Partida Rol por web

Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

I - Un acaudalado enemigo

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05/08/2014, 10:47
Allen Shesar

El paladín contó 100 monedas del botín y se las entregó a Ogna,-por supuesto Ogna, eres libre de empeñarlas si lo ves necesario. Creo que es mejor plan y seguro que serás más cautelosa con la información que proporcionarás. Como bien dices, las pobres mujeres que se ven obligadas a vender su cuerpo seguro que no tienen reparos en hablar sobre las conversaciones, por llamarlas de algún modo, que tienen con esos marineros borrachos que las fuerzan.- Estaba satisfecho con el rumbo que estaban tomando las cosas, sentía que aquel grupo sí que podría ser el definitivo, que todos aquellos que aún quedaban podrían ser personas en las que confiar plenamente.

-Respecto al tema de esos medallones, es posible que a nuestra vuelta el general de la guardia nos cuente más sobre ellos, y más aún si hemos cumplido con nuestra misión y traemos vivo a ese desgraciado de Steznag. Como os dije, tras darme el dinero para contratar el barco me aseguró que investigarían lo que ocurrió en la casa de la florista y me dio a entender que no era la primera vez que pasaba algo así.- Allen concluyó con la frase que seguro alguno esperaba desde hace ya bastante rato, -¿os parece que repartamos lo que queda del dinero?.-

Notas de juego

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05/08/2014, 14:12
Fyumir Hesseral - Primero de a bordo del Trueno del Mar

Tras el asentimiento generalizado de los compañeros del paladín de Tyr, éste depositó en las manos de cada uno de ellos una pesada bolsa de cuero marrón en la que percibía el característico tintineo de las monedas de oro. Debido a la incertidumbre sobre cuantos días pasarían sin alcanzar tierra se consideró mejor repartir el dinero sobrante para hacer acopio de provisiones personales a fin de hacer la travesía más llevadera y segura. Una vez hecho esto bajaron ruidosamente las escaleras desde los pisos superiores y se dirigieron de nuevo a los muelles, al embarcadero donde aguardaba pacientemente el Trueno del Mar. 

Las nubes habían ido adquiriendo un tono negruzco a medida que avanzaba el día, y ahora, prácticamente pasada la hora de comer, se hacía más que evidente que la segunda nevada de la temporada no tardaría en caer. Los muelles de la zona norte de la bahía aunque sólo habían acogido en lo que llevaban de mañana una docena de barcos y sólo cuatro de ellos de gran calado, era un auténtico hervidero de actividad. Los marineros, una vez acabada su faena tras varios días en el mar, volaban raudos cual halcón hacia las tabernas y burdeles de las cercanías a hacer buen uso de sus recién adquiridas pagas. Desde los almacenes un constante fluir de carros y carretas hacían el transitar por la calle un paseo peligroso ya que un caminante distraído y un mercader concentrado en llegar a toda prisa a su destino podía terminar en muerte para el primero bajo los cascos de los decididos caballos. El estrés de los comerciantes por deshacerse de los productos imperecederos era contagioso para la gente que caminaba por allí haciendo que la mayoría de los transeúntes caminasen con paso acelerado aunque no tuviesen prisa por llegar a ningún sitio en especial.

Cuando el grupo llegó hasta el Trueno del Mar su tripulación ya había descargado casi por completo su carga. Los gritos de los oficiales centraban ahora en hacer que los marinos recogiesen cabos, poleas y demás aparejos para facilitar el inventariado a fin de saber qué hacía falta comprar para tener a punto el barco. Ese fue el primer indicativo de que era probable que Hasler Nazyr hubiese decidido aceptar la oferta hecha por el paladín. Sin embargo, no había rastro alguno del capitán. Era ahora su primero de a bordo, Fyumir Hesseral, quien gritaba con su poderosa voz a todo aquel grumete que viese un poco parado. 

