cuando los técnicos lo llamaron "el sistema IA de interfaz de la armadura en local" (para diferenciarlo del mismo sistema que se había desarrollado sobre un ordenador de control estático y externo), no tardé en componer el puzzle en mi cabeza: S.I.L.B.I.A. (Sistema de Interfaz Local Basado en Inteligencia Artificial). Cofigurarlo para que mostrara un timbre de voz femenino fue un juego de niños.

- Creo que tenemos un destino prefijado, a las afueras de Barcelona. ¿Te apetece un paseo?

Diciendo esto, ajusté los controles térmicos, puse algo de música y accioné los sistemas que me permitirían ponerme en marcha en cuanto tuviera cielo abierto. Todo ello sin dejar de caminar hacia el lugar de despegue.

- Bien JJ, diagnostico completo, armas preparadas, sistema de vuelo preparado - empiezas a escuchar un sonido metalico, Silbia está probando los alerones moviles para el vuelo - alerones comprovados, funcionalidad al 100%, en cuanto des la orden despegamos.

- Bien. - Dije, satisfecho. Estar dentro de la armadura era una de las sensaciones más placenteras que podía sentir. La fusión con la máquina era total y absoluta.

Cuando llegué a cielo abierto, di la orden. - ¡Vamos allá, Silbia!

La libertad de volar. Indescriptible.

Aproveché para comprobar los sensores de vuelo, el radar y demás elementos importantes.

- Habrá que pasar desapercibidos. Silbia, comprueba que la ruta fijada no sobrevuele zonas habitadas y no nos elevemos por encima de la altitud de visión de los radares civiles. - No se trataba de aparecer en el telediario a estas alturas.

- Bien JJ, pasando a modo silencioso - de repente el ruido ensordecedor de los reactores de vuelo desaparece y sigues volando a Match 0,1 con la calma - 

Disfruto del vuelo y del paisaje. Cierto nerviosismo me embarga, pensando en qué me encontraré en el destino y en si me estaría metiendo en algo demasiado grande. Por otra parte, el verme embarcado en un proyecto que requiere de todo mi potencial, casi por primera vez en mi vida, me emociona y llena de satisfacción. El potencial de peligrosidad queda a un lado, hasta que éste sea suficientemente evidente.

En la reunión se mencionó que formaría parte de un equipo. De entrada imaginé otros tipos enfundados en armadura, como yo mismo, pero teniendo en cuenta la realidad del mundo que me rodea y la excepcionalidad de la convocatoria, según me pareció, no me extrañaría encontrarme de esos meta-humanos entre los integrantes del grupo.

De todas formas, iba a ser un momento interesante.

- Iniciando modo de aterrizaje, mandando cogidos para abertura de plataforma de aterrizaje. - Al momento te ves sobre un Centro Comercial y en uno de los tejados se abre un circulo algo más ancho que tu armadura. No puedes evitar que una sensación de claustrofobia te invada al ver ese agujero tan pequeño  

- Si, lo que sea- responde Matt, molesto todavía, mientras se levanta y echa a andar tras Tantaos

Ya me había parecido raro que la cita fuera en un Starbucks de un centro comercial. La crisis era galopante, pero para eso extremos lo creí improbable, aunque no imposible, dadas las circunstancias. Este acceso superior al edificio entraba dentro de lo lógico. Aunque realmente el acceso estaba hecho a medida... demasiado a medida. 

- Muy bien. Vamos a entrar por ahí, Silbia.

Descendí por la abertura, con la expectativa y esperanza que diera a un lugar amplio donde pudiera haber, quizá, otros miembros del equipo.