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Crónica de la Vara: el Comienzo.

En un mar de arena

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25/10/2013, 18:37
Zeleste

Al escuchar aquellas palabras, Zeleste volvió a echarse a llorar. Escuchó de fondo a Dhalia decir que se veían luego, pero no reaccionó, tan sólo pudo acercarse a Hamah y cogerle de la mano, acercándola a su rostro y derramando sus lágrimas sobre ella.

- Pensé... Pensé que habías... muerto... - Le confesó con voz temblorosa. - Escuchaba tus gritos y... y no podía hacer nada... Siento que te hayan hecho todo esto por mi culpa... Perdóname... - Le miró a los ojos y una sonrisa trémula se formó en sus labios. Besó la mano del joven y entonces se irguió para poder abrazarle...

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25/10/2013, 21:49
Hamah

Hamah te rodea con los brazos entre pequeños espasmos de dolor, pero aun así insiste, hasta que sus manos te abrazan. Después de que te tranquilizas, mueve la cabeza para que sus labios encuentren los tuyos y se deja llevar en un largo beso. Notas que sus lágrimas también caen y te mojan las mejillas.

Se separa, con una sonrisa en la cara, aunque los ojos enrojecidos.

- No soy tan fácil de matar... Y menos tras haberte conocido a ti. ¿Tú como estás? - Mueve la mano que sostienes para acariciarte levemente.

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25/10/2013, 21:58
Zeleste

Las lágrimas de ambos jóvenes se unían para caer enlazadas. Zeleste cerró los ojos y también se dejó llevar por aquel beso. Temblaba entre los brazos de Hamah, aunque cuando sus labios se separaron, una sonrisa tomó forma en los de la joven.

- Ahora estoy bien... A mi no me hicieron nada. Bueno, aparte de tenernos encadenadas y sin nada de bebida ni comida... - Eso le hizo recordar que desde la mañana anterior no había probado ni bocado. Se encogió de hombros y alargó su mano para acariciar con suavidad las mejillas del joven. 

- No sé por qué a mi me creyeron, pero me alegro que así fuera... - Durante unos segundos se quedó en silencio, con la mirada prendida de los ojos azules de Hamah. - Creí que te perdía... - 

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25/10/2013, 22:33
Hamah

Hamah se sonroja perceptiblemente cuando te lo quedas mirando en silencio, pero luego ríe, cosa que provoca varios gemidos de dolor.

- Ay, ay... - Él también te mira, recostado. - Tranquila, Zeleste, estoy aquí, junto a ti. - Luego, algo nervioso, mira hacia la fruta que hay cerca. - ¿Has comido? ¿Quieres un poco? Haysha ha traído también agua con limón. - Comenta, señalando con la cabeza una jarra cercana.

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25/10/2013, 22:45
Zeleste

Zeleste se sonrojó y apartó la mirada, haciendo que esta se deslizara hasta dejarla suspendida sobre el plato de fruta. - No, no he comido nada... - En ese momento su estómago gruñó y un retortijón hizo que pusiera una de sus manos sobre la barriga. Cogió un poco de fruta y se la dio a Simba...

- Pero antes de comer debería ir a ver a Sala-Al... ¡Oh...! No me acuerdo bien de cómo era... ¿Sala-Al-Binir...? ¿Sala-Al-Dibir...? No sé... Es algo así... - La joven había estado tan asustada y preocupada por Hamah, que cuando el jefe de los bedinos se presentó, ella no prestó del todo atención. No había podido parar de pensar en que eran unos asesinos... Sus mejillas se sonrojaron todavía más. Se levantó y cogió la jarra de agua con limón que le había señalado Hamah. Tras servirse en un vaso, se lo llevó a los labios y le dio un pequeño trago, aclarando por fin su reseca garganta...

- No tardaré... - Le dijo con un guiño de ojos y le acercó otro vaso lleno para que también pudiera beber.... 

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25/10/2013, 23:03
Dhalia

Hamah bebe y te sonríe. Tras darte las gracias te lanza otro beso y cierra los ojos para descansar.

Cuando sales, te encuentras cara a cara con Dhalia que está poniendo ojitos, haciendo carantoñas y lanzando besos hacia la tienda, todo de forma exagerada. Al verte salir se queda quieta de repente y empieza a reír a carcajadas.

Algunos bedines se paran a ver qué pasa, pero luego continúan su camino.

- Lo siento, lo siento... - Dice Dhalia, riéndose todavía. - Tendríais que escucharos...

Se limpia las lágrimas con la manga, todavía sucia de arena y te sonríe.

- Bueno, ¿vamos?

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26/10/2013, 00:43
Zeleste

Zeleste salía con una sonrisa en sus labios. Sonrisa que se borró al encontrarse con Dhalia haciendo una burda imitación de lo que había ocurrido dentro de la tienda. Sus mejillas se pusieron rojas como tomates y las cubrió con ambas manos. 