Fyumir Hesseral, marinero que había rodado cubiertas* en toda clase de barcos, era un humano proveniente de Hlat, una de las ciudades-estado situado en la costa meridional del Mar de las Estrellas Fugaces, perteneciente a la nación de Khóndazh. Al igual que la mayoría de sus congéneres, Fyumir, era un individuo con el rostro ligeramente rojizo, delgado y con un cabello castaño tirando a rubio debido a la exposición del sol y al agua del mar. Sus facciones eran duras y marcadas y sus gestos y movimientos estaban estudiados a la perfección para revelar las emociones que desease mostrar en ese momento. Descalzo sobre el candelero* y sin agarrarse a ninguna cuerda, caminaba de lado a lado por el delgado travesaño dando órdenes de proa a popa sin que nada escapase a su vista de gaviota.

Tenemos el sol sobre la verga del trinquete y aún está la cubierta sin fregar! Vamos, perezosos!! - Gritaba cuando los cinco compañeros se detuvieron junto al barco. Fyumir, al darse cuenta de los recién llegados saltó desde el candelero y caminó veloz hacia ellos. El resto de marineros siguió con sus tareas aunque de vez en cuando, ahora que el primero de a bordo estaba distraído, obsequiaban a los cinco con miradas curiosas y tras ello buscaban los ojos de otros marineros con los cuales compartían pícaras sonrisas.

¿Son ustedes...? - Comenzó a preguntar y dejó la pregunta en el aire para que los aventureros la finalizasen. Parece ser que la mano derecha del capitán ya se encontraba al tanto de lo que iba a pasar en los días venideros.

Notas de juego

*Rodar cubiertas: Haber navegado mucho.

*Candelero: Baranda que rodea el barco.

*El sol sobre la verga del trinquete - Mediodía, en indica que va siendo hora de beber, ya que a esa hora es cuando los marineros pueden tomar ron por primera vez desde que se levantan.

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05/08/2014, 15:09
Zanc Piesligeros

El Gnomo estaba fascinado con el mercado, estuvo allí largo tiempo, observó todo tipo de mercancía y adquirió algunos productos de excelente manufactura, una excelente camisote de mallas construido con el preciado metal de los Elfos, Mithril... Tan ligera que no impedía los ágiles movimientos del Gnomo y mucho mas resistente que su antiguo cuero tachonado, un poción mágica que puede ser de mucha utilidad en algun momento de dificultad y un arco mucho mejor elaborado que el antiguo.

Notas de juego

Post en construcción....

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05/08/2014, 15:41
Morwing

El camino hacia los muelles fue más ameno de lo que se preveía después de la tensa situación vivida poco rato antes en la taberna. Al llegar a los muelles, Allen condujo al grupo justo enfrente de un gran navío. Morwing no tenía experiencia en viajes en barco, al menos que recordase, pero al ver semejante barco una pequeña excitación le recorrió el cuerpo con la idea de vivir una nueva experiencia. A los pocos instantes de llegar, uno de los tripulantes, el cual parecía tener cierto mando sobre el resto, se aproximó al grupo de aventureros...

-¿Somos?... Morwing dio un paso hacia delante colocándose a la misma altura que Allen. - Estábamos buscando Hasler Nazyr, capitán de este barco, habíamos quedado en reunirnos con él esta tarde. ¿Sabes donde podemos encontrarlo?

 

 

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05/08/2014, 15:45
Fyumir Hesseral - Primero de a bordo del Trueno del Mar

Bien, veo que sois sobre los que me había informado el capitán. El viejo Hasler no se encuentra ahora mismo en el barco, ha ido a hablar con el Comandante del puerto para ver si podemos llevar el Trueno a la atarazana ya que necesita algunos apuntalamientos en el casco y las maderas necesitan tomar un poco el aire. - Comentó son semblante serio sin disimular lo más mínimo el hecho de que observaba a cada uno de los aventureros desde la cabeza a los pies. Por lo que hemos podido ver las reparaciones no llevarían más de dos días, con lo que podríamos partir como muy tarde al atardecer del tercer día, siempre y cuando hayamos hecho el costo y esté todo listo para embarcarse por la mañana. - Comentó confirmando que el Trueno del Mar estaba a disposición del grupo de aventureros. - Siéntanse libre de comentar conmigo lo que deseen, el capitán ha depositado toda su confianza en mi, mientras él está ausente.

Notas de juego

*Atarazana: o astillero, lugar donde se reparan los barcos.

*Hacer el costo: Aprovisionar de víveres el barco.

