Partida Rol por web

P'pp'pL  P'pp'PP'pp'PL

El incómodo y repetitivo susurro fué tomando fuerza para convertirse en algo realmente molesto, sobre las cimas de la Balanza, los dioses de la Justicia observaban complacidos a su nueva raza hasta que comenzó el escalofriante sonido, girando la vista, pudieron ver al Sr de las Profundidades reptando por el lecho marino, en busca de un poco de atención, y, a medida que la conseguía, sus crípticos sonidos fueron tornandose en palabras

Dioses de p'PP la justicia, la tierra está plagada de criaturas, y muchas más están por venir, sin embargo, la tierra que habeis creado es finita, y todos competirán por su derecho a pisarla, pronto estallarán las guerras, y las razas derramarán su sangre y enviarán las almas de sus enemigos a los dominios de Yoonel

P'pp'PL

Todos los dioses querrán proteger a sus hijos, más, considero, personalmente, que no debería caer en nuestras manos el derecho a participar en sus terrenales disputas, nosotros les dimos el mundo y la vida, y sus problemas deberían ser solucionados solo por ello.

Por eso, os pido a vosotros, que en vuestras manos poseeis el derecho de impartir leyes entre los mismísimos dioses, que prohibais a los Grandes y Menores Dioses, participar en las guerras con su poder destructivo, pues la participación de ellos, solo deformará el mundo de Albur.

Os pido que formuleis unas leyes a acatar, so pena de sufrir, la ira y justicia que podais impartir, sobre ellos y su creación

Sean ellos, los mortales, y no nosotros, quienes decidan el destino de Albur

YRADARKOS!!

La voz del dios de la roca sonaba llena de ira en la mente de sus hermanos.

¡¿Como osas irrumpir en mis dominios de esa forma?! Los bienes de la tierra, que tanto mi hijo Korag como yo ofrecemos con gusto, no deben ser acaparados por nadie, ni maltratados como has ordenado hacer a los Dragones. Te exigo que les mandes abandonar la gran grieta, tan solo aquellos Dragones que acepten la forma de vida respetuosa de los Guardianes del Subsuelo podrán quedarse.

Bastante más relajado que al principio, esperaba respuesta de su hermano, aunque tras tanto tiempo viendo sus acciones no esperaba nada positivo en la reaccion del dios cambiante

La dura voz de Kraag sono en el fondo de la mente de la diosa de la sabiduria.

Hermana Knhoss, he sabido de todo tu sufrimiento en los repetidos encuentros con el más odioso de nuestros consanguineos y ahora parece haberse interesado en mancillar la creación de mi Korag y mía. Quisiera saber si podría contar con tus sabios consejos en caso de necesitar ayuda para devolver la dignidad a mi reino. Por supuesto, mi gratitud sería muy grande y no dudaria en devolverte el favor.

Knhoss, con los ojos anegados en lágrimas, se presentó en el Palacio de Cristal.

Con su voz física hablo a Aildor, su sobrino. Con la mental, a su hermano Ailnor y a su hijo.

-Dioses de la justicia, Dioses del equilibrio... Vengo a implorar vuestra ayuda... Los hijos de Pyaray, insuflados en su odio están atacando a los Tvus... están destruyendo la ciudad, masacrando a ancianos y niños por igual... ¿permitiréis acaso semejante abominación? ¿qué pecado han cometido los hijos de mi hijo para ser tratados así? ¿que han hecho ellos además de recorrer el mundo en su afán de conocer?

Por favor, hermano, sobrino, no permitáis que la matanza continúe.

Hermano, Hijos de mis hermanos, Pyaray...

Otros dioses se alzan contra vosotros. Desean el trono de Albur para ellos y no para sus hijos, por eso os despojan de vuestros dominios, por eso os despojan de vuestros hijos, por ello, sere rechazado.

Quiero el destino de Albur en las manos de los hijos de Albur y no en la de un Dios que quiere arrebatarle al trono al unico que honraran cuando los demas ya no estemos.

He soñado con vuestra union, se que conspirais en tierras donde nadie os ve, pero os prevengo, actuar con cautela, pues como Señor de la Intriga, veo vuestras conspiraciones y veo las suyas y pronto llegara la gran guerra que vais a perder si no andais con cautela. Ser contundentes, con vuestras acciones, pues los dioses justos, se han aliado para castigar cualquier ataque y darles proteccion antes del fin de la batalla.

Risris risris risris

el sonagero de Yradarkos sonó en la penumbra, luego apareció como lo haría un espectro, silencioso, frio, sinestro, calmado.

Hermano Kraag, tus dominios? regalos que ofreceis? de que estás hablando? La grieta y sus tesoros fueron creados por nuestro padre en un ataque de ira y posteriormente regalados al mundo. Acaso ves mejores herederos que los hijos de Á para su dominio? yo simplemente les sugerí recuperar lo que por derecho es suyo y solo suyo, ellos y solo ellos deben tener la potestad del disfrute de este lugar y sus riquezas, solo ellos deben decidir que hacer y con quien.

su voz se tornó inquisitiva, severa, orgullosa y derrochante de poder

Has de acatar, renuncia a la grieta o destruyela, pero asume las consecuencias de tu egoismo hermano.

tras esto el malvado y pequeño Señor cambiante se desvaneció con el ya típico sonido de sonagero y un susurro

siiii, egoista, embustero

risris risris risris

Karak, después de la conquista de thervoru, algo le izo que su interior vibrara con una intensidad que nunca antes había conocido, entonces pensó en que podría haber sido... lo descubrió en el juicio, cuando vió fugazmente a una de sus primas mientras daba un paseo por Albur, se le aceleró el corazón, alli estaba ella, con el pelo largo, terrible y preciosa al mismo tiempo, Eria...