- ¿Y tú qué hacías espiándonos...? - Le preguntó con un tono de voz que rallaba la histeria por la vergüenza y la risa por ver a Dhalia haciendo esos aspavientos. - Sí, vamos... - Le dijo, confirmando sus palabras y bajando las manos para asentir con la cabeza. Se puso a la altura de la guerrera y empezaron a caminar hacia la tienda del jefe de los bedinos.

- Dhalia... - La joven se mordió el labio, indecisa. Miró a la guerrera y volvió a sonreír. - Gracias... - Le dijo en un susurro y se cogió de su brazo, para entrar juntas en la tienda a la que iban.

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26/10/2013, 11:39
Director

Dhalia sonríe cuando le coges del brazo. Pone la mano sobre la tuya y te achucha, contenta.

- Me alegro de que todo haya salido bien. Al menos por ahora.

Juntas llegáis hasta la tienda del jefe. Dentro están él, el jinete, el hombre de barba negra y el arquero embozado. En la mesa de al lado se ha puesto un mantel de tela y hay varias raciones de comida diversa y un par de jarras. Todo impecable.

Al veros entrar, todos se ponen en fila y el jefe da un par de pasos, poniendo las manos en la posición anterior e inclinándose un poco.

- Gracias, señorita. Los dioses nos podrán volver a mirar con simpatía. - Abarca con un gesto la mesa y dice. - Hemos preparado algunas cosas para que sacien el apetito. Ayer los demonios nos hicieron dejaros sin comida.

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26/10/2013, 12:00
Zeleste

Zeleste correspondió al gesto del jefe de los bedinos con una ligera inclinación de cabeza y una sonrisa en sus labios.

- Gracias por los alimentos. La verdad es que estamos hambrientas... - Le respondió y se acercó a la mesa donde éstos estaban expuestos. Pidió permiso para coger unos pequeños recipientes y poder así ponerle agua y comida a Simba. El pobre también estaba muerto de hambre y de sed.

Cuando el animal ya estuvo atendido, entonces, Zeleste empezó a comer. Cogió un poco de carne y fruta. Sobre todo bebió mucho líquido. 

- Mmmmmm... Esto está buenísimo... - Le dijo a Dhalia, mostrándole una especie de barquillos rellenos de una crema que no tenía ni idea de qué era. 

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26/10/2013, 12:19
Dhalia

- ¡Que aproveche! - Exclama la mujer, que empieza a zampar como si llevara semanas sin comer. La verdad es que de algún lado tiene que sacar el cuerpo que tiene.

Estáis un buen rato hasta que quedáis saciadas, puede que hasta demasiado. Dhalia se da un par de golpes en el estómago y suspira. - Buff... creo que me he pasado.

Entonces se acerca al jefe y se inclina para darle las gracias, momento en el que se le cae arena de la ropa manchada.

- Esto... ¿Podríamos lavarnos en algún lado? Y de paso cambiarnos de ropa, debe haber algo en nuestro equipo.

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26/10/2013, 12:28
Zeleste

Zeleste comió bastante menos que Dhalia, pero aún así, también se sintió llena cuando terminó. Incluso Simba, que se movió hasta donde ella se encontraba y se dejó caer pesadamente a sus pies.

Rió como hacía tiempo que no lo hacía al ver a la guerrera posar una de sus manos sobre el estómago y quejarse de lo llena que estaba. Posó su mirada en la del jefe de los bedinos y asintió con la cabeza, corroborando la petición de su compañera.

- Sí, por favor... También desearía quitarme estas ropas y poder lavarme...

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26/10/2013, 13:10
Director

- Si, por supuesto. - Contesta el jefe. - ¡Haysha! - Llama en voz alta.

Tras eso, aparece la chica del camisón. Intercambian unas palabras en el idioma del desierto y ella asiente. Os coge de los brazos y os guía hasta un vestidor de tela. Sólo cubre el centro del cuerpo, dejando la cabeza y los pies descubiertos, aunque apenas hay gente por las cercanías y no presta atención.

La joven os hace un gesto para que esperéis y vuelve al momento con uno de los sacos de Dhalia, donde estaba la ropa, y un barreño de agua sobre la cabeza. Lo deja todo en el cubículo de tela. Dhalia, sin tapujo alguno, entra y empieza a desvestirse. Te mira, sonriendo.

- ¿A qué esperas?

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26/10/2013, 13:13
Zeleste

Zeleste se sonrojó. No estaba acostumbrada a desvestirse delante de nadie y la daba un poco de vergüenza.

- Ya voy... -

Fue donde Dhalia y empezó a quitarse la camisa algo ajada y los pantalones que ya de por sí le iban grandes. La joven siempre había sido bastante delgada, pero tras las semanas de cautiverio y después el recorrido por el desierto, sus costillas empezaban a marcarse bajo su suave y clara piel.