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05/08/2014, 16:04
Losse

Ante el improvisado líder del barco, Losse se sintió un tanto extrañado al contemplar que no se encontraba allí la persona con la que habían decidido tratar. - Ehmmm, está bien. ¿Con quién tenemos el gusto de hablar? Mi nombre es Losse - Y esperó a la respuesta del marinero.

Una vez la obtuvo, continuó. - Creo que Hasler se ha precipitado un poco. Este barco no necesita únicamente reparaciones, como bien podrás imaginar si te ha contado la nueva aventura en la que nos embarcaremos. Pero bueno, si ahora mismo estás al mando, debemos saber dónde colocar el armamento, y no únicamente me refiero a arcos y espadas. Una balista es un útil demasiado importante como para colocarlo a la ligera, así que espero que no nos decepciones y nos comentes cuántas podrían colocarse y en qué lugares. - El elfo continuaba intentando presionar a Fyumir - Decidme, señor marinero, ¿tiene experiencia de batalla en alta mar? ¿Ha asaltado o ha resistido el ataque de algún barco? ¿Conoce bien a qué podemos enfrentarnos? Nos jugamos demasiado, así que más le vale no intentar hacerse el héroe y que luego el bueno de Hasler le saque los colores con una planificación desastrosa. - Y mientras tanto miraba de soslayo los trabajos que estaban teniendo lugar en el barco y estudiando las posiciones más ventajosas.

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05/08/2014, 16:20
Fyumir Hesseral - Primero de a bordo del Trueno del Mar

Lamento no haberme presentado antes. - Se disculpó con una bien ensayada reverencia. - Mi nombre es Fyumir Hesseral y soy el primero de a bordo de esta embarcación.  Tras las preguntas del elfo el primero de a bordo indicó con la mano que lo acompañasen al interior del barco. Una vez alcanzaron la cubierta pudieron comprobar como las cajas, barriles, montones gigantescos de cuerdas y redes estaban siendo trasladados al interior de las bodegas a través de unos grandes agujeros que normalmente estaban cerrados con unas grandes rejas. Llevo más de treinta años navegando por todas los mares de los Reinos señor elfo -Respondió sin cambiar su semblante un ápice - y en éste barco he navegado durante más de diez bajo las órdenes del Capitán Hasler. Tengo experiencia sobrada tanto en barcos mercantes como militares si es eso lo que le preocupa. Éste barco tiene espacio suficiente para al menos cuarenta y cuatro balistas y no lo digo a la ligera ya que las he visto montadas en estos mismos tablones que pisamos ahora. - Señaló con la mano hacia ambos lados del barco, babor y estribor, e indicó con los dedos dónde se deberían colocar las 14 que se dispondrían en la cubierta, las 4 del alcázar, 2 en el puente de la toldilla y 4 más en el castillo de cubierta. Explicó a los aventureros que en la cubierta de batalla, en el nivel inferior a éste, se colocarían otras veinte más. - Si le preocupan los piratas y nuestra experiencia con ellos, puede estar más que tranquilo, el capitán conocer cómo piensan porque fue uno de ellos, y yo conozco cómo mueren porque me he dedicado a cazarlos. - Respondió directo y sin rodeos. Steznag será un hueso duro de roer, pero puedo asegurarles que no es el mejor marino que hay en estos mares. Tienen mi palabra.

De todas formas, en cuanto a la planificación, aún no saben qué rumbo tomaremos ¿verdad ¿Creen que podrán saberlo para mañana por la noche? Nos gustaría  discutir detalladamente todos los menesteres en una cena mañana por la noche, si les parece bien. La barcada nos alojaremos en el Salón Cervezaplateada, en el distrito de los templos, creemos que es un buen sitio alejado de oídos indiscretos. Hasta entonces no comentaremos a la marinería nuestro objetivo, para evitar filtraciones.

Notas de juego

*Barcada: Totalidad de la tripulación de un barco.