Entonces, no pudo evitarlo, su corazón empezó a palpitar y con un súbito impulso se acerco a ella por detrás, le puso su mano en la mejilla y suavemente la giró hacia el

-"Oh! hermosa Eria, tengo una sensación desconocida para mí cada vez que te veo... es cálida y tranquilizadora. Desde que luchamos juntos contra las hordas Tvus en Thervoru por la gracia de mi padre, algo en mi interior zozobró como la tomernta mas grande que alla ocurrido en Albur. Sentí una necesidad que antes no la tenía, y descubrí, que lo que tanto ansiaba, era verte..."

Karak, era apodado el Bello, pero nunca antes había sentido lo que sentía en ese momento, entonces, cuando Eria estaba desconcertada por las palabras escuchadas del Hijo del Mar, Éste se acerco a sus labios a los de ella... Justo cuando estaba a punto de rozarlos, le dijo:

"Únete a mí, Eria , juntos podríamos crear grandes obras dignas de Á, y el nos bendecirá y tendremos exito en todo lo que nos propongamos, porque siento que juntos podriamos hacer cualquier cosa. Dime, Hermosa y Brillante Eria, me aceptas como tu compañero?"

el sonido de unos pasos llego a los oidos del dios de la justicia, siempre en movimiento, ahora cerca ahora lejos, el caminante no se dejaba ver pero pronto se escucho su voz

-Aildor, dios de la justicia, padre de los Har Ail, acudo hasta ti para solicitarte un favor, ¿me escucharas?-

La voz de Jeldhor sonaba cada vez mas cerca aunque seguia sin proceder de ningún lugar en concreto

-He concedido el don del Camino a los Vandrer, ellos recorren ahora los cielos de Albur en su ciudad, pero siguen teniendo que tratar con las gentes que viven en tierra y ellos no pueden volar, ¿me permitiras que tomes algunos de tus grifos y les enseñe como cabalgarlos Dios de la justicia?-

Aildor permanecía pensativo en el cielo, y a la vez en el Inmaterium. Se encontraba pensando en las estrellas cuando escuchó unos pasos que provenían de un lugar en concreto y a la vez de ninguno. Era su primo, Jeldhor, que le solicitaba un favor. Escuchó con atención sus palabras, tras las cuales se puso a meditar.

Como pensando en una justa sentencia, meditó durante poco tiempo. O esa era la sensación, porque el tiempo parecía distorsionarse para satisfacer las necesidades de Aildor.

- Mis hijos tienen el don del libre albedrío, por lo que son libres de ir a donde quieran y como quieran. En su momento les concedí el don de ver en el interior de los seres de Albur, la visión verdadera - hizo una pausa, complacido por el resultado de su primer trabajo -. Mis hijos viajarán a la ciudad flotante, y juzgarán el corazón de los Vandrer. Si ellos los consideran dignos los tratarán con respeto y les dejarán cabalgar sobre ellos. De los propios grifos depende la decisión, y sea cual sea yo la respetaré.

Finalizó su discurso extendiendo sus alas, y entonces todos los grifos captaron la llamada. Algunos de ellos deberían viajar y juzgar más allá del territorio de La Balanza, más allá de su hogar. 

-gracias dios justo, no pido nada mas-

La voz de Jeldhor se alejo  hasta convertirse en un susurro en la lejania

Knhoss seguía perdida, su rastro se perdía en la fuente que llevaba su nombre, ni siquiera Ghislhaft podía asegurar dónde se encontraba su madre.

Pero el tiempo no se detenía para Albur y las razas seguían asentándose en la tierra, haciéndola suya, progresando sin cejar en su determinación por hacerse dueños del mundo. Aún no se perfilaba el tiempo de los conflictos ni la de la decadencia. Aún era tiempo de construir.

Los tiempos cambiaban, las razas crecian y el dominio de los dioses se volvio caprichoso y ambicioso. Él sabia que era el momento de retirarse, de alejarse del mundo y pasarle el testigo a sus hijos antes de que la locura divina arrastrara todo a un gran caos.

Él, se habia apartado, abandono a los Tal-Kohiri a su destino y ellos tendrian que encontrarlo por sus propios medios. Sus otros hijos los Nayas, tambien estaban aprendiendo a vivir segun sus propias decisiones y seguian prosperando.

Él comprendio que ese era el destino que Á les habia ocultado, no era un mundo para ellos. Ellos pasarian al olvido y sus hijos tendrian otros seres o adorarian a otros dioses que aun estaban por llegar.

Él se alzo en los cielos y descansando junto a su padre, observo la vida en Albur y le dio luz, para guiarlos. Él, se perdio entre las estrellas.

Ailnor miro a sus hermanos antes de pronunciarse - Creo que es demasiado pronto para el cambio de era, mis hijos aun no estan preparados del todo para poder traer y mantener la justicia en Albur - Digo antes de volver a mi silencio habitual, no solia hablar demasiado pero cuando lo hacia era claro y conciso.

Finalmente los Vandrer encontraron su propio camino sin recurrir a la ayuda de tus hijos. Gracias igualmente por ofrecerla

Si querés, la orbita puede cambiar un poco... ;)

si, no seria el primero. A ver si puedo hablar con Lell, puede que haya sido solo un mal par de dias

por cierto, dime que te parecío el avance a los orcos, no se me ocurría como hacerlos listos de repente y que quedase bien

la verdad es que me gusto mucho el avance, les da un poco de inteligencia :P

me alegro ^^