 

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26/10/2013, 13:24
Dhalia

Dhalia ignora tu sonrojo, para tu alivio, y tras desvestirse observas que los años de diferencia se notan bastante en su desarrollado cuerpo. También observas que tiene varias cicatrices, una entre los pechos que le baja hasta casi el vientre y otra en la pierna.

Cierra la tela, de forma que ya estáis solo vosotras dos, aunque poniéndote de puntillas puedes ver el resto del campamento. Luego la mujer se agacha y rebusca en el saco.

- Ajá... Sigue aquí. - Y saca una esponja. Se la lleva a la nariz. - Mmm. Sigue oliendo. - La moja repetidas veces en el agua y la escurre un poco. Luego se levanta y se gira a ti.

- Vamos, date la vuelta. - Dice sonriendo.

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26/10/2013, 13:31
Zeleste

Zeleste contempló las cicatrices de Dhalia y pestañeó, volviendo a levantar la mirada para clavarla en sus ojos. Pero ella cogió una esponja y le pidió que se diera la vuelta.

La joven así lo hizo, dejando que la guerrera lavara su espalda. Se sentía extraña... 

- Sí que huele bien... - Comentó y una sonrisa perfiló sus labios. Agradecía el contacto de la esponja y sentir como la suciedad se iba borrando de su cuerpo. 

- ¿Qué te pasó...? - Le preguntó, refiriéndose a la enorme cicatriz que cruzaba su pecho. 

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26/10/2013, 13:42
Dhalia

Dhalia empieza a pasarte la esponja por la espalda y la arena y la suciedad empiezan a caer junto al agua. La guerrera continúa por los brazos y las piernas.

- ¿Esto? - Oyes una risa baja pero alegre. - Es mi orgullo. Es el recuerdo de que una vez combatí junto a ELLA. Me lo hizo un ogro cuando despejábamos una zona de las Marcas Goblins. Si esa mujer no hubiera estado ahí... Seguro que me habrían partido en dos.

La mujer hace que te des la vuelta. Muestra una sonrisa pletórica y los ojos le brillan al rememorar el hecho. Te acerca el estropajo y lo muestra hacia ti.

- Imagino que eso prefieres limpiarlo tu. - Dice riendo, mirándote el busto.

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26/10/2013, 14:14
Zeleste

Zeleste escuchaba la explicación de Dhalia mientras ésta le limpiaba la espalda y las piernas. 

- ¿Ella...? - Preguntó sin saber a quién se refería. Cuando se dio la vuelta y la guerrera le tendió la esponja, la joven la miró y sus mejillas volvieron a sonrojarse. - ¡Oh...! Sí, claro... - Le dijo y tras cogerla empezó a pasársela por el pecho, quitando todos los restos de arena y sudor que cubrían su cuerpo. 

Mientras terminaba de limpiarse, volvió a preguntarle a Dhalia por quién se refería cuando hablaba de ella. Aclaró la esponja y le hizo un gesto para que esta vez fuera ella la que se diera la vuelta...

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26/10/2013, 14:24
Dhalia

Dhalia se gira y alza los brazos para que puedas limpiarle mejor. Toda la tierra empieza a caer de su cuerpo dejando a la vista su piel morena.

- Alusair Obarskyr, - clama con orgullo. - La Regente de Acero, Princesa de Cormyr y Comandante del ejército. Es mi... mayor ídolo. Algún día espero convertirme en alguien como ella.

Cuando terminas se gira y mira la esponja. - Yo no tengo ningún problema en que sigas. - Dice riendo.

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26/10/2013, 16:26
Zeleste

- Alusair Obarskyr... - Murmuró la joven al escuchar el nombre de labios de Dhalia. Quizás, en algún momento de su vida, había escuchado aquel nombre y por eso le sonó. Pero había vivido tantos años recluida en la posada que era poco lo que conocía. 

Cuando la guerrera se giró, Zeleste la miró a los ojos y enseguida sintió como sus mejillas subían de color. Le tendió la esponja y se apartó, yendo a por ropa limpia.

- Será mejor que lo hagas tú... - Apartó la mirada, centrándola en la ropa que había en la bolsa. Le enseñó a Dhalia lo que cogía antes de ponérselo. Cuanto deseaba poder tener algo de su talla, con aquellas ropas parecía un espantapájaros...

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26/10/2013, 22:12
Dhalia

Dhalia suelta una gran carcajada y coge la esponja.

- Jajaja. Era una broma, una broma. A mi me gustan los chicos. - Dice guiñándote un ojo. - Aunque últimamente no tengo tiempo para eso, no como tu, que veo que no lo pierdes. - Te saca la lengua esperando tu reacción.

Cuando termina de lavarse, estruja bien la esponja y la guarda, cogiendo ropa limpia y vistiéndose.

- Buff, que cambio. Que sensación más agradable.