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05/08/2014, 17:02
Losse

El elfo lunar quedó más que satisfecho con la respuesta y la experiencia mostrada por Fyumir - Sin duda ésto es lo que buscábamos. Ya podemos decir entonces que seremos compañeros de viaje, ¿no es así? - Y le colocó su mano derecha sobre el hombro - Encargaremos las cuarenta y cuatro balistas para colocarlas lo antes posible. - Le retiró la mano del hombro y buscó la aprobación de sus compañeros -  Nos pondremos a buscar el rumbo a tomar de inmediato. No le prometo que para mañana tengamos algo, pero haremos todo lo posible para que así sea. Si no existe ninguna novedad, allí nos veremos. En caso que no encontremos información alguna, yo mismo me presentaré en este lugar para cancelar el encuentro hasta tener nuevas. Pero, en todo caso, espero que no tengamos que recurrir a esta última opción. -

Losse colocó sus brazos en jarra al haber encontrado un acuerdo completo con el hombre de confianza de Hasler. - Por mi parte, no hay nada más que hablar. ¿Algo más al respecto? -

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05/08/2014, 17:16
Allen Shesar

Durante el paseo por la cubierta del barco Allen se sentía cada vez más esperanzado, pues veía el reencuentro con su hermano cada vez más cerca. Escuchó atento la respuesta de aquel hombre quien parecía tener todo bajo control. - Hasta hoy no había escuchado a nadie nombrar a Steznag sin que su semblante mostrase miedo o preocupación - dijo Allen aliviado por contar entre aquella tripulación con hombres valientes y experimentados. - Nos está costando que la gente hable de ese pirata, pero conseguiremos el rumbo a seguir muy pronto - aseguró. -Por cierto, ya que usted dice que en su día llegó incluso a cazar piratas, ¿qué recomendaría a alguien que jamás ha subido a un barco para no ser una carga durante una hipotética batalla? - preguntó Allen interesado, - y una cosa más, ya que ustedes llevan tiempo dedicándose al comercio, ¿conoce el nombre de alguna persona que se dedique a cazar piratas o haya combatido con ellos recientemente? - El paladín esperó la respuesta del marinero, pues pensaba que al grupo le sería de utilidad saber algo más del terreno donde deberían sin duda combatir en algún momento.

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05/08/2014, 17:20
Fyumir Hesseral - Primero de a bordo del Trueno del Mar

Parece que sí que seremos compañeros de viaje. - Respondió a Losse con una voz sin ningún atisbo de emoción, rasgo característico de los Khóndazhinos. Esperemos que tengamos algo para mañana, ya que no tenemos todo el tiempo del mundo para poder navegar. - Indicó alzando la mirada a las nubes negras que se iban apoderando de los cielos. En un mes...cada día que pasemos entre sus aguas - dijo mientras observaba con sus oscuros ojos negros a las aguas plateadas de la costa de la espada - será un día más que estaremos pidiendo prestado a Kelémvor, dios de los muertos.

Se giró al paladín cuando éste tomó la palabra - Yo no he dicho que no tenga miedo a Steznag, sólo los locos no tienen miedo ante la posible muerte, pero eso no quiere decir que ese miedo se vaya apoderar de mi. Luchar en un barco es como luchar en tierra salvo por unas pequeñas diferencias, el suelo se mueve y no hay tierra donde enterrarte. Por lo demás, lo único que puedo recomendar a alguien que no quiera ser una carga es que se quede en tierra. - Contestó sin tapujos. Pero creo que no es el caso ¿verdad?

Acabamos de llegar a puerto y aún no he tenido tiempo de hablar con ninguno de los marineros que conozco. Nosotros, que solemos mercadear con Memnon y Calimport, los principales problemas solemos tenerlos en el Canal de Asavir, frente a las Islas Nelanther, un nido infestado de piratas. Sin embargo Steznag, siempre le ha gustado el norte y por lo que sé, la última vez que vi su barco fue en unos pequeños atolones frente a Candelero pero eso fue hace varios años antes de trabajar para Hasler. 

Notas de juego

EDITADO: He puesto que él vio el barco de Steznag hace varios años.

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05/08/2014, 18:26
Zanc Piesligeros

Con la bolsa de monedas reducida por las recientes adquisiciones, el Gnomo se dispuso a regresar al Festín de los mares después de despejar su mente... Quizás había actuado mal, no valía la pena dejar pasar la oportunidad de la aventura por una simple discusión por 100 piezas de Oro. Con resignación volvió sobre sus pasos hasta llegar nuevamente a la posada, saludó a un extrañado Pulgar y le pidió que le alquilara de nuevo la habitación. Estaba de mejor humor por los nuevos objetos adquiridos y se sentía muy seguro con su nueva armadura... Entonces recordó a su amiga, la Daga-Espada mágica de Huesitos!, había olvidado por completo que Davros la había llevado a un herrero competente para reparar los daños ocasionados.

