Partida Rol por web

- Tomando el control de la navegación. Calculo de entrada. - ves como pasas justito por el agujero y desciendes por un tubo lo que por tus calculos te conduce a un par de pisos por debajo del nivel del suelo. De repente todo Luz.

- Vaya, vaya... ya lo tenemos aquí - oyes una voz tras el destello de luz - 

Oís a lo lejos el sonido de unos motores a reacción y otro golpe metálico que viene del taller/laboratorio de Benjamín.

Observo al hombre que me ha dado la "bienvenida".

- Siento el retraso. El tráfico, ya sabe.

Le digo con evidente ironía.

Miro el lugar donde estoy, observando los detalles en la medida de lo posible, para hacerme una idea del tipo de base que pueda ser, ubicar las demás personas que pudiera haber o el material que hay a la vista.

Has aterrizado en lo que parece un taller/laboratorio. Ves varios vehículos, mesas de trabajo, bancos con armas, dianas, vamos... como los sótanos del MI6 dónde están los sabiondos inventando artilugios y cosas para sus agentes.

Ves a un tipo más joven con el anciano cerca de las armas y la armería.

El anciano mira el reloj de la pared.

- Si... es hora punta en el aeropuerto del Prat... ahora hay mucho trafico aereo... - a todo esto, miras el reloj y casi has pasado 9 horas volando... ni te has dado cuenta de ese detalle ahi inmerso en el traje disfrutando del vuelo.

- Soy Benjamín... aunque todos me llaman el tendero, bienvenido a la base de operaciones. No se si el Dr. Méndez corre por aquí... pero los otros ya han llegado.

Oís como Benjamín habla con alguien. ¿es posible que ya estén en el taller y vaya a ser el bueno del anciano mecánico el siguiente en caer?

Matt se adelanta y les hace gestos a los dos que le siguen.

- Shhh- les susurra, llevándose el índice a los labios.- Dejad que me adelante y vea como esta todo- propone. Matt se concentra un segundo y empieza a encoger hasta medir poco menos de medio metro, se levanta del suelo unos centimetros en un vuelo raso y avanza con cuidado hasta uno de los paneles de la puerta.

- Pst- avisa, en voz baja, hablando al panel,- oye, amigo, despierta. Dime, ¿Que está pasando?- le pregunta a la maquina.

- Yo soy Lorca. - Le tiendo la mano. - Por lo que parece usted es el Q de por aquí. - Aventuro, señalando levemente alrededor con un gesto de la otra mano.  - Gracias por la bienvenida, no está nada mal, y está bien situada para ir de compras.

Cuando me nombra a los demás, no puedo evitar preguntarme dónde estarán esos "otros", pero el tiempo me lo dirá, así que no le aprieto.

- Bien, pues usted dirá.

Al ver que la base está llena de cachivaches interesantes, me entran ganas de acercarme hasta ellos a echar un ojo, y seguro que lo haré si me hacen esperar en este lugar.

Frank se queda mirando la aparición de la armadura parlante.

-¿Y este de dónde ha salido? ¿Eres un robot o hay alguien ahí dentro?

El resto oís que Frank, el sin poderes del grupo, también se ha metido en la conversación con esa voz tan dura que tiene. 

Esta situación es algo extraña, pero si Frank está hablando sin plantear batallas me decanto por suponer que algo que no entiendo, pero potencialmente no letal, está ocurriendo. Me acerco a la uerta del hangar, mientras vuelvo a asumir mi astecto más "humano". El clac clac de mi bastón ya me acompaña cuando traspaso la puerta.

- ¿Qué ocurre?, ¿A que se debe tanto alboroto? - inquiero más curioso que preocupado.

- Oh Tanatos - dice al verte aparecer con el resto - Ellos son el resto de los chicos - le dice al ser metálico robotico

- ¿No nos vas a presentar a tu interlocutor señor Torres? - pregunto con tono algo suspicaz. No me ha gustado ver un hombre embutido en metal al lado de un aliado, contando que nuestros enemigos son medio máquinas aparentemente. Mi bastón se queja con un leve crujido en mi mano, cuyos nudillos estan algo más pálidos de lo normal.

-Acabo de llegar, igual que tú, Tanatos. Y es Tower, no soy español. Soy estadounidense de nacimiento.

- Creo que se refería a mi, machote - aclara el anciano - Pues la verdad sr. Tanatos... no se quien es este bicho metalico, pero me muero por meter mis herramientas ahi dentro - sonrie - 

Asiento, evaluando a la figura de metal. - El señor Torres está en lo cierto Frank, le preguntaba a él; lo cual no quita de que me alegre de verte. Pero si él - señalo a Benjamín - no sabe quien eres... será mejor que nos digas que haces aquí, por favor -.

Miro intensamente a la acorazada figura, mientras la mis ojos parecen hacerse más profundos en sus cuencas - No te parezca mal... señor Lorca, pero no sabemos de sus intenciones, ni cómo ha llegado aquí -.