Al subir a su habitación esperó que el segundo nivel, pudo comprobar que ninguno de sus compañeros estaba en el lugar, con cautela forzó la cerradura de la habitación del paladín e ingresó en ella, se sentó cómodamente en la mullida cama, sacó un pedazo de papel y pluma y se dispuso a dejar una nota...

He dejado tus monedas de Oro amigo Allen, sólo quería hacerte una broma, mis intenciones nunca son las de perjudicar y mucho menos robar a mis compañeros, pero al escuchar tus insultos, me sentí ofendido y eso me alteró.

Me disculpo por los percances que pude haber causado con mi actitud, pero debes reconsiderar tus modos de hablar, no me siento miserable, ¿sabes?, no me conoces, por lo que te pido, no me juzgues.

Espero que todo quede en un simple malentendido y que todo pueda mejorar... Sigamos juntos a la aventura y en la búsqueda de tu hermano.

 

Zanc Piesligeros

 

Entonces dejó la nota junto a las monedas de oro sobre la cama, para después salir y dejar asegurada nuevamente la puerta de la habitación, para después salir en busca de algo de comer. 

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05/08/2014, 21:30
Morwing

La forma en la que se expresaba y se desenvolvía por el barco el primero de a bordo dejaba más que satisfechos al grupo de aventureros, parece que estarán en buenas manos… no obstante el hecho de que el tal Hasler no se presentase a la reunión, habiéndola concertado él mismo, no lo dejó pasar a la ligera Morwing.

Es cierto que el hechicero siempre había sido una persona desconfiada, pero la situación daba que pensar. Por una parte iban a embarcar en un barco capitaneado por un antiguo pirata y con parte de la tripulación del mismo talante, luego Fyumir era la primera persona que hablaba de Steznag sin ningún tipo de tapujo y para colmo la ausencia de Hasler… - ¿Realmente podemos fiarnos de esta gente? Tienen la posibilidad tanto de guiarnos hasta Steznag como de entregarnos en bandeja, pensó Morwing mientras seguía al grupo por el barco.

Sin embargo el elfo se reservó sus sospechas para sí mismo, acompañó al grupo por el interior del barco fijándose en todos los detalles y prestando atención a todo lo que decía Fyumir con la esperanza de descubrir algo que respaldase sus sospechas… - Quizá estoy equivocado… pero mejor seguir atento.

-Bueno, pues aclarado lo del equipamiento, creo que va siendo hora de movernos. Gracias por tu tiempo Fyumir. Mañana nos veremos, dijo el elfo mientras se dirigía a la salida del barco.

- Tiradas (1)
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05/08/2014, 22:00
Ogna

La muchacha trató de pasar un poco desapercibida sabiendo de su innegable atractivo para con los marineros. Sin embargo notó como la miraba el primero de a bordo. Ogna tampoco había viajado nunca durante mucho tiempo en barco y menos luchado en uno, pero había leído sobre ellos. No le extrañaba el peculiar argot que usaba el marinero y asentía a todo lo que decía interesada. El barco era enorme y Ogna se quedó maravillada con él y con la cantidad de hombres necesarios para que su descomunal casco surcara las aguas. Eso la animó un poco pues sólo pensar en alejarse del bullicio de la ciudad y pasarse una temporada larga metida entre esos cuatro tablones la ponía de su habitual humor depresivo. 

Tomaba nota mental de las informaciones vertidas por Hesseral sobre Steznag para poder usarlas después en su visita a los burdeles. Ese pirata debía ser terrorífico.

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06/08/2014, 07:16
Director

Atrás dejaron a Fyumir y el ajetreo en el Trueno del Mar para dirigirse no muy lejos de allí, al las calles que rodeaban a la Corona de Cobre. Esta zona del distrito del puente era conocida por la abundancia de burdeles y de prostitutas sin patrón que buscaban clientes entre las tripulaciones recién desembarcadas. No había que ser demasiado atractiva para engatusar a un marinero que ha pasado los dos últimos meses durmiendo en una habitación atestada a escasos centímetros de otros como él, y eso las mujerzuelas que recorrían los muelles cuando caía la tarde sabían aprovecharlo bien.

Pese a que el mediodía ya caminaba hacia la tarde aún había marineros y estibadores trabajando a toda prisa para cobrar las monedas correspondientes a su paga diaria. Todos miraban al cielo aguardando los primeros copos de nieve que llegarían con la tormenta de la que los ancianos llevaban toda la mañana hablando. 

Notas de juego

Aunque la Corona de Cobre posee el lupanar más representativo del distrito del puente, existen varios más así como prostitutas callejeras, fácilmente identificables por mostrar generosamente sus encantos a pesar del frío.

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06/08/2014, 07:26
Director

Notas de juego

Resultado de Averiguar intenciones:

Por lo que parece Fyumir es una persona muy seria y si lleva cinco años trabajando para Hasel debe ser por algo. No parece que os la esté jugando, simplemente hace honor a su raza, los Khóndazhinos.

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06/08/2014, 13:42
Zanc Piesligeros

La noche cayó y Zanc se dirigió hasta su habitación a descansar... Mañana sería otro día y esperaba que el traspie con Allen quedara en el olvido. Quería la aventura, además de que la fortuna de esos piratas parecía más que llamativa, soñaría con sus aventuras en alta mar aquella noche y al amanecer volvería a ser el mismo de siempre.

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06/08/2014, 18:04
Ogna

Ogna no quería saber nada de la Corona de Cobre así que lo sentía por sus compañeros que se quedarían sin las putas menos recatadas de la ciudad. Lo que buscaba era un burdel regentado por una mujer. Las mujeres podían ser también unas harpías, pero era más fácil entenderse con ellas, o al menos es lo que pensaba la muchacha.

A veces se hacía pasar por una inocente chica que quería empezar su andadura por el duro, cruel y lucrativo oficio más antiguo del mundo. Se ponía en una esquina atrayendo a los clientes hasta que alguna de las putas, que todo hay que decirlos son más territoriales que las leonas, la mandaba a freír espárragos. Algunas tenían un chulo que aparecía como un perro con rabia para alejarla de su zona. No le gustaban los proxenetas pues, encima de no hacer el trabajo sucio, se quedaban con el beneficio del trabajo de sus chicas. Pero no tenía miedo porque siempre, también en la sobra, ella tenia a sus guardaespaldas personales.

Buscaba una puta independiente, sin un hombre a sus espaldas dispuesto a partirle la cara si hablaba con una desconocida de curiosidad insaciable. Así charlaba amigablemente Ogna con las mujeres de mala vida, interesándose por ellas, por sus situaciones e incluso "regalando" a alguna una monedita  por su valioso tiempo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Conocimiento de bardo: Para saber de un burdel regentado pro una madame.

Reunir información: Sería para sonsacar información sobre los piratas y la trata de esclavos.

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06/08/2014, 18:57
Davros Zokk

Tras escuchar a Morwing acabar de hablar con Glanderel, supuso que el amuleto no estaba activo, ya que Morwing o alguno de sus otros compañeros duchos en magia lo habrían detectado, por lo tanto, el portal tampoco lo estaría, el demonio querría usarlo para volver a abrirlo y traer a más de los suyos. No le afectó demasiado, el demonio era grande y poderoso, pero con algo más de preparación, caería como aquel ogro en el bosque, rápido y sin cabeza.

- Ésto ya es más de mi estilo - Pensaba Davros al salir del distrito de los templos - Todo muy armonioso y deslumbrante, pero empezaba a sentirme fuera de lugar, nada mejor que una jarra de hidromiel rodeado de alboroto y carcajadas -

Pensó varias veces en pasar a ver al herrero a ver que tal trataba a su arma, pero decidió no hacerlo para que estuviese junto a él cuanto antes, además al conocer al enano y su forma de comportarse con las armas, su intranquilidad disminuyó algo. Su espada no era más que un cacho de metal bien trabajado, pero Davros le tenía cierto cariño, más cuando estaba obligado a viajar sólo durante mucho tiempo; la reciente compañía de su actual grupo hacía que, cada vez más, lo dejara un poco de lado, como un niño que poco a poco abandona a su peluche.

Ya en El Festín, se pidió la deseada hidromiel mientras saludaba al otro medio grupo, o casi, faltaba Zanc.

Escuchó con atención a Allen... -Si me dieran una moneda de plata cada vez que he escuchado que a alguien se la ha jugado un gnomo, sería el hombre más rico del mundo, no pondría la vida en manos de uno de ellos... ¡ni siquiera mi jarra de hidromiel!, traicioneros, pero encima, éste, tonto, por unas sucias 100 monedas. Es una lástima que no contemos con sus habilidades, me gustaba verle actuar, me entretenía y aprendía de él, pero no le echaré de menos. Si queréis intentar que vuelva, bien, pero no me importa su ausencia. Tened en cuenta que ahora han sido 100 monedas, si vuelve, ¿qué será la siguiente?

 

Las noticias de barco eran buenas, parece que su viaje se acercaba - Tendré que pasar por La Corona de Cobre antes de zarpar, y de paso puede que averigüe algo sobre nuestro objetivo -

Cuando la repartición del dinero llegó, no pudo evitar una sombra de dudas -  ¿Tanto dinero por un pirata? ¿ Y esto es lo que ha sobrado después de contratar un barco y sus tripulantes? ¿Será una mierda de barco, no? - prefirió guardar silencio y verlo con sus propios ojos.

Y así fue, al verlo con sus propios ojos... - Joder, es enorme - - Algo no encaja, ¿porqué a un grupo que hemos salido de una casa en llamas de una importante familia de la ciudad nos dan la oportunidad y la fortuna de dar caza a éste individuo? - más tarde hablaría con Allen a solas, pero tenía muchas dudas, dudas que, por otro lado no le impedirían meterse en el barco, - Aún siendo una trampa, siempre hay una salida para un superviviente nato -

Escuchó al hombre al cargo con atención, pero no pudo evitar moverse alrededor mientras observaba su nuevas casa para los próximos ... ¿meses?, subió al barco cuando les invitó a entrar y, la verdad, es que salió bastante contento, parecía robusto y con las 44 balistas debía ser temible.

Tras la inspección, en su cabeza rondaba más una puta en la que se fijó en La Corona, que la misión, pero no desperdiciaría la oportunidad de intentar sonsacar algo de información al que pudiese... después, claro.

Cuando se dirigían a la Corona, Davros pasó por El Festín, para ver a Pulgar:

- Buenas, Pulgar, tengo algo de prisa, pero necesitaba un pequeño favor, ya sé que no te gusta Lenthinan, pero... sabes si hay algo que el quiera que pudiese usar para conseguir algo de información por su parte? -

Tras conversar con Pulgar, fue directo a la Corona para buscar al resto. Con los ojos bien abiertos, buscando una prostituta de su agrado - A saber cuando volveré a follar, habrá que aprovechar -

Notas de juego

Perdón por la prolongada ausencia !

Las compras las haré en el último momento, antes de zarpar, ya lo tengo casi mirado pero no me decido.

Un saludo!

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06/08/2014, 19:14
Director

Las pesquisas por parte de Ogna de encontrar un prostíbulo regentado por una mujer tardaron bastante en dar sus frutos, tiempo que Davros aprovechó para acercase a conversar con Pulgar acerca de alguna posible forma de sonsacar información a Lenthinan. El dueño de la Corona de Cobre era un perro viejo, que aparte de sabérselas todas, había tenido la suficiente fortuna como para que sus negocios generasen unos ingresos que dejarían pequeño a muchos mercaderes que se pavoneaban por el Distrito Gubernamental creyéndose nobles de alta cuna. Con ese excedente de ingresos, colocados en los bolsillos oportunos, y la información que conseguía por su clientela, se había convertido en un hombre prácticamente intocable en Athkatla. El palabras de Pulgar sonsacar información que no quisiese dar a Lenthinan sería más difícil que matar un cachalote a besos, por lo que la única forma de obtener algo de información en esa taberna era mediante los clientes que se encontraban en el salón; piratas, rateros, contrabandistas, marineros y mercaderes sin demasiados escrúpulos. Por otra parte, las palomas de Lenthinan, que era como se llamaba a las prostitutas, era otro buen lugar para obtener información siempre y cuando la lengua sirviese para algo más que para hablar.

Para cuando Davros llegó hasta el grupo con la escasa información proporcionada por Pulgar, el sol de invierno se acercaba ya a los tejados de las casas más altas de Athkatla y la fría brisa proveniente del mar comenzaba a levantar las sábanas tendidas en las cuerdas de la ropa. 

Ogna condujo a sus compañeros a El Palacio de Klarisse, un edificio de piedra con cuatro plantas dedicadas al placer corporal no muy alejado de La Corona de Cobre . Klarisse Vensatal era una Sembiana morena de cuerpo estilizado y oscuros y cautivadores ojos. Había llegado a Athkatla en su juventud, hacía más de cuarenta primaveras por lo que su edad rozaría los sesenta años, pero aún así había gente que aún decía que la experimentada prostituta aún hacía algún que otro servicio. Bajo su cargo disponía de un ejercito de mujeres, unas cincuenta, a las que enseñaba con dedicación y las forjaba a su gusto para que sus técnicas amatorias no se perdiesen cuando ella se hubiese ido.

La puerta había sido reemplazada por una pesada cortina roja, ya que en palabras de la dueña del local, no había que poner puertas al amor, sólo pequeñas barreras que al superarlas incentivasen el ardiente deseo del cuerpo femenino. La puerta conducía a un hermoso y amplio salón decorado con flores, pequeñas fuentes y plagado de cojines y almohadones, donde las muchachas que no estaba de servicio aguardaban la llegada de sus nuevos amantes. Desde las plantas superiores llegaban dulces melodías de canciones interpretadas con el arpa, semejantes a las que habían escuchado escasas horas antes en el templo de Milil, aderezadas con las frescas risas de las muchachas ejecutando afanosamente su trabajo. 

Cuando entraron una mujer engalanada con un vestido de seda calishita y con un moño recogido en la nuca daba consejo a algunas muchachas de cómo postrarse en los cojines.

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06/08/2014, 19:33
Brunal Brasanegra

Kormack levantó la mirada hacia las oscuras nubes. Para un enano ártico el que se avecinaba una tormenta y que no tardaría en comenzar en nevar era tan evidente como la que el fuego que chisporroteaba frente a él. Continuó con el repiqueteo del martillo sobre el yunque para terminar de dar forma a lo que sería la cabeza de su nuevo hacha. Con los consejos de Brunal Brasanegra, enano proveniente de las montañas de las Columnas del Mundo, Kormack había avanzado tanto en los dos últimos días como si hubiese trabajado varias semanas. También hay que decir en favor de Kormack que sus jornadas de trabajo habían resultado extenuantes ya que el enano comenzaba su jornada cuando salía el sol y volvía a la posada a caer rendido en su cama cuando caía la noche. Tanto era así que no había vuelto a ver a los que eran sus compañeros desde que llegaron a Athkatla. 

Brunal estaba impresionado por la dedicación del enano ártico. Ciertamente eres tozudo muchacho, sigue así. Le repetía siempre palmeándole su fornida espalda cuando veía cómo Kormack no cesaba de dar golpes al trozo informe de acero. El hacha de guerra estaba finalizado y sólo faltaba pulirlo y escribir en el filo el nombre de su dueño y forjador, Kormack Quebrantahuesos.

Ha sido un placer tenerte aquí Kormack. - Comentó Brunal levantando la hoja y colocándola cerca del fuego para observarla bien. Es una lástima no haberte conocido antes, hubieses sido un gran herrero bajo mis órdenes. Pero veo en ti que el estar entre cuatro paredes sería desperdiciar tus dotes para el combate. Esas cicatrices que tienes no las has recibido en una forja...¿Verdad?

Notas de juego

Es el atardecer del segundo día de trabajo en la herrería. Con la ayuda de Brunal y sus herreros tu hacha de guerra enana de Gran calidad estará finalizada ésta madrugada.

Actualizate el equipo. Y aunque no lo apuntes, Allen te va a contratar para que le ayudes a buscar a su hermano. Seguramente te dará 1400 de oro. Con ese dinero puedes ir planificando las compras.